Gravitaciones del capitalismo dependiente y del colonialismo extractivista
Gravitaciones del capitalismo dependiente y del colonialismo extractivista
Bolivia: Perfil económico
Raúl Prada Alcoreza
Un balance de la gestión económica del gobierno, desde la promulgación de la Constitución, requiere considerar tanto las políticas económicas implementadas, las prácticas económicas, la estructura económica, en este lapso de tiempo, que puede ser considerada a partir de la estructura macroeconómica, así como contratar estas políticas, estas prácticas, estas estructura con lo que establece la Constitución, en la Estructura y organización Económica del Estado. También se puede incluir en el balance, y es lo aconsejable, la comparación con otras gestiones y estructuras económicas de otros países, así como con la geopolítica y estructuras económicas del mundo. Vamos a intentar hacer esto considerando las gestiones de gobierno de las presidencias de Evo Morales Ayma; primero 2006-2009, después 2010-2014, y 2015-2020.
Deberíamos comenzar con la descripción de la estructura económica de Bolivia y su historia económica, como corresponde; pero, vamos a comenzar con la Estructura Económica del Estado, tal como establece la Constitución. Esto sobre todo para tener el referente teleológico constitucional, las tareas de transformación estructural e institucional encomendadas por la Constitución. Entonces se van a contrastar las gestiones económicas del gobierno con el deber ser constitucional. A partir de este balance jurídico-político, ingresaremos a un balance propiamente económico y político, incluso histórico, partiendo de la estructura económica de la formación social boliviana, analizando sus condiciones de posibilidad para la transición pluralista, comunitaria, autonómica, participativa e intercultural, por lo tanto, con estos análisis evaluar, esta vez, desde el acontecer, las gestiones de gobierno y sus políticas económicas.
Estructura y organización Económica del Estado
Lo hemos dicho varias veces, que la Constitución, en el capítulo que corresponde a la Estructura y organización Económica del Estado, define la transición económica, desde la condición de economía plural del perfil económico de Bolivia, antes de la promulgación de la Constitución, hacia la economía social y comunitaria como finalidad. No tiene sentido interpretar que se trata del establecimiento constitucional de la economía plural, pues esta economía plural ya existía y existe como tal; lo que exige la Constitución es encaminarse hacia una economía social y comunitaria. No nos vamos a detener en este tema; nos remitimos a los escritos que hablan de ello[1]. La pregunta entonces es: ¿Cuáles son los dispositivos que establece la Constitución para efectuar esta transición? En primer lugar, podemos decir que se trata del Estado, que ejercerá la dirección integral del desarrollo económico y sus procesos de planificación; en segundo lugar, los recursos naturales, que son de propiedad del pueblo boliviano y serán administrados por el Estado; en tercer lugar, la industrialización de los recursos naturales para superar la dependencia de la exportación de materias primas y lograr una economía de base productiva, en el marco del desarrollo sostenible, en armonía con la naturaleza; en cuarto lugar, lo comunitario. Estos dispositivos son los que tienen que combinarse, articularse e integrarse, favoreciendo las transiciones hacia la economía social y comunitaria.
El cómo tienen que combinarse, articularse e integrarse estos dispositivos, incidiendo en las transiciones, no está escrito en la Constitución; depende de la elaboración, formulación y realización de políticas por parte del gobierno y los órganos del Estado, así como también por parte de los y las ciudadanas, ejerciendo la democracia participativa, plural, directa, comunitaria y representativa, como establece la Constitución. Entonces el balance debe contrastar estas políticas efectuadas por el gobierno. Una primera apreciación al respecto es que el gobierno, en sus distintas gestiones, no ha elaborado, formulado e implementado políticas de esta calidad y envergadura; por el contrario, se nota, mas bien, una continuidad práctica de las formas habituales de política económica, sobre todo monetarista, salvando el impacto de la nacionalización de los hidrocarburos, que puede considerarse la medida más trascendental del gobierno popular.
Fuera de la finalidad de la economía social y comunitaria, la Constitución se plantea objetivos sociales imprescindibles; eliminar la pobreza y la exclusión social y económica para el logro del vivir bien. Para alcanzar este objetivo se pone en marcha la generación del producto social; la producción, distribución y redistribución justa de la riqueza y de los excedentes económicos; la reducción de las desigualdades de acceso a los recursos productivos; la reducción de las desigualdades regionales; el desarrollo productivo industrializador de los recursos naturales; y la participación activa de las economías pública y comunitaria en el aparato productivo. No se puede decir que a seis años de promulgada la Constitución este objetivo se haya alcanzado. Aunque se le puede aceptar al gobierno que la pobreza ha disminuido, considerando sus distintas escalas, no se puede afirmar que haya desaparecido; al contrario, se puede constatar que todavía sigue siendo abundante. Mucho menos cuando se trata de la exclusión social y económica. Está lejos el paradigma del vivir bien, que se concibe como armonía con la comunidad, con la sociedad, con la madre tierra y con uno mismo. Tampoco se han puesto en marcha los procedimientos, métodos y estrategias para alcanzar el objetivo propuesto; la generación del producto social, la redistribución de la riqueza, en la magnitud y cualidad que genere transformaciones en la estructura social; el acceso equitativo a los recursos naturales; mucho menos la participación de la economía pública y comunitaria en el aparato productivo. Claro que en este caso se puede disociar lo público y lo comunitario, encontrando el impacto de la participación en el PIB de la explotación hidrocarburífera; sin embargo, no ocurre lo mismo con la minería que, a pesar del volumen de sus exportaciones, lo que aporta al Estado es notoriamente menor de lo que lo hacen los hidrocarburos. Por otra parte la empresa pública minera solo controla el 3% de la producción minera, correspondiendo el 27% del control de esta producción a las cooperativas, y el 70% del control a las empresas privadas, principalmente trasnacionales. No se puede hablar de una participación comunitaria ostensible en el aparato productivo.
