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La izquierda y la manipulación de las ilusiones

Por Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)

Cuando salió presidente Lula en Brasil, las izquierdas estuvieron de fiesta, porque si, sólo porque su equipo metió un gol, porque ganó la presidencia uno de ellos, lo que fue considerado un avance y un ejemplo de lo que hay que hacer en otros lados. He ahí el camino y se desgarraban las vestiduras en las plazas anunciando el advenimiento de la buena nueva y algunos aumentaron su votación y otros sus seguidores gracias a la “victoria” del PT brasileño, la izquierda. Hoy día con la crisis brasileña y las denuncias de corrupción a Dilma y al gran gurú: Luis Ignacio da Silva, conocido como Lula, las ratas abandonan el barco por todos lados, aunque algunos como el capitán, se ponen firmes y morirán con las botas puestas. Soy consecuente hasta morir, anuncian algunos con el cuello agarrotado de emoción y las manos temblando, olvidando que la micro sigue su curso y pasó la vieja. Los sectarios y dogmáticos, por su propia formación partidaria o ideológica, no piensan ni analizan por si mismos, siguiendo las conclusiones y pasos a seguir desde las direcciones partidarias, los académicos, teóricos y vacas sagradas que de tanto en tanto interpetan coynturas sembrando caminos posibles de esperanzas renovadas de cambiar el mundo tonando el poder, donde se repite la historia una y otra vez, sin aprender que por esa vía sólo se ilusiona a la gente y luego se la frustra.

Los casos de Bolivia y Ecuador son dramáticos, ya que las movilizaciones sociales son tratadas por las izquierdas como acciones de la CIA, con lo cual se refuerza la idea de un “enemigo” externo y perverso frente al cual hay que cerrar filas “antimperialistas” mientras los gobiernos aplican el capitalismo destruyendo todo a su paso y reprimiendo duramente a quienes se oponen al “avance del progreso”.

Muchos autores avisaron con tiempo los verdaderos rumbos que asumían esos tres gobiernos, así como los de Nicaragua, El Salvador y Venezuela tras la no aclarada muerte de Chávez, pero las izquierdas ponían y ponen siempre por delante los análisis que evitarán las reflexiones y las búsquedas de salidas, como fue el caso de Atilio Borón, ligado al PC argentino, que, ocupando el cargo de secretario general de Clacso, aprovechó su status para circular rápidamente su respuesta ortodoxa al libro de John Holloway “Cambiar el mundo sin tomar el poder”, lo que tranquilizó a las almas inquietas que quedaron con serias dudas y pensando mucho ante el rigor analítico de Holloway, un profesor marxista de universidades mexicanas, y que portaba el “mérito” de ser un afamado académico, lo que le hacía atractivo para la intelectualidad izquierdista en constante proceso de reflexión y constantemente acosados por el cuidadoso método de “autodefensa” de los analistas que cumplen esas funciones, analistas como también Emir Sader, el secretario de Clacso después de Borón, defensor a ultransa de los gobiernos del PT y enemigo declarado de la autonomía, apologista del partido, como Borón lo es del estado.
Todos esos intelectuales de la izquierda y muchos otros más, hoy día están pasmados y apabullados por la gran estafa de Syriza, aunque no por la estafa, sino por la crisis, quiebre y desprestigio de la figura que abanicaron por todos lados. “Lo ven”, “lo ven”, viva Syriza!, viva Tsipras! A sabiendas de que el sujeto era renegado del Partido Comunista griego y pieza fundamental del eurocomunismo de ese país, que fue la fase de transición de los partidos comunistas europeos hacia la socialdemocracia y finalmente al liberalismo progresista del partido que gobierna actualmente Italia, el pomposo Partido democrático, PD, firme aliado de los empresarios de ese país que le han quitado su apoyo a Berlusconi.

Toda la izquierda mundial conocía la historia y las propuestas de Tsipras, así como los debates que había tenido con otros sectores, aún con Varoufakis, socialdemócrata neokeynesiano próximo al neoinstitucionalismo de Joseph Stiglitz, jefe del equipo de economistas del gobierno Clinton, ex presidente de la Reserva Federal (Banco Central) y ex vicepresidente del Banco Mundial. Varoufakis había tenido una breve pasada por el gobierno del Pasok, partido socialista de orientación socialdemócrata, con un muy mal gobierno ultimamente, lo que llevó a la derecha al poder. Se sabía que Tsipras y Varoufakis tenían un discurso rupturista, radical y esperanzador (ver notas publicadas al ganar Syriza en http://clajadep.lahaine.org), pero que no irían más allá de algunos acomodos de contención del movimiento social, que venía pujante de las dinámicas de los indignados griegos que hicieron de la plaza Syntagma su símbolo de lo que llamaban la otra alternativa, donde fue espectacular la presencia y participación de trabajadores de fábricas ocupadas, experiencias autogestionarias, de la otra economía y particulamente de barrios organizados que insistían en que los cambios debían hacerse desde abajo.

