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Nicaragua: reportaje desde adentro de la universidad ocupada. Ecvaminamiento de las marchas hacia la universidad modificó actitud de los empresarios, que ahora reconocen protagonismo de los estudiantes.

El Nuevo Diario :: 24.04.18

Grupo de periodistas y camarógrafos es autorizado por la guardia juvenil a ingresar a la universidad.
Entrevistas a empresarios muestran que están sorprendidos y a gusto con el liderazgo de la juventus universitaria y el pueblo.
Tiembla el piso de Ortega, es posible que una nueva Nicaragua nazca del encuentro de todos con la juventud, catalogada como la reserva moral de la nación. Muy interesante el despliegue autónomo de la potencia social.

El Nuevo Diario

Estudiantes en la Upoli exigen la restitución de la democracia

Adentro. “Somos nacionalistas, a todos nos une la misma causa”, afirma uno de los dirigentes de la protesta estudiantil concentrada en la Universidad Politécnica, a donde entró El Nuevo Diario. Explica que allí “no hay partidos políticos y tampoco financiamiento de nadie, estamos aquí por el apoyo del pueblo. Somos gente que quiere lo mejor para el país”.

En estos días, entrar a la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) es más difícil que ingresar a la embajada de una potencia extranjera en Managua. Alrededor del recinto hay tres anillos de seguridad con jóvenes encapuchados que han levantado barricadas y están armados de morteros artesanales, piedras, garrotes y bombas molotov. Aquí opera el bastión de la resistencia estudiantil nicaragüense.

En el portón principal, seis estudiantes piden la identificación a quien pretenda ingresar, los aparatos electrónicos son revisados, el tiempo para permanecer adentro es controlado y están prohibidas las fotografías y videos.

Son medidas de seguridad que han tomado para evitar ser reconocidos, por temor a represalias del Gobierno contras ellos y sus familias, según explican.
“Aquí no hay nombres y no queremos que en los medios se digan mentiras de nosotros, como lo ha estado haciendo la propaganda oficial; por eso te dejamos entrar”, me dice “Águila”, el joven que nos recibe.

Antes de entrar, nos marcan el brazo derecho y nos dibujan el símbolo XO en color negro. Es el emblema de medios de comunicación. Ingresé a las 10:20 a.m. acompañado por tres jóvenes flacos, de baja estatura, con la cara cubierta y vestidos con jeans, camisetas flojas y zapatos deportivos.

Estoy con un grupo de periodistas nacionales y extranjeros, entre ellos la reconocida Patricia Janiot, de Univisión, que somos llevados a un aula ubicada en el tercer piso para esperar a las personas que hablarán con nosotros.

La Upoli se ha convertido en una especie de ciudadela, pero con códigos de seguridad bien establecidos. En la cancha de la universidad son recibidos los víveres que llevan decenas de personas a los estudiantes que permanecen en la protesta.

Las camionetas que ingresan con alimentos son revisadas, deben entrar con los vidrios abajo y cada bolsa, maleta y mochila es registrada.

Las comidas y bebidas recibidas deben ser enlatadas y son revisadas por un especialista para descartar que contengan tóxicos. “Nos han intentado envenenar, nos han llevado aguas con gas y comida vencida”, asegura “Águila”.

En el primer piso del edificio, junto a la cancha, funciona un hospital improvisado que abarca cuatro aulas. En las dos primeras funciona el área de heridos, en otra están las medicinas y en otra el área de curación.

Muertos y heridos
Hasta aquí han llegado médicos, especialistas y estudiantes de Medicina de distintas universidades, para apoyar. Nadie tiene armas de fuego y cada quien se concentra en hacer su trabajo. Unos se encargan de limpiar, otros recogen la basura y otros atienden a los heridos que resultan de los enfrentamientos con la Policía y grupos pro-Gobierno.

A las 10:40 a.m. 25 minutos después de nuestro ingreso, llegan dos hombres más, que junto a “Águila” aceptan hablar con nosotros y piden no ser identificados.

“A eso de las 9:30 p.m. fuimos atacados vilmente por la Policía, teniendo que recibir aquí a 13 heridos, de los cuales hay dos fallecidos… La Policía previamente se había retirado, para después atacarnos”, dice un hombre con el rostro cubierto por un casco, un pañuelo envuelto en su cuello y vistiendo una gabacha de médico.