Estructura económica
Si se observa la composición estructural del PIB[2], desde la participación por actividad económica, vemos que la estructura no se ha modificado. Hay variaciones porcentuales de las participaciones; empero, mínimas, que no afectan a la estructura misma. Del 2006 al 2013 la agricultura, silvicultura, caza y pesca, han pasado de un 11% a un 10%. En el mismo lapso la extracción de minas y canteras, ha pasado de un 11,6% a un 14,1%; siendo lo que corresponde al petróleo y gas natural un paso del 6,4% al 7,9%; en tanto que los minerales metálicos y no metálicos pasaron de un 5,2% a un 6,2%. En contraste, la participación de las industrias manufactureras bajó de un 11,3% a un 9,9%. También el transporte, almacenamiento y comunicaciones bajó de un 10,2% a un 7,9%. En cambio la participación de la actividad de los establecimientos financieros, seguros, bienes inmuebles y servicios prestados a las empresas subió de un 8,5% a un 8,8%. También la participación de la administración pública subió de un 11% a un 11,7%. La participación de los restaurantes y hoteles prácticamente se mantuvo en su nivel, con una ligera variación a disminuir. En contraste, la participación de la actividad de los servicios comunales, sociales, personales y domésticos, bajó de un 4,5% a un 3,5%. Tomando en cuenta la diferencia entre el PIB a precios de mercado y el PIB a precios básicos, considerando que la diferencia consiste en los derechos de importación, IVA, IT, impuestos otros indirectos, lo que si subió notoriamente es la participación de la actividad de los derechos de importaciones, IVA, IT y otros impuestos indirectos de un 21,2% a un 25%.
Ahora bien, en el 2013, si tomamos en cuenta las actividades que podemos considerarlas productivas, incluyendo electricidad gas y agua, además de la construcción, tenemos una participación del orden del 38,6%, quedando el resto, 61,4%, como porcentaje de la participación de actividades se servicio, comerciales y de circulación, es decir, de actividades no-productivas, aunque coadyuven a la producción. Claro que aquí se incluye la participación de los servicios comunales, sociales, personales y domésticos, que es del 3,5% en el 2013. ¿Cuál es el peso de la participación comunitaria? La situación estructural no ha variado en el año siguiente, 2014. El peso de los servicios, el comercio y el transporte es notoriamente mayor que el peso de las actividades productivas. Esto se hace categórico cuando observamos que el peso de la industria manufacturera, además de ser bajo, manifestó una tendencia a disminuir su participación. ¿De qué industrialización estamos hablando?
Si pasamos de la estructura del PIB a la cuenta de acumulación y financiación de capital, según componente, tenemos otro cuadro, quizás más sugerente, en lo que respecta a la disponibilidad de inversión. Antes de entrar al análisis de este cuadro, vamos a tener el cuidado de definir los conceptos de capital, de acumulación de capital, de formación bruta de capital, de financiación de la acumulación bruta, de ahorro bruto y de transferencia de capital, que son conceptos macroeconómicos y no marxistas. Esto para evitar confusiones y habilitar la interpretación de los indicadores.
En sentido estricto, el capital es una abstracción contable; se trata de los bienes y derechos, es decir, de los elementos patrimoniales del activo, menos las deudas y obligaciones, que corresponden al pasivo. De todo de lo cual es titular el capitalista. Tomando en cuenta esta clasificación, de esta manera, se dice que se capitaliza una empresa o se amplía capital cuando aumenta su activo o disminuye su pasivo o se incorporan nuevas aportaciones de socios o se reduce el endeudamiento con terceros. Cuando el pasivo es superior al activo se dice que la unidad económica está en situación de capital negativo.
La acumulación de capital se refiere a la variación neta de activos financieros. La Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) es un concepto macroeconómico utilizado en las cuentas nacionales, como el Sistema Europeo de Cuentas (SEC). Estadísticamente mide el valor de las adquisiciones de activos fijos nuevos o existentes, menos las cesiones de activos fijos realizados por el sector empresarial, los gobiernos y los hogares, con exclusión de sus empresas no constituidas en sociedad. En el análisis macroeconómico, la FBCF es uno de los dos componentes del gasto de inversión, que se incluye dentro del PIB, lo que muestra cómo una gran parte del nuevo valor añadido en la economía se invierte en lugar de ser consumido. La financiación de la acumulación bruta se refiere a los préstamos netos y a la variación neta de pasivos financieros. El Ahorro Bruto supone, generalmente, la comparación entre los ingresos corrientes y los gastos corrientes, excluida la partida de gastos financieros. El ahorro nacional es la suma del ahorro público y el privado. El ahorro nacional viene dado por la diferencia entre la renta nacional o valor del conjunto de bienes producidos y el consumo. El ahorro interno bruto se calcula como el PIB menos el gasto de consumo final, consumo total. Un valor negativo para este indicador de estructura implica la financiación de gastos corrientes con ingresos por operaciones de capital, situación financiera comprometida que no puede mantenerse a largo plazo. Se habla de transferencia de capital cuando el Estado u otro organismo público efectúan una subvención con el objeto de financiar inversiones y operaciones de capital fijo del sujeto beneficiario.
