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¿Es posible la autogestión y control obrero en la fábrica en medio de la vorágine actual del capitalismo?

Viome :: 23.01.18

El ejemplo de cinco años de la empresa recuperada Viome de Grecia. Estudiarla para extraer lecciones.
Nosotros sostenemos que ningún centro productivo o comercial debe ser manejado por sus trabajadores, sino que éstos deben integrarse a la comunidad autónoma del barrio o localidad que asume entre sus tareas a la fábrica, de otro modo esa tarea será efectuada por los partidos que pugnan por el capitalismo de estado y las burocracias de izquierda vertical y centralizada.

23-01-2018
Cinco años luchando por la autogestión obrera y la dignidad
Campaña de solidaridad con la empresa recuperada en Grecia VioMe

Rebelión

Como Uds. conocen, los trabajadores de VIOME, la primera fábrica recuperada y autogestionada en Grecia, llevamos ya más que cinco años luchando por nuestra vida y dignidad y por una producción en los manos de l@s obrer@s orientada a las necesidades de la sociedad y no al enriquecimiento de pocos.

Para saber más: Los obreros toman las riendas en Grecia. VioMe, de la quiebra a la autogestión

Hoy en día, nos encontramos otra vez frente al Estado y los expropietarios de la fábrica: el 11 de enero empieza un segundo ciclo de subastas con el objetivo de liquidarse el terreno donde la fábrica está situada.

Aunque los trabajadores y las iniciativas de solidaridad en Grecia estamos decididos a defender la fábrica pase lo que pase, los procesos de subasta representan una amenaza y requieren una movilización. Es por esto que nos dirigimos a Uds., para pedir apoyo y solidaridad con el fin de presionar al gobierno a satisfacer las demandas de los trabajadores de VIOME por la legalización de su actividad, mediante la expropiación de la fábrica y la concesión a la cooperativa de trabajadores de VIOME, que seguirá operando de manera horizontal y autogestionada, como lo viene haciendo desde hace 5 años.

Pueden solidarizarse con nuestra lucha firmando y difundiendo la carta adjunta o mandando un mensaje de solidaridad al correo electrónico: viomesynergatiki@yahoo.gr

O por cualquier manera Uds. inventen.

Saludos solidarios y fraternales desde Tesalónica

La Asamblea General de los Trabajador@s de VIOME

¡Fuera las manos de la fábrica recuperada y autogestionada VIOME!

¡No a la subasta y a los planes del Estado y ex-dueños de despojar la fábrica!

Los trabajadores de VIOME están de lucha, ya hace seis años, por mantener sus puestos de trabajo en la fábrica que los ex-propietarios abandonaron a su suerte.

Están gestionando la fábrica bajo control obrero:

Con participación, en el control de la cadena de producción y distribución, tanto de los trabajadores como de la sociedad

Con control de todo el manejo económico a través y por las asambleas

Con igualdad total en la toma de decisiones ya que cada uno de los trabajadores cuenta con un único voto

Con jornal igual por tiempo de trabajo igual

Con orientación de la producción a las necesidades sociales y ambientales y no a la acumulación de ganancias.

Defendemos su lucha porque en ella vemos la posibilidad de tomar todos los trabajadores en sus manos la economía y su propia vida. Gritamos con ellos: “Si no pueden ellos, ¡podemos nosotros!”.

Exigimos que se detengan las subastas de los terrenos donde está la fábrica recuperada y que se entreguen las instalaciones a la Cooperativa de los Trabajadores de VIOME para seguir, sin obstáculo ninguno, la autogestión obrera.

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05-03-2013
Los obreros toman las riendas en Grecia
VioMe, de la quiebra a la autogestión

Antonio Cuesta
Gara

En la convulsa situación laboral griega, la decisión de los obreros de VioMe (Viomijanikí Metaleftikí, Industrial Minera) de hacerse con las riendas de la factoría ha supuesto un revulsivo para muchos otros trabajadores que, de pronto, comienzan a vislumbrar la que podría ser su única posibilidad para conservar el puesto de trabajo y su salario.

