Gobierno turco se tira los pelos y tiene ataques epilépticos ante la nueva inteligente y audaz movida del federalismo democrático en Siria, país que Turquía quiere avasallar por temor a la expansión del nuevo modo democrático de autoorganización que ha penetrado fuertemente sus territorios (de Turquía) así como los de Irak.
Las milicias kurdosirias y Asad pactan la entrada de soldados de Damasco en Afrín
Las milicias kurdosirias y el régimen quieren aliarse para parar la «invasión turca en Siria»
Adrià Rocha Cutiller
El Periódico
Estambul - Lunes, 19/02/2018 a las 13:09 CET
Las milicias kurdosirias de las YPG y el régimen sirio de Bashar al Asad, acordaron el domingo la entrada de soldados leales a Damasco en el cantón sirio de Afrín. Esta región, situada al norte del país árabe, ha estado controlada ‘de facto’ por las YPG y su brazo político, el PYD, desde 2011, cuando fue abandonada por el régimen.
Pero ahora, con el objetivo repeler la ofensiva de Turquía, las milicias kurdosirias dejarán de nuevo que Asad ponga un pie en la región. Hace un mes, Ankara —ayudada por el Ejército Libre Sirio (ELS)— lanzó una ofensiva militar aérea y terrestre para conquistar el cantón. Turquía considera que las YPG y el PYD son lo mismo que la guerrilla kurdoturca del PKK, considerada terrorista tanto por Turquía como por los EEUU y la UE.
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Sin embargo, en Siria, los Estados Unidos se han estado apoyando en estas milicias kurdosirias en su lucha contra el Estado Islámico, ya casi derrotado militarmente y sin apenas territorio.
Desde el inicio de la ofensiva turca en Afrín, las YPG han estado pidiendo públicamente la ayuda de Damasco, con quien, hasta la fecha, han evitado enfrentarse militarmente; aunque sí que han habido algunos combates entre ellos. Ahora, el enemigo exterior —Turquía— los ha unido.
Pacto en desacuerdo
Tanto el régimen como las YPG han anunciado este lunes el pacto, pero cada cual lo ha dado con su versión de los hechos, contradictorias entre sí. Las milicias kurdosirias han dicho que Damasco desplegará soldados en Afrín en «algunas zonas de la frontera con Turquía» y que este pacto es solo militar: «No hemos hablado de cuestiones políticas ni territoriales. Eso ya lo negociaremos más adelante con Damasco», ha dicho un portavoz kurdo.
Asad, sin embargo, ha dicho que Damasco debe retomar el control de territorial de Siria entera y que, por lo tanto, los soldados del régimen que entren en Afrín entrarán para quedarse. «Las fuerzas populares entrarán en Afrín en las próximas horas para apoyar la lucha de su gente y confrontar la agresión turca», ha publicado este lunes la agencia estatal de noticias siria, SANA.
La sintonía entre las YPG y Asad, de hecho, viene siendo efectiva desde el inicio de la operación militar turca en esta región, que empezó el 20 de enero de este año. Entonces, las milicias kurdosirias empezaron a movilizar a sus milicianos hacia el cantón, situado al noroeste de Siria. Para que pudiesen llegar allí y luchar contra Turquía y el ELS, Asad les dejó cruzar su territorio.
«No tenemos ningún problema con ello —ha dicho este lunes el ministro de Exterior turco, Mevlüt Çavusoglu—. Si Asad quiere entrar en Afrín, que entre. Pero si entra para ayudar a las YPG, que sepa que nadie puede parar a Turquía».
Difícil papel de Rusia
Según ha asegurado la agencia ANF —vinculada al PKK— Rusia ha estado intentando dinamitar el pacto entre las YPG y Asad. Aunque el régimen es el mejor socio en Siria de Moscú, el presidente ruso, Vladímir Putin, al inicio de la operación turca en Afrín, dio su visto bueno a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. En el cantón sirio, entonces, había unos 200 soldados rusos, que se apartaron al este para permitir la entrada de los soldados de Turquía.