Teniendo en cuenta estos conceptos, pasamos ahora al análisis del cuadro de la cuenta de acumulación y financiación de capital[3]. Del 2006 al 2013 se dio lugar una variación compuesta[4] del orden del 36% en la acumulación de capital; se puede decir que la acumulación de capital casi se triplicó (2,8). Teniendo en cuenta que la variación de existencias es la diferencia entre las entradas y las salidas de almacén de las materias primas, productos semielaborados, trabajos en curso y productos terminados, en un periodo determinado, vemos que la variación de existencias disminuyó su monto negativo; es decir, el exceso de salidas respecto a las entradas. Esta disminución se dio lugar en una proporción del 36,8%; lo que quiere decir que el exceso de las salidas disminuyó en una relación tres (2,7). La formación bruta de capital varió en un 51%; lo que quiere decir que prácticamente se duplicó (1,9). Teniendo en cuenta que el préstamo neto del resto del mundo equivale al excedente de la nación por transacciones corrientes, que es el saldo de la cuenta corriente obtenido de todas las transacciones de ese tipo, incluidas en la balanza de pagos, se tiene una variación compuesta negativa del orden del 3%; lo que quiere decir que lo acumulado tiene una relación de 33 respecto a la diferencia negativa de los montos, lo que a su vez indica una disminución del excedente del saldo de la cuenta corriente. El comportamiento de la formación de la acumulación bruta es el mismo que el de la acumulación de capital. Del ahorro bruto se tiene prácticamente también el mismo comportamiento. La transferencia de capital del resto del mundo tuvo una variación compuesta negativa del orden del 68%; la relación entre lo acumulado respecto a la diferencia es de 1,5. Se puede interpretar tanto el porcentaje como la relación de lo que dicen los datos mismos, hay menos dependencia de la transferencia de capital del exterior.
Interpretando de manera resumida el cuadro, hay más acumulación de capital, entonces mayor disponibilidad para invertir en la adquisición de activos fijos. Teniendo en cuenta, los mandatos constitucionales, se tiene mayor disponibilidad para invertir productivamente. ¿Qué pasa entonces? ¿Por qué no se lo ha hecho? ¿En qué se gasta el dinero? Para intentar responder esta pregunta pasamos al cuadro del crecimiento de la formación bruta de capital fijo, a precios constantes, según producto[5].
La formación bruta de capital fijo, que comprende bienes de capital y construcción, paso de un 9,3% a un 12,9%. Si entendemos que los bienes de capital son los equipos pesados, tales como maquinaria pesada, excavadoras, carretillas elevadoras, generadores, o vehículos, que, a diferencia de los bienes de consumo, requieren una inversión relativamente grande, que se compran para ser utilizados durante varios años, por eso mismo son también llamados bienes de producción[6], la inversión en bienes de capital pasó de un 8,2% a un 12,5%; lo que significa que hay una variación positiva del orden de 20,5%. Sin embargo, no es el Estado el que ha aumentado su inversión en bienes de capital, sino el sector privado, que pasó de un 3,7% a un 7,4%; dando lugar a una variación compuesta positiva de 33,9%. En cambio la inversión pública en bienes de capital pasó de un 27,6% a un 26.3%; dando lugar a una variación compuesta negativa del orden de 2,4%. La inversión estatal subió en la construcción, de un 12% a un 14,2%; dando lugar a una variación compuesta positiva del 8,7%.También el sector privado incremento su inversión en la construcción, al pasar de un 6,4% a un 10,1%; lo que da lugar a una variación compuesta positiva del orden de 22,5%. ¿Qué pasa entonces con la inversión estatal, que cuenta con mayor disponibilidad de capital? Para responder a la pregunta vamos a considerar la estructura del Presupuesto General del Estado 1914[7].
De acuerdo al cuadro de las variables macroeconómicas 2007-2014, la tasa del crecimiento del PIB para el 2006 presupuestado fue de 5%, en tanto que para el 2013 fue presupuestado en el orden del 5,5%; sin embargo, el presupuesto ejecutado fue de 4,6% y de 6,5%, considerando los mismos años. El proyectado para el 2014 fue de 5,7%. Anotamos que el presupuesto ejecutado el 2006 fue 1% menor a lo presupuestado en 2006, en tanto que fue mayor en el mismo porcentaje el 2014. Se proyecta una tasa de crecimiento del PIB de 5.7% para el 2014. La tasa de inflación presupuestada fue de 3,7% para el 2006 y de 4,6% la ejecutada; la misma tasa de inflación presupuestada para el 2013 fue de 4,5% y la ejecutada de 7,5%. Se proyecta una inflación del 5,5% para el 2014. En el 2006, el PIB nominal presupuestado fue de 11.009 millones de U$, en tanto que el ejecutado fue de 13.215 millones de U$; en el 2013, el PIB nominal presupuestado fue de 28.704 millones de U$ y el ejecutado de 29.221 millones de U$. Para el 2014 se proyectan 31.083 millones de dólares del PIB nominal.
En el cuadro de precios de barril del petróleo 2005-2014, tenemos que la variación del precio por barril osciló entre 65,9 WTI en USD/Bbl y 106,3 WTI en USD/Bbl en el 2012, llegando a 133,9 WTI en USD/Bbl en el 2008, el pico más alto, bajando a un 98,1 U$ por barril en enero de 2013, incluso bajando hasta 71,9 U$ por barril en octubre de 2014. El Presupuesto General del Estado (PGE) manejó un promedio estimado de 74,6 U$ por barril para el 2014; sin embargo a octubre del mismo año bajó a 71,2 U$ por barril; hoy se encuentra por debajo de los 50 U$ por barril.
