A dos días de que se cumpla un año del sismo del 19 de septiembre de 2017, Damnificados Unidos de la Ciudad de México convocamos a la sociedad civil a movilizarse con nosotros en una gran manifestación de solidaridad, como la de las primeras horas de la contingencia que todavía nos tiene fuera de nuestros hogares.
Acompañados de las madres y padres de familia de los normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos en Iguala, y del Comité 68, saldremos a marchar este próximo 19 de septiembre para exigir al Estado mexicano que asuma su responsabilidad frente a las heridas que dieron pie a estos esfuerzos organizativos.
Acordamos una jornada de lucha conjunta para conmemorar el primer año del terremoto, el cuarto de la desaparición forzada de los 43 futuros maestros rurales –el 26 de septiembre- y los 50 de la masacre en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco contra estudiantes que lucharon contra la represión y por un país más justo –el 2 de octubre-.
Comunicado
17 de septiembre
A dos días de que se cumpla un año del sismo del 19 de septiembre de 2017, Damnificados Unidos de la Ciudad de México convocamos a la sociedad civil a movilizarse con nosotros en una gran manifestación de solidaridad, como la de las primeras horas de la contingencia que todavía nos tiene fuera de nuestros hogares.
Acompañados de las madres y padres de familia de los normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos en Iguala, y del Comité 68, saldremos a marchar este próximo 19 de septiembre para exigir al Estado mexicano que asuma su responsabilidad frente a las heridas que dieron pie a estos esfuerzos organizativos.
Acordamos una jornada de lucha conjunta para conmemorar el primer año del terremoto, el cuarto de la desaparición forzada de los 43 futuros maestros rurales –el 26 de septiembre- y los 50 de la masacre en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco contra estudiantes que lucharon contra la represión y por un país más justo –el 2 de octubre-.
A casi 365 días, los Damnificados Unidos de la Ciudad de México no olvidamos la ineficacia del Estado mexicano que, luego de las labores de rescate, quiso trasladar su responsabilidad por la reconstrucción a las y los directamente afectados mediante el endeudamiento y la redensificación.
Representado en el Gobierno de la Ciudad de México, el Estado mostró su incapacidad para enfrentar una crisis como la que desató el terremoto al no proveer medidas adecuadas para la atención de la emergencia y basar sus políticas de reconstrucción en créditos para quienes perdimos nuestro patrimonio y convertir nuestra desgracia en beneficios para la industria inmobiliaria.
El dolor que dejó el sismo de hace un año sigue latente dentro de nosotros y se recrudece todavía más al notar el retraso en el proceso de reconstrucción de nuestros predios.
A pesar de ello –con base en la movilización y la solidaridad de la ciudadanía- logramos construir una ruta digna para regresar a nuestros hogares con seguridad sin que sea necesario asumirnos como deudores en vez de damnificados. Pero es necesario todavía defender ese camino hasta lograr que no exista en las calles de esta ciudad una sola carpa de damnificadas y damnificados.
Nuestro gran esfuerzo organizativo como damnificados no hubiera podido ser posible sin esa lucha que hace 50 años, 1968, emprendieron jóvenes estudiantes, mujeres y hombres, por la democracia, la libertad de expresión y contra las agresiones del Estado contra todo intento de organización ciudadana, batalla que les costó la vida a ellas y a ellos.
El clamor de la Plaza de las Tres Culturas sigue vivo y el agravio de la muerte de nuestros jóvenes en esa década nunca quedará en el olvido. A medio siglo de esos hechos la justicia no ha llegado y es preciso exigirla.
Las y los Damnificados Unidos de la Ciudad de México sentimos nuestro el dolor de las madres y padres de familia de los normalistas desaparecidos en Iguala, nosotros sabemos lo que siente llorar por un ser querido y nos sumamos a la exigencia de su aparición con vida –tal y como se los llevaron- así el castigo a los responsables materiales e intelectuales de los hechos.
Fue el Estado. Consideramos un agravio que en este país se permita que de la noche a la mañana desaparezcan 43 jóvenes sin dejar ningún tipo de rastro y que pasen cuatro eternos años sin certeza de lo que pasó con ellos.
Quienes dirigen las instituciones del Estado mexicano apuestan por el olvido, pero nosotros no padecemos de falta de memoria y el 19 de septiembre lo demostraremos, caminaremos juntas y juntos por las calles de la ciudad que será reconstruida gracias a nuestra lucha.
El próximo miércoles, a las 12 horas, inician nuestras actividades con una ceremonia religiosa en el Multifamiliar Tlalpan para recordar a nuestras vecinas y vecinos que fallecieron por el sismo. A las 13:14 horas guardaremos un minuto de silencio también en su memoria y con el puño en alto escucharemos la alerta sísmica durante el simulacro. Posteriormente ofreceremos un mensaje a medios y luego saldremos en marcha, de Avenida del Taller #21, al predio de Chimalpopoca y de ahí al Zócalo capitalino donde realizaremos un mitin.
El 2 de octubre de 1968, el 26 de septiembre de 2014 y el 19 de septiembre de 2017 (como en 1985) son fechas trascendentes para la historia de nuestro país, que gestaron movimientos que obligaron y obligarán el Estado a cumplir con su responsabilidad.
DAMNIFICADOS UNIDOS SERÁN RECONSTRUIDOS