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El futuro de Medio Oriente, en manos del movimiento de liberación del Kurdistán
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Lunes, 20 Octubre 2014

La comunidad internacional contempla inmóvil cómo las fuerzas del grupo terrorista Estado Islámico -IS- someten Kobane a un intenso fuego de artillería pesada y masacran a la población. A pesar de esta ignominia, la resistencia ha conseguido mantener la ciudad. El rol de las autonomías kurdas y la reconfiguración de Medio Oriente si la guerra avanza.

Por Felipe Polanía*. Desde hace cerca de un mes la ciudad kurda de Kobane (Ain al-Arab, en árabe) en la frontera sirio-turca está siendo sometida a un intenso ataque de las fuerzas de la organización terrorista IS. El gobierno turco de Recep Tayyip Erdogan ha emplazado tropas y tanques en la frontera con Siria a pocos kilómetros de Kobane, sin embargo hasta ahora no han atacado a las fuerzas del IS. En el desigual combate que libran las Fuerzas de Defensa Popular -YPG- y de defensa de las mujeres -Ejército de mujeres YPJ- de Rojava (región der Kurdistán en norte de Siria) la alianza internacional formada por los Estados Unidos no ha brindado ningún apoyo efectivo con los ataques aéreos. Representantes kurdos han manifestado su disposición para suministrar Información concreta sobre los puntos neurálgicos del IS en el ataque contra Kobane a las fuerzas aéreas de la Alianza, sin embargo los mandos de la Alianza han declarado que la prioridad de los ataques están en territorio Iraquí y sobre todo en los puntos petroleros bajo control del IS.

A pesar de la inmobilidad de la comunidad internacional, la resistencia kurda ha conseguido mantener la ciudad y en los últimos días han tenido enfrentamientos casa a casa con unidades del IS que han alcanzado algunas calles (cerca de un 40% de la ciudad se encuentra bajo control del IS). Las fuerzas del movimiento de liberación del Kurdistán han declarado que no abandonarán la ciudad y que antes morirán peleando.

Nota de Jaime Yovanovic (Profesor J)
Recordemos que este material fue escrito antes de la liberación de Kobane y de más de 50 aldeas controladas anteriormente por el IS, debido al avance contundente de los milicianos kurdos al expulsar al IS de la ciudad heroica de Kobane.

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Terrorismo aliado del gobierno turco y funcional a los Estados Unidos

La organización terrorista IS surgió como reacción a la intervención de Estados Unidos y el Reino Unido en Irak en el año 2003 y hasta el 2013 se identificó como parte de Al-Qaeda. En 2011 una protesta popular en Siria contra el régimen de Baschar al-Assad generó un conflicto armado en el que el IS entró a formar parte junto con el entonces recién formado Ejército Libre de Siria -FSA, apoyado por Estados Unidos- y otras organizaciones como el frente Al-Nusra, creado en el 2012 y asociada a Al-Qaeda. Por su parte las fuerzas kurdas se negaron a participar en el conflicto y llamaron a una “tercera vía” en la que ni apoyaban al régimen de al-Assad ni a las fuerzas del FSA-IS-Al-Nusra. Esa llamada tercera vía propugna por la construcción de autonomías locales en los territorios kurdos aprovechando la retirada del ejército sirio. Mientras tanto el IS y Al-Nusra convocaron combatientes yihadistas a participar en la guerra contra al-Assad y por la instauración de un Estado islámico bajo la ley de la Sharia en la gran Siria (Siria, Líbano, Jordania, Israel, Palestina y parte de Turquía). La afluencia de mercenarios internacionales en el conflicto sirio al lado de las fuerzas del IS fue tolerada por la comunidad internacional, que veía la posibilidad de derrocar por ese medio al gobierno de al-Assad. El IS se fortaleció militarmente en el conflicto y empezó a dominar el desarrollo de la guerra desde la perspectiva fundamentalista, llegando a atacar a fuerzas del FSA y a las fuerzas de Al-Nusra que no quisieron fusionarse en el IS. De ahí que actualmente en la resistencia en Rojava participen fuerzas conjuntas del diezmado FSA y del YPG y de ahí que el IS, que a principios de este año proclamó la instauración de un califato en Irak y Siria, se haya separado de Al-Qaeda.