En los precios de exportación del plomo, zinc, cobre y estaño, también se manifiesta una tendencia a bajar. El estaño osciló entre 4.3 U$ la libra fina, en mayo de 2004 y 8,2 U$ la libra fina en mayo de 2014, pasando por 14,2 U$ la libra dina en enero de 2011, el pico más alto. El plomo osciló entre 0,4 U$ la libra fina y 0,8 U$ la libra fina en mayo de 2014, pasando por 1,7 U$ en septiembre de 2007, el pico más alto. El cobre osciló entre 1,4 U$ la libra fina en mayo de 2004 y 3 U$ en mayo de 2014, pasando por 4,4 U$ la libra fina en septiembre de 2011, su pico más alto. El zinc osciló entre 0,5 U$ la libra fina en enero del 2004 y 0,8 U$ la libra fina en mayo de 2014. La tendencia general es a bajar en el 2015, considerando, empero las diferencias singulares por mineral.
En cambio, los precios de exportación del oro y la plata manifiestan una tendencia a subir. El oro osciló entre 673 U$/oz en junio de 2006 y 1.205,5 U$/oz en diciembre de 2013, pasando por 1.783,7 U$/oz en junio de 2011, su pico más alto. La plata osciló entre 13,4 U$/oz en junio de 2006 y 21,4 U$/oz en marzo de 2014, pasando por sobre los 1.800 U$ en mayo de 2011, su pico más alto.
El cuadro de recaudación de ingresos tributarios 2001-2013 nos ofrece un incremento considerable de las recaudaciones. Se pasa de una recaudación de 7.721 millones de bs. En el 2001 a unos 52.122 millones de bs., en el 2012. Una variación compuesta del orden del 74% en 11 años; casi siete veces mayor de recaudación; una relación de 1,3 de la suma respecto a su diferencia, que sería como el indicador lo que no varió. El aporte mayor es la participación de la recaudación tributaria, respecto al IDH y al IEHD; en el 2012 la recaudación tributaria llegó a 37.563 millones de bs., en tanto que el aporte del IDH fue de 12.111 millones de bs., el del IEDH fue de 2.448 millones de bs. El 72% del aporte en recaudaciones le corresponde a la recaudación tributaria, el 23% al IDH y el 5% al IEDH.
El ingreso por concepto de hidrocarburos, comprendiendo el IDH y las regalías, llegó a los 19.277 millones de bs., en el 2012; siendo el aporte del IDH de 12.111 millones de bs., y de 7.166 millones de bs., el aporte por concepto de regalías; es decir, el 23% de aporte le corresponde al IDH y el 14% le corresponden a las regalías.
Las transferencias del Tesoro General del Estado fueron del monto de 23.010 millones de bs., en el 2012, correspondiéndole 7.860 millones a las gobernaciones, 11.499 millones a los municipios y 3.200 millones a las universidades; es decir, el 34% de transferencias van a las gobernaciones, el 52% a los municipios y el 14% a las universidades.
Tomando en cuenta el presupuesto general del Estado agregado y consolidado; el agregado fue para el 2013 de 228.285 millones de bs, y de 172.121 millones de bs., el consolidado; para el 2014, el agregado llegó a 259.439 millones y el consolidado a 195.410 millones. Hablamos de una variación simple del 14%.
Del cuadro PGE agregado y consolidado para el 2014 por nivel institucional, se ha destinado el 23% del PGE consolidado a la administración central, el 10% a las entidades descentralizadas, el 44% a las empresas públicas, el 6% a los gobiernos departamentales, el 10% a los gobiernos municipales, el 2,7% a las universidades públicas, el 2,8% a la seguridad social y el 1,2 % a las actividades financieras.
El cuadro del presupuesto consolidado de recursos, del sector público, acumuló 195.410 millones de bs., en el 2014. De los cuales el 64% corresponde a ingresos corrientes, el 1% a ingresos de capital y el 35% a fuentes financieras. En lo que respecta a ingresos corrientes, el 34% corresponde a ingresos de operaciones, el 29% a YPFB, el 5% al resto, el 1% a venta de bienes y servicios de la administración pública, el 22% a ingresos tributarios, el 2% a contribuciones de la seguridad social y el 4% a otros ingresos corrientes. En lo que corresponde a ingresos de capital, el total corresponde a donaciones de capital. En lo que respecta a fuentes financieras, el 3% corresponde al financiamiento externo, el 32% a otras fuentes internas, el 14% a YPFB y el 18% al resto.
El presupuesto consolidado de gastos, del sector público, en el 2014, destinó el 56% a gastos corrientes, el 22% a gastos de capital y el 23% a uso de fondos. En lo que respecta a gastos corrientes, el 14% se destinó a sueldos y salarios, el 4% a las direcciones departamentales, el 10% al resto, el 2% a aportes a la seguridad social, el 30% a bienes y servicios, el 20% a YPFB, el 11% al resto, el 1% a intereses de la deuda interna, el 1% a intereses de la deuda externa, el 3% a prestaciones de la seguridad social, el 3% a transferencias corrientes al sector privado, el 3% a transferencias corrientes al sector público, el 1% a otros gastos corrientes. En lo que respecta a gastos de capital, el 17% corresponde a la formación bruta de capital fijo, y el 4% a otros gastos de capital. En lo que respecta a uso de fondos, el 1% corresponde a la amortización de la deuda pública externa, el 21% a otras aplicaciones financieras, el 10% a YPFB y el 11% al resto.