Médicos confirman dos muertos en ataque a la Upoli

Según ellos, la noche del domingo hubo cuatro muertos: dos que fallecieron dentro del recinto y otros dos que fueron llevados a hospitales y posteriormente murieron.

“Águila” toma la palabra y saca de sus bolsillos cartuchos de escopetas calibre 12 y casquillos de armas de nueve milímetros, con las que, asegura, la Policía los atacó. “Esto no es para detener una protesta, esto es para matar. Nosotros queremos la paz pero con un cambio”, expresa el joven.

De las universidades que más muertos han sufrido desde que iniciaron las protestas, la Upoli es la que ha abonado la mayor parte. Aquí registran seis estudiantes caídos en esta lucha, informa.

“Condenamos vilmente todos estos muertos, ningún edificio o adorno del Gobierno puede valer más que una vida. La vida de un ser humano está por encima de cualquier estructura gubernamental y eso es algo que queremos enfatizar”, afirma uno de los compañeros de “Águila”.

La Upoli es la única universidad que ha mantenido la resistencia, pero aquí han llegado estudiantes de otros centros de estudio, mientras otros jóvenes siguen en plantones en otros puntos de Managua y el país.

Peticiones
La protesta la iniciaron el pasado 18 de abril estudiantes de varias universidades, opuestos a las reformas al Seguro Social impuestas por el Gobierno. La presión estudiantil y las demandas del sector privado lograron que el Gobierno revocara las medidas el 22 de abril, cuando ya se registraban más de 20 muertes y centenares de heridos.

“Queremos hacer ver que nuestra postura es exclusivamente la demanda de todos los derechos que se perdieron: la libertad de expresión y de prensa y la restitución de la democracia en este país”, sostienen los jóvenes líderes de la protesta en la Upoli.

“Hay muchos que andan diciendo que esto ya se acabó porque las reformas al INSS ya no van, pero nosotros vamos a seguir con esta lucha hasta el final”, advierte.

La convivencia
Aquí hay jóvenes que desde que se tomaron la universidad no han regresado a sus casas. La mayoría no se conocía, pero los une la misma causa y se hacen amigos rápidamente, sienten el dolor por sus compañeros que han muerto y ayudan según sus capacidades.

Los médicos van a la unidad de salud, quienes tienen dotes de líderes dirigen la seguridad y la organización de víveres y quienes gustan por la limpieza se ofrecen para el oficio.

Por las noches, quienes duermen lo hacen sobre el piso, la grama del jardín o la cancha de futbol. Otros optan por volver a sus casas y retornar por la mañana siguiente pero la universidad nunca queda sola y sin custodia.

“Aquí no hay líderes, no hay partidos políticos y tampoco financiamiento de nadie, estamos aquí por el apoyo del pueblo. Somos gente que quiere lo mejor para el país. Somos nacionalistas, a todos nos une la misma causa”, recalca el hombre con el rostro cubierto por un casco.

La organización de los estudiantes se fortalece cada vez más y dicen que no pararán hasta que sus demandas sean escuchadas. Junto a nosotros salen cuatro jóvenes que deciden volver por un momento a sus casas, pero otros cuatro desean ingresar.

“Quienes estamos en la Upoli somos el bastión de esta lucha, si la Upoli cae, caemos todo el pueblo de Nicaragua y el país quiere lo mismo: que se restituya la democracia”, concluye “Águila”.

Empresarios llaman a repensar futuro de Nicaragua

Declaraciones. El presidente del Cosep dice que hay un despertar de la comunidad estudiantil en temas que “no supimos leer”, lo cual obliga a repensar el futuro del país. La presidenta de AmCham destaca lo positivo de que se haya dado una marcha pacífica, tranquila, y reiteró su apoyo a un diálogo multisectorial por la paz y la democracia.

Los empresarios aglutinados en el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la Cámara de Comercio Americana Nicaragüense (AmCham) y otras organizaciones, afirmaron este lunes que los estudiantes deben ser parte del diálogo amplio por el futuro del país.

“Hay que volver a retomar el diálogo en Nicaragua, y en todo caso si la Conferencia Episcopal, a la que respaldamos plenamente como garante, considera que las condiciones están dadas. Ellos conocen cuáles son nuestras condiciones, entonces ese diálogo debe incluir a los jóvenes estudiantes”, dijo José Adán Aguerri, presidente del Cosep.