Ese confuso escenario de fuerzas e intereses en el conflicto sirio, en donde se pueden escuchar comentarios que apelan a la supuesta conspiración Israelí, ha ocultado el gran gestor de la guerra cruel y despiadada del IS en Siria, a saber: el gobierno turco de Erdogan y el AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo). Diferentes pruebas han demostrado en las últimas semanas cómo los combatientes del IS circulan libremente la frontera de Turquía y cómo se transporta armamento desde Turquía hacia las fuerzas del IS en el norte de Siria. Muchos yihadistas heridos en la defensa de Kobane han sido atendidos gratuitamente en hospitales turcos, mientras refugiados que huyen de los combates en Kobane son atacados en la frontera por fuerzas policiales y militares de Turquía. Incluso el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó durante una conferencia en Harvard que Turquía y Arabia Saudita han apoyado las fuerzas del IS.

El nuevo orden en el Medio Oriente

Erdogan y el AKP, como también Arabia Saudita, promovieron grupos armados en Siria con el propósito de derrocar a Al-Assad y han dado espacio en sus territorios nacionales para la expansión de grupos fundamentalistas del IS. La presencia del IS es cosa pública en Turquía y no molesta en nada a Erdogan y el AKP, que son afines a ideologías fundamentalistas del islam y sueñan con el renacimiento del Imperio Otomano en Oriente Medio. Para el AKP y su interés imperial en el Medio Oriente resulta favorable la existencia de un grupo ideológicamente afín al margen de las legalidades estatales existentes en la región, que pueda influenciar y al mismo tiempo intimidar, si tenemos en cuenta que Turquía es parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte -OTAN- y cuenta con el segundo mayor ejército en número de soldados después de Estados Unidos. Para el gobierno de Erdogan el IS es una extensión de su política en Siria y en Irak y al mismo tiempo una carta abierta de legitimación para intervenir oficialmente en Siria. Representantes del gobierno turco han afirmado que una intervención en el territorio de Kobane implicaría una intervención en toda Siria. El emplazamiento de tropas en la frontera con Siria, que hasta ahora se ha mostrado totalmente pasiva contra el IS, podría convertirse en una ocupación de la parte norte de Siria.

La partición de Siria en nuevas entidades estatales de acuerdo a la pertenencia religiosa y étnica favorecerá la constitución de un Estado sunita que limite por el sur con Arabia Saudita y al norte con Turquía, lo que determinaría una reorganización del Medio Oriente, fundamentalmente porque este nuevo estado cortaría el eje Irán-Siria-Hisbollah en el Líbano.

En el rediseño del Medio Oriente, Turquía y Arabia Saudita quieren mantener y fortalecer sus rolles protagónicos. Joe Biden ha declarado que los gobiernos de estos dos países decidieron sacar a Al-Assad del plano político financiando sin reserva una guerra en Siria, y para ello entrenaron y armaron al IS.

Autonomías en resistencia

El IS no sólo es importante para la política de Turquía en el Medio Oriente. También los es para la política interior. Entre otras cosas porque por medio del ataque del IS a las autonomías en el territorio kurdo de Siria, Erdogan ha desatado una situación de emergencia en el movimiento de liberación kurdo y aspira a que el IS haga el trabajo sucio de la masacre en esas regiones.

Las regiones kurdas en el norte de Siria se autodenominan Rojava. En el proceso de construcción de autonomías, se constituyeron tres cantones que no comparten fronteras entre si, pero que están conectados al Norte de Kurdistán, en territorio turco: Afrin, Kobane y Cizire.