VioMe es una de las mil empresas que semanalmente cierran sus puertas en Grecia desde el inicio de la crisis. Solo que en su caso los problemas iniciados hace tres años han finalizado con la ocupación de la fábrica y el reinicio de la producción por parte de sus empleados bajo un sistema asambleario y autogestionado. Situada en la segunda ciudad del país, Tesalónica, y filial de Philkeram-Johnson (el mayor fabricante de azulejos y materiales cerámicos de Grecia), la empresa se dedicaba a la fabricación de materiales y productos químicos destinados al sector de la construcción. En 2009 y 2010, VioMe obtuvo beneficios por valor de 2,7 millones de euros, llegando a vender sus productos a las empresas encargadas de construir el aeropuerto de Dubai, entre otras. Pero a finales de ese año, coincidiendo con la irrupción de la crisis de la deuda soberana en Grecia, la gestión del negocio comenzó a hacer aguas y pocos meses después, en mayo de 2011, la empresa se declaró en suspensión de pagos.

A partir de ese momento los empleados trataron por todos los medios de mantener sus puestos de trabajo y de volver a percibir sus salarios. Su propuesta de comprar las acciones de la empresa, dejando claro que no se harían cargo de las deudas acumuladas por la administración anterior, fue rechazada por los propietarios. En la misma línea el ministerio de Trabajo denegó su demanda de ayuda financiera, pese a contar con programas destinados a desempleados que tratan de iniciar su propio negocio. Tampoco llegó a materializarse una ayuda de emergencia de 1.000 euros prometida por los responsables de Trabajo al no lograr el visto bueno de los de Hacienda. E igualmente fue desestimada por el Gobierno la solicitud de crear un marco legal que contemplara la creación de cooperativas laborales bajo gestión asamblearia.

Llegados a este punto, la plantilla consideró que la única respuesta razonable a la tragedia del desempleo (que en Grecia ya se acerca al 30%) es que la fábrica pasase a manos de los trabajadores y se estableciera un sistema de producción equitativo, sin jerarquía ni explotación.

La propuesta fue recibida con indiferencia por el Estado y con cierta frialdad por parte de las burocracias sindicales. Solo el movimiento social acogió la noticia con gran entusiasmo, y mediante una iniciativa de solidaridad desarrollada dentro y fuera del país se consiguió reunir, durante los últimos seis meses, el apoyo social y los fondos necesarios para poner de nuevo en funcionamiento la factoría. A nivel internacional se sumaron a la campaña intelectuales de la talla de Naomi Klein, David Harvey, John Holloway, Silvia Federici o Raúl Zibechi. Pero además se recibió ayuda económica de organizaciones populares y sindicales de América Latina y Europa, así como un buen número de resoluciones de apoyo procedentes de colectivos de muchos países.

Una empresa que comienza ahora

La pasada semana, GARA se desplazó hasta VioMe para conocer de primera mano la situación de la fábrica y las expectativas de sus trabajadores, convertidos ahora en gestores de su propio destino. En una fría y húmeda mañana visitamos unas instalaciones que comienzan a despertar del letargo de meses.

Ver vídeo: http://www.naiz.info/es/mediateca/video/viome-fabrica-bajo-control-obrero-en-tesalonica

Lo primero que nos llamó la atención fue la ilusión en el proyecto y la certeza de estar en el camino correcto. La crisis en el sector de la construcción, que ha sufrido una recesión del 80% desde el inicio de la crisis, no ha frenado el entusiasmo de los trabajadores a la hora de poner en pie la factoría. Aunque el dinero procedente de donaciones y conciertos de apoyo supone el presupuesto de los dos próximos meses, su principal prioridad es comenzar a vender a los clientes las existencias almacenadas, para poder dar paso a la nueva producción.

Dimitri Nikolaidis, electricista y responsable del mantenimiento de las máquinas, es uno de los 35 operarios comprometidos en el proyecto, toda vez que los componentes de los departamentos de administración y productos químicos rechazaran sumarse a la empresa colectiva. «Nos hemos quedado trabajadores y técnicos -explicó Nikolaidis-; se fueron los químicos y estamos buscando ayuda para esos puestos».

Sin embargo, el principal obstáculo es la prolongada ausencia de ingresos. Su última nómina llegó en setiembre de 2011, desde entonces -según señaló- «tenemos serios problemas de supervivencia. Muchos sindicatos nos ayudan con comida y por eso seguimos aquí, gracias a las donaciones de muchas personas seguimos aquí luchando con coraje».