Grecia y Turkía son limítrofes, al punto que los turcos han ocupado islas pertenecientes históricamente a Grecia y dividieron Chipre, país independiente, firme baluarte de los No Alineados, quedando la gran isla separada entre turco-chipriotas y greco-chipriotas, por lo que los vasos comunicantes entre ambos países son un hecho, tanto es así que la causa de los kurdos es acogida con mucha solidaridad entre las dinámicas alternativas griegas, por lo que ya ha llegado al debate el confederalismo democrático levantado en Rojava (norte de Siria) y aprendido de Murray Bookchim y de la experiencia zapatista. Bookchim, el teórico del ecosocialismo, ya era bastante conocido entre el pueblo griego, en especial estudiantes, colectivos alternativos y participantes de Syntagma, que perdieron el ritmo de expansión que venían trayendo debido al ilusión instala por los malabaristas de Syriza, en particular el grupo de Tsipras, equvalente al partido “Izquierda Anticapitalista” de España, formado por una escisión fuertemente eurocomunista salida del partido comunista español, que ya era eurocomunista, de modo que podemos imaginar el paquete llamado Pablo Iglesias, líder de esa fracción socialdemócrata de los comunistas españoles y actual dueño de la marca Podemos, que también por su lado se ha montado sobre la cresta de la ola de los indignados del 15M ilusionando multitudes bien educadas por el sistema, y las izquierdas del sistema, para negarse a si mismas y jugar al juego de “seguir al líder”. La manipulación de masas por parte de Syriza y Podemos ha sido sumamente eficaz para atraer votantes en quienes se ha inyectado aquella “esperanza” quasi-religiosa de la militancia y de muchísima gente honesta. Quien sabe hasta usted mismo que nos está leyendo.

El truco de magia ilusionista del duo Podemos-Syriza, cada uno de ellos en medio de la vorágine de los indignados que se escapaban de todo tipo de dependencias y ataduras para buscar alternativas autónomas lejos de los partidos y de la lucha por el poder central, ya había sido puesto en práctica en el duo Brasil-Argentina, ambos países convulsionados por la expansión mundial de la autonomía de las luchas anti-globalización coordinadas por la Acción Global de los Pueblos, que fue corroida por dentro y luego reventada por acción planificada y ejecutada por los partidos que dirigían los movimientos campesinos dela AGP, en tre ellos el MST del PT brasileño y los campesinos y pequeños agricultores franceses dirigidos por José Bové, viejo militante del partido comunista de ese país. El truco fue la convocatoria al Forro de Porto Alegre, financiado por la Fundación Ford. El PT a través de su brazo agrario del MST apoyó la ruptura y divisionismo entre los MTDs argentinos, los Movimientos de Trabajadores Desocupados. Cómo lo hizo? Simplemente invitando a líderes de algunos grupos previamente seleccionados a sus “escuelas de cuadros” en asentamientos de Brasil, como fueron los líderes de los MTD Lanún y Almirante Bown de Buenos Airesd, que al regresar rompieron con los MTDs restantes. En Argentina avanzaba rápidamente la alianza de grupos peronistas con ex montoneros y grupos izquierdistas en la construcción de la CTA, central de trabajadores, que se aproximó a múltiples asambleas vecinales autónomas generadas tras la caida del gobierno para hacerlas volver a la dependencia al estado. El partido comunista argentino y Hebe de Bonafini entraron en el juego apoyando tanbién la propuesta centralizadora de Kirchner. En el Forro plancharon las propuestas autónomas mientras la Vía Campesina, la agrupación de los partidos que reventaron la AGP, suministra cuadros, técnicos e intelectuales a Evo Morales y los cocaleros para evitar y quebrar su alianza con las coordinadora del agua de Öscar Olivera y la confederación campesina de Felipe Quispe, el “mallku”.

De esa manera, las alternativas de izquierda en Europa y en nuestro continente Abya Yala vinieron a salvar la cohesión institucional ante el avance sostenido de la autonomía, la autogestión, la autodeterminación, la comunidad local, el empoderamiento de los de abajo, los muchos pequeños, al decir de Galeano, que cambian el mundo sin tomar el poder, al decir de Holloway y los zapatistas, etc, pero ahora que se están cayendo todas esas experiencias “avanzadas” y esos mismos progresistas reprimen a la población que no se deja arrebatar sus territorios, sus cuerpos y sus vidas, va quedando al desnudo que se trata de caramelos ofrecidos por el capital a las izquierdas, que agarran papa más que rápido, para que a cambio de algunos sillones del poder, domestiquen y atraigan al verdadero peligro: la autonomía comunitaria, el sujeto de la sociedad sin clases, sin estado, sin partido, sin poder, es decir, el común.

Abrazos

Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)

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