Los tres cantones en resistencia contra el Estado Islámico, han asumido el autogobierno local de la autonomía democrática, lo que explica el odio del gobierno sirio y el miedo del gobierno turco, ya que ambos temen que el modelo autónomo y comunitario kurdo se expanda por sus países y otros del mundo árabe.
“Nos atacan porque hemos creado un sistema con diferentes culturas y religiones”
28 de enero de 2015
Miguel Fernández Ibáñez
http://www.lamarea.com/2015/01/28/nos-atacan-porque-hemos-creado-un-sistema-con-diferentes-culturas-y-religiones/
ANKARA, Turquía // Hevi Ibrahim Mustafa es la primera ministra de Afrin, uno de los tres cantones que conforman el autogobierno de Rojava. Ha llegado a la capital de Turquía para hablar con los representantes turcos sobre la comprometida situación que atraviesa su administración, atacada por Jabhat al-Nusra y con características similares a Kobane: frontera con Turquía y rodeada por tropas enemigas. A diferencia de Kobane, Afrin sufre las embestidas de varios grupos opositores y no sólo las del Estado Islámico (IS). Desde que el pasado septiembre se intensificase el cerco a Rojava -que significa oeste, en kurdo-, la comunidad internacional ha empezado a ayudar a los kurdos de Siria a pesar de no reconocer su autonomía. Tanto es así, que la entrada de varios centenares de Peshmerga en Kobane supuso el primer refuerzo militar humano reconocido por un actor externo en la guerra de Siria.
Las fuerzas armadas del Partido de la Unión Democrática (PYD), las Unidades de Protección Popular (YPG), han evitado en Afrin una situación crítica como la de Kobane y, a pesar de no recibir ayuda internacional, se han convertido con sus guerrillas en el principal enemigo del IS en los limites del Califato. Abu Baker al-Baghdadi ha podido ver cómo las fuerzas conjuntas del PKK-PYD conseguían abrir un corredor humanitario desde los montes de Sinjar a Rojava para salvar a miles de yazidíes. Después llegó Kobane, al que ya denominan el Stalingrado kurdo. Desde entonces la comunidad internacional ha cambiado su discurso excesivamente crítico con Rojava y mira con otros ojos al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerada una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Tras casi cuatro años de conflicto armado la situación en Siria parece insostenible. El IS sigue colocando nuevas banderas negras en sus wilayat (provincias) del Califato. A pesar de los bombardeos de la coalición internacional, muchos analistas consideran que ni el IS ni Assad podrán ser derrotados sin mandar tropas. Hevi Ibrahim Mustafa sólo pide una rápida respuesta internacional si algún día su cantón sufre como Kobane lo hace. Ella reconoce los únicos destellos de esperanza dentro de esta guerra en Rojava. Allí dicen respetar con su sistema comunal el coral étnico-religioso sirio. Una percepción al alza que contrasta con la sociedad civil que se levantó contra el régimen de Assad, diluida a día de hoy en diferentes grupos controlados por extremistas o actores externos.
El tono conciliador con el que se expresa aligera las clásicas acusaciones del PYD sobre la ayuda de Turquía al IS. La porosa frontera turco-siria, de casi 900 kilómetros, es considerada el coladero de terroristas y supuestamente por Akçakale cruzó Hayat Boumeddiene, presunta colaboradora de la matanza de París. Tampoco cede a criticar a Masud Barzani, presidente del Gobierno Regional del Kurdistán (KRG) iraquí. El pulso de poder entre el PYD y Barzani ha sido una tónica desde el inicio de la guerra, pero la irrupción del IS ha enterrado parte de los problemas. Hevi Ibrahim Mustafa traza con palabras una mejor relación, o por lo menos no tan desastrosa, entre las dos formas imperantes de entender la sociedad kurda: las influencias marxistas del binomio PKK-PYD y la visión tradicional de Barzani.
Durante la entrevista, realizada en la sede del Partido Democrático de las Regiones, consulta con varios de sus compañeros de gobierno por si hay algo que rectificar en sus declaraciones. Parece actuar con el estilo democrático-comunal que quieren exportar al mundo y que tanto recelo crea en Turquía, que ve en Rojava una extensión del PKK. Desde el televisor suena la música de la guerrilla kurda del PKK, un síntoma más de lo lejos que quedan los oscuros años 90 de Turquía, en donde todo lo relacionado con lo kurdo era considerado terrorismo. Hoy los avances democráticos permiten a Hevi Ibrahim Mustafa expresarse en kurmanji, la variedad kurda hablada en Rojava, para repetir que su pueblo sufre un embargo y que es el único sistema alternativo que sale de la guerra contra el régimen de Assad: “El resto de grupos no crean, destruyen. Nosotros creamos y por eso somos la mayor amenaza contra Assad”.
