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Para esta segunda vuelta y para el grave problema de la “vocación de poder”, hay alternativas desde abajo.
Chile: Readecuaciones y negociaciones para la segunda vuelta (4)
El candidato Guillier del bloque neoliberal autodenominado progresista o de centro-izquierda, hizo regresar al partido comunista a su comando electoral en las figuras de la diputada Vallejos y del alcalde de Recoleta Jadué, partido este último que lanzó severas críticas a la relación de Guillier con la democracia cristiana a través de la diputada Cariola que cuestionó la foto del candidato con el DC Rincón en un almuerzo con los diputados de ese partido golpista, o sea, el PC acepta volver pero golpeando la mesa. No se deja avasallar porque espera ser mejor considerado debido a su papel de amistad con sectores importantes de la dirección de los partidos integrantes del frente amplio.
El Frente Amplio, preocupado por el crecimiento de la abstención y de las experiencias de autonomía en barrios, levanta por boca del alcalde Sharp (futuro presidente de Chile en la siguiente elección, según artículo de Leopoldo Lavín en Rebelión el día de hoy jueves), la dimensión y construcción territorial, que también levantan sectores de izquierda rebelde, a los que espera atraer para alianzas, ya que estos sectores de izquierda más avanzada insisten en formar partidos y coordinaciones de caciques sin indios para “dirigir a las masas” abandonando algunos de ellos las tesis del poder popular y hablando de “poder popular comunitario” en concesión verbal a los sectores autónomos que hacen abstracción de la vocación de poder de estos sectores, puesto que Sharp ha formado la que llamó “alcaldía ciudadana”, donde pululan estos sectores presionando y negociando con la institucionalidad. Con ello se distancian de Guillier, pero al mismo tiempo se hacen los imprescindibles por atraer algunos abstencionistas.
Piñera ha dado un giro potente hacia la izquierda ofreciendo la gratuidad a los estudiantes, sabiendo que muchos de ellos son críticos del actual gobierno que ha jugado con ellos entregando sólo algunas concesiones muy lejos de las aspiraciones estudiantiles, lo que ha sorprendido a muchos que aún no entienden que el hombre no es burro y ofrece muchos mejores elementos económicos ausentes en la centro izquierda y aún en la izquierda ligth, la wiskizquierda frenteamplista, que ofrece algunas reformas democráticas sin importarse con los sectores populares que han definido la abstención de más de la mitad de los electores, lo que modifica los resultados reales de la sensibilidad de la población.
El diario El Ciudadano, plegado a los autonomistas del frente amplio, está jugando a apoyar solapadamente a Guillier publicando diversos artículos que hablan de la “unidad de la izquierda”, con lo que llaman a sumarse en el voto de la segunda vuelta. Muy sutil, pero no tanto.
El presidente de los modernos y potentes empresarios industriales de la Sociedad de Fomento Fabril Sofofa, sostiene que lo que haga Guillier, “para donde se vaya”, es decir con quien haga alianzas para la segunda vuelta, va a provocar tensiones, a diferencia de Piñera, que puede sumar otros liderazgos sin ser incoherente, o sea, el empresariado se está metiendo abiertamente en política a favor de Piñera, lo que indica que no las tienen todas consigo.
Los que no votamos simplemente observamos esa pelea de gatos, pues ya llegará el momento de levantar candidatos sin partidos provenientes de los barrios que llamarán a organizarse y defenderse, como está haciendo en México el Concejo Indígena de Gobierno, su vocera y el EZLN, o de levantar algo parecido al confederalismo democrático kurdo, que no tiene interés en el aparato del estado como solucionador y orientador de los requerimientos y demandas populares.