En esta sección se encuentran disponibles lo comentarios realizados al libro Venezuela desde adentro. por algunos de los miembros del Grupo de Trabajo sobre Alternativas al Desarrollo que impulsa la Fundación Rosa Luxemburg.
Luego estaremos publicando las 8 investigaciones.
Venezuela desde adentro. Comentarios a las investigaciones
En los últimos 20 años, desde las coordenadas de las izquierdas, la experiencia venezolana ha estado en el centro del debate político regional. El libro Venezuela desde adentro. Ocho investigaciones para un debate necesario presenta ocho estudios comprometidos, que no buscan dar explicaciones absolutas o lecturas unívocas sobre la crisis, la coyuntura o el modelo venezolano.
El reto de estos textos es principalmente abrir el debate entre las izquierdas plurales, aprender de lo que esla experiencia venezolana tanto en las luces y en la tenacidad de los sujetos en sus luchas, como en sus sombras y opacidades en medio de una crisis que cada día dificulta no sólo pensar en horizontes transformadores, sino incluso sobrellevar el día a día.
En esta sección se encuentran disponibles lo comentarios realizados al libro Venezuela desde adentro. por algunos de los miembros del Grupo de Trabajo sobre Alternativas al Desarrollo que impulsa la Fundación Rosa Luxemburg.
VENEZUELA DESDE ADENTRO
Comentarios a las investigaciones
ÍNDICE
Contenido
Comentarios a los trabajos sobre conflictos
socioambientales y minería
Laura Rodríguez 4
Leonardo Luna 6
Maristella Svampa 8
Karin Gabbert 12
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Klaus Meschkat 16
Alejandro Mantilla Quijano 19
Miriam Lang 24
Mario Rodríguez 28
Raúl Zelik 34
Comentarios al estudio sobre mujeres y políticas públicas
Kristina Dietz 44
Uli Brand 46
Laura Rodríguez
Maristella Svampa
Leonardo Luna
Karin Gabbert
COMENTARIOS A
LOS TRABAJOS SOBRE CONFLICTOS
SOCIOAMBIENTALES Y MINERÍA
4
El texto presenta una cartografía de los
conflictos socio-ambientales en Venezuela.
El autor mapea geográficamente 21
conflictos, distinguiendo las poblaciones
implicadas y el commodity sobre el cual se
plantean disputas ecológico-distributivas.
Las actividades mineras subyacen a la mitad
de los conflictos identificados, doblando
en cantidad a aquellos vinculados con la
explotación petrolera. En todos, el Estado
es el actor clave que impulsa las actividades
que generan rechazo y resistencias de
parte de los llamados ecologismos populares
venezolanos. Prontamente, la lectura
del texto nos enfrenta con una conclusión
tajante: existe una marcada injusticia ambiental
en el proceso bolivariano.
Quiero destacar cuatro aspectos:
a) En primer lugar, el trabajo plantea que
la Revolución Bolivariana estaría atravesada
por un “dilema ecológico” planteado por la
presencia simultánea, por un lado, de un
conjunto de principios y derechos alemanes
en la Constitución de 1999, en políticas públicas
y en el discurso sobre el “ecosocialismo”
y, por otro lado, por la intensificación
del extractivismo. No obstante, el balance
de los conflictos ecológicos que presenta el
texto apunta más bien a una abierta contradicción
que deja atrás tal dilema y que
por el contrario evidencia una decidida opción
por el desarrollo entendido como crecimiento
económico sustentado en la extracción
de materias primas. En este punto,
considero importante asumir las derivas
neoextractivistas y desarrollistas del proyecto
bolivariano en su fase “caotizante”.
b) Un segundo punto es que tal resolución
en favor de una ampliación de la frontera
extractiva amenaza con terminar de
socavar definitivamente la base territorial
y los modos de vida de los pueblos indígenas.
Ya Edgardo Lander se ha referido a
esto como un “etnocidio indígena” refiriéndose
a las previsibles consecuencias de la
implementación del Arco Minero del Orinoco
(aquí vuelvo a preguntarme si hablar
de un dilema ecológico en la revolución
bolivariana tiene realmente sentido). Este
es un hecho revelador en varios planos. Por
un lado, interpela sobre las subjetividades
transformadoras, por aquellas involucradas
en los conflictos, pero también sobre
las ausencias. El artículo señala una significativa
participación indígena en los 21
conflictos identificados: en casi la mitad,
Sobre la investigación
“Naturalezas y
territorialidades
en disputa”*
Por Laura Rodríguez
* Naturalezas y territorialidades en disputa: Los ecologismos populares venezolanos y el eco-socialismo realmente existente
en la Revolución Bolivariana, de Emiliano Teran Montovani, se encuentra disponible en la versión digital del libro impreso
(http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
5
Comentarios a los trabajos sobre conflictos socioambientales y minería
Laura Rodríguez
dramas de la Revolución Bolivariana es probablemente
haber fallado en la superación
de la concepción colonial del subsuelo,
por un lado, y de la noción monocultural
y homogeneizante de pueblo, elementos
enlazados de manera mortífera en el caso
de los pueblos indígenas. Esto en abierta
contradicción con el reconocimiento constitucional
de su derecho como pueblo a
obtener la propiedad colectiva de sus “tierras
y hábitat ancestrales” como sanciona
el artículo 19 de la Constitución a través de
un proceso de demarcación saboteado por
las instancias gubernamentales durante los
últimos 18 años.
d) Un cuarto punto que quisiera resaltar
es el esfuerzo simultáneo de este trabajo por
explorar los llamados ecologismos populares,
en un movimiento analítico que conjuga
preocupaciones de “rojos” y “verdes”, y
que concretamente aporta en la dirección
de ecologizar a la izquierda. El texto muestra
conocimiento de la complejidad social venezolana,
al tiempo que indaga en las valoraciones
de la llamada naturaleza que exhiben
los diversos actores, sus métodos de acción
y territorialización desde una aproximación
que rescata elementos de la teoría de movimientos
sociales. Un abordaje complementario
de tipo etnográfico sobre los diversos
casos presentados enriquecería el análisis
en el sentido de la antropología de los ecologismos
populares venezolanos que plantea
el título del artículo.
Finalmente, plantearía una pregunta en
relación con las particulares características
del petroestado en el periodo de la Revolución
Bolivariana: ¿qué implicaciones tiene
entonces el análisis de las luchas subyacentes
a los 21 conflictos en nuestra mirada sobre
el petroestado venezolano?
como protagonistas y también en articulación
con otros grupos. Es decir, solo 2% de
la población venezolana que se autoidentifica
como indígena resulta en el grupo social
que más demanda justicia ambiental a
pesar de ser invisibilizado tanto por la gran
mayoría de los medios de comunicación
estatales y privados, como por el propio
gobierno que despliega ingentes recursos
públicos para cooptar y dividir a los pueblos
indígenas, o persuadirlos a través de
comida, bloques, techos de zinc o maquinaria
agrícola para de esta forma asimilarlos
e incorporarlos a las valoraciones hegemónicas
en el país, como bien señala el
autor en su texto. Ciertamente este hecho
interpela sobre los sentidos comunes en la
Venezuela petrolera y las posibilidades de
construcción de una subjetividad alternativa
y verdaderamente ecosocialista. Trabajos
complementarios en esta dirección
podrían aportar mucho en la construcción
de futuras estrategias políticas contrahegemónicas
en este sentido.
c) Un tercer aspecto tiene que ver con
la dimensión de la territorialidad. Considerando
el objetivo de estudiar las dinámicas
de distribución ecológica en la producción
de territorios y territorialidades, me parece
fundamental hacer un puente más explícito
entre los dispositivos de asimilación
de conflictos de parte de las instancias de
gobierno y sus implicaciones para las territorialidades
locales. ¿Qué significan los
proyectos extractivos en conjugación con
el despliegue de dispositivos estatales de
neutralización de conflictos y las dinámicas
de extractivismos paraestatales ilegales
y violentos para los territorios entendidos
como espacios de reproducción cultural
que incluyen dimensiones espirituales, de
comunidad y cuidado mutuo? Uno de los
6
Un agradecimiento especial a Emiliano
por la construcción de un documento
cargado de investigación profunda y rigurosa
que me permite, como ignorante de
la situación venezolana, entenderla desde
una óptica crítica y a su vez propositiva
del escenario nacional en los debates
de los ecologismos. Sin desapegarme de
mi terruño de país pude ir comparando
nuestras realidades, desde una lógica que
atraviesa los sueños y utopías más apasionadas,
descarnadas y racionales de los
otros mundos posibles y por qué no, de un
mundo socialista.
Enarbolar esta consigna, sobre este texto,
tiene sentido solamente en la lógica de “todos
los pueblos del mundo”, no como una
particularidad, varias particularidades o la
solidaridad altruista y asistencial de un pueblo
con otro desde lejos que “ayuda” a los
demás, sino desde la identidad revolucionaria
que nos hermana en un solo pueblo, y
que ve el bienestar de toda la población en
el papel geoestratégico de nuestros países
a contramano de la acumulación capitalista
de los países imperialistas y que como bien
señala Emilio, nos hace a todos “defensores
de la vida”. Así, cobra vital importancia el
propósito de este encuentro para entender
de forma crítica y autocrítica los aprendizajes
para caminar por las sendas de la liberación
popular.
En tal sentido, tengo que aportar más en
forma de preguntas, que de afirmaciones.
Considero que, aunque el texto toca someramente
el no autoabastecimiento alimentario
de Venezuela, por no ser su propósito
de investigación, sí me parece clave
entender: ¿Qué ha pasado con las apuestas
de activación del agro en este país y cómo
sostener en el corto plazo al país que no posee
una cultura de producción alimentaria
y de otros productos de la canasta básica
familiar? Más aún por la complejidad del
momento y lo que podría ser una política
agroalimentaria que confronte el modelo
rentista y civilizatorio, así lo vivimos desde
Colombia desde los Territorios Campesinos
Agroalimentarios.
Al final del texto se menciona que el mayor
porcentaje de resistencia en las injusticias
ambientales desarrolladas son las de la
población indígena (3 % de la población del
país), se resalta que cuentan con otra cosmogonía
y que pueden ofrecer alternativas
al modelo civilizatorio y rentista petrolero.
Comentario al texto
“Naturalezas y
territorialidades
en disputa”*
Por Leonardo Luna
* La investigación Naturalezas y territorialidades en disputa: Los ecologismos populares venezolanos y el eco-socialismo realmente
existente en la Revolución Bolivariana, de Emiliano Teran Montovani, se encuentra disponible en la versión digital del
libro impreso http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf.
7
Comentarios a los trabajos sobre conflictos socioambientales y minería
Leonardo Luna
problema de las “lógicas de militarización
y securitización” del país? Este elemento y
el de la violencia ¿cómo juega en la defensa
del territorio y los bienes comunes? Citando
el mismo ejemplo de la ocupación de la
mina y la retención de 22 militares.
Al ser este un tema complejo, pero muy
importante en las lógicas del poder, se requiere
entender de la manera más detallada,
por la geopolítica y la matriz energética
mundial, al respecto pregunto: ¿Cómo es la
alianza directa y formal del sector militar con
las transnacionales, en términos de participación
porcentual en la empresa Camimpeg
u otras y la participación del Estado? ¿Cuándo
se mencionan los grupos armados (aparte
del Estado)?, ¿cuáles son y a qué intereses
favorecen?, ¿qué otros ejércitos existen?,
¿hay guerrillas y paramilitares?
En Colombia han venido funcionando las
consultas populares para que las comunidades
locales se pronuncien mayoritariamente
en contra de los proyectos extractivos.
¿Cuál es el comportamiento de las
localidades venezolanas alrededor de estas
matrices de poder territorial? Y ¿cómo se
entiende el problema del extractivismo en
los poderes regionales a partir de las últimas
elecciones? En el entendido de que en
varias ocasiones han sido las autoridades
locales quienes han facilitado las consultas
populares, a veces por intereses particulares
y a veces plegados a los intereses del
pueblo ¿qué papel han jugado las Comunas
en este escenario?
Finalmente, me parece muy interesante
el comparativo de los impactos de explotación
minera y petrolera. Agradezco nuevamente
al autor el esfuerzo tan grande para
ubicar contradicciones y potencialidades
del actual Gobierno en Venezuela.
¿Esto cómo se entiende para el grueso de
la población? ¿Cómo potencializarlo en un
consumo urbano desaforado que nos da
cuenta de unas lógicas de consumo que vienen
de consolidarse históricamente? Como
un ejemplo cercano tenemos la migración
en Colombia donde todos los días en los
transmilenios hay personas venezolanas diciendo
“que se van para Colombia porque
no pueden comprar todo lo que allí sí”, es
decir, lo que el capitalismo nos ofrece y que
también consumimos los de izquierda. ¿Es
el “Patrón desarrollista que permeó el ideal
revolucionario”? o ¿el ideal revolucionario
no se ha desarrollado con otras lógicas de
consumo y sobre todo de producción?
En tal sentido, ¿estos proyectos son un
“asalto final a los pueblos indígenas y las
últimas áreas protegidas en el país” como
una afectación para la vida del conjunto
del pueblo venezolano y del mundo por ser
áreas estratégicas que defender, o porque
no logran incluir a los pueblos indígenas en
las lógicas desarrollistas de explotación comunitaria
para un desarrollo propio como
el ejemplo del pueblo indígena que ocupó
la mina de Tonoro para una explotación autónoma?
¿Este tipo de ejercicios autónomos
entran dentro de la lógica de minería ilegal
que denuncia el artículo, pero que son una
posibilidad legítima de las comunidades?
Entiendo que la guerra económica de
Venezuela no sucede por variables económicas
sino por variables políticas, dadas
las sanciones económicas de los Estados
Unidos, en tal sentido ¿cuál sería la mejor
forma de salir de la crisis?, ¿qué alternativa
hay a las Zonas de Desarrollo Estratégico
Nacional (ZDEN)?
Sumada a la pregunta anterior, sobre
las sanciones norteamericanas y una posible
intervención militar gringa, ¿cuál es el
8
Antes que nada, quisiera subrayar la calidad
de ambas investigaciones, tanto
desde el punto de vista analítico como empírico.
Sin duda, constituyen un aporte valioso
a la comprensión de un fenómeno de carácter
complejo y aluvional, a saber, la evolución
de la minería artesanal, su relación con
el aumento de la violencia y la emergencia
de estructuras criminales paraestatales.
Agradezco la oportunidad de leer y comentar
estos trabajos, pues no sólo nos iluminan
sobre dinámicas puntuales (la minería
artesanal/ilegal, a pequeña escala), sino
también sobre dinámicas sociales más generales,
aún si lo hacen a través del análisis
de los “márgenes” y no del “centro”.
Ambos textos se proponen explicar el
fenómeno de la violencia asociado a la minería
artesanal/ilegal. En ello presentan varios
puntos comunes:
• Función instrumental de la violencia.
• Análisis de un proceso de reconfiguración
territorial que va más allá de la desorganización
social y la destrucción de
lazos comunitarios.
• Emergencia de un nuevo orden, expresado
en estructuras criminales paraestatales
similares a las del narcotráfico.
En función de esta consideración, quisiera
hacer algunos comentarios generales y puntuales
sobre la relación minería-violencia.
Dinámica de la minería a pequeña
escala como sistema emergente.