En el presupuesto consolidado de gastos en sueldos y salarios y formación bruta de capital, de 2005-2014, tenemos dos curvas ascendentes, la de formación bruta de capital un poco por debajo de la curva de sueldos y salarios, ente 2005 y 2011, quedando por encima la primera curva respecto a la segunda, entre 2011 y 2014, produciéndose un punto de cruce en el año 2010. ¿Qué quiere decir este cuadro? ¿Cómo interpretarlo? Los montos destinados a la formación bruta de capital pasaron de 5.078 millones de bs., en el 2005, a 33.715 millones de bs., en el 2014; los montos destinados a sueldos y salarios pasaron de 7.379 millones, en el 2005, a 27.922 millones, en el 2014. Se ha pasado de una variación compuesta del 18% a una del 9%, del 2005 al 2014, y de una variación simple del 31% a una del 20%, del 2005 al 2014, comparando las curvas respecto a la formación bruta de capital. En todo caso, se puede decir, que se gasta tanto en formación bruta de capital como en sueldos y salarios, salvando las diferencias que hemos mencionado. En otras palabras se invierte en formación bruta de capital 1,20 bolivianos por cada boliviano que se gasta en sueldos y salarios. ¿Ha cambiado la política presupuestaria? Este comportamiento nos dice que no, sobre todo cuando se trata de invertir para la industrialización; sigue siendo el perfil de un presupuesto de un Estado rentista.
Otro cuadro sugerente es el del presupuesto de gastos corrientes, del 2005-2014. El 2005 se gastaba en gastos corrientes lo que corresponde al 28,7% del PIB, en tanto que el 2014 se gasta el 51% del PIB por este concepto, pasando por un pico de casi el 58% del PIB de gastos corrientes en el 2009. Estos datos corroboran nuestra interpretación de que se trata de un perfil de presupuesto de Estado rentista, muy lejos de un presupuesto destinado a la industrialización, como manda la Constitución.
Teniendo en cuenta que el concepto de gasto de capital implica erogaciones destinadas a la adquisición o producción de activos tangibles e intangibles y a inversiones financieras en la entidad pública, que incrementan el activo del sector público y sirven como instrumentos para la producción de bienes y servicios, vamos a revisar el cuadro del presupuesto consolidado de gastos de capital, 2005-2014. En el lapso de tiempo se pasó de una inversión de 9.566 millones de bolivianos a 42.815 millones de bolivianos; hablamos de una variación compuesta de 63%; lo que significa que la inversión se cuadruplicó, pasando incluso el 2014 el cuádruple de la inversión en 2005. Sin embargo, no hay que olvidar que hablamos del 9% del PIB en el 2005 y del 20% del PIB en el 2014.
La inversión pública proyectada por sector económico para el 2014 fue de 4.519 millones de bolivianos; de los cuales corresponde a la inversión en infraestructura 1.695 millones de bs., 1.530 millones en sectores productivos, 1.114 millones en inversión social y 140 millones en inversión multisectorial. Entonces el 37,5% corresponde a infraestructura, el 34% a inversión productiva, el 25% a inversión social y el 3% a inversión multisectorial. La variación compuesta entre la inversión productiva y la inversión en infraestructura es de -5%, y de 14% entre la inversión productiva y la inversión social. La variación compuesta entre la inversión productiva y el conjunto de la inversión pública es de -49%. Si bien se puede considerar que toda esta inversión pública redunda en la producción, no es una inversión directa en la producción; también la inversión en infraestructura puede redundar en la expansión del comercio y de los servicios, sin necesidad que impacte mejor en producción. Todo depende de las articulaciones, integración y composiciones de la estructura económica y de sus dinámicas. Por eso, mientras no se mejore la inversión productiva, no sólo cuantitativamente, sino cualitativamente, creando las condiciones de posibilidad material, tecnológica y científica de la absorción productiva, lo que se llama inversión productiva resulta solo una contabilidad y no una dinámica.
Pasando a los proyectos de inversión pública, correspondientes al 2014, tenemos que de los 1688 millones de U$, el 8,6% se destina a la planta de urea y amoniaco de Carrasco; el 4,4% a la planta de extracción y fraccionamiento de licuables, ubicada en Tarija; el 2,8% a la doble vía La Paz-Oruro; el 2,6% al transporte por cable teleférico La Paz-El Alto; el 2% a las obras de vía férrea Montero-Bulo Bulo; el 1,8% a la planta de gas natural licuado para el abastecimiento del norte de Bolivia; el 1,6% a la planta de San Buena Aventura de La Paz; el 1,6% a las redes de gas 39k, en Santa Cruz; el 1,1% a las redes de gas domiciliario; el 1% a la carretera cruce Condo-K-Huancarani-Uyuni; el 0,9% al componente hidroeléctrico Misicuni; el 0,8% a las líneas de transporte Cochabamba-La Paz; el 0,7% a las redes de gas de Cochabamba; el 0,7% a las plantas de etileno y polietileno, en la provincia del Gran Chaco; el 0,6% al programa social madre-niño; el 0,5% al acceso vial Los Lotes-Planta Río Grande; el 0,5% a la Planta Ravelo-Lluchu-Chacapuco; el 0,5% a la Ciudad UNASUR San Benito-Cochabamba; el 0,5% a la carretera Ixiamas-San Buena Aventura; el 0,5% a la carretera Potosí-Tarija; el 0,4% a la carretera Paracaya-Aiquile; el 0,4% al aeropuerto internacional Alcantari; el 0,4% a la carretera Zudañes-Padilla-Monteagudo-Ipati; el 0,4% al Aeropuerto internacional de Chimore; el 0,4% al desarrollo integral de salmuera del Salar de Uyuni; el 0,4% a la carretera Zudañes-Padilla, en Chuquisaca; el 0,4% a las redes domiciliarias en La Paz; el 0,3% al programa de conversión de gas natural vehicular; el 0,3% a la carretera Ququibey-Yucumo; el 0,3% al pavimento del tramo Santa Barbara-Quiquibey. Hablamos de un subtotal de proyectos que abarcan el 37% de la inversión pública; quedando el 63% para el resto de proyectos. Se puede decir que de esta inversión cerca del 50% tiene que ver más directamente con la inversión productiva; nos referimos a 834 millones de dólares.
