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Reconozcamos esta oportunidad única de construir un país basado en valores; una sociedad inclusiva, dinámica y cívica, donde futuras generaciones puedan aspirar a una vida digna, donde exista justicia social y equidad sincera, donde invirtamos en nuestro bienestar inmediato y planifiquemos nuestras aspiraciones futuras. Hagamos historia. Forjemos sin cesar una Nicaragua de la que nos sintamos orgullosxs.
Debemos sumar a más nicaragüenses a la transformación del país. El desarrollo de una democracia no termina al apartar un mal gobierno ni se alcanza reemplazando un bando por otro. Nicaragua debe ser mejor. En esta revolución ciudadana rompamos el ciclo de la exclusión; encontremos unidad en la diversidad. Así seremos siempre más, seremos siempre millones de nicaragüenses tomando el control de nuestra sociedad.
Ante todo, hacemos un llamado claro a la acción. La transformación que queremos requiere coordinación, disciplina y participación masiva de lxs ciudadanxs. Para llevar nuestras aspiraciones e ideas a hechos concretos, en el marco de la lucha cívica, respaldamos todas las acciones que se adhieran a los principios de no violencia, inclusión y democracia.
Nuestro enfoque no radica simplemente en cambiar este gobierno, sino en ayudar a cambiar la cultura política y ciudadana de nuestro país. ¡Exigimos patria libre y vivir!
#PatriaLibreYVivir: nuestro enfoque, nuestro país.
PATRIA LIBRE Y VIVIR·JUEVES, 19 DE JULIO DE 2018
Declaración de existencia.
Dado en Nicaragua el 19 de julio de 2018
Reconozcamos esta oportunidad única de construir un país basado en valores; una sociedad inclusiva, dinámica y cívica, donde futuras generaciones puedan aspirar a una vida digna, donde exista justicia social y equidad sincera, donde invirtamos en nuestro bienestar inmediato y planifiquemos nuestras aspiraciones futuras. Hagamos historia. Forjemos sin cesar una Nicaragua de la que nos sintamos orgullosxs.
Para cambiar Nicaragua debemos reconocer que nuestra historia está marcada por la guerra, la injusticia, y la exclusión. La violencia como método de resolver diferencias siempre ha sido un trágico denominador común en nuestra cultura política, llevándonos a sufrir conflictos armados una y otra vez. En los 197 años que han transcurrido desde nuestra independencia, ni una sola generación de nicaragüenses ha escapado a los traumas del conflicto armado.
¡Esto se acaba ya!
A partir del 18 de abril, cuando un centenar de estudiantes sacudieron nuestra conciencia colectiva y desataron la construcción de una nueva Nicaragua, cientos de miles de ciudadanxs nos hemos manifestado pacíficamente ante un régimen que asesina, detiene, hiere y tortura despiadadamente. Esta nueva realidad ha inspirado a miles de nicaragüenses a volcarse en una lucha cívica sin precedentes. La vida de lxs nicaragüenses ha cambiado radicalmente entre momentos de lucha, de violencia sufrida y de luto por hermanxs caídos. También de renacer político, de resistencia y de expresión ciudadana. Hemos recuperado espacios que creíamos perdidos.
La reacción ciudadana a la represión sanguinaria de protestas pacíficas catalizaron un fervor por cambiar la realidad social y política en la que vivimos; un anhelo por transformar nuestra nación y una oportunidad para reivindicar el alma del país y el futuro institucional de la democracia. No olvidaremos. El miedo no nos detendrá. No habrá paso atrás. Sin embargo, debemos reflexionar urgentemente para que este momento histórico nos lleve al futuro que necesitamos. Preguntémonos:
¿Qué errores del pasado se deben evitar? ¿Qué debemos hacer mejor? ¿Qué debemos cambiar en nosotros para transformar Nicaragua? ¿Cuáles estrategias son más efectivas? ¿Cómo organizamos nuestras acciones, colectivas e individuales, si lo que queremos es un país libre, justo y democrático?
Reafirmamos nuestro derecho de construir una mejor Nicaragua, una historia distinta, sin violencia y sin guerra. No podemos reproducir los errores del pasado. No tenemos porqué aceptar el trágico grito de “Patria libre o morir”.
Nuestra cultura política de transiciones violentas acaba ya. Esta es la última generación que verá nuestra bandera teñida con sangre de hermanos. Esta es nuestra misión.
Patria Libre y Vivir es un movimiento cívico que busca instaurar el principio de la lucha cívica no violenta en nuestra sociedad, respaldado por múltiples estudios que comprueban que la lucha cívica no violenta es cuatro veces más efectiva que la lucha violenta, y cinco veces más probables de lograr una transición estable y democracia sostenible.
Afortunadamente, en un contexto de desigualdad de fuerza, existen mejores caminos que empuñar un fusil: cientos de miles de ciudadanxs, nutriéndose del ejemplo de movimientos cívicos exitosos. La lucha cívica no violenta es un imperativo moral, práctico y estratégico.
Buscamos tender puentes con otros actores a nivel nacional y territorial, promoviendo que los conflictos no se tengan que resolver nunca más a través de la violencia. En ese camino, construiremos y fortaleceremos modelos de ciudadanía fundamentados en la acción, la inclusión y la no violencia, que nos permitan lograr una democracia verdadera y una paz duradera.
La lucha de hoy, como la de mañana, parte de un llamado explícito e inclusivo, una invitación a todxs lxs nicaragüenses a sumarse. Para formar una Nicaragua nueva, verdaderamente inclusiva, debemos erradicar las represalias sociales, políticas o económicas con las que se castiga a las personas consideradas de otro bando en cualquier contexto. Debemos sumar a más nicaragüenses a la transformación del país. El desarrollo de una democracia no termina al apartar un mal gobierno ni se alcanza reemplazando un bando por otro. Nicaragua debe ser mejor. En esta revolución ciudadana rompamos el ciclo de la exclusión; encontremos unidad en la diversidad. Así seremos siempre más, seremos siempre millones de nicaragüenses tomando el control de nuestra sociedad.
Ante todo, hacemos un llamado claro a la acción. La transformación que queremos requiere coordinación, disciplina y participación masiva de lxs ciudadanxs. Para llevar nuestras aspiraciones e ideas a hechos concretos, en el marco de la lucha cívica, respaldamos todas las acciones que se adhieran a los principios de no violencia, inclusión y democracia.
Nuestro enfoque no radica simplemente en cambiar este gobierno, sino en ayudar a cambiar la cultura política y ciudadana de nuestro país. ¡Exigimos patria libre y vivir!
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