Rojava es también llamada West Kurdistán, y junto con la parte sur en Irak y la oriental en Irán constituye el territorio histórico del Kurdistán. La lucha por la autodeterminación del Kurdistán ha tenido desarrollos particulares en cada una de estas regiones y es así como el gobierno kurdo en la región de Irak y sus fuerzas de defensa, el Peshmerga, han tenido un desarrollo particular aunque en los marcos de una historia común kurda. Después de la ocupación de Irak en 2003 se negoció una región autónoma kurda, que desde otros sectores kurdos es vista como una colaboración con Estados Unidos y Turquía. Incluso en años anteriores ha habido enfrentamientos armados entre el Peshmerga y otros grupos kurdos. La decisión de occidente de apoyar con armamento el gobierno regional kurdo en Irak cuenta con el supuesto de que esas armas no fortalecerán al Partido de los Trabajadores del Kurdistán -PKK-. EL PKK es un partido ilegalizado en Turquía que cuenta con un brazo armado, el HPG -Fuerzas de Defensa Popular, en kurdo- y con más de treinta años de lucha. El PKK está activo en el norte de Kurdistán, territorio ocupado por Turquía. Tanto en Irán como en Siria existen a su vez partidos kurdos que trabajan conjuntamente con el PKK y el HPG. En la región Siria son el Partido de la Unión Democrática -PYD-, las Fuerzas de Defensa Popular -YPG- y las Fuerzas de Defensa de las Mujeres -YPJ-.

En el año 2012, en medio del conflicto armado en Siria, el PYD convocó a otras formaciones políticas y grupos étnicos para asumir de manera autónoma la administración de las regiones abandonadas por las Fuerzas Armadas sirias en unos casos y para expulsarlas en otros. En los tres cantones se construyeron desde el 2012 administraciones comunales con participación igualitaria de diferentes grupos étnicos, lingüísticos y religiosos, como también de las mujeres. La administración es compartida por kurdos, árabes y cristianos siriacos. Igualmente fue construido un nuevo sistema de salud y un sistema educativo, en el que junto al idioma árabe también se enseña kurdo y arameo. En agosto de 2014 se abrió en la ciudad de Qamisli la primera universidad kurda.

Rojava ha sido un territorio en donde históricamente el movimiento de liberación kurdo ha encontrado fuerte apoyo. Antes de abandonar el Kurdistán en los años 90, el líder del PKK Abdullah Ocalan estuvo trabajando en Rojava y salió de allí para evitar un conflicto entre Siria y Turquía, que exigía de Damasco su deportación. Esto no quiere decir que la población kurda en Siria haya tenido buenas relaciones con al-Assad. Los Kurdos nunca tuvieron un estatus legal en Siria y fueron discriminados por la legislación de ese país.
El Confederalismo Democrático, paradigma de la autonomía kurda

00k3.jpgLa construcción de autonomías democráticas en Rojava es producto del nuevo paradigma en la lucha de liberación kurda. El PKK ha renunciado a la exigencia de un Estado kurdo y a cambio propugna por la instalación de autonomías regionales que sean incluyentes, democráticas, ecológicas y con igualdad de género. Rojava ha sido la primera puesta en escena del llamado Confederalismo Democrático, el nuevo paradigma kurdo. En los marcos de las entidades estatales existentes en territorio kurdo, el PKK pretende construir autonomías locales que no propugnen por un nuevo Estado, sino una convivencia democrática, autogestionada, ecológica y en igualdad de géneros. Aquí hay que recordar que las fronteras actuales en esa región de la Mesopotamia fueron trazadas por los gobiernos europeos después de la Primera Guerra Mundial y el fin del imperio otomano.

Erdogan y el AKP están decididos a ahogar en sangre el ejercicio autónomo del gobierno en Rojava. Éstos han expresado públicamente que cualquier tipo de ayuda humanitaria o logística a la población de Rojava, está condicionada a la renuncia de estas regiones a la autonomía. Erdogan habla de “terroristas” que no serán tolerados, como si hablara del IS, pero refiriéndose concretamente al movimiento de liberación kurdo.

En el marco del Confederalismo Democrático el PKK ha iniciado hace varios años un proceso de negociación política con el Estado turco con el propósito de terminar el conflicto armado. Ocalan llamó a las fuerzas del HPG ha retirarse de territorio turco. Sin embargo, la desestabilización de Siria ha implicado sobre todo un ataque frontal al movimiento de liberación kurdo, no sólo por el valor emocional de la región de Rojava y la ciudad Kobane, sino también porque en esa región se encuentran formas autogestionadas de gobierno que no dudaron en recibir a miles de refugiados que huían del IS en Siria e Irak. Formas autogestionadas de gobierno que muestran una alternativa de organización política para el Medio Oriente y que asumen el respeto y la igualdad de género como parte política estratégica (diferencia radical con el IS, Erdogan, el AKP y la monarquía de Arabia Saudita, que representan una interpretación patriarcal y reaccionaria del islam).

