La lucha del CNI es también la lucha de todos, la construcción de México desde abajo, a partir de la organización, la solidaridad y la resistencia, expresó. El objetivo, apuntó, es lograr cosas imposibles para que los pueblos, los barrios, las comunidades y las colonias florezcan. Eso irá más allá del 2018, más allá de las elecciones y los procesos políticos que vive el país, surge a través de la comprensión de las diferencias y, de ahí, la creación de un mundo donde todos los mundos sean posibles.
“Traemos la palabra a este rincón de México”
Política hace que familias se peleen por colores: Marichuy
Paul Antoine Matos, enviado
Fotos: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
Valladolid, Yucatán
Miércoles 20 de diciembre, 2017
De las cosas posibles se habla mucho, afirmó María de Jesús Patricio Martínez, vocera del Concejo Indígena de Gobierno del Congreso Nacional Indígena (CNI). Por eso, a Yucatán “vinimos a hablar de las cosas imposibles”, expresó en su visita a Valladolid, en el barrio de la Candelaria.
El oriente yucateco, que se alzó en armas contra contra la opresión en 1847, fue el primer punto de la gira de Marichuy por Yucatán; más tarde se presentaron en Chablekal y hoy lo hará en Maní. La escena era atípica para un acto de una precandidatura a la Presidencia de México: la gente no recibía regalos, ni tortas, ni refrescos, ni gorras, ni playeras. Tampoco arribaron en autobuses. Lo hicieron en automóviles, propios y prestados.
Ningún logo tricolor, azul, amarillo o marrón, pero sí muchas estrellas socialistas, hipiles y guayaberas.
Marichuy consideró que las elecciones, en cualquier parte del país, son “la misma fiesta” porque es en ese momento en el que “se acuerdan que existimos”. La política mexicana, manifestó, provoca que por colores las familias se peleen cada tres o seis años, pero sin ningún cambio.
Expresó que a Valladolid y Yucatán “no traemos regalos, sino trabajo”, y resaltó el valor de las mujeres que caminan juntas con el proyecto del CNI. “Traemos la palabra a este rincón de México”.
La lucha del CNI es también la lucha de todos, la construcción de México desde abajo, a partir de la organización, la solidaridad y la resistencia, expresó. El objetivo, apuntó, es lograr cosas imposibles para que los pueblos, los barrios, las comunidades y las colonias florezcan. Eso irá más allá del 2018, más allá de las elecciones y los procesos políticos que vive el país, surge a través de la comprensión de las diferencias y, de ahí, la creación de un mundo donde todos los mundos sean posibles.
Apuntó a que los problemas de México también son los mismos: la tierra saqueada, la contaminación del agua, el despojo, la destrucción de la lengua y del vestido, así como de las tradiciones.
Afirmó que la tierra es vida y que “cuando se acabe la tierra nos vamos a acabar junto a ella”, por lo que los proyectos petroleros, presas, eólicos, solares y de gasoducto no son desarrollo.
En la península los problemas son los mismos que en el resto de México. Pero, al igual que en otras comunidades, durante su gira por Campeche, Quintana Roo y Yucatán encontró la sabiduría de tantos años y la organización que se remonta a la Guerra de Castas, cuando los indígenas mayas lucharon por su derecho a un trato digno contra los hacendados meridanos.
“Esa resistencia de años la tienen presente, es importante que por eso no se olvide, que se transmita a los jóvenes, son los que darán fuerza a la nueva lucha”.
La concejal yucateca Yamile Chan Dzul expresó que “no podemos olvidar nuestra historia, a nuestros abuelos que pelearon con machete levantado. Hoy se levanta el machete para trabajar el monte”.
Hizo referencia a las despensas que reparten los políticos en sus actos de campaña, al señalar que “no trajimos nada más que la fuerza, no repartimos nada”.
“No venimos a decirles cómo hacer las cosas, eso ya se sabe, lo que se requiere y necesita. Les servimos a ustedes, a la gente que lucha”, concluyó.