Cuatro organismos regionales de desarrollo reunidos en Washington advirtieron que los gobiernos de América Latina y el Caribe deben desarrollar estrategias con el sector privado para aprovechar al máximo la tecnología en el ámbito laboral y al mismo tiempo mitigar los riesgos de su expansión.
MercoPress
Cuarta revolución industrial amenaza dos tercios de ocupaciones actuales en Uruguay, Argentina y Chile
Sábado, 21 de abril de 2018 - 08:01 UTC
Cuatro organismos regionales de desarrollo reunidos en Washington advirtieron que los gobiernos de América Latina y el Caribe deben desarrollar estrategias con el sector privado para aprovechar al máximo la tecnología en el ámbito laboral y al mismo tiempo mitigar los riesgos de su expansión.
El Banco Interamericano de Desarrollo indicó que la cantidad de robots por cada 100 trabajadores industriales en América Latina es menor que en otras regiones, pero apuntó que los trabajadores latinoamericanos dedican la mitad de su tiempo a labores que pueden ser automatizadas. A su vez advirtió que dos tercios de las ocupaciones actuales en Argentina y Uruguay corren el riesgo de ser reemplazadas por tecnologías que ya existen.
La Cuarta Revolución Industrial -nombre comúnmente empleado para referirse a la irrupción reciente de la inteligencia artificial y los robots en la actividad productiva- podría incrementar la inequidad y la actividad informal y provocar la desaparición de empleos. Pero también podría generar crecimiento económico si logra una mayor productividad, eficiencia y una reducción en los costos operativos.
El BID dijo en un informe que si bien la llegada de las nuevas tecnologías en América Latina ha sido lenta e irregular, ha permitido también mayor flexibilidad y movilidad a numerosos trabajadores que necesitan adquirir un nuevo tipo de destrezas. La jefa de la división para mercados laborales del BID Carmen Pagés dijo que los países de la región necesitan brindar entrenamiento en destrezas digitales y cognitivas “para que sus trabajadores puedan afrontar satisfactoriamente los retos que le presentan las nuevas tecnologías”.
El documento sugirió que los empleados necesitarán aprender con mayor velocidad a medida que más empleos sean automatizados, por lo que el modelo tradicional de estudiar a tiempo completo y luego trabajar hasta la jubilación ha quedado obsoleto.
“La división entre aprender y percibir ingresos ya es borrosa y parece estar desembocando en un modelo de aprendizaje durante la vida entera”, explicó el reporte. Para ello los sistemas educativos necesitarán ofrecer cursos cortos con énfasis en actividades prácticas para que los adultos puedan continuar aprendiendo continuamente. En ese entorno, las empresas dejarán de buscar personas con títulos y pasarán a contratar empleados con destrezas que deberían ser identificadas como estratégicas durante el diseño de políticas público-privadas.
A su vez, la desintegración del modelo tradicional de asalariados presentará un gran reto al financiamiento de los sistemas de pensiones en una región donde uno de cada cinco habitantes será mayor de 65 años de edad en el año 2050, agregó el documento. La directora gerente del FMI Christine Lagarde dijo que ese organismo analiza en detalle cómo las nuevas tecnologías afectan la estabilidad financiera y laboral y si promueven la prosperidad.
“Tratamos de renovar nuestra forma de pensar sobre estos temas, abrirnos a nuevos paradigmas”, dijo Lagarde durante una conferencia de prensa que ofreció durante la reunión primaveral que el FMI y el Banco Mundial celebran esta semana en la capital estadounidense. En el caso particular de Chile según un estudio elaborado por la consultora internacional McKinsey Global Institute en 54 países, se estima que 3,2 millones de empleos pueden ser automatizados, lo que representa el 49% del total del trabajo que se ofrece actualmente. En tanto, a nivel de mercados, el estudio calcula que en el rubro de manufactura el potencial de automatización es del 64% y de un 52% en minería.
Asimismo, el informe estima que las ocupaciones más susceptibles de automatizar son las que involucran más trabajo físico, pero también procedimientos altamente estructurados y repetitivos. Además, el análisis establece que los robots pueden penetrar en prácticamente cualquier área de la economía.