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Las promesas de “mano dura” contra la inmigración y las acusaciones de “falsa solidaridad” lanzadas por el nuevo Gobierno en Italia han movilizado a las organizaciones humanitarias, que piden que se garanticen los derechos de los inmigrantes y que se eviten prejuicios sobre este fenómeno.
Organizaciones alzan la voz ante la “mano dura” con la inmigración en Italia
10/06/2018 09:42
Cristina Cabrejas
Roma, 10 jun (EFE).- Las promesas de “mano dura” contra la inmigración y las acusaciones de “falsa solidaridad” lanzadas por el nuevo Gobierno en Italia han movilizado a las organizaciones humanitarias, que piden que se garanticen los derechos de los inmigrantes y que se eviten prejuicios sobre este fenómeno.
“Acabaremos con el negocio de la inmigración, crecido enormemente bajo el manto de una falsa solidaridad”, dijo el nuevo presidente del Gobierno, Giuseppe Conte, en su discurso de investidura la pasada semana, unas palabras que no han caído nada bien entre las organizaciones humanitarias internacionales.
“No es un momento banal para las ONG, basta pensar en lo que está pasando en Hungría (que ha adoptado leyes que limitan a estas organizaciones). Sería muy grave si Italia introdujese normas que criminalizasen la práctica de la solidaridad”, explicó el director de Médicos sin Fronteras (MSF) en Italia, Gabriele Eminente.
MSF y Amnistía Internacional (AI) Italia mantuvieron una reunión esta semana con el presidente del Senado, Roberto Fico, para expresarle todos sus temores tras los ataques del nuevo ministro del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, que definió a las ONG que operan en el Mediterráneo como “vicetraficantes”, por actuar, a su juicio, como ayudantes de los que trafican.
“Es fundamental que Italia continúe siendo un país abierto al asilo y siempre preparado para la integración”, explicó a los medios italianos la portavoz en Italia y del Mediterráneo del Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Carlotta Sami, que pidió al Gobierno que “evite la dramatización sobre este tema; no sirve instrumentalizar o que nos pongan unos contra los otros”.
“Para nosotros es fundamental que la prioridad del Gobierno sea salvar vidas humanas”, agregó Sami, mientras el portavoz en Italia del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Andrea Iacomini, aseveró: “Estamos y estaremos siempre al lado del Ejecutivo si no fomenta el odio o no aplicarán medidas contra los más débiles de esta cadena, los niños inmigrantes”.
También las organizaciones católicas han reaccionado ante las acusaciones. “No existe una falsa solidaridad porque la solidaridad o existe o no existe”, opina, por su parte, el responsable de inmigración de Caritas italia, Oliviero Forti.
El Ministro del Interior volvió a reiterar este viernes de nuevo que el papel de las ONG en el Mediterráneo es hacer de “taxis” a los inmigrantes.
Al respecto, la abogada de algunas de estas ONG, Emanuela Lo Faro, aseguró que “Salvini no podrá impedir que hombres y mujeres de buena voluntad se empeñen por salvar vidas humanas. Los jueces han considerado siempre legítima su acción y así lo han expresado en sentencias definitivos”.
Otra de las frases con las que Salvini, líder de la xenófoba Liga, comenzó en su cargo fue que “se acabó la buena vida” para los inmigrantes, otro eslogan duramente criticado por incitar al rechazo de los inmigrantes y por el peligro que supone que degenere en episodios de odio.
ACNUR presentó a hace unos meses un informe con el que quiso desmontar algunos de estos “prejuicios” y “lugares comunes” sobre el fenómeno de la inmigración tan utilizados por la Liga de Salvini.
Las noticias de que los inmigrantes son alojados en hoteles de lujo que circulan en Italia “no tiene ningún fundamento”, aseguran desde ACNUR, pues el Estado facilita a las cooperativas 35 euros por cada persona para que se les procure comida y alojamiento.
Los 35 euros no se les dan a los inmigrantes “para que no hagan nada”, matizan, lo gestionan las cooperativas según las estimaciones del Ministerio del Interior, que ene sa cantidad incluyen servicios de limpieza personal y de las residencias, las comidas diarias y bienes de primera necesidad como ropa o mantas.
Salvini acaba de prometer que su Gobierno concederá mucho menos para la asistencia a estas personas que esperan su documentación de asilo.
A los inmigrantes solo se les conceden 2,50 euros al día, y 7,50 como máximo en caso de núcleo familiar.
Las famosas “recargas telefónicas”, también duramente criticadas, son en realidad de 15 euros que se le entregan el momento en el que llegan a Italia. EFE