Los conflictos sociales se multiplican -principalmente en las ciudades de La Paz y El Alto- y la tensión tomó fuerza ayer después del anuncio de bloqueos de carreteras realizado por dirigentes cocaleros.
En El Alto ayer se realizó un paro cívico convocado por la Central Obrera Regional (COR), que concluyó con duros enfrentamientos y la detención de varias personas que fueron remitidas a la Policía Técnica Judicial.
Cabildos y marchas caracterizaron las protestas en esta cuarta jornada, en la que nuevamente los maestros, jubilados, universitarios, normalistas, trabajadores de salud, entre otros, volvieron a tomar el centro paceño, como ya es habitual, cerca del mediodía, paralizando el tráfico vehicular.
Todos los sectores, que tienen demandas particulares, rechazan la exportación del gas a EEUU, el Código Tributario, el ALCA, Ley de Seguridad Ciudadana y piden la renuncia del Presidente de la República.
El movimiento social en defensa del gas y en exigencia de la renuncia del presidente de la República, Gonzalo Sánchez de Lozada, aumenta en el país. Entre tanto, el sector cocalero anuncia bloqueos desde este lunes por instrucciones de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb).
Al menos seis organizaciones, que reconocen a la directiva de la Csutcb que lidera el dirigente Román Loayza, determinaron bloquear la carretera troncal del país, desde el próximo lunes, en defensa del gas y en apoyo a sus compañeros campesinos de La Paz.
El dirigente cocalero, Osvaldo Toco, quien participó de la reunión de la Csutcb, en representación de la Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, confirmó la medida de presión -bloqueos- desde la próxima semana sobre la carretera principal de Cochabamba-Santa Cruz.
Sin embargo, un dirigente cocalero de la Federación Sindical de Trabajadores Campesinos de Carrasco Tropical, en el trópico de Cochabamba, aseguró que desconoce la determinación de la Csutcb, para bloquear la carretera en el Chapare desde el próximo lunes, pero recordó que el sector se encuentra en estado de emergencia a la espera de instrucciones de sus representantes superiores.
Las movilizaciones en defensa del gas se han multiplicado en diferentes partes del país. Bloqueo de caminos, marchas callejeras, huelgas de hambre y paralización de actividades son medidas que aplican los trabajadores y campesinos desde hace tres semanas.
En la sede de gobierno se cumplió nuevamente una marcha de protesta convocada por la Central Obrera Boliviana, organización que convocó a una huelga indefinida desde el pasado lunes.
En la ciudad de El Alto, se cumplió un paro cívico convocado por las organizaciones sindicales a la cabeza de la Central Obrera Regional.
Mientras tanto en otras regiones del país como en Tarija se anunció movilizaciones, en Montero afiliados a la COR iniciaron una huelga de hambre con 20 personas, la COD de Santa Cruz, realizará un marcha este viernes, la COD de Beni, paralizará actividades por espacio de 24 horas mañana viernes. Productores de coca de los Yungas se reúnen para cumplir con el bloqueo de caminos a partir del lunes próximo.
Más de media docena de enfrentamientos con gases lacrimógenos, piedras, dinamita y palos. Varios heridos y 15 detenidos es el resultado de una jornada violenta en El Alto, que ayer cumplió su cuarto paro cívico del año.
El escenario del conflicto fue el inicio de la avenida 6 de Marzo y calles adyacentes, convertidas en improvisados campos de batalla por los efectivos policiales y militares, por un lado, y los sectores afiliados a la Central Obrera Regional (COR), Federación de Juntas Vecinales y estudiantes de la Universidad Pública de esa ciudad, por otro.
Los primeros enfrentamientos comenzaron luego de que las marchas de la COR y la UPEA retornaran de una visita a radio San Gabriel, donde más de una veintena de representantes del sector campesino cumplen una huelga de hambre desde hace dos semanas.
Los bloqueos en La Paz ya generaron una pérdida superior a 2 millones de dólares, según indicó el ministro de Servicios y Obras Públicas, Carlos Morales, al asegurar que hay tres sectores afectados: campesinos, los transportistas y el costo en deterioro de carreteras.
Otro sector afectado es el de los transportistas, en el cual el daño ocasionado ya suma un millón de dólares que han dejado de percibir porque dejaron de operar en las carreteras del altiplano. En el deterioro a las carreteras se suma un millón más de pérdidas económicas.
El dirigente campesino Felipe Quispe Huanca accedió al diálogo con el Gobierno, pero sin la suspención del bloqueo de caminos en el altiplano paceño.
Entre tanto, el ministro de Agricultura y Asuntos Campesinos, Guido Áñez señaló que esa posición no es la correcta, por lo que el Gobierno asumirá una decisión al respecto.
Áñez señaló que para el Gobierno se torna difícil acceder a condicionantes tomando en cuenta que la obligación de los gobernantes es mantener las carreteras expeditas.
“Lo que necesitamos nosotros es la señal para poder conversar inmediatamente”, expresó Áñez.