Perfiles económicos comparados
Ahora vamos a comparar las estructuras económicas de Bolivia y de Brasil; la estructura económica de Bolivia caracterizada como el perfil de una economía extractivista y Brasil como estructura económica de potencia emergente[8]. El cuadro internacional de 2013 muestra a Bolivia con un PIB de 30.601 millones de dólares y a Brasil con un PIB de 2.246.047 millones de dólares; hablamos entonces, de más de dos billones. De entrada tenemos un abismo; el PIB brasilero es setenta y tres veces el PIB boliviano. Estamos hablando de tamaños distintos. Por lo tanto los porcentajes, los datos proporcionales, se refieren a estos tamaños. Mal podríamos hacer, como hacen muchos economistas, muchos analistas, sobre todo los economistas y analistas del gobierno, comparar los datos porcentuales sin referirse a estos tamaños. Los datos porcentuales se han de referir a tamaños distintos, entonces adquieren otras connotaciones. Por ejemplo, cuando comparamos el PIB per cápita de ambos países, hay que tener en cuenta estos tamaños; no es lo mismo decir que el PIB per cápita de Bolivia es 2868 dólares y el PIB per cápita de Brasil es de 11173 dólares, sin referirse a los tamaños de sus economías, que relacionando los datos a los tamaños de sus economías. Cuando no se lo hace, los economistas inducen la ilusión de que sólo falta lograr la diferencia, es decir, 8.305 dólares, para alcanzar a Brasil. Claro que volvemos al impacto de los tamaños cuando vemos que la deuda de Brasil es 1443 veces mayor que la deuda de Bolivia. Hablamos de una deuda de Bolivia de 10.037 millones de dólares y de una deuda de Brasil de la cifra fabulosa de 1.487.731 millones de dólares, es decir, sobre el billón. Sin embargo, sería calamitoso comparar los porcentajes de las deudas, sin referirse a los tamaños; decir que la deuda de Bolivia es del orden del 32,6% del PIB, en tanto que la deuda de Brasil es del orden de 66,2% del PIB, sin referirse a los tamaños. Lastimosamente, esto casi siempre se lo hace, sin percatarse lo que se está insinuando; como sin los porcentajes fueran análogos, desde el punto de vista de la significación y la connotación. Lo mismo cuando hablamos de la deuda per cápita; mencionando que la deuda per cápita de Bolivia es de 934 dólares y la deuda per cápita de Brasil es de 7401 dólares, cuando Bolivia tiene 10.671.600 habitantes y Brasil tiene 201.032.000 habitantes. Estamos hablando de cifras que tienen que contextuarse para que puedan servir de cuantificadores; des-contextuarlas, como hacen economistas, analistas y sobre todo gobernantes, es quitarles su cualidad estadística, su atributo descriptivo, convirtiendo las cifras en fantasmas sin base territorial.
El déficit en Bolivia es de 201 millones de dólares, en cambio el déficit de Brasil es negativo y de la magnitud de -73.036 millones de dólares. En lo que respecta a los gastos públicos, los gastos públicos en la estructura económica brasilera son setenta y ocho veces los gastos públicos bolivianos; hablamos de 11.868 millones de dólares, en el primer caso, y de 923.594 millones de dólares, en el segundo caso. Lo mismo que en los anteriores casos la proporción del gasto en educación en relación al PIB podría traer confusiones o, si se quiere ilusiones; decir que el 19,55 del PIB se gasta en educación en Bolivia y que el 14,6% del PIB se gasta en educación en Brasil[RPA1][RPA2], insinuando que se tiene una inclinación a un mayor gasto en educación en Bolivia que en Brasil, olvidando las cantidades absolutas destinadas a la educación, lleva intencionalmente a estas equivocaciones. En Brasil se destinan a la educación 124.786 millones de dólares y en Bolivia unos 1.663 millones de dólares; es decir, el presupuesto brasilero para la educación es setenta y cinco veces superior que el de Bolivia. Lo mismo, los gastos en salud brasileros son 85 veces superiores a los gastos en salud bolivianos; hablamos de un gasto de 1.129 millones de U$ en Bolivia y de un gasto de 97.071 millones U$ de Brasil, a pesar de que sus porcentajes tiendan a parecerse; 11,5% para Bolivia y 10,6% para Brasil. Como era de esperar, los gastos en defensa son abismalmente diferentes; Bolivia gasta en defensa 448 millones de U$ y Brasil gasta en defensa 31.449 millones de U$; es decir, Brasil tiene un gasto setenta veces superior al de Bolivia en defensa, aunque sus porcentajes sean parecidos, 3,8% para Bolivia y 3,4% para Brasil.
