Hablamos con Blanca Chancoso, una de las grandes líderes del movimiento indígena en Ecuador
Blanca Chancoso, líder indígena de Ecuador
“Ha reaparecido el racismo de Estado”
Hablamos con Blanca Chancoso, una de las grandes líderes del movimiento indígena en Ecuador
Martín Cúneo, Emma Gascó
18/01/16
http://www.saramanta.org/
¿Cómo era ser indígena en los años 70 en Ecuador?
Hasta los 70 el racismo era muy fuerte. Si alguien conseguía un dinero e iba a la ciudad y quería entrar en un hotel, nos decían que no había habitación porque veníamos vestidos de indígenas. El racismo era así. Y así enseñaban a nuestros hijos. Yo era maestra en una escuela y, de repente, todos los niños de otra escuela se pasaron a la nuestra porque la profesora les había cortado el pelo, y cortarles el pelo es un delito para los indígenas… Recuerdo que vinieron a buscar a los niños con la policía y los niños se escondían… Nos ha tocado resistir.
Mucha gente en la ciudad ni siquiera conocía que había tantos indígenas en Ecuador…
En los setenta hicimos una acción de solidaridad con Nicaragua y El Salvador y venían muchas señoras del centro y nos preguntaban: “¿Ustedes son de México? ¿Son de Guatemala?”. Ahí los compañeros se dieron cuenta del desconocimiento total. “No, nosotros somos de aquí”. “Ahhhh”, contestaban. Y en los noventa, con los 500 años, se fue logrando visibilizar nuestras propuestas y hemos conseguido que Ecuador fuera aceptado como Estado plurinacional. Y fueron reconociendo nuestro papel, porque ya no sólo luchamos por los indígenas, sino que incursionamos frente a las políticas de Estado, y nos convertimos en la segunda fuerza de opinión política en el país.
Esa palabra [indio] con la que quisieron deslegitimar nuestra existencia hoy sirve como término de resistencia
¿Crees que ahí también hubo un cambio de autopercepción, de sentir orgullo de ser indígena?
En muchos sí. Sintieron que sí valíamos. Y muchos que llevaban tiempo sin decirlo, también lo dijeron. Eso de indios es una palabra con la que nos maltrataron, con la que hicieron que nos avergonzáramos. Pero una vez que retomamos nuestra identidad propia –shuar, quichua, cofán, secoya–, esa palabra con la que quisieron deslegitimar nuestra existencia hoy sirve como término de resistencia y de alternativa.
¿Qué pueden enseñar los pueblos originarios a los movimientos de resistencia no indígenas?
El derecho a reconocernos que somos diferentes, no para estar aislados, sino para tener los mismos derechos. Esto del “buen vivir” era una utopía que tenían los partidos comunistas, los socialistas. Esto en nuestro caso no lo tenemos que inventar, ya lo vivimos. Nos lo han quitado, pero está adentro nuestro. Y se puede recuperar. Si podemos mirar desde la diversidad, conjuntamente, podríamos diseñar este sueño de un nuevo mundo, pero no desde la imposición de unas culturas sobre otras.
¿Y con respecto a la relación con la naturaleza?
Deberíamos de ser reconocidos como la custodia única de la naturaleza, no nos sentimos fuera de ella, somos parte. Respecto a la Amazonía, el Gobierno ha dicho: “Siendo unos pocos indígenas, son dueños de un territorio tan grande”. Ésa es otra expresión racista, es no conocer cómo viven los indígenas, que no están permanentemente en un mismo lugar. Las compañeras dicen: “Nosotras nunca fuimos pobres, ni seremos pobres mientras tengamos el espacio para cazar, pescar… La pobreza vino desde que están las petroleras, porque vienen enfermedades y ya no hay pesca ni cacería. Desde ahí somos pobres, porque nos han quitado las tierras y nos han contaminado el agua”. No tener una refrigeradora o un televisor no es ser pobre, ni estar subdesarrollado. Eso es lo que no han entendido.
¿Hay un recrudecimiento del racismo en Ecuador?
Parecía que se estaba superando, pero nuevamente reapareció la cuestión racista venida del Estado. El Gobierno en su discurso usa una terminología sobre nuestra forma de vestir, emponchados, emplumados, una falta de respeto. Nos trata de “indios intransigentes” cuando nosotros hemos dicho “no a las mineras”, “no a las petroleras”… En una sabatina [programa televisivo que se emite los sábados], Correa dio la orden a los militares de que si tienen que disparar, que disparen, que no hay problema. Deja abierto a que a los indígenas se los pueda violentar, se los pueda machacar.