Cuando Ana Pontón tenía 17 años cogió un autobús rumbo a Santiago para ir, a escondidas de sus padres, a la manifestación del 25 de julio del BNG. Veinticuatro años después, en una Praza da Quintana abarrotada, arenga a la multitud a “dar un salto adelante”, a expandir el proyecto del Bloque Nacionalista, para impulsar “un cambio de rumbo” en la política gallega, un cambio que debe empezar en las elecciones municipales de 2019.Y reivindica las señas de identidad del Bloque como el derecho a la autodeterminación frente a quienes “engatusan a la gente con falsos acabados de galleguismo o nacionalismo”.
El BNG reivindica la “autodeterminación” de Galicia y se propone ampliar sus bases
Pontón exhibe “la seriedad” del Bloque frente al “espectáculo” que dan otras fuerzas
Paula Pérez | Santiago 26.07.2018 | 01:08
Cuando Ana Pontón tenía 17 años cogió un autobús rumbo a Santiago para ir, a escondidas de sus padres, a la manifestación del 25 de julio del BNG. Veinticuatro años después, en una Praza da Quintana abarrotada, arenga a la multitud a “dar un salto adelante”, a expandir el proyecto del Bloque Nacionalista, para impulsar “un cambio de rumbo” en la política gallega, un cambio que debe empezar en las elecciones municipales de 2019.Y reivindica las señas de identidad del Bloque como el derecho a la autodeterminación frente a quienes “engatusan a la gente con falsos acabados de galleguismo o nacionalismo”.
“El BNG es la única alternativa real, seria y consistente al desgobierno del PP”, dejó claro la líder del BNG en su discurso final. Reivindicó el Bloque como “una organización con principios sólidos” y la contrapuso al “espectáculo” que dan otros partidos en alusión a las disputas internas de En Marea. “Tienen energías para pelear entre ellos en Galicia, pero se quedan sin aliento para hacerse oír en sus centrales madrileñas”, sentenció.
La portavoz nacional del BNG cargó contra las “organizaciones de usar y tirar”. “Puede pasar que nuestra gente se deje engatusar un tiempo con la supuesta comodidad de la uralita contaminada con amianto del españolismo o por los adornos de la madera contrachapada con falsos acabados de galleguismo o nacionalismo, pero al pueblo gallego no le gusta lo superficial”, proclamó.
Durante su intervención, puso el acento en los principios que sustentan el BNG. “Galicia es una nación que tiene derecho a la autodeterminación”, defendió en un discurso donde criticó que Jordi Turull, Carme Forcadell o Oriol Junqueras estén en prisión preventiva. Y además clamó contra el rey emérito Juan Carlos I, al que apodó “El Campechano” y definió como el “principal delincuente del Estado”. “Abajo la monarquía”, gritó. De la misma manera, reivindicó el feminismo y cargó contra La Manada. Y se mostró orgullosa de los militantes nacionalistas que ocuparon el pazo de Meirás y la Casa de Cornide, en A Coruña, propiedad de la familia Franco.
Pontón reivindicó un BNG “fuerte, cohesionado, expansivo y optimista”. Y recordó tres lecciones que aprendió de la trayectoria del fallecido Bautista Álvarez, fundador de la UPG: que el “radicalismo estéril” no funciona, que “asimilarse con otras fuerzas del Estado” tampoco, y que ha que “abrir las puertas” de la organización a quien quiera sumarse.
Y remató su discurso con un “Galicia ceibe, poder popular”, coreado en toda la plaza, y tras el que cantaron el himno gallego al tiempo que izaron la bandera de Galicia.