¿Me puede describir los frentes armados que defienden las YPG en Afrin?
Nosotros hemos sido atacados por el Estado Islámico, pero resistimos y les echamos. Luego atacó el Ejército Libre Sirio y también resistimos, pero el peligro no ha terminado porque puede crearse cualquier acuerdo entre los diferentes grupos que lo conforman y volver a atacarnos. En este momento es Jabhat al-Nusra (la rama siria de al-Qaeda) quien nos está atacando. Sabemos que están preparando nuevos ataques, pero ya estamos preparados. A pesar de todo, nuestro principal problema son las sanciones económicas que evitan cualquier tipo de acuerdo al tener las fronteras cerradas.
¿Podemos ver en Afrin una situación similar a la que vive Kobane?
Por el momento no. Nos atacan como pueden porque hemos creado un sistema con diferentes culturas y religiones. Esta alternativa (que es Rojava) se está convirtiendo en una pesadilla para nuestros enemigos porque, a pesar de las diferencias, hemos creado un sistema en el que vivir como hermanos. En cambio, los otros grupos están en contra de esta variedad.
La gente que no quiere la revolución de Afrin usa la propaganda psicológica para enfrentar a todos los grupos entre sí. Pero desde hace tres años nos hemos defendido de cualquier ataque y seguimos preparados. A pesar de esto, demandamos a la comunidad internacional su ayuda para enfrentarnos a estos grupos que son una amenaza no sólo para Rojava, sino para toda la humanidad.
Los Peshmerga han entrado en Kobane, ¿cómo vería un refuerzo similar para Afrin teniendo en cuenta la situación actual?
La situación actual es buena, no hay un ataque como en Kobane. Creemos que si se producen unos ataques similares por parte del Estado Islámico u otros grupos la respuesta de los Peshmerga y el YPG será rápida. Si sucediese, también creemos que la comunidad internacional reaccionará más rápido que en Kobane.
Que haya Peshmerga significa que Barzani ha aumentado su influencia en Kobane. Ustedes han tenido muchos problemas con él en estos tres años ¿Cómo van sus relaciones con el líder del Kurdistán iraquí?
Tenemos buenas relaciones con Barzani porque es kurdo y es nuestro hermano. En algunos aspectos no hemos tenido la oportunidad para mejorar nuestras relaciones, pero en una situación complicada (como la de Kobane) debemos agradecer la ayuda de Barzani. Los kurdos tenemos un carácter especial para dejar de lado las diferencias y luchar contra los enemigos. Kobane es un buen ejemplo de ello. Puede que haya problemas, pero no afectan en los tiempos difíciles. Hay un sólo punto con el que no estamos contentos: el tiempo perdido en la ayuda a Kobane, hubo muchas negociaciones.
¿Por qué el Ejercito Libre Sirio os ayuda en Kobane y os ataca en Afrin?
Al principio queríamos tomar acciones junto al Ejercito Libre Sirio para luchar contra el Gobierno. Pero, por desgracia, nos atacan como al sistema. Hay que entender que dentro del Ejército Libre Sirio hay muchos grupos, especialmente en la zona de Afrin. Con algunos grupos, como Borkan al-Furat, tenemos muy buenas relaciones, pero otros grupos del Ejército Libre Sirio, que ahora muchos se han unido al Estado Islámico y atacan Afrin, son nuestro problema. Algunos de estos grupos reciben ayuda de actores externos, que al final son quienes los dirigen.
La mayor parte de la comunidad internacional rechaza Rojava. Su líder, Salih Muslim, no puede pisar Estados Unidos. Turquía les bloquea. ¿Por qué su sistema no gusta?
Por desgracia muchos países han rechazado nuestro sistema. Al principio la gente tenía ciertos prejuicios erróneos hacia los cantones de Rojava, pero con la resistencia la gente se ha empezado a dar cuenta de nuestras ideas. Nosotros hemos creado, dentro de la guerra en Siria, una alternativa. El resto de grupos que luchan contra el Baath no tienen una alternativa al régimen. Nosotros hemos hecho la guerra más efectiva contra el régimen porque hemos creado un sistema que respeta las diferentes culturas. Cada cantón es libre y por eso nuestro autogobierno es un buen sistema para todo Siria y el mundo. Pero los grupos que nos atacan no aceptan nuestro modelo.
