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Buenos Aires: Nuevamente se volco la gente a la calle con carolazos y bocinazos.

01.11.03

Miles de argentinos salieron anoche a las calles de Buenos Aires y de las principales ciudades del país para protestar, con bocinas y “cacerolazos”, contra la creciente inseguridad que azota al país.

Como en los viejos días de diciembre de 2001, cuando el sonido de las cacerolas volteó del gobierno al ex presidente Fernando de la Rúa en medio de una graví-sima crisis económica y social, la clase media argentina volvió a aglutinarse para un reclamo común.

Pese a los anuncios oficiales y las iniciativas de seguridad, los robos violentos, secuestros extorsivos y asesinatos mantienen en jaque a los ciudadanos de los principales centros urbanos.

Diversas organizaciones no gubernamentales convocaron para al “cacerolazo” para reclamar a las autoridades para que arbitren las medidas que devuelvan la tranquilidad.

El epicentro de la protesta fue la residencia presidencial de Olivos, pero manifestaciones similares se registraron en otros puntos e incluso los automovilistas que regresaban a sus hogares tras la jornada laboral hicieron sonar sus bocinas multiplicando el efecto de las cacerolas.

La protesta, convocada originalmente por madres de víctimas de la violencia denominadas “Madres del dolor”, cobró importancia luego de que esta semana los diarios locales publicaran la desesperada carta de una familia pidiendo piedad a los captores de su joven hijo, secuestrado hace 39 días, a quien mutilaron dos falanges de un dedo para presionar por el pago de rescate.

“La inseguridad es terrible, el gobierno tiene que hacer algo ya”, exigió ante las cámaras de televisión una mujer que junto a decenas de personas protestaba frente a la residencia presidencial de Olivos, al norte de la capital.

Otras levantaban en alto las fotografías de sus hijos asesinados en reclamo de justicia mientras un par de oradoras leían entre lágrimas cartas y poesías escritas por familiares de las víctimas.

Las autoridades de la periferia de la capital argentina, de casi diez millones de habitantes, han recibido 207 denuncias de secuestros extorsivos en el primer semestre del año, más de uno por día, mientras el gobierno federal admitió que hay policías implicados en esos hechos.

Un estudio de la Procuración General de la Nación (fiscales) indicó que en los primeros seis meses del año el total de secuestros extorsivos y los llamados “express” (rápidos y por montos chicos) denunciados a las autoridades sumaron 217 en el país, mientras durante todo 2002 fueron 165.

Sin embargo, se estima que el índice de secuestros es más alto porque el estudio de la Procuración incluyó sólo los casos denunciados ante las fiscalías federales, pero no los hechos tomados por fiscales provinciales, mientras que muchos afectados se abstienen de llevar su situación a las autoridades.

El jefe del Gabinete, Alberto Fernández, admitió ayer a la radio FM La Isla, que “muchos policías están involucrados” en la oleada de secuestros reportados en los últimos meses y afirmó que el gobierno de Néstor Kirchner está decidido a “no convivir con las mafias y a combatirlas”.

La justicia comprobó que un ex policía federal fue uno de los cabecillas del secuestro de una mujer a la que le amputaron un dedo para cobrar el rescate e investiga si la banda tuvo relación con el secuestro del joven Pablo Belluscio, a quien le cercenaron dos falanges de su dedo índice derecho y le enviaron a sus padres el video en el que registraron la mutilación.

El gobierno de la provincia de Buenos Aires pondrá en marcha hoy un plan de seguridad y prevención de delitos en el populoso cordón que rodea a la capital argentina, donde en 2002 se cometieron 347.556 ilícitos, según cifras oficiales.

El plan prevé “saturar” las calles de la periferia bonaerense con 3.300 policías adicionales.


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