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Cambios en el poder en Chile

Por Jaime Yovanovic (Profesor J)

Estos cambios de la superestructura política, es decir en la máquina estatal, obviamente no ofrecen modificación ninguna, como todo cambio de personajes en la cima del tinglado. Hemos visto gobiernos socialistas, revolucionarios, izquierdistas y nacional-populistas que han modificado algunas dinámicas clientelares para asegurar la votación que les permita mantenerse en la capa superior de la cebolla desde donde administrar el extractivismo, esto es, el eje de la acumulación local mediante la destrucción de la naturaleza y de la vida.

Anteriormente la izquierda se la jugaba y la población les tomaba afecto, como el caso de Salvador Allende, sin embargo al negociar con los militares y aliarse a los golpistas de la DC, la izquierda tradicional se entregó al empresariado y fue perdiendo base de sustentación hasta llegar a una serie de quiebres, fugas y aún casos de corrupción severa, por lo que el Partido Comunista, deseoso de ser el principal o único interlocutor del empresariado, como en China, Cuba o Venezuela, donde se les compra fácilmente, sacó “fuera” del partido a su líder minero, Cuevas, uno de los principales dirigentes sociales, para armar una alianza que rescatara el antiguo modo de ser de la izquierda reformista, que atrae más clientes electorales que la izquierda rebelde y que la izquierda socialdemócrata, donde se encuentran actualmente aliados en la Concertación y luego Nueva Mayoría con los anticomunistas de la directiva de la DC, en la “astuta” estrategia de tener un pie en las instituciones y otro en el movimiento social, lo que quiere decir que si antes tenía su PC y el grupo armado del Frente Rodríguez (un pie en las instituciones y otro en la lucha armada), hoy día tienen al PC y al Frente Amplio. Ahora los camaradas pueden volver a reeditar la UP, sin necesidad de escapar de la DC, sino sólo izquierdizando al partido socialista llevando a sus cuadros y dirigentes a visitar Venezuela para que vean como trabajar y ganar con el empresariado

Dicho y hecho, mientras el partido pinochetista de la UDI ha retrocedido para beneficio de la derecha más ciudadana de la vieja alianza de liberales y conservadores de Renovación Nacional, y la DC ha obtenido catastróficos resultados, paralelamente al repunte del partido socialista dominado por la socialdemocracia y del partido comunista de viejo cuño estalinista que transitó del reformismo obrero al reformismo pequeño-burgués, estos nuevos izquierdistas del Frente Amplio donde se encuentra la mano negra del dirigente minero Cuevas, han recuperado parte importante de la votación que tenía antes del golpe la izquierda burocrática, o sea, discurso de izquierda, mucho sobre derechos humanos y algunos derechos sociales y práctica económica de derecha como el Frente Amplio Uruguayo. Sólo les falta salir en Citroneta como Mujica y que algún imbécil los proponga para el premio Nobel.

La segunda vuelta será dirimida entre los mismos, por un lado Piñera y por el otro Guillier del oficialismo, donde ganará Guillier si consigue negociar con el Frente Amplio, que para eso fue creado, para arrastrar a los críticos y traerlos de vuelta al redil.

Piñera obtuvo 36,64% lo que sumado al 7,93% de Kast, el furioso militante de la UDI, y la mitad o más de los votos de la DC en su candidata Goic, que alcanzó 5,98%, lo que daría para el ex presidente un 49%, o sea que Guillier tendrá que ofrecer el oro y el moro a la DC y al Frente Amplio para no perder.

A los 22.70% de Guillier, se puede sumar 20,27% de Sánchez del Frente Amplio, los 5,71 de Marco Enríquez (Meo) y los 0,87 de Navarro y Artés, lo que también da 49%.

Sigue en seguida.