Achacachi ya no se bloqueará sola, sino que se hará sentir para que el país conozca que Achacachi es un guardián de la democracia. “Tenemos a la cabeza al hermano Felipe Quispe, que ayer ha sido posesionado como máximo representante de la comisión de bloqueo y movilización. En función a ellos pues se determinarán todas las medidas radicales que vamos a asumir; nosotros ya no estamos a la cabeza de asumir cualquier medida. A partir de las 05:00 ellos ya están movilizados y los vecinos se han auto-convocado; están furiosos contra este gobierno porque está agarrando la justicia a la orden de un partido político, para hacer persecución contra los dirigentes”.
Acostumbrado el gobierno a maniobrar, a usar la supuesta astucia criolla, que más de astucia tiene de torpeza, de forcejos, considera que también en estos casos se va imponer. Pero, se equivoca; ya le mostró la VIII marcha indígena en defensa del TIPNIS y de la vida lo que puede el coraje de los pueblos indígenas; ya le está mostrando Achacachi lo que puede el coraje del legendario pueblo de Achacachi. Falta que el pueblo boliviano apoye a estas resistencias y luchas contra el despotismo de la forma de gubernamentalidad clientelar.
Vuelve la movilización social anti-sistémica
Raúl Prada Alcoreza
Achacachi se ha convertido en un epicentro de la reemergencia de la movilización social anti-sistémica; movilización prolongada[1], que abrió el proceso constituyente[2] en los términos de la retoma de la guerra anticolonial y anti-capitalista. Movilización social que es el substrato volcánico del proceso constituyente, que después fue convertido, por los que se subieron a la cresta de la ola de la movilización prolongada, en “proceso de cambio”, cuyo cambio solo fue un barniz en el antiguo Estado-nación subalterno, liberal y colonial. Lo que debía haber sido una transformación radical estructural e institucional, fue convertida por los disfrazados de “revolucionarios”, en una comedia grotesca, en un teatro político, en una simulación estridente y sin gracia, en espectáculo rimbómbate. Todo esto para seguir en el mismo modelo de todas las élites que gobernaron el país, sean conservadoras, liberales, nacionalistas, de dictadura militar, neoliberales o “progresistas”; este modelo es el colonial extractivista del capitalismo dependiente. Todo esto para mantener, expandir e intensificar la economía extractivista y abultar o engrosar el Estado rentista. Los gobernantes, su entorno palaciego, la dirigencia partidaria, la dirigencia sindical cooptada, se han convertido en la burguesía rentista[3], en concomitancia perversa con la hiper-burguesía mundial de la energía fósil[4], que domina el mundo, para preservar la extracción, explotación e industrialización de la energía fósil, de los hidrocarburos, acompañados por la extracción minera y otras formas expansivas de la agricultura empresarial extractivista.
La recuperación de las energías y fuerzas sociales críticas, de la potencia social, ha tardado en reanimarse ante la decadencia populista del gobierno que se autonombra, sin justificación alguna, “gobierno de los movimientos sociales”. Parece haber llegado el momento del punto de inflexión, donde nuevamente los movimientos sociales anti-sistémicos, retoman la conducción de las luchas emancipatorias, de liberación, anticoloniales y anticapitalistas, irrenunciables. Las naciones y pueblos indígenas, reunidos en el TIPNIS, decidirán continuar la guerra anticolonial contra las figuras de los conquistadores, metamorfoseadas en las figuras de los “gobernantes progresistas” y su proyecto extractivista colonial; proyecto político-económico al servicio de la hiper-burguesía de la energía fósil, dominante en el orden mundial, el imperio. La población de Achacachi, conocida por su coraje legendario, sale en defensa de la democracia, pisoteada por un gobierno demagógico y su masa elocuente de llunk’us; distribuidos en el Congreso, en el Órgano Judicial, en los tribunales constitucionales, en parte, en el Órgano Electoral. Democracia que, de acuerdo a lo establecido en la Constitución, es participativa, pluralista, comunitaria y representativa. Colectivos activistas de jóvenes y de ciudadanos consientes han salido en defensa del TIPNIS, en contra de una ley no solamente inconstitucional – la que levanta la intangibilidad del TIPNIS -, violatoria de los derechos consagrados en la Constitución, sino una ley al servicio de la burguesía rentista y de la burguesía tradicional boliviana recompuesta, cobijada por el “gobierno progresista”, y al servicio de la hiper-burguesía de la energía fósil, donde se encuentran personajes como Donald Trump y Vladimir Putin. Aparentes enemigos, pues sus Estado-nación, heredaron los efluvios de la guerra fría; empero, cómplices en mantener forzadamente la explotación de la energía fósil, destruyendo el planeta.