Dislocaciones y ramificaciones
entre lo local y lo nacional
Considero muy interesante el análisis sobre
la consolidación de estructuras criminales
paraestatales, que tienen como contracara
la incompetencia del Estado, en su incapacidad
de regular y de proteger a las poblaciones
(por déficit) y por exceso (abuso,
agresiones, despojo). Asimismo, aunque no
lo desarrolle, el trabajo establece la diferencia
entre explotación petrolera (mayor
presencia estatal) y la minería (que circula
por redes más desreguladas).
1. Si bien el trabajo realiza un excelente
ejercicio etnográfico, creo que hubiera
sido interesante hacer alguna referencia a
Sobre los artículos
“Dinámica de la minería
a pequeña escala como
sistema emergente”*
y “No todo lo que mata
es oro”**
Por Maristella Svampa
* La investigación “Dinámica de la minería a pequeña escala como sistema emergente. Dislocaciones y ramificaciones entre lo
local y lo nacional”, de César Romero y Francisco Ruiz, se encuentra disponible en la versión digital del libro impreso
(http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
** La investigación “No todo lo que mata es oro. La relación entre violencia y rentas mineras en el sur del estado Bolívar”, de
Andrés Antillano, José Luis Fernández-Shaw y Damelys Castro, se encuentra disponible en la versión digital del libro impreso
(http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
9
Maristella Svampa
Comentarios a los trabajos sobre conflictos socioambientales y minería
que “la minería sea causa de la violencia”,
lo que se afirma es que “sí lo es el tipo de
territorialidad que la minería genera”. Los
territorios extractivos adoptan una configuración
propia (cadenas de violencia), diferente
a los territorios no extractivos. Los enclaves
extractivos muestran la exacerbación
de problemáticas sociales ya existentes en
la sociedad (disparidades salariales, precios
altos, diferentes adicciones, criminalidad,
prostitución, a lo que hay que añadir, más
recientemente, la trata). En otros términos,
este tipo de configuración socio-territorial
puede ser leída como una “figura extrema”,
caracterizada por la desorganización
social, por la desigualdad, por la sobreapropiación
máxima, por el reforzamiento
de la matriz de dominación patriarcal, lo
cual potencia las cadenas de violencia ya
existentes en la sociedad.
De todas maneras, el caso analizado implica
un escalón, un cambio cualitativo, que
se instala más allá de lo que denominamos
como cadena de violencia. Queda claro que
el tipo de violencia que analizan los autores
“no es subsidiaria de la organización social
y del quiebre de los vínculos comunitarios,
sino una dirigida a imponer un orden criminal
y controlar los territorios y las poblaciones
que lo ocupan y explotan”. Es un orden
social en sí mismo.
Sobre “No todo lo que mata
es oro. La relación entre violencia
y rentas mineras en el sur
del estado Bolívar”:
A diferencia del primer trabajo, que es
de carácter etnográfico, esta segunda investigación
presenta otras aristas, de tipo
más histórico y comparativo. Aparecen así
comparaciones con otros países (Colombia,
Perú, Guatemala), a la hora de leer las
la cadena de comercialización, en relación
a la minería artesanal, para dar cuenta de
modo más global de los actores presentes
en el conjunto del proceso. En el análisis
están presentes los trabajadores mineros
(se alude a las diferentes procedencias
geográficas), se analiza el tipo de control
moral y territorial instalado por la banda
criminal: ¿Quiénes son los compradores?,
¿cuál es el rol de los municipios y de los
estados?, ¿cuáles son los circuitos y los actores
sociales y económicos por los cuales
ese mineral se compra y exporta a otros
países? Como se señala, no están presentes
las compañías megamineras; pero
¿existe presencia de capital transnacional
en este proceso?
b) Sería interesante profundizar en las
transformaciones de la subjetividad popular
en un contexto de consolidación de una
territorialidad criminal, asociada a un “orden
moral”. Hay elementos de valoración
positiva respecto del orden impuesto por
la banda criminal en el caso que se analiza.
¿Hay otras opciones de disputa de la subjetividad?
–una es el Estado, pero éste no
aparece si no por exceso o por defecto–.
¿Algún otro tipo de organización social y/o
religiosa?
c) Si bien el trabajo enfatiza el rol de la
renta extraordinaria y las desigualdades sociales,
para explicar el fenómeno de la violencia,
en contrapartida minimiza la relación
entre violencia y extractivismo. En esa línea,
pese a que solo se lo menciona al final, de
modo crítico, considero que hay una lectura
reduccionista de aquellas interpretaciones
que plantean una relación “inherente”
entre extractivismo y minería. En realidad,
entiendo que se están eliminando las mediaciones
conceptuales de este planteo. Dicho
de otro modo; en general no se afirma
10
las grandes corporaciones transnacionales
en el llamado Arco minero del Orinoco, entendía
que la apuesta del actual Gobierno
de Maduro a la explotación minera a gran
escala, en manos de grandes corporaciones,
se insertaba en una línea más clásica de ampliación
de la frontera extractivista, por la
vía de la incorporación de nuevas fuentes
de divisas (en clave de renta extraordinaria),
la diversificación del modelo extractivista; a
lo cual hay que añadir, por supuesto, como
elemento diferencial respecto de otra situación,
el contexto de la enorme crisis –no
solo económica y financiera– que atraviesa
el país.
Leyendo los dos trabajos, nos encontramos
con que los estados que el Arco minero
del Orinoco abarca, lejos de ser territorios
en los cuales se preservan modos y estilos
de vida, economías otras, cosmogonías y
prácticas culturales ligadas a pueblos originarios
y campesinos, más bien son, desde
hace varios años, el escenario de un intenso
y violento proceso de reconfiguración territorial.
Este proceso aparece completamente
desligado a la emergencia –más o menos débil
o fuerte, según los casos– de territorios
de solidaridad, para acercarse mucho más al
de un contexto de colonización de la sociedad
por la violencia y la economía criminal,
como es el caso de México, país que en los
últimos años ha sufrido un proceso de descomposición
por la vía de la violencia en manos
de poderosos sectores del narcotráfico.
Es cierto que la emergencia de estructuras
criminales ligadas a la minería artesanal/ilegal,
no es una figura específica de
Venezuela, pues algo similar –como dicen
los autores del segundo trabajo– podemos
encontrar en la frontera amazónica, en
Perú, o también en Colombia. Sin embargo,
pareciera ser que en Venezuela asumen
características de los grupos criminales y el
tipo de orden social instituido. Hay mucha e
interesante bibliografía incluida sobre otros
casos, así como referencias más precisas a
los procesos de captura y transformaciones
del Estado. Asimismo, al principio se plantea
una lectura que enfatiza el desdibujamiento
y pérdida de la tradición minera, en función
de la emergencia de un nuevo orden, que
va acompañado de nuevas prácticas, mas
depredadoras en lo ambiental.
a) ¿Cuán presente está en el discurso del
Gobierno la idea de que la minería a gran
escala viene asociada a mejores condiciones
laborales y ambientales que la minería
artesanal? Por ejemplo, en Ecuador y en
Perú, esto aparece de manera constante
a la hora de justificar la megaminería y el
cambio de normativa para la misma.
b) No queda claro de qué modo aparece
la vinculación con el capital transnacional
en la construcción de este nuevo orden, si
es que lo hay.
c) Aparece mencionada (en ambos trabajos)
la expulsión de las transnacionales
y el rol desestabilizador que tuvo el Plan
Caura durante la primera fase del Gobierno
chavista (antes de la crisis). Aún si se
mencionan sus consecuencias, habría tal
vez que incluir más información sobre las
características de la política chavista en relación
a la minería.
Tradicionalmente América Latina ha presentado
el doble rostro de Jano: es territorio
de grandes solidaridades, por la vía de la
auto organización colectiva y la resistencia
social, pero también es territorio de violencias
extremas, bajo sus diferentes formas,
muy especialmente a partir de la expansión
de las redes del narcotráfico y la economía
informal/ilegal. Cuando leía información
sobre las concesiones mineras otorgadas a
Maristella Svampa
Comentarios a los trabajos sobre conflictos socioambientales y minería
11
¿Es la colonización de la subjetividad el
corolario del nuevo orden social, la emergencia
de una “soberanía criminal”? ¿Cuánto
de esta territorialidad violenta que se
consolida en los márgenes como “nuevo
orden”, forma parte del centro mismo –las
grandes ciudades–, al calor de la crisis económica-política,
de la crisis del modelo rentista
y la descomposición social? En todo
caso, en los márgenes pareciera que no hay
instituciones u organizaciones capaces de
disputar la construcción de una subjetividad
diferente, alternativa o contrahegemónica,
lo cual constituye un golpe importante
para cualquier tentativa de reconstrucción
de un proyecto democrático.
Agradezco nuevamente a los/as autores/
as de ambas investigaciones.
rasgos más contundentes, pues están ligados
al proceso de descomposición del Estado
(lo cual no es el caso ni de Colombia ni
de Perú) y a la inmersión en una crisis económica
que exige el desarrollo de nuevas
estrategias de refugio o de sobrevivencia
por parte de la población más vulnerable.
Al mismo tiempo se convierten en territorios
de conquista, por parte de “buscadores
de renta”, como bien señalan ambos trabajos.
Sin embargo, lo específico del caso es
lo primero (la crisis y descomposición del
Estado), no lo segundo (los buscadores de
renta extraordinaria).
A partir de la transformación de los “márgenes”
o las “periferias”, ambos trabajos
revelan los contornos escalofriantes de una
nueva territorialidad, una territorialidad violenta,
que tiene como contracara un Estado
fallido, el cual tiene escasa capacidad de regulación
y de control territorial, aún si presenta
vinculaciones/articulaciones con las
bandas armadas/pranario minero.
Una conclusión a la que nos enfrentan
estos dos trabajos es la existencia de un
cambio cualitativo, a partir de la emergencia
y consolidaciones de las redes criminales
paraestatales. No se trata solo de cadenas
de violencia, las que tradicionalmente
y con rasgos específicos según los países y
períodos históricos, se asocian a los enclaves
extractivos (desorganización social, mayor
desigualdad, subida de precios, masculinización
de los territorios, exacerbación de
problemáticas ligadas al alcohol, la droga y la
prostitución). Lo que describen los trabajos
es la emergencia de una esfera paraestatal,
desde abajo, que involucra un gran número
de actores económicos, legales e ilegales, y
sujetos sociales.
Maristella Svampa
Comentarios a los trabajos sobre conflictos socioambientales y minería
12
Las dos investigaciones tratan el mismo
tema y el mismo territorio geográfico: la
minería artesanal en el sur de Venezuela en
un territorio inmenso, muy poco conocido,
al “margen” y fronterizo. Se complementan
muy bien, coincidiendo en datos básicos,
por ejemplo, en que la violencia en el
territorio explotó alrededor del año 2005,
cuando los precios del oro estallaron y que
la actividad minera hasta hoy se sustenta
en aproximadamente 100.000 mineros ilegales
y no en empresas grandes, sean nacionales
o trasnacionales.
Además, las investigaciones tienen enfoques
distintos que enriquecen mucho
nuestra mirada. Los trabajos aportan conocimientos
minuciosos y sustentados, históricos,
etnográficos, políticos, económicos y
comparativos.
Lo que más me llama la atención es el
escalofriante análisis de una zona muy
grande del territorio venezolano que se ha
convertido prácticamente en un territorio
controlado por organizaciones mafiosas –
paraestatales y criminales–, con una economía
ilegal con ganancias muy altas a base
de una explotación brutal de las personas y
la naturaleza y con una disputa mafiosa de
los territorios, con un nivel de violencia que
se parece al que conocemos de México actualmente.
También la economía en la zona
es transnacional, como nos explica sobre
todo el segundo trabajo, que da el ejemplo
sobre las reservas de oro en el Banco
Central, que están subiendo considerablemente
desde que se instaló esta nueva estructura
de poder en el sur de Venezuela.
El Estado venezolano está involucrado muy
a fondo en esto –algo que describen muy
bien ambos análisis–.
En este sentido, me pregunto sobre la
utilidad del término “Estado fallido” que se
está aplicando y que nunca me ha parecido
muy útil en los casos de Colombia, México
o países africanos en donde se tiende a
aplicar –teniendo como referencia o ideal
Comentario a las
investigaciones “No
todo lo que mata es
oro”* y “Dinámica de
la minería a pequeña
escala como sistema
emergente”**
Por Karin Gabbert
* La investigación “No todo lo que mata es oro. La relación entre violencia y rentas mineras en el sur del estado Bolívar”, de
Andrés Antillano, José Luis Fernández-Shaw y Damelys Castro, se encuentra disponible en la versión digital del libro impreso
(http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
** La investigación “Dinámica de la minería a pequeña escala como sistema emergente”, de César Romero y Francisco Ruiz, se encuentra
disponible en la versión digital del libro impreso (http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
13
Comentarios a los estudios sobre minería
Karin Gabbert
de fuego. Tiene unas gráficas muy interesantes
en donde se prueba que:
a) La violencia en los territorios mineros
ha aumentado al nivel de las grandes ciudades
venezolanas.
b) La desigualdad es relevante. En la
gráfica 4 muestran que donde hay ingresos
muy arriba de los promedios y pobreza
muy marcada la violencia también es mucho
más alta.
c) La gráfica 5 muestra que hay más violencia
–muertos– cuando los precios del
oro suben.
El texto llega a la conclusión sustentada
de que la violencia se ha convertido en sí
misma en una empresa económica que sustrae
ganancias de la población.
Preguntas
No queda clara la relación entre la violencia
y las estructuras mafiosas con el rentismo y
con el extractivismo. Ni se define bien qué se
entiende por rentismo o por extractivismo.
Los dos textos dicen que la situación es
una respuesta a la crisis del modelo rentista
basado en el petróleo: que por un lado
la mafia se apropia de las estructuras sindicales
y crea los pranatos, y, por otro, el
Gobierno chavista crea el Arco minero del
Orinoco que, en contraste con los pranatos,
todavía no está funcionando. Ambos
textos no encontraron datos de si empresas
transnacionales ni nacionales están
realmente llevando a cabo actividades.
El estudio de Antillano, Fernández-Shaw
y Castro afirma que la renta asociada con
la actividad extractiva se basa en el monopolio
del suelo considerado legal (la soberanía
estatal sobre el suelo o subsuelo). En
el caso de la renta asociada a la minería
ilegal se basa en el ejercicio monopólico
de la fuerza y la coacción.
al Estado burgués de Europa, que no funciona
para explicar lo que sucede en Estados
involucrados en violencias endémicas
y economías criminales donde los Estados
actuaron de manera muy eficiente y racional
y más bien en algunos casos ha servido
para legitimar intervenciones externas.
Otra pregunta que me planteo es cuánto
de este análisis compartido de los dos
textos se puede generalizar para el Estado
venezolano. Los dos textos parecen indicar
que los mecanismos analizados dan cuenta
de que sí se puede generalizar, que el
Estado venezolano se está volviendo el territorio
disputado por poderes criminales
que producen y usan la violencia masiva.
Eso es a lo que me refiero como escalofriante
y que además nos ubica en otro lugar
completamente fuera del discurso del
Estado socialista que todavía se está usando
en Europa desde una izquierda dogmática
y también desde la opinión masiva.
Esta última culpando de todos los elementos
de la crisis venezolana al supuesto “socialismo
de Estado”.
Aclaro que esta interpretación es mía,
no de los dos análisis. Los dos textos analizan
minuciosamente y muy concretamente
los mecanismos mediante los cuales se ha
llegado a esta complicidad del Estado con
la mafia; muestran cómo altos funcionarios
del Estado están involucrados.
