La singularidad es única, irrepetible; es todo lo opuesto a la generalización y universalización. Se resiste a la homogeneización, incluso a las analogías. Es, si se quiere, la realidad realizada en lo concreto, en la especificidad, que parece es la única forma de realizarse, de ser real.
Balance y autocrítica
01.07.2017
Raúl Prada Alcoreza
http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/balance-y-autocritica/
¿Cómo funciona el sistema-mundo capitalista, desde la perspectiva de la complejidad? La que concibe la complejidad desde la proliferación de las singularidades, en las distintas escalas, extensidades e intensidades. Sobre todo, cuando parte de la comprensión de la simultaneidad dinámica, que sitúa los acontecimientos en los tejidos del espacio-tiempo. Escribimos sobre el tema en El capitalismo desde una mirada de la complejidad[1]; ahora queremos volver al asunto, empero, más imbuidos de enfoques de las singularidades. Pues la singularidad es única, irrepetible; es todo lo opuesto a la generalización y universalización. Se resiste a la homogeneización, incluso a las analogías. Es, si se quiere, la realidad realizada en lo concreto, en la especificidad, que parece es la única forma de realizarse, de ser real.
Como dijimos desde Episteme compleja[2], la singularidad supone una pluralidad, una asociación y composición. No se trata de la unidad última buscada por las ciencias de la episteme moderna. Desde la perspectiva de la complejidad, no hay tal unidad última e indivisible. Estamos ante el acontecimiento, que es pluralidad. En vez de unidad última e indivisible, lo que se percibe es la integración, por asociación, composición y combinación de composiciones. Entonces, lo que importa es comprender las dinámicas asociativas que se integran.
La capacidad de integración parece un atributo intrínseco de las singularidades. ¿Cómo explicar esta paradoja; lo único, lo singular, es capaz de asociarse? No deriva esta singularidad en lo que ha supuesto la filosofía moderna, en el egoísmo. Lo singular es singular precisamente porque no se aísla, sino porque se asocia. Este es el tema que hay que abordar.
Parece que las composiciones, desde infinitesimales, hasta las molares, pasando por las atómicas y moleculares, son posibles por asociación de singularidades. Por otra parte, parece que las singularidades existen precisamente por asociaciones, que son inherentes a su composición. Esto parece ocurrir desde las fuerzas fundamentales del universo hasta los acontecimientos molares del mismo, pasando por el acontecimiento de la vida en el planeta Tierra. Se trata, si se quiere, de una paradoja creativa.
Las composiciones existentes son asociaciones de singularidades y combinación de estas asociaciones; las singularidades mismas son, a la vez, asociaciones de otras singularidades. ¿Es de nunca acabar esta retrospección y esta prospección, además proyección? Para acercarse a la comprensión de esta singularidad proliferante, parece que no podemos hacerlo desde la perspectiva lineal, sino, mas bien, desde la perspectiva de topologías complejas[3].
La dificultad de la comprensión de la paradoja existencial parece encontrarse en que todavía, a pesar de incursionar en el pensamiento complejo, se mantienen algunos dualismos heredados; por ejemplo, éste de separar a la singularidad de las asociaciones. Lo que parece conveniente es entender que se trata de algo inseparable. Este algo inseparable no puede pensarse ni como espacio ni como tiempo, sino como espacio-tiempo, tal como propone la física relativista y cuántica. Desde nuestra interpretación, como movimiento dado tetra-dimensionalmente o en once dimensiones, como proponen la teoría de las cuerdas unificada.
Entonces, se trata de movimiento, por lo tanto, de desplazamiento de energía, en forma de ondas y de vibraciones; quizás tengan razón, aunque su razón sea matemática, los de las teorías de las cuerdas, por lo tanto, en forma de cuerdas. Cuando se habla de singularidad, de alguna manera, se sugiere algo, dada en una transversalidad o recortada en la misma; por lo tanto, se sugiere una estática instantánea, donde el fenómeno es lo que se capta en ese instante. Sin embargo, desde la perspectiva del movimiento, nada se detiene, todo transcurre, por así decirlo.
