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No es casualidad que sea una mujer indígena la que hoy encabeza un movimiento nacional para que las comunidades originarias de México vuelvan a ser visibles. No es casualidad, tampoco, que sea una curandera tradicional la que viene a sanarnos ahora que México sufre de tantos padecimientos. María de Jesús Patricio Martínez es la mujer indígena nahua que lidera este movimiento.
Quizás valdría la pena echarnos un clavado en su trabajo, conocer sus ideales y apoyarla amorosamente, en sus objetivos. Es La Voz del Instinto.
“Mari Chuy, la mujer que viene a curarnos”
La Voz del Consultor Martes 6 de junio de 2017
https://www.eloccidental.com.mx/columna/mari-chuy-la-mujer-que-viene-a-curarnos
Martha Isabel Parra
No es casualidad que sea una mujer indígena la que hoy encabeza un movimiento nacional para que las comunidades originarias de México vuelvan a ser visibles. No es casualidad, tampoco, que sea una curandera tradicional la que viene a sanarnos ahora que México sufre de tantos padecimientos. María de Jesús Patricio Martínez es la mujer indígena nahua que lidera este movimiento.
Pero su presencia en este sentido enmarca otras cosas que hay que reflexionar. México se encuentra sumido en una situación de violencia, delincuencia, corrupción e impunidad. Sabemos que por las venas de los mexicanos, en nuestra mayoría corre sangre indígena mezclada con sangre española y que por alguna razón que pudiera obedecer a la genética hemos incubado, desarrollado y alimentado hasta grados lamentables, la corrupción, el odio, la indiferencia, la malicia, la violencia y la delincuencia.
El país está enfermo de todo ello, los males que nos aquejan y que hoy nos obligan, a los que aún creemos que la buena semilla tiene que germinar, a encerrarnos en cotos con vigilancia privada, a protegernos de todo lo que acontece a nuestro alrededor, a quejarnos y a mostrar indiferencia en la participación ciudadana, a través de la cual, únicamente, podríamos empezar a contrarrestar la tendencia negativa que nos duele tanto, deberíamos reflexionar en que tal vez, lo que nos hace falta, es la mano amorosa y sanadora de Marichuy.
La aspirante a candidata independiente a la Presidencia de México es una curandera tradicional, conoce a México, a su tierra y a sus raíces, a su gente y a sus males, y seguramente sabe cómo iniciar el trabajo para limpiar y reducir el gran dolor que hoy nos produce el cáncer del que estamos enfermos.
Conoce y convive con todas las plantas que la madre tierra nos provee, y sabe de sus beneficios y de sus consecuencias. Ella puede curar a la raíz mexicana, ella fue elegida por un consejo de indígenas y esto no es una broma, ella no quiere ir a la silla “maliciada” que usan los presidentes en este país, ella, más bien, quiere darnos un mensaje.
Y dije que no es casualidad que sea una mujer la que encabeza el movimiento, ya que, la mujer es por misión universal, quien da la vida, amor, cariño, paz y armonía a nuestra casa, y nuestra casa, común, es la tierra donde vivimos, la misma que sembramos con cariño, la que da los frutos que nos alimentan y nos curan, la misma que pisamos para avanzar en nuestras vidas propias, la misma que pisan los que están enfermos de odio, la misma que recibe la sangre que derraman los compatriotas asesinados y la misma que los recibe un su seno una vez que son enterrados.
Tenemos que curar a México, su tierra, su sangre y su genética, la presencia de la mujer indígena hoy, pudiera ser el inicio de un gran movimiento que promete en el futuro encontrar la cura para el mal, que nos ha hecho perder la esperanza. Quizás valdría la pena echarnos un clavado en su trabajo, conocer sus ideales y apoyarla amorosamente, en sus objetivos. Es La Voz del Instinto.
Twitter: @Martisabelparra