El texto de Romero y Ruiz analiza muy
bien cómo se forman los pranatos mineros,
las mafias, estructuras paraestatales que cobran
(impuestos) a todo lo que llaman “sindicatos”
y con eso ocupan un lugar desde los
trabajadores y es aceptado desde el Estado.
El estudio de Antillano, Fernández-Shaw
y Castro analiza específicamente las violencias
y prueba la conexión entre la minería,
la desigualdad y los homicidios por armas
14
la promesa de legalizar, regular e integrar
la minería ilegal y la cultura de los mineros
en contra de las mineras transnacionales. El
texto de Antillano, Fernández-Shaw y Castro
incluso usa la palabra “antiimperialista”
para referirse a la minería artesanal, lo que
me parece tan extraño como la consideración
de que existe una minería “buena”,
si tomamos en cuenta la destrucción de la
naturaleza, el socavamiento de las comunidades
con las violencias contra mujeres y
contra los propios cuerpos de los mineros.
Claro que, posiblemente, podría ser menos
negativa que la minería transnacional.
Hay un elemento mencionado en este
texto que es necesario indagar más para entender
mejor la relación entre el rentismo
y la violencia (para)estatal y criminal. En la
página 2 se habla de un trabajo etnográfico
que encontró evidencias de que el crecimiento
de las rentas y la violencia pueden
ser consecuencia de los efectos sociales
de las políticas redistributivas propias del
rentismo (la expansión del gasto sin aumento
de productividad y las desigualdades intraclase
originadas por el acceso diferencial
a las rentas) por los efectos de la economía
rentista sobre el Estado y su capacidad regulatoria
y por el uso de la violencia como
medio de acumulación económica.
Me parece que sería importante seguir
esas evidencias para entender mejor la relación
entre el Estado rentista y lo que nos
presentan los dos textos sobre la conexión
con la economía mafiosa de la minería ilegal.
Un elemento que me parece que hace
falta en los análisis es el despojo de otros
tejidos sociales más allá de los mineros.
¿Cómo todo esto afecta a familias, municipios
y comunidades indígenas en la región?
¿Cómo se está transformando la naturaleza
con las actividades de despojo? Solo en
el texto de Romero y Ruiz hay un párrafo
sobre las comunidades indígenas, pero me
parece que es muy importante desarrollar
más para entender las dinámicas en la zona
con el Estado y con el extractivismo.
Como nota final quiero mencionar una
irritación personal: los dos textos se basan
en la minería ilegal tradicional –la que todavía
es mayoría, pero ahora se encuentra
subordinada a las estructuras mafiosas
criminales–, y ambas perspectivas afirman
que las culturas y morales de los mineros
ilegales pueden funcionar como posible salida.
Esa misma visión tuvo el chavismo con
Comentarios a los estudios sobre minería
Karin Gabbert
Klaus Meschkat
Alejandro Mantilla Quijano
Miriam Lang
Mario Rodríguez
Raúl Zelik
COMENTARIOS
A LAS INVESTIGACIONES
SOBRE PODER POPULAR
16
Los dos estudios presentan materiales
muy valiosos sobre la conciencia política
de voceros y militantes chavistas de base,
como resultado de investigaciones empíricas
en un número de Consejos Comunales
de varios barrios de Caracas. Las entrevistas
permiten entrar en el mundo ideológico
de los entrevistados y entrevistadas, especialmente
incluyendo la lectura del Anexo
3 con sus 96 páginas que vale la pena estudiar
en detalle para entender, por ejemplo,
la relación casi religiosa con la figura de
Hugo Chávez.
A pesar de la importancia de las manifestaciones
ideológicas registradas en las
entrevistas, ellas no permiten sacar conclusiones
directas con respecto al funcionamiento
real de las nuevas instituciones de
democracia de base (Consejos Comunales
y Comunas) que surgieron a partir de 2006.
Pero hay muchas afirmaciones de los entrevistados
y también observaciones de los
autores de los estudios que se refieren al
desarrollo real de estas instituciones. Me
parece preferible examinar más exhaustivamente
algunos aspectos de esta realidad
(en base a los estudios presentados) antes
de evaluar la validez de un concepto tan
amplio y ambiguo como “poder popular”.
En ambos textos se percibe una gran diferencia
entre el diseño muy atrayente de
los Consejos Comunales y las Comunas en
las Leyes de Poder Popular y su funcionamiento
real en tiempos recientes. “Durante
los últimos tres años, caracterizados por
una grave crisis/guerra económica, la efervescencia
y voluntad política con que se
impulsaron los Consejos Comunales y las
Comunas han venido en franco retroceso”
(colectivo Surgentes p. 32). Como los Consejos
Comunales pretenden ser la expresión
organizativa del poder popular desde las
bases, a primera vista parece sorprendente
que pierdan este papel en una situación de
confrontación agudizada con una derecha
agresiva, y que ahora se presentan otras organizaciones
como los CLAP para resolver
los problemas de escasez a nivel comunal.
Sobre los estudios
“Poder popular: Una
mirada desde las
bases”* y “Poder
popular territorial”**
Por Klaus Meschkat
* La investigación “Poder popular: Una mirada desde las bases. Representaciones, valoraciones y prácticas en torno al poder popular
de voceros que participan en Comunas de los sectores populares”, de Jesús Machado, Betty Núñez y Nanciely Arraiz, se encuentra
disponible en la versión digital del libro impreso (http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
** La investigación “Poder popular territorial. Logros y retos de las prácticas organizativas de 7 comunidades populares”, de Ana
Graciela Barrios Benatuil, Martha Lía Grajales Pineda y Antonio González Plessman, se encuentra disponible en la versión digital
del libro impreso (http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
17
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Klaus Meschkat
de los Consejos Comunales: representan
el principio de la centralización y del control
directo por el partido estatal. Si eso es
cierto, su auge significa una reducción de
la democracia directa al nivel comunal. Vale
observar que en los dos estudios el papel
del PSUV se menciona solamente en muy
pocos lugares, casi siempre en el contexto
de una deseable formación ideológica de
los miembros del Consejo Comunal. Pero
¿cómo interviene el partido en el funcionamiento
normal de los Consejos Comunales?
La pregunta surge, porque fue el mismo
Hugo Chávez quien habló de la necesidad
de mantener la autonomía de los Consejos
Comunales contra cualquier manipulación
por parte del partido. Recordemos su lectura
de la carta de Kropotkin a Lenin del año
1920 y la advertencia de Chávez sobre que
el partido nunca debe adueñarse de los
Consejos Comunales1
. Pero ¿qué pasó con
esta relación en los últimos años de Chávez
y después de su muerte?
El estudio de Machado, Núñez y Arraiz
tiene un anexo intitulado “Aproximaciones
conceptuales al poder popular”, cuya parte
central es una presentación del pensamiento
de Chávez alrededor de esta temática.
Este esfuerzo se justifica porque todos los
entrevistados en los dos estudios se refieren
constantemente a las ideas del líder
difunto. Se admite que el pensamiento de
Chávez “evolucionaba y por eso pueden
notarse contradicciones, avances, ampliaciones,
complejizaciones y hasta retrocesos
en las formulaciones acerca del poder
popular” (Anexo 1, p. 3). “En algunos casos
sus discursos apuntaban a una subordinación
del poder popular al poder constituido
(formulación de leyes por los parlamentos
“El Estado ha privilegiado como respuesta la
creación de una nueva estructura organizativa,
centralizada y directamente controlada
por el PSUV (los CLAP), por sobre los Consejos
Comunales” (colectivo Surgentes p. 32).
Tal vez esta situación actual indica cuál
fue la realidad de los Consejos Comunales
desde sus inicios. Ellos, identificados por
los entrevistados como “poder popular”,
fueron:
(…) la forma de organización y ejercicio
del poder como medio para ofrecer y recibir
ayuda social. Esta ayuda se traduce
en la obtención de beneficios sociales
tales como: alimentación, salud, vivienda,
arreglo de infraestructura, ejecución
de proyectos, recursos dinerarios
accesibles mediante instrumentos
bancarios como tarjetas, entre otras.
Se explica por lo tanto que la actividad
central del poder popular gira en torno
a la gestión y administración de dichos
beneficios en la comunidad (Machado,
Núñez y Arraiz p. 10).
“Un 60 % de las respuestas asocian al
Consejo Comunal con alguna cuestión de
orden material que depende fundamentalmente
de recursos del Estado” (colectivo
Surgentes p. 20). Con estas prioridades
reales en las actividades de los Consejos
Comunales, parece lógico que pierden importancia
cuando la crisis económica reduce
los flujos de subsidios desde el Estado
central. ¿Aparecen los CLAP como una
nueva encarnación del poder popular? Su
autorrepresentación lo deja sospechar: su
página web tiene la consigna ¡Todo el poder
a los CLAP!
Según el estudio del colectivo Surgentes,
los CLAP se distinguen esencialmente
1. Ver: https://www.youtube.com/watch?v=8Ohzy-DaiAU
18
nales y tengan instancias de coordinación
en espacios mayores al espacio de su propia
comunidad” (Anexo 1, p. 8). Obviamente,
esta línea de pensamiento se puede prolongar
hasta llegar a un poder popular al nivel
nacional, en la forma de un Consejo Supremo.
En todo caso, queda la pregunta de a
qué nivel y por quiénes se toman las decisiones
que finalmente determinan también
la vida cotidiana del pueblo en su ámbito local.
Parece evidente que un poder popular
real no se puede limitar a procedimientos
más democráticos al nivel comunal.
En el Anexo 1, se logra una buena aproximación
al pensamiento de Chávez sobre
poder popular. Lo que sigue como “otras
miradas” me parece una selección un poco
arbitraria de algunos autores latinoamericanos
que muestra solamente “que no
existe un consenso en torno a lo que es
el poder popular. Cada autor examinado
muestra, a veces en coincidencia en otras
divergente o totalmente nueva, variantes
en cuanto a sujetos, mediaciones y finalidades”
(Anexo 1, p. 21). Tal vez el mismo
Hugo Chávez, que confiesa ser alumno del
teórico marxista húngaro István Mészáros,
muestra el camino a seguir para profundizar
el estudio del poder popular en la tradición
del pensamiento socialista libertario:
me parece extraordinaria su referencia
positiva a la carta del anarquista Kropotkin
a Lenin. Creo que conviene vincular el debate
en Venezuela con los debates rusos y
europeos después de la Revolución rusa de
1917, especialmente con los concernientes
a los Soviets y Consejos Obreros y su relación
con los partidos.
comunales), en otros, a la colaboración
con los otros poderes y algunos más, que
el poder constituyente del pueblo en acto
permanente expresada en el poder popular,
fuera progresivamente arropando al
Estado-nación y se constituyera en un sistema
socialista de Estado Comunal” (Anexo
1, p.14).
A mi modo de ver, se puede mostrar una
ambigüedad básica en el pensamiento de
Chávez alrededor del poder popular. Hay
un concepto más pragmático y realista que
quiere mantener las instituciones bajo la
órbita de la democracia representativa, basada
en el sufragio universal, pero al mismo
tiempo, busca ampliar cada vez más el
espacio de una democracia directa en unidades
pequeñas tipo Consejos Comunales
que permiten una participación activa de
las clases populares en todos los asuntos de
sus comunidades, con poder de decisión a
este nivel. Se trata de una coexistencia entre
un Gobierno y una Asamblea Nacional
encargados de las decisiones para todo el
pueblo de Venezuela y un poder popular de
las bases organizadas en Consejos Comunales
y Comunas. El grado de autonomía de
este nivel depende de la capacidad de organizar
una economía propia con empresas
comunales que ponga fin a la dependencia
de subsidios permanentes desde arriba.
El otro concepto va en la dirección de
ampliar el poder popular desde abajo hacia
arriba, para eliminar el Estado central
existente y reemplazarlo por un “Estado Comunal”.
Al respecto Chávez afirmaba: “Ahora
se me ha ocurrido otra idea, el Consejo
Comunal, que es parte del proceso, un paso
más adelante, debe trascender lo local. Por
lo tanto, estoy pensando en una especie de
federaciones regionales de Consejos Comunales
para que se unan los Consejos ComuComentarios
a las investigaciones sobre poder popular
Klaus Meschkat
19
En un momento marcado por la incertidumbre
y por nuevas preguntas de los
movimientos emancipatorios en nuestra
América, tengo la fortuna de comentar
dos textos resultado de investigaciones
colectivas en torno a la cuestión del poder
popular en los procesos bolivarianos de
Venezuela. El primer texto fue escrito por
Ana Graciela Barrios, Martha Lía Grajales y
Antonio González, integrantes del colectivo
Surgentes, quienes analizaron las prácticas
de 7 consejos comunales en Caracas,
en 7 barrios que pertenecen a una parroquia.
El segundo fue elaborado por Jesús
Machado, Betty Núñez y Nanciely Arraiz,
tres profesionales de la sociología que han
trabajado con diversos procesos populares,
quienes analizaron las representaciones,
valoraciones y prácticas de voceros
de Comunas y Consejos Comunales en 22
parroquias del Distrito Capital.
1. La relevancia de la pregunta por
el poder popular. Tres ámbitos.
La pregunta por cómo caracterizar el ejercicio
del poder desde los sectores populares, a
propósito del proceso bolivariano, tiene mucha
pertinencia para nuestro tiempo. Máxime
si tenemos en cuenta que tal caracterización
podría permitir abordar tres cuestiones
cruciales para el momento actual:
1.1. El ámbito de lo institucional: La posibilidad
de indagar sobre la construcción
de alternativas desde los sectores populares
y su compleja relación con el Estado,
una cuestión que ha generado muchos debates
a propósito de los gobiernos alternativos
en América Latina.
1.2. El ámbito de la elaboración política
propia: La cuestión del poder popular
como una perspectiva de la política emancipadora
que ha sido una constante en algunos
sectores de las izquierdas de nuestra
América, y que en la Revolución Bolivariana
ha estado muy presente como concepto y
como referente de sentido. Lo anterior incluye
la pregunta por la relación entre socialismo,
democracia y poder popular.
1.3. La cuestión de la articulación de
campos de la lucha política: La reflexión
sobre las brechas y las articulaciones entre
diversos campos de la acción política: a) El
Comentario a las
investigaciones “Poder
popular territorial”*
y “Poder popular: Una
mirada desde las bases”**
Por Alejandro Mantilla Quijano
* La investigación “Poder popular territorial. Logros y retos de las prácticas organizativas de 7 comunidades populares”, de Ana
Graciela Barrios Benatuil, Martha Lía Grajales Pineda y Antonio González Plessman, se encuentra disponible en la versión digital
del libro impreso (http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
** La investigación“Poder popular: Una mirada desde las bases. Representaciones, valoraciones y prácticas en torno al poder popular
de voceros que participan en Comunas de los sectores populares”, de Jesús Machado, Betty Núñez y Nanciely Arraiz, se encuentra
disponible en la versión digital del libro impreso (http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
20
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Alejandro Mantilla Quijano
• Los dos trabajos toman como punto de
partida la cuestión de poder popular
como emanación del Estado y sus políticas,
por un lado, y del ideario de Chávez,
por otro.
• Con base en lo anterior, se concibe un
proceso impulsor de formas organizativas
populares como condición necesaria en la
construcción del socialismo. Los dos documentos
plantean una necesaria imbricación
entre socialismo y poder popular.
En ese orden, los Consejos Comunales se
conciben como la forma organizativa privilegiada
de expresión del poder popular
(aunque se resaltan otros antecedentes:
comités de tierras urbanas o las mesas
técnicas de agua o energía).