La lucha contra la impostura, la comedia “revolucionaria”, no solamente se ha dado en Bolivia, sino también en la República Bolivariana de Venezuela, donde el pueblo, al margen de la “oposición” o de alguna manera coincidiendo en parte con ella, en el mejor de los casos, como ha ocurrido con la tercera vía, el chavismo crítico, ha salido a pelear por la democracia, que en códigos constitucionales significa democracia participativa y comunitaria autogestionaria. En consecuencia, el punto de inflexión afecta al continente[5].
El caso del conflicto de Achacachi es ilustrativo de la decadencia de la forma de gubernamentalidad clientelar. Es uno de los muchos casos de la administración corrupta de las alcaldías gobernadas por el MAS. En lo que respecta a la provincia de Omasuyus, desde cuando Eugenio Rojas estuvo a cargo de construcciones y de puentes, que se deshicieron pues no cumplían con los requisitos mínimos de ingeniería civil, hasta el actual alcalde Edgar Ramos, se ha efectuado y practicado el procedimiento de la economía política del chantaje, que es el de la corrupción y de la corrosión institucional, apropiándose de recursos que corresponden a la población. Haciendo lo que hace el gobierno, aunque éste en escala más grande; sobreprecios, recepción o emisión de coimas; arreglo con empresas para abultar costos y recibir beneficios privados; construir elefantes blancos, como los de San Buena Aventura; desfalcar al Tesoro General con contratos onerosos y excesivos, como la de las plantas separadoras, compra de barcazas, que nunca llegaron al país; pérdidas millonaria, contada en centenas, sino es en miles de dólares, de las que no responde el gobierno. Estos hechos bochornosos y escandalosos son encubiertos por el Congreso, ocultados por la Contraloría, desconocidos por la Justicia, que hace ojos ciegos. La diferencia de lo que ocurre en Achacachi es que es local este despliegue corrosivo de la corrupción institucional; entonces es más visible; no se pueden eludir las evidencias. En otros lugares los oficialistas han tapado los grandes huecos, corrompiendo también a los dirigentes que demandaban e interpelaban. En Achacachi no lo pudieron hacer, no lo pueden hacer, por la reserva de coraje que tiene el legendario pueblo.
Descripción del conflicto
De acuerdo a información de ERBOL, el presidente del comité cívico de Omasuyos, Elsner Larrazábal, informó a Erbol que la situación del conflicto se agravó ayer tras la decisión del juez de Achacachi de enviar a detención preventiva, al presidente de la Junta Vecinal de esa población, Esnor Condori, a petición del Ministerio Público a instancias del alcalde Ramos. Lazarrábal explicó que la población de Achacachi nuevamente está bloqueada, debido a que el gobierno ha hecho oídos sordos a la población ante el pedido de renuncia del alcalde del MAS, a quien acusan de ejercer una gestión poco transparente. Lamentó que la justicia actúe de manera urgente para encarcelar a Esnor Condori y proteger las irregularidades del alcalde masista “autor del saqueo de las arcas” municipales, y encarcelar a cinco dirigentes vecinales. “Hemos sido tolerantes, ahora vamos a masificar nuestra protesta. Le hemos dicho a este gobierno, justicia o muerte. A partir de ahora, si el señor Evo Morales quiere diálogo, va a tener que venir a Achacachi, caso contrario nosotros no vamos a entablar diálogo con esos ministros que se han hecho la burla. El señor Cesar Cocarico y Eugenio Rojas que ha mentido al país. Ese ministro que es un ‘mata perros’, no es ninguna autoridad”[6].
