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Indígenas de Argentina: El Acampe, Félix Díaz y la asunción de Macri a la presidencia.

Servindi :: 28.12.15

Experimentado líder Mapuche hace un balance reflexivo y aleccionador del significado del acampe indígena en Buenos Aires, el rol del dirigente Qom Félix Díaz y el diálogo iniciado con el gobierno de Macri.

Argentina: Diálogo de indígenas con Macri “debe efectuarse en base a consensos”
Servindi

– Experimentado líder Mapuche hace un balance reflexivo y aleccionador del significado del acampe indígena en Buenos Aires, el rol del dirigente Qom Félix Díaz y el diálogo iniciado con el gobierno de Macri.

El Acampe, Félix Díaz y la asunción de Macri a la presidencia.
Notas para la reflexión

Por Nilo Cayuqueo

En últimos tiempos, y con las elecciones, una serie de acontecimientos han ocurrido en la arena política indígena en Argentina en las cuales mucha gente quedó descolocada o sin saber a ciencia cierta lo que estaba pasando.

En primer lugar el Acampe de los hermanos y hermanas indígenas de Formosa agrupados en la QOPIWINI, (Qom, Pilagas, Wichis y Nivaclé) en la Avenida 9 de Julio, es sin dudas un acontecimiento que ha creado un impacto en los pueblos indígenas de Formosa, oprimidos y ninguneados por el gobernador Gildo Infran, que gobierna como si fuera en la época del feudalismo.

Sin duda que este acontecimiento del acampe por casi diez meses llamó la atención de algunos sectores políticos de la oposición y legisladores más progresistas así como el apoyo de la Madres de Plaza de Mayo, línea Fundadora, con Nora Cotiñas a la cabeza y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza. Adolfo Pérez Esquivel apoyó el proceso cuando pudo. También un pequeño sector de los movimientos sociales y sindicatos. El apoyo de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), no oficialista, fue muy importante. También algunos profesionales de la academia e intelectuales apoyaron el acampe.

A pesar de que en Buenos Aires viven decenas de miles y quizás cientos de miles de indígenas, hubo muy poca participación o apoyo al acampe. Excepto algunos individuos y la Mesa de Pueblos Originarios de la Provincia de Buenos Aires y la Capital Federal.

Sin el apoyo crucial de todos esos sectores, hubiera sido imposible mantener el acampe por tanto tiempo.

Por otro lado, los legisladores del oficialismo Kichnerista y todo su abanico de movimientos sociales y los medios oficialistas, se encargaron de querer desprestigiar a los hermanos del acampe y todos aquellos que ejercieran críticas hacia el oficialismo. El nivel de arrogancia y prepotencia, así como las mentiras esgrimidas en contra de los indígenas, fue bastante.

Los medios oficialistas, negaron e ignoraron la situación de injusticia en que viven los pueblos indígenas en Argentina. Los grandes medios corporativos, publicaban algo cuando creían obtener algún rédito político.

El tema de los hermanos/nas indígenas de Formosa sin duda, acaparó la atención y muy poco se habló de la situación de otros pueblos indígenas del país, excepto el juicio en contra de Relmu Ñanco y la comunidad de Winkul Newen que con mucha lucha de la solidaridad y de las comunidades mapuche de la Zona Centro de Neuquén, se logró que fueran sobreseídos los acusados injustamente por la llamada justicia de Neuquén, por una piedra que provocó una herida a la oficial de Justicia de Zapala, Verónica Pelayes.

El desmembramiento y las divisiones

Después de 12 años de gobierno Kichnerista, el movimiento indígena en Argentina quedó desmembrado y dividido. La opresión por parte de los gobiernos provinciales ha sido y es brutal.

Por otro lado hubo cooptación de algunos referentes o líderes por parte del gobierno con puestos de trabajo, sueldos, viajes en avión a reuniones, cursos, formación de estructuras burocráticas, etc. y beneficios personales. Todo esto se hizo con mucho dinero, y a cambio del silencio o mirar para otro lado ante la injusticia. Sin duda que estos factores contribuyeron a la atomización del movimiento.

Las elecciones presidenciales y el advenimiento del macrismo al poder

Comienza a cambiar la historia, para bien, o quien sabe…

El 26 de octubre, primer día del juicio en Zapala a Relmu Ñanco, Martín Maliqueo y Mauricio Rain, ambos de la comunidad Winkul Newen, llego Félix Díaz en avión a apoyar a los mapuche. Por la tarde, dijo de repente que se tenía que ir porque lo habían llamado y que Macri, el candidato a presidente los recibiría al día siguiente.

