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Carta urgente desde Nicaragua dirigida a José “Pepe” Mujica, ex presidente de Uruguay

Ernesto Cardenal :: 22.06.18

Poco a poco, Nicaragua está mostrando la diferencia, como parte-aguas, entre la izquierda de arriba y los de abajo, mucho discurso y teoría, pero la criminal actitud de Ortega y la cúpula del FSLN, ha terminado de apagar los viejos sueños emancipatorios que hoy han transformado al socialismo estatista en la fase superior del capitalismo y todo por la que llaman “vocación de poder” y por aceptar que Engels “interpretase” a Marx a los 10 años de su muerte, ya que no le daba el cuero para hacerlo en vida. Ver la introducción de este falsificador de Marx en “La guerra civil en Francia” en que Marx analizó la comuna de París y Engels tergiversó con sus “interpretaciones”, que finalmente llevaron a Lenin a seguir esas opiniones de Engels saltándose olímpicamente las de Marx… lo que dio en lo que dio.
No dejemos que Nicaragua siga el camino del abismo.
Comenzó el parte-aguas. Posiciónese.

22-06-2018
Un texto dirigido a José “Pepe” Mujica
Carta urgente desde Nicaragua

Ernesto Cardenal
Página/12

El mundo debe saber y pronunciarse respecto a lo que está ocurriendo en Nicaragua: una verdadera crisis de derechos humanos y terrorismo de Estado.

Reconociendo que sos un defensor de los derechos humanos, de la lucha por la dignidad y fuente de inspiración para toda América Latina, la juventud y el pueblo que lucha en las calles de Nicaragua, necesitamos que sumes tu voz a nuestra causa que es digna y justa.

Desde abril de 2018, los jóvenes nicaragüenses han vuelto a las calles para reclamar democracia y libertad. Han cumplido la profecía de uno de los principales artífices de la cruzada nacional de alfabetización en Nicaragua, el padre Fernando Cardenal, quien nunca se cansó de asegurar que así ocurriría. Lamentablemente, el ímpetu y determinación de la juventud fueron respondidos con la más violenta represión gubernamental que este país ha visto en su historia.

El 19 de abril, hace dos meses, el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo cobró la vida del primero de más de 180 nicaragüenses, en su mayoría jóvenes e incluso niños. Hay más de 1.500 heridos, muchos desaparecidos y presos políticos. Estos números aumentan cada día que transcurre Ortega en el poder.

El sábado 16 de junio, una familia completa fue calcinada en un incendio provocado por los escuadrones de la muerte del régimen, en represalia por no permitir que francotiradores entraran a su casa para desde ahí matar a quienes protestaban en la calle.

A pesar de la represión, la movilización ciudadana se ha mantenido firme, obligando a Daniel Ortega y Rosario Murillo a sentarse en un diálogo nacional con interlocutores más allá del gran capital. Por primera vez, en once años, tuvieron que sentarse con estudiantes universitarios, movimiento campesino y sociedad civil.

La estrategia del régimen orteguista ha sido estancar el diálogo para desatar su estrategia de terror en las calles. Aún es incierto si el diálogo nacional podrá dar respuesta al clamor popular que demanda que se vayan inmediatamente del poder y que haya justicia.

La presión popular también permitió que se concretara una visita de trabajo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuyo informe preliminar coincide con el informe de Amnistía Internacional respecto a las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en Nicaragua a manos del régimen orteguista. Ambos organismos lograron documentar el uso excesivo de la fuerza y la violencia por parte de los cuerpos de seguridad del Estado y fuerzas de choque parapoliciales armadas, incluyendo francotiradores que han lanzado disparos mortales a muchísimas víctimas, incluyendo al periodista Ángel Gahona y varios niños.

Ortega y Murillo no pueden seguir encontrando legitimidad en los movimientos de izquierda a los que con sus actos sin escrúpulos han traicionado. Los héroes y mártires de la revolución sandinista no merecen que su memoria sea manchada por los actos genocidas de un dictador que los traicionó. Las víctimas de Ortega y Murillo merecen justicia.

Ernesto Cardenal. Sacerdote y poeta. Texto enviado junto a la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/123090-carta-urgente-desde-nicaragua


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