Resulta fácil apuntar al ojo ajeno sin ver la paja en el propio, ya que el terror en Chile se utiliza a diario por parte de los gobiernos, el poder y los que disputan el poder, como por ejemplo la circulación de la droga y la notable expansión de la llamada delincuencia que se inició tras el proceso de acumulación personal del lucro que fue a parar al Banco Riggs. El buen ojo para los negocios sigue hasta ahora con los árabes en Latam y las nuevas inversiones en las cadenas de grandes tiendas, donde nos hacen ir como corderos a ser esquilmados por las deudas de tarjetas, el cadalso de los chilenos y demás pueblos que habitan Chile.
Francia, Turquía y el terror en Chile
Por Jaime Yovanovic Prieto
Resulta fácil apuntar al ojo ajeno sin ver la paja en el propio, ya que el terror en Chile se utiliza a diario por parte de los gobiernos, el poder y los que disputan el poder, como por ejemplo la circulación de la droga y la notable expansión de la llamada delincuencia que se inició tras el proceso de acumulación personal del lucro que fue a parar al Banco Riggs. El buen ojo para los negocios sigue hasta ahora con los árabes en Latam y las nuevas inversiones en las cadenas de grandes tiendas, donde nos hacen ir como corderos a ser esquilmados por las deudas de tarjetas, el cadalso de los chilenos y demás pueblos que habitan Chile.
Los políticos tienen una vieja regla, que el fin justifica los medios, como los gobiernos franceses que llegaron a cansarse de matar africanos y árabes en sus aventuras coloniales con la famosa Legión Extranjera, asunto que usted puede leer en el sensacional libro Beau Geste de Wren y que Gary Cooper inmortalizó en el cine, obra que plagió impunemente Vargas Llosa en su “La ciudad y los perros”, con lo que se ganó el doctorado Honoris Causa de la Universidad de Israel, país que mata palestinos como moscas. Vaya, lea, compare los dos textos y mátese de la risa por el vano intento de Vargas de acercarse a García Márquez, que prefirió escribir sobre Macondo y Aureliano Buendía antes que de la formación de los Rambos peruanos en el mismo proceso “educativo” de los Rambos chilenos y todos los demás perros del poder, de izquierda, derecha, centro o extremos.
El poder y la lucha por el poder necesita a los Rambos, ya que si el fin justifica los medios, entonces la vida humana y de la naturaleza importan menos que un pepino, con todo respeto al pepino, que cuando no compro tomate transgénico, adquiero pepino sin pensar si viene modificado o lleno de tóxicos, por lo que será mejor cortar por lo sano y multiplicar las huertas en los cerros, ya que la lucha por el poder con la noble idea de tascarle el freno a Monsanto y demás, hasta ahora no consigue nada y ha quedado demostrado que no va a funcionar, de modo que hay que tomar el toro por las astas aquí mismo, en el abajo, en cada localidad, para producir nuestros tomates, pepinos, cilantro, etc. con nuestras propias manos, sin la maraña económica que sólo busca el lucro como los que guardaron lo suyo en el susodicho banco y que defienden los políticos y los Rambos de pacotilla como ángeles con espadas de fuego que nos impiden producir y comer el fruto del árbol del saber, o sea, de la interacción del común, de las comunidades humanas en interacción con la madre tierra.
Los gobernantes, milicos, políticos y empresarios turcos, al igual que los franceses, tienen su propia colonización y sus legiones extranjeras en territorio kurdo, como los chilenos en el Wallmapu, con la pequeña diferencia que los guerrilleros kurdos han manifestado su vocación pacífica, a diferencia de algunos grupos huincas que se han metido en el Wallmapu a incendiar lo que pillan aportillando a los mapuche pacifistas que recuperan tierras para producir y avanzar hacia la autodeterminación desde el común y no desde la ideología, desde la cosmovisión y no desde filosofías europeas, desde los lof y las autoridades tradicionalers y no desde “destacamentos guerrilleros”.
Los turcos tienen la ensalada rusa, con exiliados pro-yanquis dirigiendo maniobras desde Estados Unidos y exiliados pro-franceses, tele-maniobrando desde París. Cada uno de ellos con sus simpatizantes dentro de los rambos locales educados como los peruanos y los chilenos, como perros. Sólo que en Turquía los kurdos han podido sembrar su modo de vivir en común y ganado enormes simpatías en el pueblo turco porque tienen una propuesta, lo que no han sabido hacer algunos grupos occidentales u occidentalizados que defienden la causa mapuche, que equivocadamente nos estimulan a “la lucha” y no no están ni ahí si se vive de esta manera o de la otra, sino más bien aparecen estimulando la lucha por el poder, contra el estado, dejando de lado que la multiplicación del común, como hacen los kurdos, resultaría en fisuras sistémicas y no sólo amenazas o “propuestas” de disputar o destruir el poder central. Si ellos luchan por la autodeterminación no parece adecuado que nos metan a todos bajo el saco estatal y deberían entender que la autonomía barrial significa sujetos protagonistas y no sólo masa de maniobra de las vanguardias. Si todos ellos respetaran a los lonkos habrá de distinguir que aquí los partidos, vanguardias, coordinadoras y demás, no son nuestros lonkos, sino caciques sin indios que nos llaman desde la estratósfera para que los sigamos detrás de sus estrategias europeizantes. Por eso decimos que algunos nos meten a todos en el mismo saco, el saco europeo. Y vaya saco!
En ese saco tenemos por ejemplo a los hijos de la dictadura: Espina y Ossandón, peleando quien va a disputar con Piñera la candidatura a la presidencia. La pelea es tan seria que Ossandón ha amenazado con largarse de RN, ya que ve que las fugas de los partidos son por miles, como Auth se escapó del PPD porque en el fondo prefiere a Allende antes que a Lagos, mientras la DC saca cuentas de si les va mejor con cuál de esos dos, mientras Labbé come con muy mal sabor quien sabé qué cosa, tras haber sido empujado por Mathei para enfrentar a Errázuriz en Providencia y capacito que esté confabulando para encontrar una salida que le permita erigirse como adalid de los milicos y roncar o gritar como Tarzán llamando a los monos y a los elefantes, pero los milicos no le van a dar bola, pues nunca han estado mejor, aunque le aserruchen el piso a Cheyre, que estaba en el ajo cuando le dieron el guaracazo al comandante magallánico que sería su sucesor en el alto comando de los Rambos chilensis.
Conclusión: entre toros no hay cornadas y el paño rojo sirve para agitarlos. Los partidos tienen el compromiso de respetar el papel empresarial de destruir la naturaleza para extraer ganancias, con eso les basta a los milicos. Así como les sirve para entretener, concientizar y entrenar a las tropas la acción violenta de las vanguardias que aspiran a ocupar el poder o a destruirlo.
Requiem: Los gobernantes turcos, franceses, fundamentalistas y políticos chilenos, están todos en el mismo baile, la violencia, el odio y el poder a toda costa, caiga quien caiga. Mejor sigamos con las huertas, el alimento, la madre tierra y la vida. Ya que allá arriba no hay voluntad de cambio real, lo hacemos por abajo despacito por las piedras. Allá arriba que se maten entre ellos, pero no vamos a estimular esas batallas, sino que les abrimos la puerta a todos ellos también. Vengan, vamos a vivir el cambio civilizatorio en la gran familia del barrio, en paz.
Jaime Yovanovic Prieto
unlibre@gmail.com