Pasamos al comercio. Ciertamente vamos a encontrarnos con la misma exigencia de contextuar los datos, de referirlos a los tamaños, para no caer en confusiones, en analogías inapropiadas. Lo que interesa no es mostrarla diferencia de los tamaños de las estructuras económicas; puesto que esto es pues una realidad indiscutible, aunque son los economistas, los analistas y los gobernantes los que sufren de amnesia, sino lo que interesa es devolverle a las estadísticas su propiedad descriptiva y analítica, lo que pierde en manos de economistas, analistas y gobernantes, quienes tienden a moverse en el campo des-contextuado de las cifras sin referente, por lo tanto, que dejan de ser dato. En el libro Lo dado y el dato, aclare que la cifra no es un dato, sólo es dato cuando la cifra está relacionada a un referente, cuando la cantidad está relacionada a la cualidad atingente[9].
El monto de las exportaciones de Bolivia fue de 1.496 millones de U$ y de Brasil de 242.179 millones U$; es decir, el tamaño de las exportaciones de Brasil es 21 veces superior que el tamaño de las exportaciones de Bolivia, a pesar que los porcentajes expresen un 41% para Bolivia y un 11% para Brasil. Sin embargo, en este caso, estos porcentajes en relación al PIB, estas proporcionalidades, nos expresan otros fenómenos que hay que tener en cuenta; Bolivia tiene una economía signada por el perfil primario exportador, en tanto que Brasil es una potencia industrial, que combina tres revoluciones, la industrial, la tecnológica y la cibernética; por otra parte, Bolivia depende mucho más de sus exportaciones que Brasil, debido a que el mercado interno boliviano es pequeño y no consolidado, en tanto que el mercado brasilero es enorme y se puede decir que cuenta con un mercado interno consolidado. Lo mismo pasa con las importaciones; el tamaño de las importaciones brasileras es 27 veces superior al tamaño de las importaciones bolivianas; hablamos 9.267 millones de U$ en lo que respecta a Bolivia y de 250.447 millones de U$ en lo que respecta a Brasil; 30,4% es la proporción de las importaciones de Bolivia y 11,2% la proporción de las importaciones de Brasil. Lo mismo que en el anterior caso, el de las exportaciones, nos volvemos a encontrar con un perfil primario exportador en la estructura económica boliviana; depende de las importaciones; en cambio Brasil ha efectuado el largo camino de la sustitución de las importaciones, aunque siga importando; pero, lo hace en una proporción menor. En lo que respecta a la balanza comercial, es negativa para Brasil y positiva para Bolivia. A pesar de la diferencia de los tamaños comerciales, de las exportaciones y de las importaciones, la incidencia de una balanza comercial negativa no deja de afectar, a pesar de sustentarse en el tamaño enorme de la economía brasilera. El saldo para Bolivia es de 2.229 millones de U$ y el saldo para Brasil es de -8.268 millones de U$, casi cuatro veces superior, aunque en sentido negativo, al saldo de la balanza comercial boliviana; las proporciones respectivas son para Bolivia de 10,4% y para Brasil de -0,4%.
Conclusiones preliminares
El perfil de la estructura económica de Bolivia no deja de ser el de una economía basada preponderantemente en el extractivismo, sosteniendo un Estado rentista. En la jerga se dice que se trata de una economía primario exportadora. Como hemos visto, no se puede hablar de una industrialización, pues el escaso peso de las empresas industriales no ayudaría a sostener este criterio. Las grandes empresas públicas, que son COMIBOL y YPFB, se mantienen en la tecnología dedicada al extractivismo; mal se puede hablar que las plantas separadoras de gas corresponden a la industrialización, así como no se puede decir que la lixiviación en minería es industrialización. Se puede considerar a las plantas de fundición, como la de Vinto, la de Karachipampa, la de Catavi, como dispositivos de la industria pesada, ciertamente; pero, el peso de la industria pesada en la estructura económica todavía es bajo. La siderurgia ha quedado en proyecto. Si consideramos los principales productos de exportación, veremos el peso del extractivismo en la estructura económica, estructura de una economía que exporta materias primas; compartiendo, en el perfil de esta estructura económica, los otros productos en muy baja proporción[10].
Cuadro 1: Exportación
BOLIVIA: PRINCIPALES PRODUCTOS EXPORTADOS AL MUNDO SEGÚN VOLUMEN Y VALOR
GESTIONES 2013
(miles de dólares estadounidenses)
Producto
MILES U$
%
GAS NATURAL EN ESTADO GASEOSO
6.113.448
50,8
MINERALES DE PLATA Y SUS CONCENTRADOS
836.456
6,9
MINERAL DE CINC Y SUS CONCENTRADOS
750.270
6,2
TORTA DE SOYA (SOJA
610.379
5,1
ACEITES CRUDOS DE PETROLEO O DE MINERAL BITUMINOSO
419.702
3,5
ESTAÑO EN BRUTO SIN ALEAR (EN LINGOTES)
333.790
2,8
LAS DEMAS FORMAS EN BRUTO DE ORO
330.811
2,7
GRANO DE SOYA
251.680
2,1
ACEITE DE SOYA EN BRUTO Y SUS FRACCIONES, INCLUSO
247.252
2
DESPERDICIOS Y DESECHOS, DE METAL PRECIOSO O DE
206.869
1,7
Mineral de plomo y sus concentrados
167.240
1,4
QUINUAS (CHENOPODIUM QUINOA)
153.259
1,3
PLATA EN BRUTO ALEADA
148.012
1,2
NUECES DEL BRASIL SIN CÁSCARA, FRESCOS O SECOS
128.420
1,1
ARTICULOS DE JOYERIA DE METALES PRECIOSOS
114.329
0,9
Subtotal
10.697.588
89,7
Total
12.042.660
Fuente: Instituto Nacional de Estadística - INE Elaboración: Instituto Boliviano de Comercio Exterior - IBCE
Como se puede ver el peso gravitante se sitúa en la exportación de gas natural, que consiste en el 51% de las exportaciones. Considerando el 90% del valor las exportaciones, que se sitúan en 15 productos de los 100 clasificados, se trata de minerales, hidrocarburos y productos agrícolas; aquí también vemos que el peso gravitante radica en los minerales e hidrocarburos; hablamos del 70% del valor de las exportaciones, quedando el 12% para los productos agrícolas.