El informe de ERBOL continúa:
Aseguró que Achacachi ya no se bloqueará sola, sino que se hará sentir para que el país conozca que Achacachi es un guardián de la democracia. “Tenemos a la cabeza al hermano Felipe Quispe, que ayer ha sido posesionado como máximo representante de la comisión de bloqueo y movilización. En función a ellos pues se determinarán todas las medidas radicales que vamos a asumir; nosotros ya no estamos a la cabeza de asumir cualquier medida. A partir de las 05:00 ellos ya están movilizados y los vecinos se han auto-convocado; están furiosos contra este gobierno porque está agarrando la justicia a la orden de un partido político, para hacer persecución contra los dirigentes”[7].
El informe culmina con el siguiente resumen:
El conflicto de Achacachi se arrastra desde febrero cuando un grupo de vecinos quemaron la alcaldía y la casa del alcalde Ramos en señal de protesta para exigir rendición de cuentas. La autoridad demandó penalmente a los líderes vecinales y desde entonces no gobierna en la sede de sus funciones, sino desde la población Warisata, distante a 9 kilómetros de Achacachi[8].
Felipe Quispe Huanca ha sido posesionado como máximo representante de la comisión de bloqueo y movilización. Cuando lo eligieron como máximo representante de la CSUTCB, en una situación crítica, cuando se encontraban divididos los sindicatos campesinos, en la pugna por el liderazgo entre Evo Morales Ayma y Alejo Veliz, fue una elección acertada, pues emergieron las fuerzas radicales de los Ayllus Rojos, como baluartes de la recomposición del sindicalismo campesino; otorgándole cualidad interpelativa, de lucha y de combate; adquiriendo tonalidades de alcance histórico el proyecto katarista, en su versión aguerrida. En estas circunstancias la CSUTCB se radicaliza y se embarca en el bloqueo indígena-campesino, que sitia a cuatro ciudades del eje central, El Alto, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, después de la victoria de la guerra del agua en Cochabamba; en la que se encuentra como protagonista la Coordinadora de Defensa del Agua y de la Vida. El bloqueo indígena-campesino revive el sitio de las tropas comandadas por Tupac Katari a la ciudad de Nuestra Señora de La Paz; solo que en esa coyuntura se trataba de cuatro ciudades capitales del eje central o troncal de la economía boliviana.
Se puede decir que estas dos victorias políticas iniciales, de los seis años de la movilización prolongada (2000-2005), deciden el curso siguiente de los acontecimientos. Primero, a pesar de que se tenía que ir, el 2002, hacia una Asamblea Constituyente - propuesta por las organizaciones indígenas, CIDOB y CONAMAQ, Asamblea Constituyente o convocatoria a ella boicoteada por el MAS, que prefirió ir por las elecciones nacionales, sin revisar la Constitución liberal heredada, cuando las victorias políticas exigían, más bien, cambiar las reglas del juego electoral - y, en vez de esto, se van a las elecciones nacionales del 2002, se conformaron las condiciones subjetivas, derrumbadas las estructuras psicológicas y simbólicas de la dominación, para que una opción cercana a la movilización gane las elecciones. La victoria política de los movimientos sociales se convirtió en ratificación electoral.
Segundo, cuando el MAS ya convertido en segunda fuerza del Congreso se develaron temprano sus inclinaciones conciliadoras; se propuso modificar los términos de intercambio de la renta hidrocarburífera; propuso la distribución del 50%, a diferencia de la propuesta de la “derecha”, que se afincó en el 32% para el Estado. Esto contrasta notoriamente con la propuesta popular emergida de la guerra del gas, de la victoria política de la ciudad de El Alto, denominada Agenda de Octubre, que se planteó la nacionalización de los hidrocarburos. Sin embargo, a pesar de estas inclinaciones conciliadoras del MAS, se impuso la voluntad de los movimientos sociales victoriosos, la voluntad de la movilización prolongada.