Los organizadores hicieron arreglos para llevarlo al aeropuerto de Neuquén, distante 190 km. para tomar el avión esa misma noche para ir a una entrevista con Macri el día siguiente, en el mismo Acampe, en la Avenida 9 de Julio.

Allí comienza otra etapa para los integrantes del Acampe y también para algunos indígenas en Argentina.

El entonces candidato Mauricio Macri visitó el acampe y suscribió un acta de compromiso. La presidenta Cristina de Kichner nunca los recibió. Foto: Taringa.net

Durante la visita de Macri al Acampe, según trascendió, se comprometió trabajar por los derechos indígenas; pero la condición era que tenía que levantarse el Acampe antes de las elecciones.

En una llamada telefónica, Félix me dijo que sí, que se levantaba el Acampe e iban a comenzar un proceso de diálogo.

Esta noticia produjo malestar entre los aliados, algunos que habían ido a apoyar a Winkul Newen en Zapala, entre estos Nora Cortiñas y el legislador Pablo Bergel, y algunos indígenas. Más tarde Nora denunciaría que dentro del Acampe hubo infiltrados al estilo de Astiz en la época de la dictadura.

¿Por qué levantar el Acampe después de casi 10 meses resistiendo? además ¿antes de que Macri sea elegido presidente? ¿Hubo algún pacto, incluido el Kirchnerismo?

A todo esto una reunión de QOPIWINI estaba programada para los días 20 a 23 de noviembre en Formosa en la comunidad Potae Napocna Navogoh, que es la comunidad de Félix Díaz.

Dado que las fechas estaban en conflicto con las elecciones para presidente, se decidió postergarla para los días 27-29 de noviembre en la misma comunidad. Allí acudimos en grupos para apoyar a QOPIWINI en la cual se iban a considerar los Estatutos para constituirse como entidad sin fines de lucro. Yo me había comprometido a dar un Taller sobre los procesos y la participación indígena en las Naciones Unidas y la arena internacional, y por ese motivo fui a Formosa.

Al llegar a la comunidad de Navogoh, Félix me informó que no se haría el Taller ni tampoco la reunión de QOPIWINI, pues dijo que iban a considerar hacer una propuesta para entregar a Macri en nombre de QOPIWINI y de los pueblos indígenas del país. Le dije que por ahí era mejor hacer una reunión ampliada con organizaciones y comunidades indígenas del país para darle legitimidad a la propuesta. Félix me dijo que no había tiempo pues Macri quería la propuesta en pocos días y que además la gente le tenía confianza a él.

Acto seguido, propuso a un equipo técnico para elaborar la propuesta para Macri y se fueron a una oficina donde estuvieron todo el día y parte del día siguiente.

Me llamó la atención ver algunas caras conocidas de indígenas y otras devenidas a indígenas que no habían aparecido nunca por el Acampe ni en otras reuniones. Algunos con antecedentes no muy claros. Ellos mencionaron que Félix los había convocado.

De todos modos los hermanos y hermanas que habían venido de distintas comunidades de Formosa para tratar sus asuntos y el Estatuto de QOPIWINI, no pudieron hacerlo porque se había decidido otra cosa.

Entonces quien quisiera podía tomar el micrófono y hablar, pues no había reunión.

En esa ronda de expositores medias improvisadas, hablaron de varias cosas muy extrañas. Por ejemplo, algunos dijeron que tenían contacto en el ejército y proponían reclutar jóvenes indígenas para armar grupos con el ejército para combatir la delincuencia. Otros hablaban de otros temas, lo que enseñaba la biblia, y así transcurrió el día.

Al día siguiente los encargados de redactar la propuesta a Macri leyeron un largo documento muy técnico que la mayoría no entendió. Sin embargo se propuso que se aprobara a mano alzada y así se hizo.

La conclusión fue que la reunión de QOPIWINI no se llevó a cabo. En cambio se elaboró el documento pero que tampoco se le entregó a la gente para que lo leyeran en sus comunidades.

Todos regresamos a nuestros lugares de origen, hasta que el día 15 de noviembre me enteré que Macri recibiría el día jueves 17 del mismo mes a Félix Díaz, QOPIWINI y otros indígenas del país.

