Las formas de organización social por abajo, de la gente, de los trabajadores y vecinos de los barrios, siempre ha sido atacada por la burocracia partidaria, ya que puede llegar a suceder que los de abajo lleguen a construir sus propias formas de gobierno desde la democracia comunitaria y ya no más desde la partidocracia.
Venezuela y el nefasto papel de los partidos
Por Jaime Yovanovic Prieto
Las formas de organización social por abajo, de la gente, de los trabajadores y vecinos de los barrios, siempre ha sido atacada por la burocracia partidaria, ya que puede llegar a suceder que los de abajo lleguen a construir sus propias formas de gobierno desde la democracia comunitaria y ya no más desde la partidocracia.
En Chile está muy claro ese ejemplo, ya que durante el gobierno Allende se priorizó por reforzar por arriba incorporando militares al gabinete, en tanto se golpeaba duramente la lucha campesina por la reforma agraria, recuperación de tierras y producción propia, así como se golpeaba al naciente poder popular de los cordones industriales, comandos comunales, coordinadoras de campamentos sin casa y consejos comunales campesinos.
En Argentina al caer el gobierno en los albores de este nuevo siglo, nacen en muchísimos barrios de todas las ciudades las asambleas autónomas vecinales, que fieron aniquiladas por los partidos que las “penetraban” para subordinarlas a susrespectivas estrategias de poder.
En los territorios kurdos han surgido pujantes las formas de autonomía comunitaria que se han coordinado en la modalidad del confederalismo democrático, que hoy día se encuentra en el ojo de la tormenta, con el pretexto de luchar conra el Estado Islámico, ya que los kurdos y kurdas fueron los únicos que consiguieron derrotar a ISIS en tierra, liberando territorios y expulsándolos ante la sorpresa y alegría universal. Como cosa extraña, ahora aparecen todos bombardeando las regiones kurdas con la justificación de que ISIS se ha puesto muy salvaje y les atacó sus ciudades, lo que de haberse hecho antes habría evitado muchas muertes innecesarias.
La expansión de las formas de autonomía comunitaria en diversas regiones de Colombia, llegando aún a generarse gérmenes en las periferias de casi todas las ciudades grandes, ha sido la verdadera causa de que la dirigencia guerrillera y el gobierno se piongan de acuerdo dejando fuera (o pretendiéndolo al menos) las dinámicas energentes de los de abajo, que han llegado a plantear una nueva constitución hecha desde las comunidades.
El Ecuador no ha sido la oposición de derecha la que obligó a Correa a renunciar a la reelección, no la sarta de mentiras que han usado como pretexto. Ha sido la movilización sostenida de las comunidades que han llegado a paralizar regiones y bloquear territorios.
En Grecia, los burócratas de Syriza han conseguido librarse de los sectores críticos y se ha formado un parlamento donde reina la santa alianza Syriza-derecha, que es lo que aspira el Partido venezolano separando e intentando aislar al sector crítico de Marea, que ha podido levantar pocos candidatos a la Asamblea Nacional, imponiéndose la línea nacional-populista de Diosdado Cabello.
En Brasil, el pánico del PT a las movilizaciones multitudinarias impulsada por los autónomos comunitarios del Movimiento Pase Libre, abiertamente simpatizantes zapatistas, ha hecho a Dilma, la presidenta, acercarse aún más al empresariado y la derecha, la que por su vez aprovechó la coyuntura para golpear y ahora intentar el inpeachment contra la gobernante.
El miedo a los de abajo está entregando los gobiernos a la derecha, ya que la izquierda y el nacional-populismo han preferido consolidar parlamentos y estructuras o medidas burocráticas, antes de sumarse a las dinámicas autónomas y protagonistas de la población, lo que a su vez hizo caer al kirchnerismo para entregarle en bandeja el gobierno a Macri.
En Perú las dinámicas contra las mineras y de las comunidades en defensa de la selva y los territorios, han movilizado verdaderas multitudes, como fue el famoso caso Conga, que hoy están siendo disputadas por parte del gobierno, la derecha, el empresariado y los múltiples partidos y partiditos de izquierda que se han unificado en dos grandes bloques, cada uno de ellos lleno de corrientes diversas que aspiran a ser el camino de la salvación, no de la gente, claro, sino de sus afanes de acceder al poder central, en tanto la noticia que ha circulado a nivel internacional es de que las comunidades están levantando cada bez más su protagonismo de asegurarse que nadie más venga a extraer hidrocarburos o minerales en sus tierras.
En Nicaragua el gobierno Ortega sigue con su proyecto de gran canal transoceánico pese a los miles y miles de campesinos, afrodescendientes, indígenas, pobladores y juventud que han salido a oponerse bajo la conducción de ex-sandinistas que han debido romper con el burocratismo orteguista, pero en disputa con los grupos conservadores y de la iglesia católica, que no pierden la oportunidad de abrirse camino nuevamente hacia el gobierno.