Tercero, la guerra del gas, que estalla cuando coinciden las luchas de las juntas de vecinos de El Alto contra las medidas de la Alcaldía conocidas como Maya y Paya - una referida al impuesto a los inmuebles, la otra referida al catastro - y la lucha de los sindicatos del Altiplano, concretamente de la provincia de Pucarani, en contra el apresamiento y encarcelamiento de dirigentes que llevaron a cabo y apoyaron la justicia comunitaria contra ladrones de ganado. Como dijimos en Largo octubre[9], es cuando la estructura de larga duración de la guerra anticolonial indígena y la estructura de mediana duración de la lucha nacional-popular coinciden, se encuentran, se refuerzan y entrelazan. Desde entonces, la marcha de los acontecimientos, las victorias populares, son incontenibles.
Es en este contexto histórico-político que debemos situar e interpretar el efecto de la elección de Felipe Quispe como máximo dirigente de la CSUTCB. Ahora, Felipe Quispe vuelve a ser elegido como máximo representante del bloqueo y la movilización de Achacachi, como dice el dirigente Larrazábal, en defensa de la democracia. Si hacemos un paragón, podemos sugerir que este hecho anuncia un cambio en los ritmos y las tendencias inherentes al proceso político, denominado “proceso de cambio”, que de cambio tiene la de la regresión, primero, y después, de la decadencia. Anuncia el punto de inflexión del que hablamos más arriba.
La movilización prolongada en Bolivia (2000-2005) asombró al mundo por su vitalidad, persistencia, por la acumulación de fuerzas; además, por abrir otros decursos de la lucha anticapitalista y anticolonial, compartiendo el horizonte de apertura con lo que venía acaeciendo desde el levantamiento zapatista (1994) contra el Tratado de Libre Comercio de Norte América. Iniciando una nueva generación de luchas anticapitalistas, anticoloniales y antimodernas; mostrando más alcance y más profundidad histórica que la lucha proletaria contra el capitalismo; pues ésta se había circunscrito en los horizontes de la modernidad y no llegaba a ser anti-colonial, en pleno sentido de la palabra.
El problema aparece cuando los que se suben a la cresta de la ola, en circunstancias aprovechables, desvalorizan, banalizan, debilitan y vacían todo este acontecimiento histórico-político-social-cultural, que fue la movilización prolongada. Cuando convocan a una Asamblea Constituyente desde el Congreso, reduciéndola a la condición de derivada, cuando ya la insurrección popular victoriosa la había convocado antes, como corresponde, en lo que respecta al poder constituyente; haciendo esta convocatoria insurreccional originaria a la Asamblea Constituyente. Cuando convierten la Asamblea Constituyente en un escenario donde se prolonga el ejecutivo, es decir, el poder constituido, tratando de someter a sus criterios a la Asamblea Constituyente, queriéndola volver una Asamblea Constituyente des-constituyente y sumisa. Por la envergadura de la Asamblea Constituyente, el país, con sus diversidades, localismos, territorialidades, lenguas, espesores, estaba ahí. No se podía eludir esta experiencia intensa del mirarse, olerse, conocerse. Además la mayoría absoluta o más de la mayoría absoluta estaban como representación de las mayorías populares, indígenas, campesinas y urbanas. Sin embargo, en vez de dejar fluir el poder constituyente, el ejecutivo y el MAS buscaron, por todas las formas y maneras, controlar la Asamblea Constituyente[10].