Retomando el lenguaje de la ontología, se tendría que decir que el movimiento no es, pues no se detiene, no presenta ni su estructura ni su composición en el instante. El problema es que este no es negaría la existencia tal como se da. Si bien las filosofías nihilistas, en sus expresiones más especulativas, en el buen sentido de la palabra, como meditación llevada al estado de suspensión, podrían estar de acuerdo con este enunciado, no se llega a interpretar la paradoja, pues se la entiende como suspensión, como nirvana; situación que lleva al extremo la estática que criticamos, que parece insostenible ante la paradoja del movimiento.
Volviendo al principio, el movimiento no es estática, sino todo lo diferente. Entonces, ¿cómo interpretar el movimiento? ¿De la misma manera que dijimos que no hay singularidad sin asociación de singularidades, podríamos decir que no hay materia sin energía? ¿Qué la materia es energía condensada? Pero, entonces, ¿qué es la energía? No interesa insistir en un presupuesto conocido y aceptado, que la materia es energía, sino en los problemas que planea este enunciado, que es corroborado por la física relativista. ¿Qué es la energía, que parece que es, por así decirlo, anterior a la materia?
La energía es captada por sus vibraciones y ondas, sus intensidades y formas de expansión. Incluso, ya especulando, por sus transformaciones o, si se quiere, en sus transformaciones. Pero, ¿qué es lo que vibra? En un texto especulativo[4] dijimos que lo que vibra es el tejido espacio-tiempo, lo que se mueve es el tejido espacio-tiempo, siguiendo las interpretaciones de la física relativista y cuántica. Pero, ¿qué es lo que hace mover al tejido espacio-tiempo; qué es lo que genera las vibraciones y las ondas? ¿Se puede decir que lo que impacta en el tejido lo hace vibrar y moverse? Pero, esto sería suponer un afuera del tejido, lo que ya es muy difícil y complicado sostener. ¿O se trata de que el tejido es eso, tejido de vibraciones y ondas? Desde esta perspectiva, el tejido espacio-tiempo es tejido energético.
En griego antiguo energía es dinámica, también fuerza, así como potencia. Sin embargo, ¿cómo podemos comprender esta dinámica, eta fuerza y esta potencia? Que son como tres acepciones de la energía. Otra vez, la dinámica se remite al movimiento, la fuerza a la magnitud del empuje, la potencia a lo que puede, a la capacidad contenida que puede desplazarse. Pero, no terminan de responder a lo qué es la energía. Como tampoco terminan de responder las descripciones y definiciones que la conciben a partir de las vibraciones y ondas. No podemos quedar satisfechos con esto, pues no terminan de decirnos qué es aquello que nombramos como energía. Posiblemente el nombre, el concepto, la imagen, que connota, no sean apropiados para interpretar aquéllo que se nombra como energía. Entonces, ¿cómo nombrarla? Pregunta para los físicos.
¿Por qué esta introducción tan teórica? Que recoge nuestras hipótesis interpretativas, prospectivas y hasta especulativas, que hemos venido lanzando desde La explosión de la vida. Porque queremos hacer una evaluación de lo que hemos venido escribiendo, a propósito de la perspectiva compleja, del pensamiento complejo, de la episteme compleja, de la condición plural y singular, de la ecología compleja. También, en este trajín, queremos evaluar nuestros análisis de la coyuntura política, sobre todo, enfocada en el continente, aunque también nos referimos a la coyuntura mundial. Es menester hacerlo, pues requerimos evaluar la consistencia de estos desplazamientos e incursiones en los horizontes abiertos por el pensamiento complejo. Particularmente interesa ponderar su utilidad.
Balance
Las hipótesis interpretativas, prospectivas y especulativas, son todavía eso, hipótesis; no pueden dejar de serlo hasta contrastarse a través de investigaciones. Puede que, como se dice, los hechos, los sucesos, los eventos, corroboren las hipótesis, en la medida que el acontecer devele analogías materiales respecto a los bocetos interpretativos. Sin embargo, esta corroboración factual no deja de ser incierta, a pesar de todas las certidumbres que parezcan verificadas. De todas maneras, se requiere del control de la investigación. Por lo tanto, no podemos pasar a la corroboración investigativa, mientras no se den las investigaciones pertinentes. Sin embargo, podemos, provisionalmente pasar a la contrastación respecto de los hechos, sucesos, eventos, que se han dado, recientemente y se van dando en el presente.
