Promover en todos los espacios la lucha social autónoma. Independizar las experiencias alternativas (vivienda, producción, etc.) de los apadrinamientos partidarios. Unir al pueblo por abajo.
09-08-2014
Uruguay
Tuya Pueblo
Pablo Díaz
Rebelión
En Uruguay sigue en pie una importante desigualdad social y es posiblemente el país latinoamericano territorialmente más extranjerizado desde que se ha vuelto para el capital internacional una gran caja de ahorro en tierra, blindada con el “secreto agrario”. Los temas importantes que no se solucionan “vuelven”, decía Sendic. La temperatura actual de la resonancia de sus planteos la podríamos medir con Hoenir Sarthou:
“El aniversario de la muerte de Raúl Sendic… pese a cumplirse el cuarto de siglo de ocurrida, tuvo repercusiones bastante débiles. Si bien hubo un acto partidario de homenaje, el poder político se mostró cauto y tibio. Puede decirse que la conmemoración más importante fue hecha desde el llano, en el cementerio, sin figuras del partido de gobierno, con el apoyo de algunos de los viejos compañeros de Sendic y el de algunos jóvenes que lo perciben como símbolo de una izquierda más pura y más romántica ”. 1
En torno a tal fecha 2 se afirmó la idea de que las coincidencias surgen del trabajo en conjunto. “Hechos que unen”, pequeños grandes pasos del pueblo protagonista. Lamentablemente del Congreso de la Educación “Julio Castro” aprendimos que algunas iniciativas desde abajo terminan “amortiguadas” o “absorbidas”, con demandas filtradas que se van lavando y devaluando al punto de perder esa iniciativa. Aprendimos que el mismo gobierno que genera condiciones políticas para el debate se vuelve “mediador”, “traductor”, “conciliador”, lo que en vez de mejorar la correlación de fuerzas, dejaba el punto muerto.
El riesgo de una iniciativa popular o una “Convención” (como la planteada por José Díaz) para una reforma democratizante de la Constitución es que en esta coyuntura se termine transando con los intereses corporativos más disímiles y oportunistas según las reglas de juego para la reforma. La aplicación completa de la Ley de Colonización (de 1948) no requiere cambiar la Constitución, incluida la aplicación de la facultad de expropiación de tierras. Volver a la legislación que prohíbe el anonimato directo o indirecto de los titulares de las tierras tampoco es un problema constitucional.
Bastó con un amague para que el gobierno finlandés se delatara como inversor indirecto en tierras de Montes del Plata SA.3
Pero según el MGAP (CGA 2011) casi el 40% de las tierras está en manos de “sociedades”: muchas son sociedades anónimas, las que por vía de excepción tuvieron la oportunidad de quedarse con la tierra en la aplicación de la ley del 2007 (Nº 18.092), pero muchas otras son diferentes “sociedades constituidas” que encubren sociedades anónimas (asociaciones agrarias, etc.), a las que quizás por desconocimiento dicha ley les dejó la puerta abierta.4 Por lo tanto, sería tan necesaria la firmeza frente a la voracidad del agronegocio como seguir mejorando la mencionada ley de tierras de las sociedades anónimas y sus reglamentaciones para que ley de “extranjerización”5 que se está discutiendo pueda “disuadir” a otros Estados de incrementar tierras a futuro.
Por otra parte, la desigualdad social no ha mejorado en los términos que lo plantean Cultelli y Tajam.6 Según investigadores del Instituto de Economía de la UDELAR del análisis de los datos de la DGI (no sólo de la Encuesta de Hogares donde los ricos prefieren el “secreto”), surge que “el actual esquema de tributación a los ingresos de capital operaría manteniendo o reforzando su concentración, ya de por sí muy elevada, y atenuando el efecto redistributivo total del IRPF”.7 Frente a lo cual se pregunta Antonio Elías: “¿Cómo es posible que el uno por ciento más rico, 23 mil personas aproximadamente, ganen casi lo mismo que el cincuenta por ciento más pobre, un millón ciento cincuenta mil personas?”. 8
Entonces, en el marco del clima electoral en el cual se encuentra nuestro país, nos preguntamos; ¿cuáles son los caminos que debe recorrer el movimiento popular para lograr avances en estos temas profundos y estructurales de nuestra injusta sociedad?
Para recuperar la tierra y los ingresos frutos del trabajo tendríamos que seguir a la “Falta” del pasado carnaval: “Tuya pueblo”, gastar las mejores energías en el poder popular para pasar de un momento de “receso” al de acumulación de fuerzas. Promover en todos los espacios la lucha social autónoma. Independizar las experiencias alternativas (vivienda, producción, etc.) de los apadrinamientos partidarios. Unir al pueblo por abajo.
¿Se podrá superar el electoralismo de la histórica herramienta política que el movimiento popular impulsó en nuestro país?, o ¿la gente buscará sus principales referentes políticos en la calle?
Lo cierto es que en esta sociedad, no guste o no, parezca viejo o ajeno, independientemente de las opciones electorales de los diferentes compañeros, existen dos clases sociales, la de los oprimidos y la de los explotadores.
Notas:
1 Semanario Voces, Homenajes y olvidos. Indisciplina partidaria,
http://www.voces.com.uy/articulos-1/indisciplinapartidarialacolumnadehoenirsarthouhomenajesyolvidos
2 http://www.youtube.com/watch?v=YkJ7qwL_lLA
3 Búsqueda, Año XLIII, Nº1772, Mdeo., 10 al 16 de julio, 2014.Portada.
4 http://historico.elpais.com.uy/Suple/EconomiaYMercado/07/03/12/ecoymer_268822.asp
5 “Se prohíbe la compra y tenencia a empresas extranjeras o a las instaladas en el país en las que participe directa o indirectamente un Estado extranjero”, Cámara de representantes, 18/6/ 2014.
6 “Raúl Sendic y la política económica”, Mate Amargo digital Nº 19.
7 Burdín, Gabriel, Fernando Esponda y Andrea Vigorito (2014) “Desigualdad y sectores de altos ingresos en Uruguay: un análisis en base a registros tributarios y encuestas de hogares para el período 2009-2011”. Serie Documentos de Trabajo, DT 06/2014. Instituto de Economía, UDELAR.
8 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=183265