La crisis social en el país parecía ahondarse ayer con el pedido de renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada formulado por una radical Central Obrera Boliviana (COB), que también llamó a la huelga general y al corte nacional de rutas.
El poderoso sindicato de productores de coca de Chapare -que en 2001 tuvo en su poder durante un mes una ruta troncal que une el este con el oeste boliviano- acudió de inmediato a la convocatoria de la COB y anunció que acatará la orden sindical desde el lunes.
La decisión de respaldar el conflicto fue tomada en ausencia de Evo Morales, quien se encuentra en Libia, según una fuente del partido, y que lidera unas 30.000 familias de labriegos indígenas.
La COB, que permanece dividida a raíz de disidencias internas, lanzó la medida en respaldo al movimiento campesino que hace once días lleva a cabo protestas, entre ellas el bloqueo de rutas andinas, en oposición a un proyecto oficial de exportación de gas natural sin consulta popular.
La Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos (Csutcb), liderada por Felipe Quispe, se opone a la venta de gas natural a mercados de ultramar si persisten las condiciones de beneficio para los consorcios petroleros extranjeros, que apenas dejarían el 18% del negocio para el Estado.
Asimismo se resisten, por razones históricas, al igual que un grueso de la población boliviana, a que -como prefieren las empresas- el gas fluya por un puerto de Chile, país con el que esta nación libró en 1879 la Guerra del Pacífico, cuando Perú, aliado de Bolivia, también cedió territorios.
La COB, cuya medida fue criticada por un sector disidente de la dirigencia pero que también declaró huelga general desde el lunes, intentaba la adhesión a la protesta del poderoso gremio de los choferes, según el dirigente Jaime Solares, a quien el oficialismo acusa de haber servido de informante de las dictaduras militares de los 70.
El gobierno procuró no referirse al llamado formulado por la COB, pero a través de los ministros de Agricultura, Guido Añez, y de Desarrollo Económico, Jorge Torres, reiteró a la Csutcb su convocatoria al diálogo con la fórmula del retiro simultáneo de las tropas y los campesinos de las rutas.
Voceros oficialistas tildaron sin embargo el pedido de dimisión de Sánchez de Lozada de “sedicioso” y la dirigente del socialdemócrata Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), la indígena Elsa Guevara, intentó deslegitimar a la COB llamándola organización “ilegítima que sólo representa a los partidos” de oposición.
Como una salida al conflicto, el analista independiente Jorge Lazarte, uno de los de mayor prestigio del país, sugirió la convocatoria, vía Congreso, a un referéndum consultivo que indague la voluntad de los bolivianos respecto al futuro del gas, pero esa figura no está contemplada en el ordenamiento constitucional.