• Una paradoja original: El impulso de los
procesos organizativos se gesta desde
el Estado, a través de su derecho y sus
instituciones (en especial la Comisión
Nacional del Poder Popular). Es decir,
construir desde abajo, pero jalando desde
arriba.
• De acuerdo a lo planteado en los textos,
el concepto de Poder Popular pasa
a ser, desde 2006, el principal horizonte
de sentido del proceso bolivariano. Los
Consejos Comunales van a ser la columna
vertebral de las formas organizativas
del proceso. Con el tiempo, el “poder
popular” va a ser el adjetivo que acompaña
un amplio conjunto de instituciones
del Estado.
• Los dos documentos coinciden al plantear
que en los últimos años encontramos
un debilitamiento del proceso de
construcción de poder popular. O bien
por la reducción de los ingresos públicos,
ocasionados por los problemas fiscales
y la crisis económica; por la centralidad
que adquieren los Comités Locales
ejercicio del poder desde abajo; b) El tejido
de procesos comunitarios y sus diversos niveles
de autonomía; c) La gestión de la política
social en un gobierno alternativo y su
aplicación en ámbitos comunitarios; d) La
construcción de organización política (llámese
partido u otro similar) y los complementos
o tensiones con lo comunitario-popular;
e) Las posibilidades de una nueva
economía que supere los procesos de la
acumulación de capital; y f) La expresión
de creencias y expresiones afectivas (sentimientos,
emociones y estados de ánimo)
asociados con la organización política y las
luchas sociales (que enmarca la cuestión de
la hegemonía, en el viejo sentido gramsciano
del término).
Por lo anterior, planteo estos tres ámbitos
como una manera de aproximarme a las
preguntas formuladas en las dos investigaciones.
En el ámbito institucional, volviendo
a un problema constante en los procesos
revolucionarios o de las izquierdas en los siglos
XX y XXI. En el ámbito de la elaboración
política, preguntando por cómo podemos
comprender al poder popular como una
perspectiva de la emancipación muy propia
de América Latina, e incluso como la fuente
de una teoría política propia para la emancipación.
En el ámbito de la articulación de
campos de la lucha política, preguntándome
por cómo el ejercicio del poder popular
puede generar cambios en diversos aspectos
de la vida diaria de las comunidades y
los individuos. Estos tres ámbitos son mi primer
prisma para leer los textos.
2. Tendencias y procesos planteados
en las investigaciones
En los trabajos encuentro la descripción de
ciertas tendencias en la construcción de
poder popular:
21
f) La pérdida de vigor de los Consejos
Comunales ante la emergencia de la crisis
económica y la fortaleza de los CLAP.
g) Una baja cohesión comunitaria, expresada
en conflictos permanentes.
h) Un bajo impacto de las iniciativas de
autogobierno.
i) Un bajo ejercicio de contraloría social.
j) Un déficit en formación política, ideológica
y ética que reduce las capacidades
de acción política.
A pesar de las limitaciones y obstáculos,
se ubican aciertos y acumulados políticos
como resultado del programa:
a) La promoción/construcción del poder
popular es vista como una apuesta positiva
y acertada.
b) El programa ha permitido la formación
de lazos comunitarios y nuevas formas
de relacionamiento social.
c) La figura de Chávez y su legado se
expresa como un motivador de la acción
política.
d) La mejora “inmaterial” en la vida de
los barrios y los sectores populares, que se
expresa en sentimientos y actitudes positivas
hacia la construcción de poder popular.
e) La mejora material de las condiciones
de vida gracias a que el Consejo Comunal
facilita la aplicación de políticas sociales.
3. Retomando el prisma: El Estado,
el poder y lo popular.
En ese marco, los dos trabajos contribuyen
a la comprensión de un desarrollo crucial
para el proceso bolivariano. Sin embargo,
aunque aporten interesantes diagnósticos
descriptivos (incluyendo la descripción de
actitudes, representaciones, afectos y valoraciones,
la estadística sobre los perfiles
de respuestas a preguntas realizadas o la
evaluación testimonial de los liderazgos),
de Abastecimiento y Producción (CLAP)
que reducen el espectro de la participación.
O bien por un declive en la participación
popular en los Consejos Comunales,
expresado en un debilitamiento
organizativo.
• Las dos investigaciones parten de señalar
que el haber acudido a la construcción de
poder popular como referente de sentido
es un acierto histórico (Machado, Núñez,
Arraiz), o que procuraba poner “a los sectores
populares en mejores condiciones
para la disputa política, cultural y económica”
(colectivo Surgentes).
• En el transcurso de las dos exposiciones
se expresan los problemas en la aplicación
del Programa Bolivariano del Poder
Popular. Aunque parten de perspectivas
distintas (Machado, Núñez y Arraiz se
preguntan por la representación social,
mientras los integrantes de Surgentes
tienen más presentes los avances organizativos),
los textos coinciden al plantear
una serie de dificultades que atraviesan
tanto las comunidades sujeto del programa
del poder popular, como el programa
mismo en su implementación. Las
dos investigaciones coinciden al plantear
problemas como:
a) Una baja y por momentos decreciente
participación.
b) Un énfasis del programa en la asignación
de beneficios sociales, por encima del
autogobierno o el ejercicio del poder desde
abajo.
c) Un excesivo protagonismo de las vocerías,
por encima del tejido colectivo.
d) Las dificultades para adelantar experiencias
de economía propia, autogestión o
producción socializada.
e) Prácticas de discriminación y corrupción
dentro de los promotores del programa
y de las vocerías de los consejos.
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Alejandro Mantilla Quijano
22
En ese orden, me atrevo a establecer
una distinción para dialogar con los autores
y autoras. Creo que es crucial distinguir
entre ejercicio del poder y construcción organizativa
para ejercer el poder. Me parece
que los trabajos indagan por lo segundo,
por una política de Estado para estimular
la organización popular, y que esa política
buscaba potenciar eventualmente el ejercicio
del poder desde abajo. Sin embargo,
los textos muestran los problemas para
ejercer el poder desde las comunidades. Lo
anterior permite afianzar la pregunta por la
pertinencia de formas organizativas que no
emanan directamente de los tejidos de la
gente, aunque sí busquen propiciar la fortaleza
política de las comunidades.
Lo anterior permite plantear, nuevamente,
una pregunta clave: ¿Cuál sería la configuración
de un tipo de Estado que propicie
que fluya lo comunitario y lo popular? Esto
es, que construya dinámicas organizativas,
pero que no limite los ejercicios de autogobierno,
autonomía o autogestión. ¿De qué
manera el Estado puede construir, permitir,
respetar, fortalecer o integrar los acumulados
populares?
Lo mismo puede decirse de la relación
entre el partido y los líderes comunitarios,
o de los relevos entre la construcción organizativa
desde abajo y la lucha electoral.
De ahí que fuera tan importante la elaboración
conceptual que permitiera salir
de esa sospecha, según la cual “el poder
popular se dice de muchas maneras”, pues
se expresa de muchas formas. En el estudio
de Machado, Nuñez y Arraiz, se parte de un
presupuesto que enmarca la paradoja, al
definir el poder popular de varias maneras
que pueden entrar en tensión:
a) Pueblo - Comunidad: el poder popular
somos nosotros mismos; b) Beneficios a la
hay algunos asuntos que merecen la pena
poner en discusión.
En primer lugar, no es claro cuál es el perfil
conceptual de lo que podemos entender
por “poder popular”. El perfil de las investigaciones
asume como marco la concepción
defendida por la justificación del programa
estatal y por el pensamiento de Hugo Chávez.
Aunque Machado, Núñez y Arraiz hacen
un intento muy interesante por caracterizar
un estado del arte de la discusión,
su elaboración (en forma de anexo) es más
una presentación de algunas concepciones
del poder popular, antes que una justificación
de un posible marco conceptual, o una
posible toma de posición para hacer una
lectura del proceso bolivariano.
En segundo término, los dos trabajos
muestran muy bien cómo el origen de la
construcción de poder popular se deriva
del Estado, el derecho y la política pública
“desde arriba”, y muestran que tal origen es
una limitación objetiva de ese proceso de
construcción. No obstante, aunque tal paradoja
original (el poder de abajo es jalado
desde arriba) se señale en ambos textos,
falta profundizar más en las posibilidades
y las dificultades de este origen paradójico
del poder popular bolivariano. Cuando se
leen los textos, parece que la construcción
de poder popular no depende de lo popular,
sino de los funcionarios del Estado. El
colectivo Surgentes muestra que aquí hay
una tensión fundamental, pero soluciona el
problema aludiendo a la fórmula de las tensiones
creativas entre lo comunitario-popular
como espacio que podría forjar nuevas
formas de vida y el Estado como campo de
la relación de fuerzas entre clases. Explorar
en esa tensión puede ser una clave para
pensar en una institucionalidad emancipadora
más potente.
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Alejandro Mantilla Quijano
23
los Consejos Comunales, la evaluación en el
plano de lo afectivo no da cuenta de tales
dificultades, más bien muestra una afectividad
que expresa confianza en el proceso social
a pesar de los apuros2
. Lo mismo puede
decirse frente a las condiciones inmateriales
de vida relatadas en el estudio del colectivo
Surgentes; no obstante, aquí no queda
tan clara la distinción entre lo material y lo
inmaterial, máxime cuando este segundo
concepto luce muy amplio, comprendiendo
desde la construcción de lazos de solidaridad
y convivencia hasta la creación de formas
autogestionarias de organización.
En el trabajo del colectivo Surgentes no
me queda claro por qué acudieron a la teoría
de Foucault sobre las instituciones; no se
explicita la pertinencia de ese enfoque, ni
cómo aporta a la investigación. Resultan más
problemáticas las conclusiones del estudio
al plantear una serie de retos que parten de
una posición muy clásica: el esquema individuo-partido-Estado,
quitándole fuerza a
la potencial novedad de la institucionalidad
popular derivada del trabajo organizativo.
comunidad: concepciones del poder popular
como instancia que facilita la obtención
de ayudas y beneficios para la comunidad;
c) Comunidad organizada: participamos y
nos organizamos. La organización y participación
de la comunidad elementales
para la construcción del poder popular; d)
La razón de ser del poder popular: alejarse
del papá Estado. Las consideraciones de
los entrevistados en torno al para qué del
poder popular.
Parece claro que los textos apuntan a
que la expresión más constante del poder
popular en el proceso bolivariano se
muestra en la obtención de “beneficios” o
“ayudas sociales”. Sin embargo, me llama
la atención que la gramática usada en las
dos investigaciones (al aludir a “ayudas” y
“beneficios”) no alude a una política redistributiva
universal, a un enfoque socialista
de los derechos, o a un proceso de democratización
de la riqueza. Encontramos
así que el poder popular parece mostrar
un campo de una mediación entre el Estado
y las comunidades para garantizar la
efectividad de la política social, pero con
problemas para fortalecer las capacidades
productivas y el poder autogestionario de
las comunidades.
En el caso de Machado, Núñez y Arraiz me
llama la atención su concepción de la valoración
con base en actitudes afectivas (sentimientos,
emociones y estados de ánimo).
No obstante, me pregunto cómo ligar la expresión
valorativa en el ámbito de lo afectivo
con la reproducción material de la vida,
y cómo se puede ligar esa afectividad con el
ejercicio del poder. Llama la atención cómo
en medio de las dificultades que atraviesan
2. A esto me refería con el posible desajuste entre diversos campos de la acción política.
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Alejandro Mantilla Quijano
24
Mi lugar de enunciación/desde
donde intento dialogar con
el trabajo:
• Visitas repetidas a Cecosesola que me
ayudaron a entender mucho mejor tanto
la situación venezolana como el texto
en cuestión.
• Conocí la economía de crisis en Cuba
y los efectos sociales que ha tenido en
cuanto a producción de desigualdad entre
gente que accedía a USD y otra que
no, durante los años 2002 y 2003.
• Trabajo de reflexión sobre pobreza y ampliación
del concepto de calidad de vida
hacia otras dimensiones que las de acceso
a dinero y consumo, sobre alternativas
multidimensionales que se centren
en la sostenibilidad de la vida y no en la
acumulación de capital.
En primer lugar, considero que el trabajo
es muy valioso y sin duda necesario en la
situación actual. El material etnográfico es
excelente, tomando en cuenta que las condiciones
de su compilación fueron extremadamente
difíciles. El levantamiento del
material empírico cualitativo es significativo
y las citas de apoyo muy esclarecedoras.
La investigación establece premisas
importantes:
a) Ubica la crisis venezolana como parte
de una crisis civilizatoria y consecuencia del
rentismo petrolero.
b) Imbricación/articulación de múltiples
sistemas de dominación capitalista moderno
colonial patriarcal.
c) Definición de política amplia.
d) Pueblo como sujeto que construye
poder.
e) Aunque se limita a mirar las condiciones
materiales de reproducción de la vida
dejando por fuera la dimensión simbólica/cultural
que tiene esta reproducción, sí
toma en cuenta la dimensión biológica/psicológica/cultural/ecológica
(p. 3).
f) Busca indagar en formas de administración
de lo común.
g) Busca proponer caminos y aportar a la
discusión pública en Venezuela.
h) Indaga en tácticas cotidianas y en la
reconfiguración de subjetividades.
Comentario a la
investigación “Entre la
resolución del día a día
y la administración
de lo común”*
Por Miriam Lang
* La investigación “Poder popular: Una mirada desde las bases. Representaciones, valoraciones y prácticas en torno al poder popular
de voceros que participan en Comunas de los sectores populares”, de Jesús Machado, Betty Núñez y Nanciely Arraiz, se encuentra
disponible en la versión digital del libro impreso (http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
25
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Miriam Lang
to al carnet de la patria, intereses egoístas
de las personas que distribuyen).
La crisis genera múltiples cambios culturales
en las comunidades populares
urbanas:
a) Se incrementa la violencia alrededor
de las colas y la pugna para acceder a productos
escasos.
b) Se pierden saberes en la comunidad
alrededor de la autoconstrucción.
c) Se conforman comunidades de abastecimiento
frente a la emergencia (la mayoría
familiares) mientras otras formas comunitarias/organizativas
parecen perder
importancia.
d) Corrosión de las relaciones comunitarias
por bachaqueo y la generación masiva
de dependencias a través del sistema CLAP.
e) Financiarización de la vida cotidiana
–todo el mundo está endeudado– (no se
ahonda más en este punto: con quiénes,
bajo qué condiciones se da esta deuda y si
tal vez es también un escenario de solidaridades
o al contrario).
f) Tensiones intrafamiliares por las lealtades
políticas y los efectos avasallantes de
la crisis misma.
g) Cambios importantes en el uso del
tiempo –menos sociabilidad o la que hay es
alrededor del abastecimiento–.
h) Se intuye que hay cambios en la distribución
sexual del trabajo, pero las autoras
no ahondan en esto (moler maíz, hacer la
masa, levantarse a las 4:30 am, etc.)