Para ello se programó una reunión previa en la Iglesia del Nazaret en el barrio de San Cristóbal, en Buenos Aires. Aunque no fui invitado, fui de todos modos y allí me llevé una gran sorpresa cuando vi que no solo estaban los que habían redactado el documento en Formosa, sino que muchos otros indígenas que hacía mucho tiempo no los veía y que viven en la capital y el Gran Buenos Aires. También vinieron algunos de Neuquén, Chaco, Misiones y claro, los hermanos y hermanas de Formosa.

Al confeccionar la lista se contabilizó según los organizadores, 30 pueblos indígenas de todo el país. A decir verdad, hubo muy pocas organizaciones y comunidades.

El día viernes el presidente Macri los recibió en el Museo del Centenario, no en la Casa Rosada, por media hora. En su discurso, muy suave y sin hablar de derechos indígenas, dijo que los indígenas se merecen tener una mejor vida, que esos niños que hoy están presentes crecerán en una sociedad más justa (…).

Luego habló Félix Díaz, quien agradeció que los haya recibido y dijo que esperaba que hubiera una nueva relación con el estado. También habló Relmu Ñanco, quien habló de la deuda que tiene el Estado de Argentina con los pueblos originarios, la necesidad de que se respeten las leyes y principalmente el derecho a la consulta para cualquier proyecto en territorios indígenas.

Del Museo, las delegaciones indígenas acudieron a una reunión con el Ministro de Justicia Claudio Avruj y el nuevo presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), señor Raúl Ruiz Díaz, en la sede de Derechos Humanos, donde se habló de establecer una Mesa de Trabajo para avanzar en la búsqueda de soluciones

Conclusión

Si bien es cierto que el hecho que el nuevo presidente haya recibido a un número de dirigentes indígenas, es positivo, creo que las cosas deben hacerse de otro modo, pues se están haciendo propuestas en nombre de todos los pueblos indígenas del país, sin que la mayoría esté representada. Esto es muy serio y puede llevar a profundizar las divisiones y que, nuevamente tengamos hermanos y hermanas autonombrados en el gobierno para convalidar políticas acorde con el capitalismo neoliberal y depredador.

La propuesta de hacer una reunión con las principales organizaciones indígenas del país para elaborar propuestas consensuadas, no fue aceptada. Sin embargo se propuso hacer una Mesa de trabajo con el gobierno para hablar de derechos, pero sin especificar quienes serían los interlocutores.

Félix Díaz tiene mucho mérito al haber venido con su gente a resistir y llamar la atención por la situación de opresión que viven en Formosa, pero eso no le da el derecho a decidir por todos los indígenas del país. Es necesario hacer reuniones para establecer diálogos de consenso con los más de treinta pueblos que viven en Argentina y ponerse de acuerdo para poder hacer propuestas para hacerle saber al gobierno y a la sociedad toda, cuáles son nuestros derechos y qué tipo de sociedad queremos vivir en el futuro.

Parece que no se tiene mucha conciencia de que se está frente a un gobierno comprometido con las multinacionales y que ha afirmado que va a profundizar aún más la explotación de los llamados recursos naturales. Sabemos que gran parte de estos recursos están en nuestros territorios.

Por otro lado la despolitización de algunos llamados líderes, es alarmante. Parecería ser que muchos de los que vinieron a las reuniones, estarían muy interesados en obtener un puesto de trabajo en alguna dependencia del INAI o donde sea.

A ninguno de los expositores se les escuché hablar de propuestas para el fortalecimiento organizativo de los pueblos indígenas en Argentina.

¿Cómo sigue este tema de los derechos de los pueblos originarios en Argentina? Esta es una pregunta que creo que la respuesta está en nuestra gente misma.

Considero que todavía estamos a tiempo y es muy necesario proseguir con el trabajo organizativo, en los territorios y también en las ciudades donde vive más de la mitad de la población indígena.

La alianza con los sectores y principalmente los explotados también es un imperativo para poder avanzar en un proceso de transformación que conduzca a refundar este estado capitalista-depredador, que no es sustentable y que atenta contra todas las vidas en este planeta.

Un abrazo fraternal a todos los pueblos indígenas y también a las compañeros y compañeros con los cuales hemos trabajado todo este año que finaliza y ¡ojalá nos encuentre unidos para continuar la lucha en el año que está por venir!

¡Mari Chiweu! ¡Jallalla!

Nilo Cayuqueo. Mapuche de la Tribu de Coliqueo
Miembro de la Mesa de Pueblos Originarios de la Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA)
Correo: nilocayu@gmail.com

Buenos Aires, 23 de diciembre de 2015


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