Por el momento nos vamos a concentrar en los análisis e interpretaciones que hicimos de las genealogías de los “gobiernos progresistas”. Un primer paso crítico, de manera explícita, pronunciando enunciaciones teóricas y políticas, respecto a los llamados “gobiernos progresistas”, fue el de defensa crítica. La importancia de este posicionamiento radica en la certeza de que no puede darse una defensa, en pleno sentido de la palabra, sino es crítica. La “defensa” que hace apología, en realidad, es un desarme, un ocultamiento de los problemas y de los errores; por lo tanto, es como hacerse el harakiri.
A partir de este posicionamiento crítico, se enfocó a los “gobiernos progresistas”, a los procesos políticos en los que están insertos. En otras palabras, la mirada de la defensa critica pone en evidencia los errores y problemas, las contradicciones, las limitaciones de estos gobiernos. La pregunta subsecuente fue: ¿Por qué ocurre? Las hipótesis interpretativas tratan de responder esta pregunta, desplegándose en el análisis que se basa en estas hipótesis. Es aquí donde se hacen bocetos teóricos para intentar la explicación de los acontecimientos políticos.
El segundo paso es, después de la constatación, de que los “gobiernos progresistas” se embarcaron en un rumbo conocido, el del círculo vicioso del poder; conllevando la trama de los desenlaces dramáticos, se retoma la crítica de las genealogías del poder. Se sugiere llevar consecuentemente la crítica de la economía política; esto equivale, por así decirlo, a lo que dejó pendiente Karl Marx. No se trata solo de la economía política, en sentido restringido, sino de economía política generalizada; es decir, de los procesos de diferenciación en los múltiples campos sociales, donde se valoriza lo abstracto y se desvaloriza lo concreto. En consecuencia, se trata, radicalmente, de la crítica de la economía política generalizada[5].
Es cuando cambian las temporalidades, es decir, las épocas, los períodos, considerados por la historia. Se sugiere que la modernidad es una época inventada por la historia, que, en todo caso, ésta, que puede entenderse como civilización moderna, sobre todo, en lo que respecta a la economía política generalizada, comienza antes; con la economía política religiosa, que separa espíritu de cuerpo, valorizando el espíritu y desvalorizando e cuerpo. Por otra parte, apoyando esta tesis, se asume, desde la perspectiva de la complejidad, la concepción de la simultaneidad dinámica, sobre la base de la mirada física relativista y cuántica del tejido espacio-tiempo.
Estas tesis, la de la economía política generalizada y la de la simultaneidad dinámica, nos llevan a modificar la percepción del presente, que va ser concebido como espesores del presente. Sin embargo, se llega a este enunciado, no solo por este camino, sino, también por otro; el derivado de la reflexión sobre las tesis e investigaciones de la corriente denominada historia reciente. Reflexión que sugiere que el presente del que habla la historia reciente es presente diferido[6]. Por ambos caminos se incursiona en lo que se denomina historia de Latinoamérica y el Caribe. En esta incursión se encuentran, si se quiere analogías, a pesar de las diferencias singulares de los contextos, en las estructuras de los Estado-nación. Se sugiere que lo que pasa en México se repite en la conformación de los Estado-nación en América Latina y el Caribe. Se da lugar, en efecto, al Estado corporativo; el de los pactos y acuerdos entre las clases dominantes; pero, también con las clases subalternas. La lectura del libro de Rhina Roux El príncipe mexicano[7], es aleccionadora, pues es donde se enuncia el concepto de Estado corporativo. Esta apreciación nos conduce a replantear la colonialidad no solo como colonialidad del poder y otras colonialidades anexas, sino como Estado-nación corporativo; producto de los acuerdos, pactos y alianzas entre las clases sociales involucradas, desde las dominantes hasta las subalternas.