Según las autoras y el autor, esto incluye
algunas dimensiones que apuntarían
a caminos alternativos que marcan cierta
distancia de la cultura del capitalismo rentista
–aunque esto no es necesariamente
vivido subjetivamente como una mejora
por los actores involucrados– lo cual resulta
muy interesante:
Asimismo, podemos puntualizar los
aportes de la investigación para comprender
la actual situación venezolana:
a) Analiza cambios en prioridades de la
gente.
b) Muestra cómo factores materiales
importantes en una sociedad capitalista
común y corriente pierden valor en la economía
de crisis que atraviesa Venezuela,
como el trabajo formal y el patrimonio personal
o familiar.
c) Permite comprender cómo el abastecimiento
material más básico salta al frente
de la vida cotidiana y ocupa mucho más
tiempo que antes.
d) Muestra la emergencia de una vasta
economía informal y el rol clave que tiene
la tecnología de comunicación en esta: qué
producto apareció, dónde.
e) Nos hace entender cómo las lógicas
y dinámicas de mercado son ampliamente
desplazadas y la economía es reconfigurada
en lo que yo llamaría un capitalismo de
Estado a ultranza:
• Los sectores más dinámicos de la economía
capitalista/rentista anterior (construcción
y consumo) son mermados.
• Buena parte del consumo –muy reducido
de por si– no obedece a la oferta y demanda
sino a un acaparamiento centralizado
de los productos por estructuras
del Estado y su distribución a través de
redes configuradas bajo las lógicas de la
lealtad política. Lo que si se rige por oferta
y demanda en buena proporción es el
mini-bachaqueo al interior de las comunidades
urbanas, que no acumula, sino que
apoya la subsistencia (distribución de bolsas
CLAP –alimentos básicos que son los
más escasos– discrecionalidad, falta de
criterios transparentes, condicionamien-
26
de desigualdad por otros medios que los comúnmente
entendidos por capitalismo.
3. ¿Qué se entiende por lo común en la
investigación? Para los autores el Estado, el
mercado y la comunidad juegan un papel
fundamental en la gestión de lo común. A
mi modo de ver se desdibuja la diferencia
entre lo público y lo común. Hay una suerte
de superposición entre lo comunal, lo comunitario
y lo común. Aunque desde mi experiencia
reciente lo comunal más bien ha
sido secuestrado por el Estado, más allá de
los motivos de la gente de los CLAP que sin
duda brindan un servicio a la comunidad. Yo
entiendo lo común como concepto-horizonte
transformador que designa lo que está
más allá del mercado y del Estado. Un criterio
importante a desarrollar: autonomía.
• Sería útil diferenciar la muestra a partir
de su grado de autonomía. ¿Autonomía
del sistema de los CLAP? No creo pues
genera dependencia, humillación (p. 39).
Me parece discutible que sea una forma
de distribución comunitaria más allá de
la especulación (p. 41), sin intermediación
especulativa sí, pero pareciera que
hay mucha facilidad para que la especulación
esté en la cúspide de la pirámide
de distribución. “Doble rol del Estado”
–ahondar más–. Ninguna transparencia,
ningún control social, etc. Me da más la
impresión de que es una extensión del
control del Estado sobre la comunidad a
través de agentes selectos y un sistema
que despoja a la gente de su capacidad
autónoma de hacer y de autodeterminar
su vida, hasta en lo más básico de la vida
cotidiana, imponiendo condicionamientos
políticos hasta a los alimentos más
sencillos (¡cultura rentista!).
• Probablemente tengamos visiones divergentes
en cuanto a la responsabilidad
a) Se cambian los hábitos alimenticios
y se innova en la cocina (teniendo efectos
positivos, pero también de desnutrición).
b) Se cambia la cultura del derroche y de
la obsolescencia programada (reparar y reciclar),
aunque desde la crisis y en tensión con
la falta de posibilidades en muchos casos.
c) Menos basura.
d) Se regresa al sistema de educación
pública en muchos casos.
e) Actividades recreativas menos consumistas/corporativas.
f) Huertas urbanas (esto es poco desarrollado
en el trabajo, no se conoce si genera
cohesión social o lo hace cada quien por
su parte).
g) Lo más importante: amplio consenso
popular alrededor de la necesidad de superar
la dependencia del petróleo.
Al mismo tiempo se exacerban las subjetividades
individualistas y las lógicas mercantiles
y especulativas dentro de la comunidad
por la omnipresencia de las reventas
y del bachaqueo: tipo de cambio, juegos de
azar –capitalismo de casino, alejado de la
relación capital-trabajo–.
Algunos puntos para el debate:
1. Rol de las remesas y consecuencias de
la escisión de la sociedad en gente que accede
a dólares y otra que no. Este tema es
poco indagado en el estudio.
2. No sé si es correcto llamar a esto economía
capitalista, me parece que va más
allá, tanto en la dimensión de la especulación
como en las estructuras mafiosas a gran
escala que la organizan y en cuanto al rol
que desempeña el aparato del Estado y los
militares. Los actores capitalistas tradicionales
están bastante desdibujados. Ni la categoría
del rentismo parece abarcarlo adecuadamente.
Hay una producción acelerada
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Miriam Lang
27
de la cúpula del Estado venezolano (Gobierno,
militares, etc.) en la generación
de la crisis y de la escasez de alimentos.
• Explicar el sistema con el ejemplo de la
pasta: 70 % a precios regulados.
• ¿Consejos Comunales? También actúan
como estructura estatal en la situación
actual: su horizonte emancipador en términos
de lo común al menos no aparece
como algo tangible en la investigación y
tampoco en mis conversaciones de los
últimos días. Habría que mostrarlo más
con ejemplos concretos
• ¿Huertas urbanas colectivas? ¿Otro tipo
de producción colectiva autónoma?
¿Comunidades/organizaciones más allá
de la estructura del PSUV y del Estado?
• Cecosesola por ejemplo produce y reproduce
lo común –espacios de ferias,
espacio de salud autónomo, circuitos independientes
de ahorro y crédito, servicios
funerarios, pero sobre todo relaciones
de amparo colectivas. Entiendo que
el Movimiento Pobladores también hace
esto en múltiples sentidos. Pero esto es
muy distinto a lo que hacen los CLAP, por
ejemplo, a mi manera de ver.
d) Retomar más sistemáticamente el
marco conceptual planteado al principio en
términos de analizar los efectos desde diferentes
relaciones de dominación o desde su
combinación a partir del material empírico.
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Miriam Lang
28
El presente documento constituye apenas
algunos apuntes, a modo de comentario,
de la investigación realizada por Pineda,
García-Sojo y Vargas a partir de lo que ellas
mismas plantean como el sentido de su trabajo:
“Este texto pretende aportar algunas
claves sobre cómo las comunidades populares
urbanas resuelven la materialidad de
la vida y cómo son las formas de administración
de lo común, analizando algunas de
sus principales tensiones y re-configuraciones.
La intención final es formular algunas
ideas fuerza sobre cómo abordar la crisis en
la perspectiva de garantizar la reproducción
social de la vida de la población”.
A partir de lo leído en el documento e incorporando
mis propias experiencias y reflexiones,
anoto algunos puntos clave o nudos
problemáticos que no tratan de cerrar
los temas, sino más bien buscan ampliar las
interrogantes. Dos elementos me parecen
claves para estas reflexiones:
a) Mis vivencias personales en mi juventud
temprana de estudiante de secundaria,
sistematizadas y reflexionadas posteriormente,
sobre el proceso del gobierno
de la Unidad Democrática y Popular (UDP)
en Bolivia (1982 – 1985), donde vivimos
situaciones parecidas de hiperinflación,
dólar paralelo, escases de alimentos, especulación
y muchas de las situaciones y
prácticas desde el Estado y las poblaciones
urbanas populares descritas en la presente
investigación.
b) Mis propias experiencias y reflexiones
sobre la comunidad, lo comunitario y
la gestión de los bienes comunes, sin duda
bastante influenciadas por las prácticas
ancestrales de las naciones originarias o
indígenas de Bolivia, pero desde sus continuidades,
tensiones y contradicciones en
contextos urbanos.
Veamos esos nudos centrales que me
ha provocado la lectura de la presente
investigación.
1. Las relaciones de los procesos
populares con el Estado y el mercado
son complejas y abigarradas
Los sectores populares, que no siempre
viven procesos comunitarios, establecen
complejas relaciones con el Estado y el
mercado que les lleva, cotidianamente,
tanto en tiempo de “estabilidad” como de
Comentario a la
investigación “Entre la
resolución del día a día
y la administración
de lo común”*
Por Mario Rodríguez
* La invetigación “Entre la resolución del día a día y la administración de lo común. Tensiones y posibilidades en contextos populares
urbanos frente a la crisis venezolana”, de Edith Pineda, Mariana García-Sojo y Hernán Vargas, se encuentra disponible en la
versión digital del libro impreso (http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
29
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Mario Rodríguez
una red de amparo y cuidado que permite
que las personas integrantes de la red
necesiten de ella para reproducir su vida.
Por otro lado, una afectividad y subjetividad
que genera pertenencia y adhesión
compartida, fruto de las relaciones simbólicas
que se establecen en ella.
• Lo comunitario recontextualiza las relaciones
entre lo colectivo y lo individual,
produciendo procesos de singularización
respetada, pero que es capaz de ceder
en privilegio del bien común máximo
como garantía de la regeneración permanente
de la vida bajo el cuidado de la
red de amparo.
• Así la red de amparo y cuidado, que es
una comunidad, juega el rol central en
las decisiones y los acuerdos de convivencia
del grupo o comunidad. Incluso
desde esa capacidad de autonomía, que
podríamos denominar gestión corresponsable
de lo público, se establecen los
vínculos y acuerdos con entidades e institucionalidades
surgidas externamente
a la comunidad: Estado o mercado.
• La comunidad para sostenerse en el
tiempo, requiere regular sus mecanismos
de concentración del beneficio (riqueza,
poder o simbólico), porque al
desequilibrarse pone en duda el horizonte
organizador del bien común máximo
para todos y todas. Por tanto, suele generar,
bajo diversas estrategias, formas
de regulación de los excesos.
Estos elementos, entre otros, colocan
como importante que el lugar básico o de
origen desde donde se negocia con el Estado
y el mercado, es la propia comunidad y
sus normas (llamadas costumbres).
La investigación nos muestra cómo las
organizaciones que se implementan y desarrollan,
ganando fuerza, como mediadoras
“crisis”, a relaciones múltiples. Unas veces
son relaciones de complementariedad
rítmica aprovechando los intersticios y las
“ofertas” de esta institucionalidad para garantizar
y/o ampliar la reproducción de su
vida, otras son relaciones de dependencia
y subordinación, otras son de ampliación
de su capacidad de gestión y autonomía
en colaboración con esa posibilidad que se
van encontrando, otras son de tensiones y
contradicciones, e incluso hay aquellas que
producen transformaciones en estas esferas.
Sin duda el Estado y el mercado no son
lo mismo, no nos detendremos en esa aclaración,
pero, sin embargo, ambos operan
como institucionalidades originadas y ejercidas
en su constitución dominante y hegemónica
por fuera del mundo de lo popular,
pero que se interpenetran con eso que va
produciendo la vida de la “gente” de los barrios
configurando complejidades abigarradas.
Eso ocurre siempre, o casi siempre. La
capacidad está en comprender e interpretar
los desplazamientos, las trayectorias, los recorridos
que ocurren en esas relaciones para
entender la factibilidad de las alternativas.
2. La organización como mediación
entre las políticas de Estado
y la población buscando satisfacer
sus necesidades de la población:
El camino a contramano de
lo comunitario
Lo comunitario puede tener diferentes expresiones
y maneras de constituirse, pero
al menos podemos colocar como elementos
claves algunos aspectos vitales:
• Configura un nosotros colectivo, un sentido
de pertenencia que tiene al menos
dos vertientes centrales. Por un lado, una
funcionalidad pragmática que conforma
30
valorado, si el mismo es realizado por gente
próxima y en beneficio de la red de amparo
y cuidado: vecinos de confianza, familiares
y otros. Lo que podríamos atrevernos a
conjeturar, es que eso ocurre porque dichas
personas hacen parte de redes de cuidado
y amparo, base de los procesos comunitarios
y que generan esta subjetividad de pertenencia,
cuidado y confianza.
Podemos intuir, por los testimonios recolectados,
que los favores recibidos en esas
condiciones, incluso como parte del bachaqueo
o el “trabajo” de malandros, se acepta
positivamente y se debe retribuir. Esto va
fortaleciendo lazos de reciprocidad fundamentales
en los tejidos comunitarios. La reciprocidad
requiere de cierta igualación de
quienes hacen parte de la red, para no generar
desequilibrios como puede pasar con
la intervención de la mafia o de iglesias, por
ejemplo, que obliga a generar siempre nueva
circulación de “favores” y “deudas” que
posibiliten que la red se mueva ayudándose
para tratar de reestablecer el equilibrio, un
equilibrio efímero que volverá a provocar
procesos de reciprocidad porque circulan
nuevos favores.
Este es un potencial existente, que habría
que ver si está suficientemente arraigado
en la gente, más allá de esta temporada
de “crisis”.
4. La estrategia de diversificación
más allá de la formalidad:
¿Emergencia o modo de vida?
La investigación nos ofrece, sin duda alguna,
muestras de cómo los sectores populares
de barrios de Caracas han diversificado
sus fuentes de ingresos, especialmente
más allá de los mecanismos formales y oficiales:
el empleo y el patrimonio material
acumulado. Si bien podemos colocar en
entre las políticas de gobierno y la población,
no potencian las estructuras comunitarias
que pueden estar presentes incluso
embrionariamente, y terminan subordinando
las mismas a las organizaciones ligadas
al poder que, en sus formas de liderazgo,
concentran beneficios, quebrando elementos
claves de la configuración de una subjetividad
comunitaria. Si a ello añadimos que
los liderazgos de esta organización tienden
a concentrar el beneficio, quebrando un
mínimo de igualación requerida por la comunidad,
el mecanismo, incluso por la experiencia
boliviana, solo se torna sostenible
mientras la política de gobierno exista, no
generando condiciones de sostenibilidad
organizativa en la gente.
No se trata de que estas organizaciones
desparezcan necesariamente, pero al
subordinar ellas los procesos de cuidado
y amparo de las redes propias, le quitan
potencial comunitario a la gestión de la sobrevivencia
y la reproducción social de la
vida. Tal vez por ello se puede evidenciar
una erosión de las estructuras organizativas
propias, en la medida que la gestión de
la distribución de los alimentos queda más
concentrada en las organizaciones funcionales
al gobierno como los CLAP.
En síntesis, no todo proceso organizativo
y colectivo genera procesos comunitarios.
3. Se hace visible un sistema
de relaciones basadas en el vínculo
de confianza, el amparo
y la reciprocidad
Cuando la investigación explica estrategias
de reproducción de la vida incluso ligadas
al malandraje, el bachaqueo y el rebusque
en sus distintas formas, deja entrever que
incluso lo que se considera negativo o malo
como el bachaqueo, pasa a ser aceptado y
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Mario Rodríguez
31
impacto en la configuración de tejidos en
sectores populares urbanos de Caracas.
6. Memoria campesina y relación
campo-ciudad
Me pareció observar una dimensión un
poco contradictoria en la investigación sobre
la tendencia de la producción de alimentos
en los barrios estudiados. Por un
lado, se menciona que la misma es solo
marginal en las estrategias de reproducción
de su vida, y que en general son aliños para
los alimentos. Por el otro lado, al final se señala
una tendencia creciente y valorada de
la producción de alimentos en las ciudades.
Sea como fuere, este es un tema clave en
la reconfiguración de las ciudades. Mucho
de lo que se realiza, como señala la investigación,
para resolver la emergencia de la
vida, se desarrolla en la oferta de servicios
y la especulación, ligada a la circulación de
alimentos, bienes y servicios. Por tanto, se
observan pocas estrategias ligadas a la producción
propiamente dicha. Las estrategias
reproducen las formas de especulación del
mercado y del propio Estado. La vigorización
de la producción local de alimentos
puede ser clave para resignificar nuestros
sentidos de vida, los modos de vivir y la
propia ciudad como mero espacio de consumo,
para reencontrarse con formas básicas
de producción, generando también otra
manera de relacionarse con el alimento.