Aguerri y otros líderes empresariales marcharon con miles de ciudadanos la tarde de este lunes en Managua, rindiendo homenaje a más de 20 jóvenes que murieron durante las protestas iniciadas el 18 de abril en oposición a las reformas al Seguro Social.

“Nosotros hemos planteado a la Conferencia Episcopal que (en el diálogo) tienen que ser temas variados, amplios, que están demandando diversos sectores de la población; tienen que estar incluidos los rectores de universidades, los estudiantes, los sectores laborales, los trabajadores, empresarios, y quienes los garantes de esto tengan a bien invitar”, dijo Aguerri.

El despertar
La presidenta de AmCham, María Nelly Rivas, opinó que cualquier propuesta de diálogo debe ser amplia y tocar temas que sean identificados por los estudiantes, pues “ellos tienen sus demandas propias; es importante que actores tan importantes como ellos estén presentes y puedan expresar sus demandas”.

El presidente de la Cámara de Energía de Nicaragua (CEN), César Zamora, se mostró a favor de que en el diálogo, el mediador “sea la iglesia Católica, e ir determinando entre las personas que están en el diálogo cuáles son los temas que se deben discutir”.

Según el Cosep, la marcha de ayer fue de todo el país, por la presencia de diversos sectores. “Reconocemos ese despertar de conciencia que han creado los estudiantes, que nosotros no supimos leer y ellos lo han hecho. De alguna manera nos plantea que debe volver la paz, es una marcha por la paz”, dijo Aguerri mientras la multitud recorría el centro de Managua.

“Creo que Nicaragua hace una semana cambió, y que tenemos que replantearnos el futuro de Nicaragua, y escuchar las demandas establecidas por los jóvenes con su derramamiento de sangre, y los que todavía están luchando por esto”, agregó.

María Nelly Rivas destacó que la marcha se dirigió “de manera espontánea” hacia la universidad Upoli, para respaldar a jóvenes que todavía están en ese centro en protesta y han puesto condiciones al Gobierno para deponer su protesta.

Derecho a manifestarse
El empresario Alejandro Martínez Cuenca, quien también asistió a la marcha, expresó que este fue un día especial porque se quería marchar por la paz y por el diálogo. “Se ha caminado en paz, que es el derecho que hemos venido exigiendo, el derecho de manifestarnos pacíficamente sin que haya turbas, sin que haya necesidad de recurrir a la violencia. Nicaragua muestra una vez más su reticencia, su espíritu valiente y espíritu nacionalista, queremos la paz, queremos el diálogo”, reflexionó.

Martínez comentó que la protesta “refleja que debajo de la piel había cosas ya acumulándose, que tiene la obligación el diálogo de abordar: la confianza en las instituciones, el respeto a la libre expresión, son temas que el pueblo siente y por eso es que nos estamos manifestando”.

“El país tiene aspectos económicos, aspectos sociales, aspectos que afectan a los trabajadores, aspectos que afectan a las amas de casas, a mujeres, indígenas, en general a todo nuestro pueblo, y este es un momento para una reflexión”, dijo el empresario.

Martínez Cuenca rechazó que a los jóvenes les llamen delincuentes. “No se les puede seguir tratando como extremistas, delincuentes, y yo creo que hay que tomar en cuenta y recordar la historia, eso levanta la chispa. Además, hay heridos y hay muertos, vas a tener estas manifestaciones”, declaró.

Raúl Amador, director financiero del Grupo Invercasa, dijo que al realizarse la marcha de manera pacífica se lograba “algo que hemos estado pidiendo, la no represión, la protesta pacífica”.

Calificó la marcha como una unión de fuerza de empresarios y estudiantes. “Esta unión es algo sin precedente, nunca lo habíamos visto en los últimos años”, manifestó Amador.

El director ejecutivo del Instituto Nicaragüense de Desarrollo (INDE), René González, planteó que es necesario hacer un alto en el camino para reflexionar, analizar y escuchar a los estudiantes y trabajadores.

“El diálogo no debe ser restricto al tema de la Seguridad Social, que es un problema serio y necesita una solución de consenso; también es necesario abordar temas como la institucionalidad, el Estado de Derecho, y buscar cómo fortalecer, en conformidad con la Organización de Estados Americanos (OEA), el sistema electoral, que es otro gran tema que divide a los nicaragüenses”, opinó González.


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