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Venezuela: La impĺosión. O la explosión hacia adentro y lo sugerente de la coyuntura.


Raúl Prada Alcoreza :: 30.06.17

Hasta hace poco, todo parecía un conflicto entre la “oposición” y el gobierno; empero, ahora el conflicto se ha extendido, ahora se da entre gran parte del pueblo y el gobierno, que se ha atrincherado en los órganos de poderes del Estado que controla. No se puede decir, de ninguna manera, que se trata, como lo dice el gobierno, de “defender el gobierno revolucionario” o caer en manos de la “oposición de derecha”.
El desafío histórico es otro; ¿Cómo continuar la revolución? ¿Cómo continuar la lucha? ¿Cómo evitar que la revolución se detenga en su termidor, de “derecha” o de “izquierda”, y continúe?
¿Podrá el pueblo venezolano resolver el problema y el desafío que enfrentaron anteriores revoluciones y no pudieron hacerlo? Esto de continuar la revolución y salir del círculo vicioso del poder. No lo sabemos; empero, lo sugerente de la coyuntura álgida, es que ha aparecido, se ha pronunciado y está actuando, la tercera opción; la hemos llamado alternativa al callejón sin salida.
Lo que no quiere ver este “chavismo” deschavetado oficialista es que ya no se enfrenta solo a la “oposición”, como antes; tampoco, recientemente, a la juventud de las universidades y otros estratos medios; sino que enfrenta, ahora, al pueblo venezolano, que está harto del teatro político, además mediocre.
¿Por qué la revolución, que era esperanza y entusiasmo, se ha convertido en escasez de todo; no solo de bienes de consumo, de medicamentos, sino de ideas? Lo que no sabe el pueblo es que parte de la estructura de poder, la partidaria y gubernamental, es la nueva élite, los nuevos ricos. Si lo supiera, esta élite, que se sostiene en la confianza popular, es resultado de la usurpación de la revolución bolivariana, la élite tendría que escapar ante la furia del pueblo.
No interesa lo que diga esa “izquierda” apologista sobre estos “gobiernos progresistas”; lo que dicen es repetición de enunciados dichos antes, enunciados que han perdido contenido.
Lo que importa es lo que siente, piensa, dice, el pueblo. No es fácil abandonar esperanzas, expectativas, confianzas, sobre todo, el creer en los que se confiaron. Es todo un aprendizaje de las experiencias sociales y políticas dramáticas. Cuando se da el aprendizaje colectivo, el pueblo se libera de sus propios fetiches y se asume como protagonista de la historia.
La revolución no se impone, se la hace; es una fiesta popular llena de entusiasmo. La revolución no es un Estado, que es el que impone, si se quiere la Ley; pero también impone el capricho de los gobernantes. Cuando la “revolución” se impone ha dejado de ser revolución; es un Estado policial.
¿Cómo encontrar una salida donde el pueblo no dependa de convocatorias del mito, sino de su propia potencia social? Esta es la cuestión.

Nota de Jaime Yovanovic (Profesor J)
Ustedes disculpen, pero estamos sacando texto tras texto del artículo a modo de introducción, sin embargo contiene mucho más y se debe apreciar como un aporte a la historia, teoría y práctica del cambio y la revolución, pues aquí queda claro que los discursos y alabanzas de las izquierdas y los intelectuales que defienden la represión de Maduro, son pura paja molida.


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