La investigación nos muestra cómo el
consumo algo más saludable de alimentos
y el acceso a alimentos locales no muy
valorados en el sistema de consumo imperante
en Caracas, se liga en el imaginario
a la situación de crisis y es hasta visto con
vergüenza. La vuelta a la experiencia productora
propia, de crianza, genera nuevas
afectividades que pueden contribuir a una
debate la noción de informalidad utilizada
en la investigación, podemos coincidir en
que parte importante de esa diversificación
ocurre en formas de economía paralela,
“popular”, que desborda la institucionalidad
y construye y reconstruye permanentemente
las relaciones con el mercado y con
el Estado. La duda que surge es si esta estrategia
de diversificación ha estado ausente
antes del periodo de “crisis” que señala
el equipo investigador, o se trata de una
ampliación y/o modificación de un modo
de vida ya presente en esta población. Mi
experiencia me enseña que tanto la fuente
rural de mucha de esta población, así
como su “sobrevivencia” urbana, suele empujar
y sostener formas de diversificación
económica personal y familiar que generan
posibilidades reales de reproducir su vida.
En comunidades tradicionales, incluso, la
diversificación es la forma de sintonizar
con la reproducción de la vida toda (de los
seres humanos, la naturaleza, lo sagrado y
lo ancestral), y por ello se vigoriza la biodiversidad
y la diversidad cultural, porque
se entiende que esa es la manera de tomar
previsiones para que la vida garantice su
regeneración. Por tanto, la diversificación
hace parte de un modo de vida que va en
contrasentido de la expansión del capital.
5. Una interesante irrupción de las
redes digitales como operadoras de
sistemas de colaboración, cuidado,
amparo y reciprocidad
La investigación deja entrever un interesante
rol de medios y plataformas digitales
como Whatsapp y Facebook, principalmente,
para posibilitar el funcionamiento de
redes de colaboración, cuidado, amparo
y reciprocidad. Se necesitaría un estudio
más detallado sobre su real importancia e
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Mario Rodríguez
32
a erosionarlas, sino que emerge con más
fuerza cuando lo comunitario es asumido y
gestionado desde las necesidades comunes,
y más allá de la satisfacción de lo urgente,
como potencial articulador de lo estratégico
(“sentido y modos de vida”, “horizonte civilizatorio”)
y del valor del encuentro, de lo
compartido, de la afectividad y la fiesta. Es
decir, de la cohesión simbólica del nosotros,
de la pertenencia. Se trata de una ruptura
clave: la riqueza no medida por el consumo,
sino por la capacidad de establecer vínculos
y relaciones de mayor reciprocidad.
8. El peligro del hampa
y de las iglesias (ausentes
en la investigación)
Cuando las redes de cuidado y amparo empiezan
a ser gestionadas por el grupo de
manera autónoma, estamos hablando de
la vigorización de las formas comunitarias
de gestión de lo común y de la propia vida.
Avizoramos esperanzas en la regeneración
de la vida, pero también germinación de
sujetos políticos, porque hacen de la acción
política una práctica de gestión de lo público
y lo común.
Sin embargo, si las redes o tejidos comunitarios
son débiles, el cuidado y el amparo
pueden trasladarse fácilmente al rol paternal
o de padrinazgo del Estado a través de
los gobiernos o del mercado como esperanza
de accesibilidad a lo negado. Pero incluso,
cuando el Estado y el mercado parecen
carecer de capacidad para resolver la reproducción
de la vida cotidiana de las personas,
suelen aparecer salidas aún más paternales,
coloniales y patriarcales, como el hampa y
las iglesias (ausentes en los referentes de la
investigación).
recontextualización de los sentidos y modos
de vida.
7. La riqueza en circulación: más allá
de lo monetario
La investigación nos muestra que las estrategias
desarrolladas buscan básicamente
dos cosas: garantizar las mínimas condiciones
de reproducción de la vida, para lo cual
se aceptan insumos y alimentos a cambio
de servicios, sin necesidad de la mediación
del dinero; y por el otro acceder a dinero
efectivo para ampliar las posibilidades de
esa satisfacción.
Lo que no aparece en la investigación es
si además la gente empieza a sentir una
valoración por otros elementos que suelen
aparecer en tiempos de crisis: creatividad
e innovación, redes de colaboración y
cuidado, sistemas de información y alerta
que optimizan las acciones de cada integrante
del colectivo, saberes que permiten
mejorar el uso y variabilidad de lo poco
que se consigue, la propia diversificación
de estrategias… Finalmente, en condiciones
tan precarias, la vida es capaz de seguir
y regenerarse, e incluso generar cierto
excedente para el disfrute, la fiesta o la
alegría. En mi experiencia en Bolivia de la
década de los 80, las colas y el rebusque
no solo eran estrategias de sobrevivencia,
sino también un campo intenso de retejido
de relaciones, vínculos y subjetividades
afectuosas.
Es decir, finalmente las estrategias de reproducción
de la vida están posibilitando la
circulación del beneficio y la riqueza. Lo problemático
está en que esa riqueza no puede
ser vigorizada ni por el Estado ni por las
estructuras organizativas funcionales a las
políticas de gobierno, que más bien tienden
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Mario Rodríguez
33
Estado, más comunidad y menos mercado,
o al menos, menos del mercado capitalista
global, porque hay muchos mercados.
La pregunta es si las experiencias comunales
en Caracas están constituyendo sujetos
capaces de transformar esas prácticas
cotidianas en fuerza política, en gestión de
lo público y los bienes comunes como horizonte
de sentido para una transformación
más profunda de nuestros modos de vida. Si
el valor de lo propio, lo local, la producción,
el reuso, lo artesanal, los saberes como se
menciona en las conclusiones de la investigación,
están ayudando a resignificar nuestros
sentidos de vida, rehabitar las ciudades
desde otros modos de vida, que sean capaces
de hacer sostenibles las transformaciones
y la materialidad de la fuerza política de
los sujetos. ¿Hay sujeto comunitario en los
barrios populares de Caracas?
9. Frente a la triada del mal:
Hampa-Ley-Mercado, no vislumbro
como alternativa la triada del
bien: Estado-Organización
comunal-Comunidad
Por lo antes anotado, no avizoro que manteniendo
esta triada: Estado-Organización
comunal-Comunidad, ocurra un proceso
en que el tejido comunitario sea capaz de
gestionar lo común y plantearse alternativas
civilizatorias al modelo hegemónico dominante
en el mundo. El Estado es lo contrario
a la comunidad, y si lo comunitario
depende de lo que impulsa el Estado, los
resultados terminan siendo los de una mayor
erosión del tejido autónomo.
Solo es posible sentir que hay alternativas,
si efectivamente es el tejido comunitario,
–todavía difuso, no claramente estructurado,
como suele ser porque es una
organicidad viva no subordinada a la institucionalidad–,
quien se haga cargo de lo común,
con experiencias que se van criando
y cultivando pacientemente. Y que desde
esa capacidad de lo propio negocie alianzas
con la estructura organizativa existente
descrita en la investigación, el Estado e incluso
bolsones del mercado susceptibles de
alianzas. Mientras ocurra al revés, mientras
se mantenga este orden que coloca al Estado
primero –las organizaciones sociales
(mediadoras de la implementación de las
políticas de gobierno)– que producen experiencias
de comunidad, sucederán cosas
parecidas a las ocurridas con las Comunas:
caída la política se produce la erosión sentida
de la experiencia.
Por tanto, no hay Estado comunal posible,
creo yo, sino tejido comunitario que
negocia y resignifica las tareas y roles del Estado,
para generar más comunidad y menos
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Mario Rodríguez
34
Quisiera entrar en una discusión menos
concreta sobre los textos en sí y más
bien reflexionar sobre el debate político en
general.
Me parece muy positivo y creo que hay
que resaltar que Venezuela, hoy en día, es
el en único país en el mundo o de los pocos
países en el mundo donde se discute sobre
el poder popular, además como una estrategia
de Estado. Esto ya es digno de mencionar,
es un elemento que hay que reconocer
y que hay que valorar.
También me parece muy interesante en
el debate que los trabajos traten de analizar
las posibilidades del empoderamiento,
es decir, que no simplemente realizan
una descripción que muestre si se fracasó
o no, sino que los trabajos buscan identificar
posibilidades de empoderamiento y
de profundización de un proceso de poder
popular, en este sentido, es una forma de
plantearse una pregunta con la que me
identifico plenamente.
Sin embargo, tengo cierto escepticismo
con los resultados de los dos trabajos porque
siento una fuerte voluntad política en
cómo cambiar el desarrollo y las prácticas
existentes. Los textos buscan reescribir la
historia o rehacer las prácticas existentes
del poder popular, pero lo hacen desde un
análisis basado en la necesidad de fortalecer
la conciencia y la voluntad política. No
voy a negar que esto también es un elemento
importante, pero me parece que es
insuficiente.
Creo que como izquierda es un poco extraño
que hablemos tanto de voluntades y
de conciencias cuando el principal aporte
de la izquierda al debate filosófico ha sido
buscar un análisis materialista de la realidad.
Creo que ese acercamiento material
también lo tendríamos que buscar hacia el
tema del poder popular, de sus problemas
o de sus fracasos, de sus bloqueos. ¿Cuáles
son las razones materiales para que no avance
el proceso? Y cuando digo materiales no
solo me refiero a un materialismo tradicional
marxista que trata de explicar todos los
fenómenos con intereses económicos sino a
un concepto más amplio que es la materialidad
de cosas.
Comentario a los textos
“Poder popular
territorial”* y “Poder
popular: Una mirada
desde las bases”**
Por Raúl Zelik
* La investigación “Entre la resolución del día a día y la administración de lo común. Tensiones y posibilidades en contextos populares
urbanos frente a la crisis venezolana”, de Edith Pineda, Mariana García-Sojo y Hernán Vargas, se encuentra disponible en la
versión digital del libro impreso (http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
** La investigación “Poder popular: Una mirada desde las bases. Representaciones, valoraciones y prácticas en torno al poder popular
de voceros que participan en Comunas de los sectores populares”, de Jesús Machado, Betty Núñez y Nanciely Arraiz, se encuentra
disponible en la versión digital del libro impreso (http://www.rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
35
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Raúl Zelik
empoderamiento y más un proceso de democratización
de las prácticas clientelares y
de la corrupción.
En general es una observación que haría
a la realidad venezolana, que lo que ha
hecho es abrir el acceso de las clases populares
a las prácticas clientelares y corruptas
del Estado. En ese sentido, ha sido una democratización
y quizás también un avance
también de cierto empoderamiento, pero
es muy evidente que esto en absoluto es
el proceso de trasformación con el que todos
soñamos o que se prometió, es más
un proceso de apertura que permite a más
personas y a nuevos grupos acceder a los
recursos manejados por el Estado.
A la vez también he dicho que es un proceso
de democratización del clientelismo
pues hay una interrelación: por un lado,
las clases populares buscan tener más acceso
a esos recursos, pero, por otro lado,
las nuevas clases burocráticas que han surgido
tratan de democratizar la distribución
de alguna forma para ampliar su base legitimadora.
La gran pregunta que debemos
plantear es: ¿Porque es así? y ¿cómo podrían
impedirse estos procesos clientelares
y corruptos de manera real y eficaz?
Entiendo que en el debate de los últimos
años se ha insistido mucho en la crítica del
extractivismo, esto es un elemento interesante
en el debate, pero me da la impresión
de que lo llevamos de manera muy reducida
porque muchas veces se limita a una crítica
ecologista y ambiental y no se puede negar
que eso es un aspecto importante, pero yo
creo que el drama de la sociedad venezolana
actual no tiene que ver con este aspecto, los
problemas ecológicos se van a profundizar
en el futuro pero hasta el momento actual el
problema central de la sociedad venezolana
es que no existen estructuras productivas y
Deberíamos incluir elementos de una
materialidad basada en Michel Foucault, o
también en un análisis de los mecanismos
de las burocracias, de sus propias reglas, de
cómo funcionan, cómo van más allá de los
intereses económicos de las personas. Me
pareció positivo cuando en el texto de Surgentes
(p. 26) se menciona a Foucault tratando
de hacer un análisis de las instituciones
donde se diferencia entre el programa
de la institución y el uso de las instituciones,
en ese sentido deberíamos profundizar
mucho más, deberíamos preguntarnos
por qué las instituciones funcionan de cierta
manera y no de otra. Y justamente a la
pregunta de por qué se está burocratizando
un proceso de construcción de poder
popular de manera tan dramática. Yo creo
que es importante saber cuáles son los propios
modos de funcionamiento, los propios
modos de uso y las propias lógicas de esos
aparatos y no solamente los aparatos burocráticos
estatales sino también los aparatos
burocráticos del poder popular, del espacio
pequeño; ahí también tenemos lógicas de
aparato que se construyen, no solo que se
reproducen sino que se construyen desde
abajo y sería importante entender cómo
funcionan estos mecanismos para poder
cambiar el proceso o cambiar la ruta del
desarrollo de estas organizaciones.
Para mí es un poco insatisfactorio que
se constata una crisis en la construcción
del poder popular pero los textos no llegan
realmente a plantear el debate del porqué,
yo no creo que podamos dar respuestas,
pero al menos podríamos plantear las preguntas
del porqué de alguna manera más
insistente. Creo que deberíamos constatar
la forma en cómo funcionan muchas Comunas.
Muchos espacios del poder popular
indican que hay al menos un proceso de
36
esas líneas de continuidad que existen hacia
los estados petroleros de antes, porque
yo creo que a pesar de la ruptura en lo político,
de la ruptura en lo discursivo y simbólico,
hay una fuerte continuidad en las estructuras
socioeconómicas y no solamente
por la cuestión del extractivismo como una
forma de explotar los recursos naturales
sino también, en la forma de cómo organizar
el Estado, claro que esto esta interconectado,
pero también se podría imaginar
un modelo extractivo que hace otro uso de
la riqueza petrolera, eso perfectamente sería
pensable, no voy a decir que este es el
tipo de modelo que yo aspiro, pero habría
por lo menos que diferenciar entre las dos
cosas, habría que preguntarse si sería posible
una política desarrollista o simplemente
una política de desarrollo de la base productiva,
que para mí no es lo mismo porque
para mí el desarrollismo es una ideología
y el desarrollo de una base productiva es
algo que se plantea también para los críticos
del desarrollismo y, eso perfectamente
se podría compaginar en la explotación de
recursos naturales por el Estado.
En otras palabras, habría que diferenciar
estos tres debates: una crítica al extractivismo,
una crítica al desarrollismo y el debate
sobre estrategias de cómo desarrollar bases
productivas haciendo un uso eficaz de
los recursos manejados por el Estado. Son
tres debates que no deberían mezclarse tan
fuertemente y deberíamos dar respuestas
concretas, no nos podemos quedar simplemente
en una crítica ecologista o una
crítica democrática de la situación actual,
deberíamos debatir sobre cómo dar respuestas
a este modelo antiproductivo –del
Estado y la sociedad– venezolano.
Sobre el debate del poder popular, la gente
va a desarrollar formas de autogobierno y
que no existe en sí una cultura productiva.