En Bolivia Evo Morales ha declarado que no hay quien le suceda en la presidencia y con ese argumento presenta su modificación constitucional para su re-reelección, lo que ha desatado una ola de indignación y la formación de una coordinadora contra la reelección compuesta de ex.dirigentes del MAS y líderes campesinos e indígenas. No sólo que Morales intenta eso, sino que ha aprovechado su mayoría parlamentaria para tijeretear la famosa “Constitución Plurinacional” para dejarla casi como estaba antes, ya que ha pasado ahora a quebrar comunidades para penetrar más profundamente en territorios para intentar salvarse de la crisis acrecentando el extractivismo destructivo de la naturaleza. Así es el “defensor de la madre tierra”. Purso discurso y represión contra las comunidades que proponen desde la práctica un cambio civilizatorio.
En México el avance de la autonomía comunitaria se ha dado desde Chiapas al resto de todos los estados mexicanos, lo que llevó a los partidos de gobierno junto a los militares, a desencadenar la ola de cárteles, grupos narcos y asesinatos que tiene todo el norte mexicano en situación de guerra, lo que interesa extremadamente a sus vecinos del norte, ya que así se instala una barrera a la expansión del fuego en la pradera que desde México ya ha llegado a los inmigrantes chicanos que trabajan en faenas agrícolas.
Los indignados españoles del 15M que habían decidido salir de Plaza del Sol para adentrarse en los barrios, asustaron a todos, y el sector proveniente del eurocomunista Partido Comunista, y que formó posteriormente el partido “Izquierda Anticapitalista”, organizó el Podemos para atraer esas dinámicas de vuelta al redil institucional, lo que al comienzo fue un boom que luego se fue desinflando y ahora las posibilidades de ganar el gobierno están abiertamente en el PP de Rajoy al que adherirá el nuevo partido de derecha “Ciudadanos”. Nadie sabe para quien trabaja, ese ha sido el principio fundamental de la burocracia partidaria, que negocia o hace que discute con quien sea con tal de ganar posiciones institucionales (como Syriza con el capital europeo y la derecha griega) aunque sean “compartidas antes de vaciar mi vida”, como diría Milanés y el partido Comunista chileno, y los demás, claro, firmes parásitos del nacional-populismo extractivista.
En Chile hay que ver las corridas de los grupos derechistas, centristas, izquierdistas y partidos, partiditos o nuevos partidos que se “unifican” arrejuntándose unos con otros, otros con otros y los demás allá con otros, como los que se autodenominan “los que luchan”, en fin, que en todas partes se cuecen habas y los partidos se juntan con sus antiguos adversarios para ver si así consiguen fuerza electoral para apuntar al poder central. La vocación de poder hace estragos.
Con esta introducción es más comprensible adentrarse a la problemática de los partidos en Venezuela, donde el PSUV se limpió de varias corrientes críticas y acogió gente o grupos ligados a la socialdemocracia y aún al empresariado “nacional”, como el Frelimo en Mozambique, que, copiando el modelo chino, consta de tres corrientes: la comunista, los tecnócratas y los neoliberales. Al parecer esa es la tendencia en las izquierdas a nivel mundial para consolidar estados y gobiernos que eviten la expansión del protagonismo de los de abajo, pues ya es sufiente con los sustos pasados con la lucha antiglobalización de los 90 y las luchas de los indignados que alcanzó a llegar hasta el propio Estados Unidos haciendo temblar en serio las instituciones, que nada temen de Jackson ni del “socialista” Bernie, que ha concitado el apoyo hasta de los izquierdistas ex-troskistas o aún-troskistas de ese país. Electoralmente hay para todos los gustos.
El grupo Marea Socialista del PSUV ha tenido que levantar condidatos propios a la asamblea nacional, pero les han vetado “legalmente” una enorme cantidad de postulantes. La máquina sirve, claro que sirve, si se sabe usar bien para aplastar oposiciones, vengan de la derecha, de la “izquierda” o del pueblo. Los Consejos Comunales dejados por Chávez antes de morir, tenían la tarea de sustituir el poder del estado y a ello se volcaron muchas corrientes, tendencias y gente en general que anhelaba desplegar el protagonismo desde abajo sin arriba o subordinando el “arriba”, sin embargo la alianza socialista con el nacional-populismo, en que este último controla rígidamente a las fuerzas armadas, ha optado abiertamente por consolidar lo poco que hay a nivel superestructural abriendo camino para que la derecha y el empresariado puedan participar en la asamblea, donde van a conseguir una fuerte presencia y no el control, lo que llevará a una suerte de permanente negociación mientras el ejecutivo ata directamente el control de los consejos comunales, hoy reducidos a apéndices de la prsidencia.
El resultado de las elecciones de mañana domingo es previsible, la derecha asumirá alrededor de la mitad de la asamblea, poco más, poco menos, el socialismo nacional-populista el resto y los sectores críticos una ínfima presencia que permitirá al oficialismo garantizar mayoría cuando le venga en gana.
En este panorama, la autonomía de los consejos comunales y de las comunidades tendrá a todo el parlamento en contra y un ejecutivo poco proclive a soltar el poder, con lo que el verdadero legado de Chávez irá a parar a la basura.
Jaime Yovanovic Prieto
yovanovicj@gmail.com