Londres (Reuters) - Entonando cánticos como “las tropas fuera de Iraq y Blair fuera del número 10 (de Downing Street)”, miles de manifestantes en contra de la guerra volvieron el sábado a las calles de Londres a protestar por la continuada implicación militar británica en Iraq.
Manifestaciones coordinadas en Berlín y otras ciudades europeas también pidieron el fin de la ocupación y del control israelí sobre territorio palestino, pero el escaso número de participantes fue una mera sombra de las concentraciones masivas de febrero y marzo, antes de la guerra. Otras manifestaciones estaban previstas en Nueva York, San Francisco y Madrid.
En la primera gran protesta en Gran Bretaña desde que terminó la guerra en abril, los manifestantes -unos 10.000 según estimaciones de la policía- descargaron su ira contra la invasión y las razones esgrimidas para justificarla.
La marcha pondrá más presión todavía sobre el primer ministro Tony Blair, cuya popularidad e índices de confianza han caído dramáticamente por las repercusiones de la intervención en Iraq.
El fracaso en la búsqueda de armas de destrucción masiva -la principal razón dada para la guerra- y la investigación abierta en torno al suicidio de un experto gubernamental en armas en Iraq han metido a Blair de lleno en la peor crisis política de sus seis años de gobierno.
“Fueron todo mentiras”, dijo a Reuters Peter Mason, de 45 años. “Los millones de personas que se manifestaron antes de la guerra tenían razón”.
En febrero, alrededor de un millón de personas manifestaron en Londres para tratar de impedir la guerra, en la mayor protesta política en la historia de Gran Bretaña.
Los organizadores de la concentración del sábado, un día antes de que el Partido Laborista de Blair celebre su conferencia anual, esperaban 100.000 participantes, y planean nuevas movilizaciones cuando el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, visite Gran Bretaña en noviembre.
En España, que apoyó política pero no militarmente la guerra, están convocadas varias manifestaciones por la tarde, pero será muy difícil llegar a los cientos de miles de participantes que se reunieron antes y durante el conflicto.
Unos 2.000 manifestantes se concentraron en la capital griega de Atenas, portando pancartas con lemas como “hay que detener la intervención imperialista” y “ocupantes fuera de Irak”.
En Berlín, la policía dijo que sólo 400 personas se dieron cita cerca del edificio parlamentario del Reichstag para mostrar su rechazo a la ocupación de Irak y para apoyar al pueblo palestino, cuyo último levantamiento contra la ocupación israelí dura ya tres años.
“No debemos dar dinero a los estadounidenses para la reconstrucción, fueron ellos los que bombardearon Irak”, dijo Carlotta Wendt, de 14 años.
Daniel Compart, un empleado de una gasolinera de 19 años, se pintó las manos de rojo para simbolizar la sangre que dijo que Estados Unidos tiene en las suyas por Iraq.
Unas 200 personas se reunieron en una plaza céntrica de Viena para clamar en contra de Estados Unidos.