Los textos lo señalan varias veces: la construcción
del poder popular y las Comunas
hasta el momento carece casi totalmente
de estructuras socioproductivas. Creo que
ese es el eje central sobre el cual deberíamos
debatir. No es que no se hayan hecho
esfuerzos, porque todos nos acordamos
seguramente de las campañas a favor de
las cooperativas en el año 2005 cuando
se crearon 200.000 cooperativas en pocos
días, pero que luego no existieron mucho
más que algunos días. Yo creo que ese es el
gran tema sobre el cual deberíamos discutir,
de cómo es posible construir una base
productiva, una estructura productiva basada
en propiedades comunes, eso es un
reto, no solo para Venezuela, es un reto
para el mundo.
Sin base socioeconómica el poder popular
siempre va a ser una cosa meramente
reivindicativa, esta problemática debería
ser el eje central del debate. Se debería
constatar que el Estado venezolano históricamente,
pero más el Estado venezolano
del chavismo, lo que ha creado es fuertes
incentivos para no trabajar, es un poco duro
decirlo desde fuera, pero creo que hay fuertes
incentivos económicos para no trabajar,
para no crear estructuras productivas sino
para dedicarse a la distribución de recursos
dentro del Estado o para dedicarse a la especulación.
Todos sabemos que trabajando
te mueres de hambre, pero especulando
con productos escasos se vive o con divisas
y eso no solo se debe a una “guerra económica”,
sino a la forma en cómo se ha hecho
la política económica y cómo se han generado
incentivos para la no productividad.
Eso deberíamos discutirlo y deberíamos
reconocer y señalar las continuidades que
existen en el modelo bolivariano actual,
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Raúl Zelik
37
solamente puede ser fruto, como lo señala
la palabra “social”, de un proceso de
producción desde la sociedad. Siempre he
interpretado el concepto de “poder popular”
en ese sentido y, sin embargo, no hubo
una posición clara al respecto porque para
muchos el poder popular sigue siendo el
poder del Estado que representa los intereses
del pueblo.
La sociedad socialista de propiedad común
solamente puede ser construida desde
la sociedad, el Estado evidentemente
juega un rol allí, pero no en el sentido de
que él construye, o de que él lidera ese proceso,
sino de que él debería tener la tarea
de generar incentivos para este proceso social,
esto sería un cambio de enfoque total
en lo que son los debates socialistas.
En el proceso bolivariano existe una
perspectiva de sociedad y existe una perspectiva
desde el Estado y lo que siempre
me ha gustado del proceso de las Comunas
es que ahí se articulaba un proceso desde
la sociedad, pero creo que siempre fue
sometido al proceso del Estado e incluso
Chávez representaba también eso, en su
discurso quizás era más social, pero en la
práctica siguió siendo un proceso muy comandado,
muy dirigido desde el Estado y
desde arriba. Debemos recordar que para
un análisis de izquierda más gramsciana,
pulanciana, el Estado debería ser interpretado
como una materialización de correlación
de fuerzas, es un agente, pero más
que un agente es un campo de disputa y es
una materialización de correlación de fuerzas.
En ese sentido, deberíamos, a pesar
de nuestro enfoque extra institucional, antiestatal
y extraestatal, tener claro que evidentemente
nuestros esfuerzos también
deben reflejarse, deben articularse dentro
del campo estatal, en ese sentido no han
formas de poder propio solamente cuando
no dependan económicamente del Estado,
todo lo demás es discurso político y discurso
de conciencia, lo cual es importante, no lo
voy a negar, pero el problema verdadero, el
tema crucial, está en la base socioeconómica
y productiva. En este sentido, la pregunta
es: ¿Cómo podría generarse un proceso
donde sea un incentivo la productividad en
vez de dar incentivos a la no productividad?
Ahí hay que plantearse un poco el problema
fundamental, estructural de los países socialistas
y de los conceptos socialistas. Foucault
ha dicho que el socialismo real fracasó
porque no logró desarrollar un concepto
de gubernamentalidad propio; recordemos
qué es gubernamentalidad para Foucault,
es la capacidad del Estado, sobre todo los
Estados nacientes, liberales, mercantiles
de aprender a decir sí en vez de decir no a
sus sujetos o subalternos, esto quiere decir
que el soberano tradicional gobernaba
sometiendo, el soberano más moderno, liberal
aprende a incentivar la productividad,
la producción de la sociedad por sus subalternos,
en ese sentido aprende a decir sí,
en vez de comandar, en vez de ordenar, en
vez de someter, en vez de dar órdenes, lo
que hace es generar un clima, un ambiente
favorable para que los subalternos sean
productivos y aporten a la construcción de
una comunidad nacional fuerte.
Evidentemente esta idea es histórica y
está completamente vinculada con el liberalismo
y el capitalismo y los conceptos de
la burguesía. Al respecto, un problema fundamental
de los conceptos socialistas, tal
como los conocemos, es que siempre han
pensado que el socialismo es una construcción
desde el Estado y lo que deberíamos
haber aprendido con el derrumbe de
la Unión Soviética es que el socialismo real
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Raúl Zelik
38
con Colombia, hubo cooperativas que funcionaron
muy bien, porque se trajo cierta
cultura de productividad campesina colombiana
de los emigrados y estos fueron capaces
de hacer un uso más productivo de
los recursos ofrecidos por el Estado venezolano
y que por eso algunas cooperativas
en Apure funcionaban muy bien. Valdría la
pena investigar, mirar ejemplos de gobernanza
buena y mirar hasta qué punto estas
cooperativas podrían fortalecerse y hasta
qué punto podrían reproducirse propuestas
similares, claro que esto sería un proceso
de mucha más duración, mucho más
a largo plazo, en ese sentido quizás hubiera
valido la pena menos retórica revolucionaria
y más práctica reformista con un proyecto
de trasformación a más largo plazo. En lo
concreto, es muy difícil porque el chavismo
logró movilizar a partir de esa retórica fuerte,
pero para poner a andar un proyecto,
para la propuesta de la construcción de un
poder popular, es un elemento muy válido
para tenerlo en cuenta.
Hay que construir estrategias mucho más
de largo plazo y mucho más sostenibles en el
tiempo, lo que también choca fuertemente
con la mentalidad venezolana que yo creo
es muy cortoplacista. Justamente es un proceso
de enseñanza colectiva o de aprendizaje
colectivo que hay que plantearse en ese
contexto, que hay que pensar en las Comunas
en las que se trabaja para construir hechos
de muy largo plazo y quizás de menos
cobertura, que llegue a menos gente. Una
cooperativa que funcione con 20 familias y
que logre perpetuase en el tiempo, yo creo
que es un aporte a un proceso socialista y
un proceso de poder popular más válido e
importante que estas construcciones cortoplacistas
que son superadas fácilmente por
las prácticas clientelares.
sido negativos los esfuerzos de construir
algo dentro del Estado, pero yo creo que el
enfoque debe basarse en la construcción
de un poder popular extraestatal e incluso
yo diría antiestatal.
Esto resulta más atrevido, porque la
alianza bolivariana era mantener los dos
elementos con una afirmación de la importancia
en la sociedad del poder popular de
las Comunas, de los barrios, pero en realidad
siempre se imponía la lógica estatal.
El punto crucial para el debate es fortalecer
esta otra organización en lo económico,
las campañas en favor de las cooperativas
han sido un intento en esa dirección, pero
un intento muy improvisado y además ha
faltado un debate de análisis del por qué
han fracasado. Casi todas las 200.000 cooperativas
desaparecieron, no conozco ningún
estudio que explique las razones. Yo
creo que nuevamente fue un proceso de
democratización de las lógicas clientelares
y corruptas.
¿Cómo se hubiera podido evitar? Creo
que la gran paradoja es que el Estado venezolano
no tomó en cuenta las experiencias
de auto organización socioeconómica
popular existentes, o las tomó en cuenta de
manera muy superficial.
Entiendo que Cecosesola es una cooperativa
que está funcionando desde hace
40 años, yo no sé cómo se han posicionado
los conflictos políticos allí, seguramente
también hay críticas válidas frente a Cecosesola,
pero creo que proyectos así deberían
ser la base para la construcción de un
poder popular socioeconómico. También al
respecto de las economías comunitarias,
seguramente existen economías comunitarias
afros y campesinas que tienen elementos
de supervivencia interesantes; me han
dicho también que en los llanos fronterizos
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Raúl Zelik
39
enfocar los incentivos para la productividad.
Ojalá se hiciera en muchos espacios,
pero empezando por lo agrícola, pues ahí
es donde está la situación más dramática
en Venezuela: ¿Cómo se explica que un país
con tanto campesino, con reforma agraria,
no es capaz de producir sus alimentos en
casa? y ¿cómo no es posible implementar
un modelo de cooperativas desde abajo
que realmente se convierta en un factor
económico? Yo creo que a través de un Estado
que genere de manera estructural y
no solamente a través del Gobierno.
Ahí también vemos el problema del personalismo,
que se encuentra también en los
textos, pues los autores hablan mucho de
Chávez. La personalización del poder y del
proyecto bolivariano venezolano ha sido totalmente
nefasta, porque pareciera que el
líder diera los recursos para construir cosas
alternativas y eso no debería ser así, deberían
existir leyes y estructuras que sistemáticamente,
con un cambio de Gobierno,
sean capaces de garantizarle los incentivos
económicos a estas producciones alternativas.
Aquí me refiero a que, por ejemplo,
unas cooperativas agrícolas o unas cooperativas
energéticas pudieran implementar un
modelo de reconversión energética donde
las Comunas mismas produzcan electricidad
en sus espacios mediante energías alternativas,
tal como lo hace Alemania ahora. Claro
que esto lleva una gran inversión, pero esa
es la inversión que el Estado venezolano tenía
que haber hecho y además tenían los recursos
para este tipo de inversiones, hubiera
podido invertir estratégicamente y no de
una forma clientelar, sino que desarrollara
leyes y estructuras basadas en cierto consenso
social, generando incentivos para la
productividad y para producciones alternativas
de lo energético, de servicios básicos,
Todo eso es muy difícil plantearlo en la
situación concreta venezolana, tal como el
texto ya lo señala: el chavismo siempre estaba
sometido a la necesidad de ganar elecciones
y de construir mayorías y evidentemente
una estrategia de hacer otro uso de los recursos
petroleros muy rápidamente hubiera
chocado con los deseos de la población.
Justamente estas ofertas de democratizar
lo clientelar fueron lo que permitieron en
cierta medida ganar las elecciones. Distribuir
riqueza fue lo que movilizó votos y eso
habría que plantearse reconocerlo como
una conclusión. Quizás también recordar lo
que hizo el Estado en Noruega, tanto los socialdemócratas
como los conservadores. El
Gobierno noruego siempre trató que los ingresos
petroleros no llegaran a la economía
nacional, justamente para no crear estructuras
consumistas del Estado y no dañar
los espacios productivos de la economía,
porque todos sabemos de la enfermedad
holandesa, entonces lo que hicieron fue
incorporar los ingresos petroleros a fondos
de inversión a largo plazo, claro es un Estado
capitalista, pero el Estado socialista o
en transición al socialismo, hubiera podido
hacer otro uso de un fondo estatal de ese
carácter, por ejemplo hubiera podido invertir
en una reconversión cooperativista y
también ecologista de la economía.
Los usos que se han dado a favor de la
formación, la salud y de la educación son
incuestionables. Al menos durante un tiempo
mejoraron las condiciones de vida de las
clases populares. Yo creo que eso fue un
buen uso que hicieron de los ingresos petroleros,
pero pudo haber sido mucho más
estratégico y con una mejor distribución,
pero con más sentido y no en el sentido de
dar los recursos simplemente sino pagarle
bien a los que realmente producen, o sea
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Raúl Zelik
40
En Alemania tenemos la paradoja de
que hubo ciertos incentivos limitados para
la formación de cooperativas ciudadanas
energéticas, para alcanzar nuevas producciones
energéticas, porque ustedes saben
que nosotros tratamos de salir de la energía
nuclear, a mí me llama mucho la atención
eso, un gobierno de centro-derecha ha
creado incentivos para que gente desarrolle
su cooperativa energética para la autoproducción
energética en su municipio. Estas
son conquistas populares que deberían
interesarnos mucho más, porque son construcciones
de muy largo plazo, seguramente
no son anticapitalistas todavía, pero son
formas donde se materializa un germen de
poder popular importante y que Venezuela
tendría mucha más capacidad con un Estado
chavista de fomentar.
Me hubiera gustado que los textos hicieran
más referencia a modelos de buena
gobernanza en la construcción del poder
popular. Seguramente entre las 200.000
cooperativas hay unas 20 que han funcionado
con problemas o de manera muy
buena y son estos ejemplos los que hay que
mirar para ver qué se puede aprender de
estos casos.
Los textos hablan de la construcción de
Comunas, pero hubo también cosas interesantes
de empoderamiento popular de la
construcción de viviendas.
Recuerdo muy bien cerca de la estación
del Metro La California de Caracas, hubo un
barrio entero que fue levantado por la misma
comunidad, seguramente también ahí
tenemos problemas clientelares, problemas
de confrontación entre los habitantes,
procesos de despolitización, seguramente
es un fracaso o al menos un medio fracaso,
ustedes lo deben saber mejor que yo, pues
no tengo noticias actuales, pero de eso se
pero también de alimentos y ojalá de industrias
básicas.
Quizás con menos retórica revolucionaria
y con más práctica trasformadora se hubiera
podido ampliar una base de consenso
para que proyectos así también aguanten
en tiempos de crisis de un Gobierno chavista
o de cambios dentro del chavismo, o sea
un proyecto de trasformación más inscrito
de manera material en las instituciones.
Lo que hizo el chavismo fue construir otra
clase burocrática dentro del Estado que reproduce
mucho de los errores, de los vicios
de las viejas capas burocráticas, en vez de
crear estructuras sólidas que no son unificadas
con personas sino con leyes e instituciones.
Hay que admitir que eso es sumamente
utópico pues todos sabemos cómo
funciona la política venezolana, el Estado
venezolano, las instituciones venezolanas
donde todo es muy improvisado y cortoplacista,
en ese sentido. No estoy construyendo
ningún modelo, simplemente estoy
planteando cómo deberíamos reenfocar un
debate sobre el poder popular, reenfocado
en la construcción desde la sociedad con
una demanda hacia el Estado, de que el
Estado dé incentivos y garantías para las
construcciones autónomas. Son cosas que
no necesariamente están vinculadas con
gobiernos de izquierda, bueno en el caso
venezolano ahora con la polarización, es
muy difícil imaginarse algo diferente, o sea
imaginarse que un gobierno de la oposición
mantendría algunos programas a favor
de cooperativas o de vivienda, pero en
la realidad de muchos países todavía existen
programas que dan incentivos para
cooperativas de vivienda y lo dan, no porque
los gobiernos o los Estados seas muy
buenos, sino porque son demandas y conquistas
populares.
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Raúl Zelik
41
completamente de acuerdo con que otros
tomen las decisiones cuando sentimos que
esas decisiones son razonables y democráticamente
legitimadas.
Deberíamos reenfocar nuestro concepto
de poder popular, pues sentí en los textos
que no se aclara bien qué es el poder popular,
hay que preguntarse ¿si es verdad que
la gente quiere más democracia y más participación?
