Queda claro que las segunda vuelta será dirimida entre la derecha opositora y la derecha oficialista.
Guillier, candidato neoliberal-progresista se ha inclinado fuertemente a la socialdemocracia neoliberal del partido socialista nombrando jefe de su campaña de segunda vuelta al presidente del PS y hombre clave del gobierno de Bachelet: Elizalde, y cediendo cargos a Provoste de la disidencia demócrata cristiana en tanto Goic, del ala más derechista DC, resiente su derrota ignominiosa culpando a esos disidente de haber apoyado al senador acusándolos de indisciplina y deslealtad.
Guillier es senador independiente apoyado por el partido radical y miembro de la masonería, o sea, firme defensor del estado y contrario a la idea del PC (que nunca se realiza) de avanzar a la extinción del estado, lo que no les hace precisamente amiguitos, pero ha sido la necesidad de traer votos que irían con Piñera y atraer a la DC, la que le hizo sacar al PC de la primera línea del comando electoral, lo que llevó de inmediato a la ex vocera del comando y asesora, Karol Cariola, diputada comunista, a cortar lazos, al responsable de comunicación, Juan Andrés Lagos, del comité central del PC, a retirarse con toda su gente, y el equipo que lideró la estrategia digital del candidato, coordinado por el comunista Ignacio Rojas, decidió no continuar sus labores, con lo que para la segunda vuelta queda sin base la acusación de la derecha DC de que Guillier ha sido cooptado por el PC.
Empleados públicos
La CUT y la ANEF convocaron un paro nacional de dos días a partir de hoy miércoles por aumento salarial, que hasta ahora el gobierno propone un acrecentamiento real de 0.3%, lo que parece humillante. Los empleados públicos son la más poderosa categoría sindical del país con casi un millón de trabajadores, que contando a sus familias acercan a los dos millones de electores engañados por las promesas, y ambas agrupaciones son dirigidas por el partido comunista donde accedieron a esos cargos con una elevada abstención, sabiendo que lo salarial es motivo de adhesión del conjunto y este partido lo utiliza en plena coyuntura electoral, lo que se acrecentará en esta fase de segunda vuelta con la indignación del PC por haber sido retirado de la primera línea del comando electoral del candidato oficialista Guillier.
El gobierno tendrá que ceder si desea ganar simpatías y votos en esta poderosa categoría social que al defender sus puestos de trabajo, defiende el papel del estado, el instrumento de aplicación del actual proceso de acumulación de ganancias asentado en el extractivismo y destrucción de la naturaleza, además del aumento de la marginación de extensos sectores de población y los pueblos originarios que ya no esperan nada del estado chileno, salvo represión, por lo que los partidos esperan ganar más a este sector en su contradicción con el pueblo mapuche y su necesidad de autodeterminación.
El Colegio de Profesores, que el PC perdió para el Frente Amplio, se había mantenido frío frente a esta reivindicación y hoy se ha dispuesto a sumarse, con lo que aumentará la presión, que para la gente es el salario y para los partidos es el posicionamiento frente a la segunda vuelta. La oposición de la otra derecha, la de Piñera, ante esta movilización, que según los resultados de mañana jueves 23 puede transformarse en paro indefinido, espera que el gobierno de un traspié y los casi dos millones de votantes que dependen de ese sector y los usuarios de los servicios, puedan cargar la balanza electoral a su favor, lo que llevará al gobierno a responder a las demandas haciendo notar que se trata de un “buen gobierno” y disputar votos a esa otra derecha, ya que se hace difícil tratar de centro-izquierda a quienes aplican ferozmente el programa neoliberal del proceso de acumulación capitalista. Impresiona constatar que varios millones de personas estén prisioneras en el cuello de botella de los partidos.
Seguimos en instantes con la cuarta entrega