En abril del 2002 las autoridades del Perú y EEUU intentaron ocultar lo evidente. Hoy ya se confirmó que una base antinarcotráfico se construye en la selva de nuestro país con apoyo de Washington.
Los detalles finales para la instalación de un Centro de Coordinación Antinarcóticos (Counter-narcotics Coordination Center, CCC) y la reanudación de los vuelos de interdicción posiblemente para diciembre próximo son ultimados por los
(Counter-narcotics Coordination Center, CCC) y la reanudación de los vuelos de interdicción posiblemente para diciembre próximo son ultimados por los gobiernos de Perú y Estados Unidos.
Aunque no se especificó el lugar en que estará ubicada esta base por razones de seguridad, se conoció que será el eje de operaciones terrestres, aéreas, marítimas y fluviales en la lucha contra el narcotráfico, informó ayer la agencia de noticias Andina, citando a un vocero de la embajada de Estados Unidos en Lima.
Inicialmente fue en abril del 2002 que un medio de comunicación limeño informó sobre la presencia de militares norteamericanos (adscritos al Comando Sur de la Arma de los EEUU) en una zona ubicada a la entrada de la localidad de Uchiza, en la actual región de San Martín, y las acciones realizadas en el Perú para la instalación de una base militar en esa región, cuyo objetivo no era del todo conocido y que permanecía oculta bajo “el paraguas” de un programa de asistencia social conocido como “Nuevos Horizontes”.
Este programa, a su vez, estaba ligado colateralmente con el proyecto de sustitución de cultivos emprendido en la zona por el gobierno de Washington, que les demandó una inversión de US$ 166 millones de 1994 a la fecha, y cuya vigencia -curiosamente- fue también defendida ayer por el mismo vocero diplomático.
Ahora, informes recogidos por fuentes de La República en Uchiza confirmarían que se trataría del mismo enclave mencionado por la fuente de la delegación norteamericana en la capital.
Incluso, se afirmó que personal civil de la zona ha sido contratado para construir un ” complejo con pista de aterrizaje incluida” en las mismas cercanías de Uchiza.
NO, PERO…
Las coordinaciones para la presencia de este base se habrían iniciado en enero del 2001, pero en 2002 diversas autoridades peruanas desmintieron la información.
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David Waisman:”Sería negociación entre gobiernos”
Consultado sobre la nueva base antinarcóticos en suelo peruano, el congresista y ex ministro de Defensa David Waisman indicó que se trata al parecer de negociaciones de gobierno a gobierno, por lo que hasta el momento no ha llegado información sobre este tema a la Comisión de Defensa del Congreso.
“En cuanto se nos hace llegar la información, nosotros hacemos nuestras observaciones y si es necesario un mayor debate pasa al pleno”, precisó. También se mostró de acuerdo con la reanudación de los vuelos de interdicción, suspendidos en abril del 2001.
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Reanudarán vuelos de interdicción
El vocero de la embajada norteamericana citado como fuente por Andina también señaló que el gobierno estadounidense confía en que los vuelos de interdicción al narcotráfico sean reiniciados en diciembre próximo, con dos aviones espía C-26 acondicionados para esa tarea.
Posteriormente participarán aeronaves del tipo Cessna-Citation, tripuladas por oficiales de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), capacitados en Estados Unidos.El avión C-26 está equipado con un radar conocido como “Tracker”, que permite ubicar objetivos en las denominadas “zonas ciegas”, es decir, en áreas con accidentes naturales, cerros y curvaturas de la superficie terrestre.
El Cessna-Citation también es un avión de reconocimiento equipado con radar, y está capacitado para realizar misiones de fotografía aérea.
En setiembre pasado, durante una visita oficial a Estados Unidos, la primera ministra Beatriz Merino sostuvo que estas aeronaves realizarán tareas de interdicción “no letales”, es decir, que no derribarán aeronaves para evitar accidentes fatales como el ocurrido en el 2001.
31 MESES DESPUES…
Al respecto, los vuelos de interdicción fueron suspendidos en abril de ese año, luego que una aeronave militar peruana derribara accidentalmente una avioneta civil ajena a las acciones antidrogas, en la que murieron una misionera estadounidense y su hija de pocos años.
Este tipo de vuelos se iniciaron en 1994, año en que el gobierno norteamericano detectó más de 428 vuelos ilegales desde el Perú con más de 300 toneladas métricas de cocaína semirrefinada.