Esto quiere decir que en la reproducción de la colonialidad no solamente están involucrados dominantes y dominados, que la colonialidad se ha inscrito en todos los cuerpos de la sociedad, sino que la colonialidad es promovida, de manera concomitante, por todos. Un síntoma elocuente de este fenómeno social, político y cultural, se da con la forma de gubernamentalidad clientelar y carismática. Donde la convocatoria del mito retoma los imaginarios mesiánicos y patriarcales, cumpliendo una labor paradójica; convoca al pueblo, lo cohesiona por intervención de la figura carismática del caudillo, forma parte esta ideología de la movilización social, en su etapa inicial; pero, por otra parte, subordina al pueblo al símbolo encarnado del mesías, reproduciendo los imaginarios religiosos que formaron parte de la colonización.
La colonialidad vendría a ser un deseo del amo, un deseo del patriarca, por lo tanto, de formas ancestrales de dominación, combinadas con formas de dominación modernas, como las relativas a la legitimación republicana. Cuando aparece este problema u obstáculo histórico-político, la pregunta es nuevamente: ¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué se forjan las propias cadenas? Aquí la reflexión se vuelve nuevamente teórica; se pregunta: ¿por qué las sociedades humanas, que construyen instituciones para la sobrevivencia y el potenciamiento social, terminan convirtiendo sus criaturas en dioses? ¿Por qué se vuelven dependientes de estos instrumentos institucionales, convertidos en fetiches, como si tuvieran vida propia?
En este caso, las respuestas son problemáticas. Se pregunta sobre si los humanos son un proyecto fracasado del genoma ancestral común, genoma generador de la vida, en sentido biológico, en el planeta, de plantas y animales, para decirlo en lenguaje común. De manera menos lapidaria, también se pregunta en qué momento o momentos las sociedades humanas se han embarcado en esta ruta fetichista de las instituciones, que implica el círculo vicioso del poder. Las respuestas no son, sin embargo, lapidarias; se sugiere la tesis de la potencia social, que es la versión humana de la potencia de la vida. En este sentido, se abre la esperanza de que la potencia social corrija, para decirlo con esa simpleza llana, este desvarío histórico. Por otra parte, también se sugiere que la sociedad como tal, supone, lo que se ha institucionalizado, la sociedad institucionalizada; empero, que se sostiene en el substrato de la sociedad alterativa, que corresponde precisamente a la potencia social. Desde esta perspectiva, se sugiere la posibilidad de que la sociedad alterativa, el substrato, disemine la malla institucional, que atrapa fuerzas de la potencia social, las utiliza para su reproducción, que es la del poder.
La proyección de estas tesis se abre a una consideración global, por así decirlo, del mundo institucionalizado, como orden mundial, que corresponde a la malla institucional que legitima las formas polimorfas de las dominaciones en el sistema-mundo capitalista. Esta consideración tiene que ver con las tesis de la decadencia, de la anti-producción y de la diseminación[8], a las que habría llegado la “evolución” del sistema-mundo capitalista; mejor dicho, la civilización moderna.
Considerando el conjunto de estas hipótesis interpretativas, de los análisis subsecuentes, de los enunciados vertidos y las tesis construidas, además de los conceptos, se hace el balance de las historias del socialismo real, en tanto Estado, y de los “gobiernos progresistas”. Dicho de manera sucinta, se dice que el socialismo real no hace otra cosa que ofrecenos otra vía, burocrática, del capitalismo. Así mismo que los “gobiernos progresistas”, si bien, se inician con vocación antiimperialista, terminan moviéndose en los márgenes permitidos por la geopolítica del sistema-mundo capitalista; entonces, lo reproducen; forman parte del orden de la dominación mundial; es decir, del imperio.
No haríamos un resumen completo si es que no tocamos las tesis sobre la singularidad; aunque ya las mencionamos al principio, en la introducción teórica. Al respecto, lo que es menester remarcar es que la singularidad de los acontecimientos políticos responden a combinaciones y composiciones únicas de los espesores del presente. Esto las hace diferentes, pero, también, las hace sintonizables en lo que respecta a la integralidad de los acontecimientos en el mundo efectivo.