Consideramos que la guerra en Siria está destrozando todo. Nosotros hemos reemplazado el sistema del Baath por el nuestro. Los otros grupos no crean nada y por eso no nos unimos a ninguno. Durante toda la guerra, Turquía ha tenido reacciones muy agresivas contra Rojava. Estamos ahora en Turquía para tener buenas relaciones con nuestros vecinos y por eso intentamos tener encuentros con sus representantes. Queremos que nuestro sistema no amenace a ningún país y queremos que todos los sirios vivan libres con el tipo de sistema que cubra sus necesidades.
Ustedes han negado siempre ser lo mismo que el PKK, lo que ha posibilitado que Estados Unidos os entregue armas. Pero si miramos la historia vemos que hay más de dos mil mártires del Kurdistán sirio en la lucha entre el PKK y Turquía, además, Öcalan recorrió Siria durante muchos años y su doctrina se extendió en lo que hoy es Rojava ¿Qué diferencias hay con las ideas de Öcalan?
Las ideas del PKK tienen influencia en todos los kurdos. Nosotros sí aceptamos como base las teorías del señor Öcalan. El PKK puede ser representante de las ideas para los kurdos, pero el PYD (el principal partido kurdo en Siria) está creado desde esta ideología pero para los kurdos sirios. Esa es una de las diferencias.
Dicen que Rojava se basa en lo que dice el PYD y eso no es cierto. En el sistema hay muchos grupos, partidos, movimientos civiles… y por eso no podemos decir que el sistema es el PYD. Pero nos critican para así no tener que ayudarnos. Como primera ministra de Afrin, sólo puedo decir que vengo de un movimiento social de profesores y no formo parte del PYD. Mis compañeros son árabes, de otros partidos, y no puedo decir que Rojava se base en un solo partido.
Su rivales les acusan de colaborar con Assad. ¿Existe en Siria una mejor opción para la estabilidad que Assad?
Al principio, la revolución empezó por el buen camino, pero, desafortunadamente, cambió y empezó a cometer masacres y crear dolor. Si lo miramos desde este aspecto, sí, Assad puede ser la mejor opción para la estabilidad. Pero creemos que hay muchas manos que tratan de cambiar la revolución. Por eso creamos una alternativa y decidimos no ir ni con esos grupos ni con Assad. Es lo que llamamos la tercera vía. En Siria la gente proviene de diferentes partes y hemos sabido convivir, pero en esta guerra se han usado las religiones y las personas para crear un todos contra todos.
¿Si Assad ganase la guerra respetará el autogobierno de Rojava?
Primero, pensamos que Assad no lo logrará, pero si él hubiese tenido la intención de cambiar el sistema lo habría hecho al principio de la revolución y no hubiésemos visto estas masacres. Sus intenciones y acciones han demostrado que no quiere cambiar. Nosotros hemos construido colegios en los que se dan clases en kurdos y los profesores han recibido amenazas. Esto también demuestra que no quiere cambiar.
Y si Assad perdiese, ¿cree que otros países con sistemas tan diferentes os aceptarán?
Como kurdos, si somos aceptados con nuestra propia identidad cultural y nos respetan estaremos felices. Si tratan de atacarnos, nos oprimen, lucharemos igual que hemos luchado contra el sistema y resistiremos por los derechos de los kurdos.
¿Es el Estado Islámico el principal problema para las primaveras árabes?
El punto por el que las revoluciones árabes no han logrado su objetivo es la falta de alternativas al sistema que querían derrocar. Ése es un gran problema. Si no tienes una alternativa, como sucede con la oposición, significa que un Assad se irá y otro llegará. Por eso estas revoluciones deberían haber tenido un programa que llevase libertad a todas las partes.
El mundo está asombrado con la mujer kurda y su lucha. ¿Qué podrían aprender los países occidentales de la mujer kurda más allá de la guerra?
Primero, no podemos decir que la gente en Europa y Estados Unidos sea al 100% libre. La libertad no es como la han descrito. En Rojava la mujer toma parte en la revolución y en todos los ámbitos de la vida. Tras la resistencia en Kobane, el mundo ha retratado a la mujer kurda como una guerrera en la guerra, pero además de eso la mujer en Rojava no es sólo una luchadora, toma parte en muchos aspectos sociales de la vida. Como mujer y primera ministra, me alegra nuestro sistema, en donde existe una cuota para los cantones del 40% de mujeres en el gobierno. En todo nuestro sistema la mujer es importante, pero es en la educación donde la mujer se ha mostrado especialmente efectiva. El Estado Islámico, como ha demostrado en Sinjar (Irak), quiere convertir a la mujer en esclava de la comunidad y evitar que tome parte en la vida pública. Paso a paso, quieren extender este sistema en todo el mundo.