Hasta cierto punto, deberíamos
contestar: ¿La democracia para qué? ¿Para
solucionar problemas e incluirnos como
sujetos? Sí, pero si simplemente es para
participar en cosas que perfectamente una
persona podría decidir, no. Si una persona
toma una decisión con la que me identifico
perfectamente, me parecerá maravilloso
que otro haya tomado esa decisión. Entonces
¿el poder popular es solamente eso, la
participación democrática? yo lo dudo, evidentemente
tiene un fuerte componente
de la horizontalización del poder, es lo que
siempre exigían los anarquistas y los zapatistas,
cuestionar las formas de pensar el
poder, de colectivizar el poder, pero sobre
todo yo creo que es el empoderamiento de
las clases subalternas y el empoderamiento
necesariamente es socioeconómico pues
una buena parte de la base del poder de
hoy día es socioeconómico aunque también
tiene aspectos institucionales, aspectos
simbólicos. En este sentido el marxismo
tradicional es bastante reduccionista, pero
lo que llama la atención es que nosotros
que nos reivindicamos fuertemente marxistas,
cuando hablamos de socialismo y
de la construcción del socialismo, hablamos
muy poco de la base socioeconómica y
de las muchas bases socioeconómicas que
hace falta construir. Sería muy necesario reenfocar
el debate del poder popular sobre
este eje socioeconómico.
dejó de hablar y el silencio siempre es sospechoso,
cuando los izquierdistas dejamos
de hablar de cosas es porque algo no anda
muy bien, pero deberíamos aprender a hablar
más de los medio fracasos para ver hasta
dónde hicimos bien y hasta dónde hicimos
mal o cómo surgieron los problemas. El proyecto
como tal era muy interesante y vimos
que realmente se construyeron los bloques y
se construyó una comunidad, es un proceso
de empoderamiento popular muy concreto,
socioeconómico además y productivo hasta
cierto punto porque es una producción colectiva
de un espacio de vivienda.
Hay que hablar más de estos casos concretos
y hablar más de construcciones materiales
y no tanto de lo que dice la gente
sobre la participación, sino sobre la participación
que trae fruto. Este es otro punto que
tenemos que tener claro, las clases populares
y sobre todo los que trabajan mucho, no
tienen interés en la participación democrática
como tal, cobran interés cuando esto
les permite mejorar sus condiciones de vida
materiales, en ese sentido todo el discurso
de la izquierda sobre la democratización de
la vida es súper aburrido cuando no conlleva
también a solucionar problemas con respuestas
concretas. Todos los que somos padres
y tenemos hijos nos alegramos cuando
no hay asamblea, cuando no hay discusión,
porque el debate constante de democracia
de base es bonito para los que están experimentando
con eso, es una fase de vida o
varias fases de vida, quizás cuando sea mayor
volverá a gustarme mucho pero en situaciones
en las que trabajas mucho o tus hijos
necesitan mucho cuidado, lo que queremos
es menos participación democrática, queremos
horizontalización de las relaciones de
poder, pero no queremos necesariamente
participar en la toma de decisiones, estamos
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Raúl Zelik
42
de poder para toda la sociedad, entonces a
veces el debate del poder popular mezcla
estos términos en un solo concepto y quizás
nos ayuda cuando diferenciamos y decimos
más claramente a qué nos referimos.
Una última cosa que quería cuestionar
es que en el debate sobre el poder popular
falta una diferenciación pues para unos es
simplemente la ampliación de la participación
y para otros es el fortalecimiento de
las clases populares contra los otros (los
“escuálidos”, que sabemos que no son tan
pocos, sino que son amplias partes de las
clases medias) y esto es mucho más cuestionable
pues, por una parte, tiene que ver
con el empoderamiento de la clase trabajadora
contra las clases medias altas y altas.
Sin embargo, en la práctica sabemos que el
poder popular ha sido identificado con el
fortalecimiento del chavismo, pero también
hay clases populares que nos son chavistas,
en ese sentido, creo que no habría que
mezclar esos términos pues si realmente se
trata de profundizar la democracia se trata
de ampliar, si realmente se trata de empoderar
clases populares, se trata de fortalecer
estructuras socioeconómicas y socio
productivas desde la sociedad y basadas
en la propiedad común. El fortalecimiento
de la propiedad común, que para mí también
está vinculado con el proyecto del poder
popular, también podría perfectamente
darse en barrios de clase media y de clase
alta. Es un poco el argumento que usó Edgardo
Lander hace unos diez años en el que
decía que era un error solamente fortalecer
los Consejos de planificación chavistas o las
Comunas chavistas y no entender que las
Comunas también son ofertas para todos
y todas.
Sé que es un debate un poco complicado,
pues, por un lado, me parece positivo un enfoque
clasista, de clases populares, de fortalecimiento
de las clases populares contra
las clases altas, pero, por otro lado, deberíamos
tener un enfoque de democratización
para toda la sociedad, de horizontalización
Comentarios a las investigaciones sobre poder popular
Raúl Zelik
COMENTARIOS
AL ESTUDIO
SOBRE MUJERES
Y POLÍTICAS PÚBLICAS
Kristina Dietz
Uli Brand
44
El texto de Anais López Caldera hace un
detallado análisis de la situación de las
mujeres en Venezuela en tiempos de crisis.
El análisis se basa en documentos y estadísticas
oficiales y datos empíricos generados
en una exploración en campo a través de
entrevistas a profundidad con 64 mujeres
residentes en el Área Metropolitana de Caracas.
El texto tiene un excelente estilo y
una estructura clara. Sin embargo, hay algunos
aspectos que pudieran ser más destacados
en el texto. En los siguientes comentarios
voy a nombrar aquellos que más
me llamaron la atención.
López Caldera subraya de manera excelente
que la crisis económica, política, social
y yo añadiría ambiental, en la cual se
encuentra la sociedad y el Estado venezolana/o
desde hace varios años tiene sexo,
clase e etnicidad. Además, las repercusiones
de esta crisis tienen una expresión
territorial, dado que el análisis demuestra
desigualdades socio-espaciales en el nivel
de afectación.
El argumento central del texto afirma
que son las mujeres de clases populares
(sectores pobres) e indígenas las particularmente
afectadas por las consecuencias
nefastas de la crisis. También muestra que
la alta vulnerabilidad de estos sectores de
la población no solo es un resultado directo
de la crisis actual, sino que está mediado
por las políticas públicas de género de las
décadas anteriores, es decir de las décadas
antes y después de la Constitución de
1999. Mientras en la Venezuela bolivariana
oficialmente se formularon políticas de
género, en realidad en los programas que
derivaron de estas políticas se confundió
género con mujeres, familia y maternidad.
A pesar de que con la Constitución de 1999
hubo avances en términos de justicia de
género y del reconocimiento de derechos
específicos de mujeres, en la práctica, se
perpetuaron los roles tradicionales entre
hombres y mujeres, reproduciendo y profundizando
de esta manera las condiciones
socio-políticas de la alta vulnerabilidad de
las mujeres pobres y/o indígenas frente a la
crisis que vive el país.
De la institucionalidad del Estado venezolano
y del Gobierno actual parece que
Acerca del texto
“Situación, derechos
y garantías para las
mujeres en la Venezuela
bolivariana”*
Por Kristina Dietz
* La investigación “Situación, derechos y garantías para las mujeres en la Venezuela bolivariana. Alcances de la Política Pública de
Género en medio de la crisis”, de Anais López Caldera, se encuentra disponible en la versión digital del libro impreso (http://www.
rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf).
45
Comentarios al estudio sobre mujeres y políticas públicas
Kristina Dietz
enfatizar aún más que la situación actual
de las mujeres en Venezuela está política y
socialmente producida.
f) El tema del texto es claramente mujeres
y no género, y está bien así. Quizás, sería
mejor definir el enfoque de manera muy
clara en la introducción y pensar si sería
mejor quitar el término género del título.
Algunas (pocas) veces creo que se confunden
los términos.
g) Un enfoque en mujeres para mí no
significa no hablar sobre la situación de
mujeres transgender, queer y/o lesbianas.
Eso lo he extrañado. A mí me gustaría saber
algo sobre la situación de este grupo en el
contexto de la crisis. Sabemos que el tema
del femicidio también está relacionado a la
discriminación de los derechos de este sector,
una fuerte y violenta reacción de la derecha/ultra-derecha
contra él y un discurso
reaccionario: la llamada ideología de género.
¿Cómo se encuentra esta situación en
Venezuela actualmente?
ya no se puede esperar nada para mejorar
la situación. En vez de dar respuestas concretas
a los altos niveles de mortalidad materna
y de maternidad juvenil, reduce aún
más los gastos públicos dirigidos hacía estas
problemáticas preocupantes o aún peor
crea políticas absurdas, como lo es el Plan
Nacional para el Parto Humanizado.
Todo esto muestra que una posible salida
a la cada vez más difícil situación para las
mujeres venezolanas en el contexto de la
crisis probablemente solo puede ser desarrollada
desde abajo, es decir, desde organizaciones
feministas, grupos de mujeres, etc.
Recomendaciones:
a) Añadido a lo anterior, he extrañado un
párrafo sobre el estado actual de los movimientos
feministas, organizaciones de mujeres
etc., en el texto. Aunque se menciona
algo sobre esto en las conclusiones, siento
que sería mejor darle a este tema un apartado
propio, para después en las conclusiones
y aprendizajes discutir las potencialidades
de estos movimientos.
b) En las conclusiones sería bueno señalar
algunas ideas o quizás visiones sobre
qué –desde una izquierda feminista progresista–
se debería hacer ante la situación
analizada.
c) Propongo enfatizar más la interseccionalidad
entre clase, género, edad y etnicidad
que produce el alto nivel de vulnerabilidad
de ciertos grupos de mujeres en
el país.
d) Propongo también enfatizar más las
desigualdades campo-ciudad y reflexionar
sobre ellas (por ejemplo: ¿qué nos dicen
sobre las políticas públicas que buscan el
equilibrio entre campo y ciudad?).
e) Para evitar una victimización de las
mujeres (lo que el texto no hace), se puede
46
El trabajo de Anais López Caldera es un
trabajo extenso sobre un tema pesado
(las cifras son increíbles); he aprendido
muchísimo. La estructura es clara (tengo
una sugerencia con respecto a ésta al final
de mi comentario), las fuentes son ricas,
la metodología es adecuada. Además, me
parece positivo tener una perspectiva histórica
de las políticas públicas.
Me parece de gran importancia destacar
del texto:
• Una perspectiva analítica que enfoca la
calidad de vida de las mujeres. En muchas
investigaciones se pone énfasis en
las luchas, demandas, correlaciones de
fuerza asumiendo (implícitamente) que
las políticas de izquierda mejoran las
condiciones de vida, pero en la mayoría
de los casos, la calidad de vida no es un
tema explícito.
• Un punto clave del análisis de López es
que el Gobierno actual pretende tratar
los efectos negativos de la crisis igualando
“mujer” con “familia” y creando, de
esta manera, un mecanismo para amortiguar
los efectos negativos de la crisis.
Sugerencias
a) Sería útil describir con más detalle en
notas al pie las Misiones. Y un cuadro y una
sinopsis con las diferentes leyes que están
mencionadas en el texto.
b) En mis trabajos sobre políticas
medioambientales, hago la distinción entre
“políticas explícitas” (leyes, aparatos que
tratan el tema de mujeres, género) e “implícitas”
(mujeres y género no son tema,
pero las leyes etc., las afectan).
c) Los puntos sobre el Sistema de salud
(págs. 28-29) son interesantes, pero no se
enlazan bien con la estructura. ¿Por qué no
hacer una lista como esta sobre otros temas?
d) La investigación es una descripción
de un nivel muy alto de lo que está pasando
con respecto a mujeres y políticas de
género en Venezuela. Hay explicaciones
concretas en ciertas partes del texto (de
algunos fenómenos descritos, de la debilidad
del movimiento feminista/de mujeres
etc.). Pero no hay explicaciones concretas
estructurales y coyunturales –o, tal vez,
no las he encontrado– de la brecha entre
Comentario al texto
“Situación, derechos
y garantías para
las mujeres en la
Venezuela bolivariana”*
Por Uli Brand
* La investigación “Situación, derechos y garantías para las mujeres en la Venezuela bolivariana. Alcances de la Política Pública de
Género en medio de la crisis”, de Anais López Caldera, se encuentra disponible en la versión digital del libro impreso (http://www.
rosalux.org.ec/pdfs/VENEZUELA-DESDE-ADENTRO_12.pdf.
47
Comentarios al estudio sobre mujeres y políticas públicas
Uli Brand
llegada de dinero mediante planes sociales
ocurrió una individualización/familiarización
de la recepción de beneficios y la
monetarización de las relaciones sociales.
Los tejidos existentes para vivir y sobrevivir
fueron reducidos y en una situación de
crisis no se re-establecen fácilmente. Esta
constelación causa, junto con otras cosas,
frustración y violencia.
h) En la parte “aprendizajes/conclusiones”,
López abre otros temas que son muy
interesantes e importantes (la fragmentación
de los movimientos feministas, de mujeres
por la polarización social y la no-critica
del Estado chavista). Pero los puntos no
son “preparados” en la parte principal del
texto. Tal vez, se pueden poner algunos argumentos
de la última sección al principio
del texto como hilo conductor del análisis
(en la parte dos del “contexto”). Tengo la
impresión de que la autora quiere decir
más de lo que el estudio pretende ser y lo
pone al final. Pero son argumentos tan importantes
y ricos que podrían abrir y guiar
el análisis.
Constitución/programas progresistas y la
poca o no-implementación. En otras palabras:
¿Cómo surgieron ciertas políticas
a partir de luchas concretas? ¿Por qué las
políticas concretas no funcionan o no son
implementadas? Tal vez, tiene que ver con
el hecho de que en el texto la noción de las
políticas públicas es más positivista. Las políticas
públicas son efectos y partes de relaciones
sociales y relaciones de fuerza en
determinados momentos históricos (o sea,
situaciones de cierta estabilidad socio-económica
o de crisis). El Estado es un terreno
asimétrico de lucha.
e) Vinculado con esto: Sería interesante
presentar dos o tres casos emblemáticos
de la formulación de políticas públicas, si
había en el proceso de la formulación propuestas
más concretas, y por qué las políticas
públicas fracasaron (cómo fracasaron
está en el texto, pero no tanto el por qué).
Significaría observar las razones estructurales
y coyunturales y las contingencias en
los procesos.
f) Presentar algo más sobre los movimientos
feministas, de mujeres, lesbianas,
transgenser etc., actuales –y, sobre todo,
su balance de la situación actual (con enfoque
de los ejes de análisis)–. En el texto las
mujeres se muestran sobre todo como objetos
y víctimas (la excepción es la crítica de
Nancy Bello al sistema de salud; pero en general
faltan los sujetos). Me imagino –pero
no lo sé– que ciertos actores demandan
otras políticas púbicas, una amplificación
de la infraestructura social, una economía
solidaria para enfrentar la crisis.
g) Acerca de la violencia de género: Una
amiga argentina, Verónica Gago, hace en
sus estudios un punto interesante acerca
del crecimiento de la violencia en general
y de género en los barrios pobres. Con la
VENEZUELA
DESDE ADENTRO
Comentarios a las investigaciones
Compiladora:
Alexandra Martínez
Publicado por:
Fundación Rosa Luxemburg
Oficina Región Andina
Miravalle N24-728 y Zaldumbide
Quito • Ecuador
Telefonos: (593-2) 2553771
6046945 / 6046946
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rosalux.org.ec
Corrección de estilo: Giordana García Sojo
Diagramación: h2ostudio. Carla Aguas
Publicado en mayo de 2018
Este documento, de distribución gratuita, fue auspiciado por la Fundación Rosa Luxemburg con
fondos del Ministerio Alemán para la Cooperación Económica y el Desarrollo (BMZ).