El ejecutivo condujo a las dos crisis que casi le cuestan la vida a la Asamblea Constituyente, que podía acabar con muerte prematura; la crisis de los 2/3, la aritmética de las decisiones, establecida por la misma convocatoria a la constituyente, por arte del Congreso; la crisis de la “Capitalía”. Si se salvó la Asamblea Constituyente fue por el estoicismo de los y las constituyentes, que se mantuvieron firmes. El texto que finalmente se redactó, no corresponde al bodrio presentado por las 21 comisiones, en su mayoría manoseadas por el ejecutivo; sino gracias al documento del Pacto de la Unidad, de las dos organizaciones indígenas y las tres organizaciones campesinas, además de otras organizaciones sociales de menor demografía. Este documento fue la base para la redacción de un texto coherente, que retome la configuración del Estado Plurinacional Comunitario y Autonómico. Los encargados de redactar, se basaron en el documento del Pacto de Unidad, que era un mandato de las organizaciones sociales, al que hizo caso omiso el MAS. Los redactores tuvieron el buen juicio de convertir en transversales el Estado plurinacional, los derechos de las naciones y pueblos indígenas, la articulación de las generaciones de derechos, derechos civiles y políticos, derechos sociales y del trabajo, derechos colectivos, derechos de la Madre Tierra. La comisión técnica-jurídica de constituyentes revisó el documento y lo mejoró. Este es el documento que finalmente se aprobó en Oruro. Empero, para que vuelva a intervenir el ejecutivo, convirtiendo al Congreso en “constitucional” – avasallando la prerrogativa al poder constituyente, es decir, a la Asamblea Constituyente -, para revisar el texto constitucional. Es ahí donde se efectúan modificaciones conservadoras, regresivas; empero, que no afectaron al núcleo de la estructura de la Constitución.
El ejecutivo no se da cuenta del alcance de la Constitución hasta el conflicto del TIPNIS; es cuando se siente amarrado, atado de manos, por una Constitución que le pone obstáculos a su proyecto extractivista colonial del capitalismo dependiente. Esta es la razón por la que el vicepresidente quiere hacer una reforma constitucional, para favorecer el proyecto extractivista y del Estado rentista, para favorecer las exigencias de las empresas trasnacionales extractivista.
Sin embargo, no ha sido óbice, la falta de reforma constitucional que los gobernantes y congresistas oficialistas desmantelen la Constitución, pues en los hechos o en la práctica el oficialismo la ha ido desmantelando, con consecutivas vulneraciones, que con sarcasmo y grotescamente las denomina como “constitucionales”. Ahora precisamente nos encontramos con dos de sus sistemáticas violaciones a la Constitución, una respecto al TIPNIS y otra respecto a Achacachi. Acostumbrado el gobierno a maniobrar, a usar la supuesta astucia criolla, que más de astucia tiene de torpeza, de forcejos, considera que también en estos casos se va imponer. Pero, se equivoca; ya le mostró la VIII marcha indígena en defensa del TIPNIS y de la vida lo que puede el coraje de los pueblos indígenas; ya le está mostrando Achacachi lo que puede el coraje del legendario pueblo de Achacachi. Falta que el pueblo boliviano apoye a estas resistencias y luchas contra el despotismo de la forma de gubernamentalidad clientelar.
[1] Ver la serie Acontecimiento político. Defensa crítica y crítica de la apología, Potencia y trama política, Paradojas de la revolución, Potencia y acontecimiento,
https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/defensa_cr__tica_y_cr__tica_de_la_a.
https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/potencia_y_trama_pol__tica_5adee397c5dd71.
https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/paradojas_de_la_revoluci__n.
https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/potencia_y_acontecimiento.
[2] Ver Descolonización y transición. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/descolonizaci__n_y_transici__n_2.do.
[3] Ver Burguesía rentista.
https://voluntaddepotencia.wordpress.com/2017/07/24/la-burguesia-rentista/.
[4] Ver La hiper-burguesía de la energía fósil.
https://voluntaddepotencia.wordpress.com/2017/07/19/la-hiper-burguesia-de-la-energia-fosil/.
[5] Ver Dominación y hegemonía. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/dominaci__n_y_hegemon__a_2f6b6819502ed3.
[6] Leer Tras 14 años, El Mallku retoma el liderazgo de los bloqueos. ERBOL; Martes, 22 Agosto, 2017. http://www.erbol.com.bo/noticia/politica/22082017/tras_14_anos_el_mallku_retoma_el_liderazgo_de_los_bloqueos.
[7] Ibídem.
[8] Ibídem.
[9] Ver Raúl Prada Alcoreza Largo Octubre. Editorial Plural; La Paz. 2005.
[10] Ver Potencia constituyente; en el poemario Alboradas crepusculares. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs/alboradas_crepusculares_dae690bccd381b.