Durante nuestra conversación, Nikolaidis mostró su firmeza y convencimiento en el éxito de la empresa, subrayando que, en su opinión, «funcionará. Además, no tenemos nada que perder, así que vamos a intentarlo con todas nuestras fuerzas. Cuando no tienes nada ¿qué haces? ¿Te sientas en casa a ver la televisión esperando a que Dios te de algo? A nosotros nos ha dado esta fábrica así que la usaremos, lucharemos hasta el final, tenemos que intentarlo».

Otro trabajador de la planta, Alekos Sideridis, nos detalló la dura lucha sindical llevada a cabo durante los meses en que la anterior dirección de la fábrica comenzó a reducir salarios y derechos laborales.

«En 2010, cuando los problemas económicos afectaron a la empresa, empezaron con los recortes y los trabajadores intentamos negociar con la dirección, al tiempo que iniciamos huelgas, paros de la fábrica, bloqueamos sus puertas….pero no hubo respuesta. En abril de 2011 nos rebajaron el salario y un mes después dejaron de pagarnos. Seguimos acudiendo al puesto de trabajo para poder exigir nuestros sueldos pero sin producir más. Finalmente, la justicia dictaminó que no podíamos ser despedidos mientras no recibiéramos lo que se nos debía».

Durante todo ese tiempo surgieron varias ideas sobre lo que se podía hacer. Finalmente se optó por tomar la fábrica, como pago de lo adeudado, y reanudar la producción para mantener el empleo. 35 de los 42 trabajadores apoyaron la medida, y a partir de ese momento comenzaron a realizar turnos de vigilancia, 24 horas al día, para evitar que desmantelaran las instalaciones llevándose los equipos o las existencias almacenadas.

Por el momento, no han tenido ningún contacto con los anteriores propietarios, «en los últimos dos años únicamente hemos mantenido conversaciones con el Ministerio y parece que quieren hacer algo», pero no existe ninguna propuesta formal. Sin embargo, la perspectiva de trabajar sin patrón es una de las consecuencias más positivas de esta nueva etapa. A la pregunta se si «están mejor sin jefes», le siguió un rotundo «sí, sí, claro, sin ninguna discusión».

Como su compañero, Sideridis destacó la extremadamente dura situación personal en la que se hallan. «Para nuestras familias no hay otro camino, tenemos que sobrevivir en estos tiempos tan difíciles. Hace meses que no cobramos pero gracias a la solidaridad de Grecia y también de otras partes del mundo estamos todavía vivos. Nuestra lucha es diaria», remarcó. Comentó al respecto que han recibido la visita de personas procedentes de algunas de las fábricas ocupadas en Argentina.

Sideridis reconoció que la primera idea que llegó a su cabeza cuando, meses atrás, dejaron de pagarle su salario fue violenta. «Creo que todos los trabajadores tuvimos el mismo pensamiento, quizá por nuestra cultura», pero posteriormente y con la mente en frío, llegó a encontrar junto a sus compañeros «un camino que ha sido la mejor solución».

Desde hace algo más de dos semanas todos los trabajadores se reúnen en asamblea a primera hora de la mañana para discutir el orden del día, «nos asignamos las tareas de acuerdo con la especialidad de cada uno y para que todo el mundo esté en el lugar que se le necesite. Luego empezamos con el control del stock y posteriormente vendemos los productos en subasta».

No dudó en animar a los trabajadores de otros pueblos y naciones a tomar el camino de la autogestión, pues «sin trabajo, sin dinero, sin ayuda del Estado y con las fábricas cerradas, no hay otra solución que pensar en hacer lo mismo que nosotros». Por encima de culturas y fronteras «cuando no tienes nada que perder, esta es la solución», sentenció.

Antes de finalizar la visita, otros trabajadores allí presentes también nos insistieron en que «la lucha no debe limitarse a VioMe, para que sea victoriosa debe generalizarse y extenderse a todas las fábricas y empresas que están cerrando», porque solo a través de una red de fábricas autogestionadas será posible alumbrar un nuevo tipo de economía.

Fuente: http://gara.naiz.info/paperezkoa/20130304/390777/fr/VIOME-quiebra–autogestion


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