Los estudiantes autoconvocados sostienen que no puede haber diálogo, sin que se nombre una Comisión de la Verdad que sea confiable e independiente, y Ortega no parece estar muy apresurado en cumplir ese requisito.
09-05-2018
Estudiantes en Nicaragua
“No vamos a una mesa manchada de sangre”
Iván Olivares
Confidencial
Los estudiantes autoconvocados sostienen que no puede haber diálogo, sin que se nombre una Comisión de la Verdad que sea confiable e independiente, y Ortega no parece estar muy apresurado en cumplir ese requisito.
Entrevistado en el programa de televisión Esta Semana, que se transmite por Canal 12, Fernando Sánchez, estudiante de Comunicación, y miembro de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), dijo que en reuniones con otros grupos, se decidió que crear una comisión independiente “es un asunto de prediálogo”.
“Rechazamos que las mismas partes que se tienen que investigar, sean las que den un veredicto o encuentren a los culpables. No lo admitimos. Pedimos [que se integre esa comisión] antes del diálogo, porque no nos podemos ir a sentar en una mesa manchada de sangre, sin obtener justicia por todos nuestros héroes”.
“Sobre todo porque son los asesinos quienes van a juzgarse a ellos mismos. Estamos totalmente de acuerdo en que eso es prediálogo. Es un requisito que tiene que cumplirse antes de que podamos estar en la mesa de diálogo”, dijo por su parte, la estudiante de Contabilidad, Valeska Valle, miembro del Movimiento Universitario 19 de Abril.
Enrieth Martínez, estudiante de Sociología, y miembro de la Coordinadora Universitaria por Democracia y Justicia, apuntó en la misma dirección, al asegurar que “todos estamos de acuerdo en que esta es una condición prediálogo. Tiene que haber una comisión independiente para dar seguimiento a los criminales de Estado”.
Francisco Martínez, uno de los voceros de la Coordinadora Universitaria, aseguró que necesitan que se cumplan condiciones mínimas como “seguridad” para los jóvenes, para saber que podrán asistir al diálogo.
“Hemos pedido que se cree una Comisión de la Verdad contra la impunidad que debe estar integrada por organismos internacionales, porque es necesario tener garantía que se va a juzgar a los culpables de los asesinatos de tantos nicaragüenses y que cese de inmediato el hostigamiento a los manifestantes”, reclamó.
Fátima Villalta, miembro de la misma organización, dijo que no se sienten representados por los poderes del Estado, por lo que creen que las investigaciones sobre la masacre “no pueden llevarlas ellos mismos”.
Que siga la presión
Siendo que los estudiantes le dieron un plazo de cuatro días al gobernante para que invite a venir al país a la CIDH, y este respondió siguiendo el guion preestablecido, en el cual su Asamblea Nacional nombra a una ‘comisión de la verdad’, integrada por ciudadanos ‘notables’ e ‘independientes’, con lo que el Estado termina investigando al Estado, el siguiente paso es mantener la presión.
La joven Martínez confía en que hay diferentes expresiones organizativas de la sociedad civil que pueden hacer presión y están dispuestas a sentarse y a unificar esfuerzos para lograr que entre la CIDH.
Sánchez recordó que los jóvenes que iniciaron la lucha, ya una vez demostraron que sí pueden ponerle presión al gobierno, aun cuando estaban solos, “pero ahora hay que recordar que nos respalda toda la sociedad -o la mayor parte de ella- y esperan nuestro llamado para unirse a esta lucha”.
Lesther Alemán, otro dirigente de AUN, recordó que Ortega fue claro cuando “dijo que nadie le iba a condicionar el diálogo” pero seguirán exigiendo justicia para los muertos “porque la mayoría de los muertos los pusimos los estudiantes”.
“Vamos a seguir rechazando al Gobierno de Daniel Ortega con nuestras protestas, continuaremos exigiendo la visita de la CIDH para que no queden impunes todas esas muertes. No soltaremos las calles”, insistió.
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Mientras se vencen los plazos, mientras la Conferencia Episcopal de Nicaragua selecciona un día como fecha de inicio del diálogo nacional, mientras Ortega sigue con su pantomima, mientras la iglesia y el sector privado les piden que aceleren su proceso de elección de representantes, los estudiantes se toman su tiempo.
“Aceptamos lo que dicen los obispos”, asegura Sánchez, “pero me parece que la presión no es lo más adecuado en este momento. Si nuestro país no se ha organizado durante décadas, no nos pueden pedir a nosotros como jóvenes, que en menos de una semana definamos a los representantes. Estamos trabajando en eso”, argumentó.
Valle recordó que la población confía en ellos, y está poniendo el futuro de Nicaragua en sus manos, por lo que quieren asegurarse de elegir “personas capaces, competentes, que estén ahí representándonos, y que sepan las exigencias que estamos planteando al gobierno”.
“Más que los plazos, lo importante es el proceso. Todos estamos dispuestos a pasar por un proceso para que los que vayan a ese diálogo, -si es que se da, si es que se cumplen las condiciones- sean verdaderamente representativos de los intereses de los estudiantes”, dijo la joven Martínez.
“No se trata de elegir, y ya está, sino poder capacitarlos, y que todos lleven un mismo discurso que vaya acorde con nuestros objetivos”, concluyó Sánchez.
Sin el apoyo de la gente, nos matan
Después de llamarles ‘minúsculos’, ‘chupansagre’, y otras lindezas, voceros del partido de gobierno pasaron a decir que los jóvenes nicaragüenses que adversan a la administración Ortega – Murillo forman parte de una conspiración organizada y financiada por el gobierno de Estados Unidos.
“Somos autoconvocados. El objetivo principal que nos unió es que haya libertad y justicia en Nicaragua, que haya democracia. No hay un respaldo detrás de nosotros, alguna entidad que tenga otros objetivos más que éstos, o que influya directamente en las decisiones que tomamos como estudiantes”, garantizó Sánchez.
“Esas son estrategias que el gobierno utiliza para confundir a la gente que nos ayuda”, dijo Valle, explicando que por eso han creado sus propios espacios en la Red “para que la población entienda que no tenemos ninguna ayuda. Literalmente sin el pueblo, sin ellos nosotros no estaríamos vivos. Yo estuve en la Upoli, y sin la ciudadanía nos hubieran baleado, se hubieran metido, nos hubieran matado”, rememoró Valle.
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