Según el Pentágono, 140 soldados murieron en ataques en Irak en 185 días, desde el fin oficial de las hostilidades
Los insurgentes atacaron ayer el centro de la ocupación norteamericana de Irak, disparando morteros después del atardecer en el distrito central de la ciudad, que incluye importantes instalaciones de Estados Unidos.
Cuatro personas resultaron heridas, dijo el Pentágono.
España, estrecha aliada de Estados Unidos, decidió retirar a la mayoría de sus diplomáticos debido a la intensificación de la violencia.
Varias explosiones alrededor de las 7.45 de la noche estremecieron el área en torno a la zona de cuatro kilómetros cuadrados donde se hallan la sede de la coalición aliada, el centro de prensa del ejército y otras instalaciones estratégicas.
La policía iraquí dijo que dos proyectiles de mortero cayeron en la zona, pero funcionarios de Estados Unidos dijeron que la sede de la coalición, situada en uno de los palacios que pertenecieron al derrocado presidente Saddam Hussein, no resultó dañada.
Fue el segundo ataque contra instalaciones estadounidenses en el centro de Bagdad en las últimas 48 horas, y subraya la precaria situación de seguridad en la capital.
En otro episodio de violencia, insurgentes iraquíes mataron el martes a un soldado estadounidense e hirieron a otros dos al detonar una bomba a la vera de un camino en esta capital.
La canciller española Ana Palacio dijo que su gobierno retiraba a 25 de los 29 diplomáticos españoles acreditados en Bagdad, y que la mayoría serían reubicados en Ammán (Jordania).
España mantiene unos 1.300 soldados en Irak y fue uno de los aliados más firmes de Estados Unidos en su invasión del país.
“Hemos sacado a parte de nuestro personal de Bagdad temporalmente debido a que se trata de un momento muy complicado”, dijo Palacio en Berlín. El Ministerio de Defensa dijo que los españoles que trabajan para la Autoridad Provisional de la Coalición continuarán en el país. No especificó empero su número.
El mes pasado, Bulgaria y Holanda, que son también miembros de la coalición retiraron sus diplomáticos de Irak y los reubicaron en Jordania.
La creciente audacia que muestran los insurgentes en sus ataques representa una gran escalada en su campaña por desalojar a las fuerzas invasoras de Irak. También señala la vulnerabilidad de las líneas de comunicación estadounidenses ante emboscadas de la guerrilla.
En apenas cuatro días de noviembre, han muerto en Irak 23 soldados estadounidenses, la mayoría el domingo, cuando un helicóptero fue derribado por un misil.
Según el Pentágono, 140 soldados estadounidenses murieron en ataques en Irak en el curso de 185 días, desde el 1 de mayo, fecha en que el presidente de norteamericano George W. Bush anunció el final de las principales operaciones militares.