Pueblos del centro y occidente del país se unen a jornadas zapatistas
Reunidos en la comunidad Ayotitlán, enclavada en la sierra de Manantlán, Jalisco, aproximadamente 300 delegados de pueblos indios de la región centro y Pacífico del Congreso Nacional Indígena (CNI) acordaron sumarse a las jornadas 20 y 10: el fuego y la palabra, que se realizan en todo el país con motivo del aniversario de la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y del levantamiento armado en Chiapas.
Procedentes de Jalisco, Durango, Guerrero, Distrito Federal, Colima, Oaxaca, Michoacán y estado de México, los representantes indígenas convocaron a efectuar actos simultáneos en los estados de la región el próximo 22 de diciembre para conmemorar “los cumpleaños” de los zapatistas chiapanecos, a quienes enviaron un saludo fraternal.
En un mensaje dirigido a los rebeldes, ratificaron que “en nuestra larga memoria de resistencias se ha guardado su digna palabra, y en nuestros corazones ha quedado marcado el sufrimiento de sus comunidades, que es el sufrimiento nuestro”.
Con este encuentro nahuas, wixáritaris, purépechas y ñahñus buscan “tejer la resistencia común de nuestros pueblos” y “construir soluciones” a sus problemas.
Al final de la reunión, el 30 de noviembre dieron a conocer la Declaración de la sierra de Manantlán, en la que afirman: “seguiremos empeñados en la construcción plena de nuestra autonomía, ratificando que los acuerdos de San Andrés son la constitución de nuestros pueblos”. En ese sentido, rechazaron cualquier ley, local o federal, en materia de derechos indígenas, hasta que la Constitución federal recoja dichos acuerdos.
Entre los pronunciamientos políticos, los integrantes del CNI manifestaron su solidaridad con el municipio autónomo de Suljaa’, en Guerrero -primer ayuntamiento indígena que se asume autónomo fuera de Chiapas-, que cumplió su primer aniversario “sin reconocimiento legal y sin apoyos del gobierno”.
Asimismo, expresaron su apoyo a la comunidad wixáritari de Bancos San Hipólito, Durango, en su lucha “por el reconocimiento de su territorio frente a caciques mestizos que se han apropiado fraudulentamente de sus tierras”, y demandaron que se respete al gobierno municipal de Tlalnepantla, Morelos, elegido por usos y costumbres.
Por otra parte, exigieron el cese de la represión contra los movimientos sociales en Oaxaca, particularmente el del Consejo Indígena Popular de Oaxaca Ricardo Flores Magón, y en los casos de Unión Hidalgo, Guevea de Humboldt y los Loxicha. Acerca de la violencia en San Pedro Yosotato, demandaron castigar a los agresores, presentar con vida a los mixtecos desaparecidos y la restitución de sus derechos agrarios.
Entre los que suscriben esta declaración, además de los representantes de comunidades nahuas, wixáritari, purépechas y ñahñus, están organizaciones como Nación Purépecha, Unión de Comuneros Emiliano Zapata, Consejo Indígena y Popular de Oaxaca, Consejo Cultural Otomí Goho N’Dení del Alto Lerma, así como organizaciones civiles solidarias, entre otras, el Frente Zapatista de Liberación Nacional, Unidad y Apoyo a Comunidades Indígenas, Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas, BiosIguana y la Agencia Internacional de Prensa Indígena.