Ocalan y el PKK han afirmado que la continuidad del proceso de negociación política con el gobierno de Turquía está determinada por el desenlace del ataque a Kobane y han llamado a la población kurda a hacer de la batalla por Kobane una batalla en toda Turquía.

Más de tres semanas ha resistido Kobane el ataque del IS. En esta ataque el IS ha sido apoyado por Irak (muchos de los combatientes del Ejército Iraquí abandonaron sus puestos y dejaron el armamento a disposición del IS, otros muchos, antiguos simpatizantes de Sadam Hussein, simplemente se incorporaron al IS), por Siria (durante largo tiempo el gobierno de Assad dejó al IS tranquilo, con la esperanza de que la resistencia con contenido político fuera desplazada por la guerra fundamentalista y así poder apelar a una guerra contra el “terrorismo”), de Turquía, Arabia Saudita y de la Alianza internacional contra el IS, que no ha bombardeado ningún punto estratégico de esta organización. Incluso Turquía, país perteneciente a la OTAN, ha negado el uso de sus bases aéreas para bombardear posiciones del IS en Siria. Más de tres semanas ha resistido el pueblo de Kobane con la ayuda solidaria de muchxs militantes internacionalistas.
La resistencia crece

Para el movimiento de liberación kurdo Kobane, una ciudad de algo más de 50.000 habitantes, se ha convertido en un punto neurálgico de la resistencia. No sólo porque en Kobane está en juego la experiencia práctica del Confederalismo Democrático, no sólo por el valor simbólico de la ciudad para la lucha de liberación, sino también por la fuerte solidaridad entre la población kurda, que ha mantenido una identidad y pertenencia en medio de las agresiones de los estados ocupantes del Kurdistán. Para la población kurda del norte, Kobane significa familia. Miles de kurdos, tengan o no familia biológica en Kobane, corren presurosos a la ciudad y rompen las fronteras trazadas por el colonialismo europeo para participar de la defensa. Diferentes videos grabados en la frontera sirio-turca muestran miles de personas cruzando las alambradas desde territorio turco hacia Rajava y Kobane.

La resistencia en Kobane se ha expandido no sólo a la frontera a unos cuantos kilómetros, en donde centenares de activistas solidarios construyen un muro humano para evitar el tránsito de armamento y terroristas del IS, sino también a todas las ciudades del norte de Kurdistán bajo jurisdicción turca. En los último días se han desarrollado grandes protestas contra la guerra de Turquía en Rojava. En seis ciudades el gobierno de Turquía ha declarado el toque de queda y ya se cuentan docenas de manifestantes asesinados en el transcurso de las protestas. Igualmente en Europa y sobre todo en Alemania han tenido lugar grandes manifestaciones, una de las últimas en Düsseldorf en donde más de veinte mil personas protestaron contra el asedio a Kobane y la pasividad del gobierno alemán.

La batalla por Kobane debe ser llevada a la calle por todos los revolucionarios del mundo. En Kobane se juega la dignidad de los oprimidos del mundo. Urge la solidaridad internacional que denuncie al proyecto neoconservador, imperial y fundamentalista del AKP y Erdogan en Turquía, y que exija la construcción de un corredor humanitario y logístico entre los tres cantones de Rojava que circule por territorio turco. Turquía debe permitir que la solidaridad internacional llegue a Kobane con ayuda humanitaria y logística para el gobierno local. La resistencia en Kobane, que continúa repeliendo el avance del IS, debe tener un camino de abastecimiento y ayuda, que sólo es posible por territorio bajo el dominio de Turquía. Esa es la necesidad del movimiento kurdo de liberación y esa debe ser la consigna en la solidaridad internacional. Turquía debe posibilitar ese corredor humanitario. La batalla contra el IS está marcada por la victoria kurda porque, según las palabras del sacerdote revolucionario Camilo Torres Restrepo, un pueblo que lucha hasta la muerte siempre consigue la victoria.

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* Felipe Polanía es colaborador de Colombia Informa en Zurich, Suiza.