El juicio que en la Corte de Justicia de Nueva Loja adelantan 30 mil indígenas de Orellana y Sucumbíos, contra la petrolera Chevron Texaco, y que continuará mañana con la declaración de testigos, contribuyó a aumentar la tensión contra el sector petrolero.
En Sarayacu, comunidad kichwa de Pastaza, los habitantes se oponen a la actividad petrolera y piden se respete su territorio. El gobierno anunció la militarización del área, en diciembre próximo, para permitir labores de sísmica.
En la Corte de Justicia de Tena, hay otro juicio contra Chevron Texaco, por supuestos daños ecológicos, planteado por 30 comunidades.