Autocrítica
Ahora bien, ¿cuáles son los problemas de esta interpretación integral del acontecimiento político? Primero, no se termina de resolver, es decir, explicar, el por qué los y las dominadas, son cómplices del poder, por lo tanto, de sus dominaciones. Es como encontrar un umbral, si se quiere epistemológico, para decirlo en términos de los saberes, que no es fácil de cruzar. Ciertamente, se puede decir que faltan las investigaciones para lograrlo. Sin embargo, se podría decir, que también se hallan los límites de la teoría. Los límites de estas incursiones en el pensamiento complejo; lo que no quiere decir que sean límites del pensamiento complejo, que se va conformando colectivamente, en el contexto de la crisis epistemológica de la civilización moderna.
Segundo, como se ha afirmado, el pensamiento complejo no se concibe como pensamiento, sino como acontecimiento; vale decir, como praxis y materialidades sociales y ecológicas, que integran al acontecimiento en las dinámicas vitales del planeta. En consecuencia, la interpretación hecha no llega a cuajar en un activismo integral, que es lo que se requiere, dada la crisis ecológica. Por más que se anhele que esto ocurra y se proclame, convocando a los colectivos activistas.
Tercero, que es algo que corresponde a lo que no mencionamos en el balance anterior, pues quisimos enfocar las connotaciones histórico-sociales-económicas-políticas-culturales, por el momento; hablamos de la concepción integral, dinámica y simultanea de la ecología compleja. Se puede decir, positivamente, que la tesis de la ecología compleja, retoma los avances del pensamiento complejo, sugiriendo continuidades y rutas aperturistas; incluso proponiendo revisiones integrales de las posiciones críticas y activistas, reconsiderando lo que se connota con el imaginario y conceptualidad de revolución; tiene un handicap, reconocido en la propia exposición; la falta de comunicación con los seres de las otras formas de sociedades orgánicas del planeta. Por otra parte, no se puede decir que se ha logrado la comunicación con los colectivos activistas, aunque en parte se haya dado una retroalimentación. En tercer lugar, sigue siendo una exposición discursiva y teórica; no es accesible al pueblo, para decirlo de esa manera, en leguaje del sentido común. Es decir, no se ha realizado una pedagogía política colectiva, que es lo que también se enuncia en las exposiciones.
Por el momento, nos quedaremos, en estas observaciones críticas, de una primera evaluación de la interpretación propuesta a lo largo de varios ensayos. ¿Qué sugerimos? Retomando aquello de que las teorías son instrumentos orientadores, que alumbran como linternas en la oscuridad, que son desechables cuando no sirven, para proponer y mejorar las interpretaciones, que deben ser operativas, para resolver problemas; proponemos una reflexión colectiva, pues somos conscientes no solo de que el intelecto es general, social, participativo, sino que forma parte de las realizaciones, en este terreno, de la potencia social. Los problemas pendientes tienen que ser abordados colectivamente, activistamente y responsablemente.
[1] Ver El capitalismo desde una mirada de la complejidad. https://pradaraul.wordpress.com/2014/09/08/el-capitalismo-desde-una-mirada-de-la-complejidad/.
[2] Ver Episteme compleja. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/episteme_compleja.
[3] Ver Imaginario e imaginación radicales.
https://pradaraul.wordpress.com/2016/04/17/imaginacion-e-imaginario-radicales-en-devenir-y-dinamicas-moleculares/.
[4] Ver Más acá y más allá de la mirada humana. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/m__s_ac___y_m__s_all___de_la_mirada.
[5] Ver Crítica de la economía política generalizada. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/cr__tica_de_la_econom__a_pol__tica_.
[6] Ver Cartografías histórico-políticas. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/extractivismo.
[7] Ver de Rhina Roux: El príncipe mexicano. Subalternidad, historia y Estado. Era 2005; México.
[8] Ver Signo y movimiento. También El mundo como espectáculo; así también Anti-producción; de la misma manera Diseminaciones. Del mismo modo Desenlaces; así como Decadencia.
https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/signo-movimiento.
https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/el_mundo_como_espect__culo.
https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/antiproducci__n.
https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/diseminaciones-libro.
https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/desenlaces_2.
https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/la_decadencia.