La autoridad no resuelve los problemas, los problemas se resuelven en las conversaciones porque tienen que ver con las emociones, no tienen que ver con la razón, tienen que ver con la colaboración
Humberto Maturana: “Esta crisis ética-moral no es producto de un error, es producto de un fraude sistémico”
por El Mostrador 4 julio 2015
Humberto Maturana:
“La autoridad no resuelve los problemas, los problemas se resuelven en las conversaciones porque tienen que ver con las emociones, no tienen que ver con la razón, tienen que ver con la colaboración. Y cuando decimos que a nosotros mismos, también estamos trayendo a la mano nuestras raíces, nuestras historias, experiencias y comprensiones diversas”, señala el epistemólogo y doctor en biología.
El epistemólogo, doctor en biología, filósofo, premio nacional de Ciencias 1994 y co-fundador de Matríztica, Humberto Maturana, sostiene que la creciente desconfianza en las instituciones, las irregularidades en el financiamiento de la política y el aumento del malestar social, no es el reflejo de una crisis, sino que se revela un aspecto de nuestra historia.
En entrevista en La Segunda, el académico expresa que lo que está aconteciendo en el país “no es nada raro… Se revela simplemente un aspecto de nuestra historia, de uso y a veces mal uso de las relaciones humanas para obtener resultados particulares, que van acompañadas de cierta malicia y deshonestidad. Esa práctica viene de la época de la Colonia. Nunca lo habíamos visto como problema, siempre hablamos de que Chile no era un país corrupto y, cuando ha habido estas situaciones, las hemos visto como puntuales. Lo que pasa es que ahora se ha visto una trama mucho más grande que afecta la convivencia económica, política y social”.
Y agrega que “lo miramos como crisis y eso es bueno, porque quiere decir que la situación no nos gusta (…) La crisis no es porque ocurra lo que está ocurriendo, lo potente es que hoy nos damos cuenta y no nos gusta. Encuentro magnífico lo que está ocurriendo, es nuestra oportunidad de volvernos respetuosos de nosotros mismos y entender esta crisis ética-moral no es producto de un error, es producto de un fraude sistémico, lo que la hace más grave aún”.
Maturana menciona que existe un desencanto al dar cuenta de la situación que atraviesa el país y “si esto nos escandaliza, es maravilloso porque nos muestra que no queremos vivir así, ahí está la gran oportunidad para cambiar las cosas”.
“Si le voy a pedir a la autoridad religiosa, política, o económica que venga a resolver los problemas, no voy a participar en la generación de una convivencia, porque no me voy a comprometer. La autoridad no resuelve los problemas, los problemas se resuelven en las conversaciones porque tienen que ver con las emociones, no tienen que ver con la razón, tienen que ver con la colaboración. Y cuando decimos que a nosotros mismos, también estamos trayendo a la mano nuestras raíces, nuestras historias, experiencias y comprensiones diversas. En Chile no somos todos iguales. Somos maravillosamente diferentes, diversos, y la gran tarea es encontrarnos en un conversar en la colaboración en esa diversidad en torno a un proyecto país común. La equidad tan conscientemente anhelada hoy, no es otra cosa que la legitimidad de la diversidad”, sostiene el académico.
Respecto a la situación que protagonizó Arturo Vidal, Maturana señala que la ovación recibida en el estadio por las personas que estaban presentes era al jugador y no lo que hizo fuera de la cancha, ya que “desde luego su conducta fue inadecuada, torpe y tonta. Creo que él está consciente de ello, pero tiene que vivir las consecuencias de haberse conducido de manera inadecuada”.