Cuadro 2: Perfil de la exportación
BOLIVIA: PRINCIPALES PRODUCTOS EXPORTADOS AL MUNDO SEGÚN VOLUMEN Y VALOR
GESTIONE 2013
(miles de dólares estadounidenses)
Rubro
Miles U$
%
Hidrocarburos, Minerales,
9.306.598
77,3
Productos agrícolas
1.776.433
12,5
Gráfico 1: Perfil de las exportaciones
En conclusión, tampoco se puede hablar de una economía diversificada. La condición de economía plural, que siembre ha compartido la estructura económica de Bolivia, mejor dicho la formación económica boliviana, se compone de tal manera que la economía estatal, la economía privada, la economía cooperativa o mixta, la economía campesina y la economía comunitaria, sustentan, como formas conectadas, la estructura económica extractivista. Estas formas económicas, como denomina la Constitución, coadyuvan, en una articulación disoluta, entre mercado interno y mercado externo, a sostener el capitalismo dependiente. Ciertamente no por las características de la economía campesina y de la economía comunitaria, sino por las características de la economía estatal, de la economía privada y la economía cooperativa, pues estas formas económicas se constituyen como formas subalternadas y subsumidas al sistema-mundo capitalista, sobre todo a la geopolítica del sistema-mundo; es decir, a la génesis de la acumulación originaria y de la acumulación ampliada de capital. En esta estructura de poder se subordina y se inhibe a la economía campesina y a la economía comunitaria. También se inhiben las otras posibilidades productivas que darían lugar a la diversificación económica.—
[1] Ver de Raúl Prada Alcoreza Descolonización y transición, también Cartografías histórico-políticas, así como Acontecimiento político. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-2015. Amazon: https://kdp.amazon.com/dashboard?ref_=kdp_RP_PUB_savepub. http://issuu.com/raulpradaalcoreza/stacks.
[2] INE: BOLIVIA: PARTICIPACIÓN DE LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS EN EL PRODUCTO INTERNO BRUTO A PRECIOS CORRIENTES. Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. La Paz 2014. http://www.ine.gob.bo/indice/general.aspx?codigo=40310.
[3] INE: BOLIVIA: CUENTA DE ACUMULACIÓN Y FINANCIACIÓN DE CAPITAL, SEGÚN COMPONENTE. Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. La Paz 2014. http://www.ine.gob.bo/indice/general.aspx?codigo=40310.
[4] Hablamos de variación compuesta a diferencia de una variación simple. La medida de la variación compuesta establece la relación de la diferencia respecto al agregado, lo que permite tener una magnitud más adecuada de la variación respecto al movimiento de las cantidades.
[5] BOLIVIA: CRECIMIENTO DE LA FORMACIÓN BRUTA CAPITAL FIJO A PRECIOS CONSTANTES, SEGÚN PRODUCTO. Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. La Paz 2014. http://www.ine.gob.bo/indice/general.aspx?codigo=40310.
[6] Los individuos, las organizaciones y los gobiernos utilizan los bienes de capital en la producción de otros bienes. Los bienes de capital son, entonces, los productos que no se producen para el consumo final, sino que son objetos que se utilizan para producir otros bienes y servicios. Estos tipos de mercancías son importantes factores económicos, ya que son la clave para desarrollar un retorno positivo en la fabricación de otros productos y materias primas.
[7] Proyecto de Presupuesto General del Estado. Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. Viceministerio de Presupuesto y Contabilidad. Dirección General de Contabilidad Presupuestaria. La Paz, noviembre de 2013. http://cedla.org/blog/grupopoliticafiscal/wp-content/uploads/2014/02/Presupuesto-general-del-estado-Bolivia-2014.pdf.[8] Ver Comparación País Bolivia vs Brasil. http://countryeconomy.com/countries/compare/bolivia/brazil.
[9] Ver de Raúl Prada Alcoreza Lo dado y el dato. Episteme; La Paz 1986.
[10] Instituto Boliviano de Comercio Exterior – IBCE: BOLIVIA: PRINCIPALES PRODUCTOS EXPORTADOS AL MUNDO SEGÚN VOLUMEN Y VALOR. http://ibce.org.bo/documentos/informacion-mercado/2012-2013/Bolivia-principales-productos-exportados-al-mundo-segun-volumen-valor-gestiones-2012-2013.pdf.
Dedicado a Ascencio Cruz, militante del POR, siendo estudiante de economía, ingreso a las minas como trabajador, haciéndose proletario. Hombre endurecido en las luchas sociales y políticas, curtido por el viento del Altiplano, templado en el refugio luminoso de la oscuridad de los socavones, consecuente día y noche. Hombres y mujeres como él contienen las historias candentes e intensas de nuestro continente. Admirable valor y actitud revolucionaria intransigente. Importa más lo que hacen que lo que dicen; los que dicen terminan siendo demagogos, en cambio los que hacen son los, que al final, transforman con su acto heroico. Importa más su consecuencia, a diferencia de otros, que invistiéndose de “revolucionarios” hacen lo que siempre han hecho las clases dominantes, reproducir las dominaciones, solo que a diferencia de ellos, lo hacen a nombre de la revolución.