La izquierda amarilla de Podemos-comunes suben la mitad, de 8 a 12-13 escaños, y los Comités de Unidad Popular triplican de 4 a 10-11, o sea que los amarillos les sacaban la lengua por llevarles por el doble (8 a 4) y ahora se la han tragado (la lengua) por que están casi iguales
ERC ganaría las elecciones en Cataluña y Puigdemont sufre un duro batacazo
La formación de Junqueras lograría entre 36 y 38 diputados. Cs quedaría segundo con entre 29 y 30 escaños y JxCat caería hasta la tercera posición con 10 escaños menos. Gran ascenso de la CUP
El Confidencia
23/11/2018 15:52
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ganaría de calle las elecciones catalanas al obtener 36 o 38 diputados, frente a los 32 que tiene en la actualidad. Así se desprende de la última encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO, el CIS catalán), que da a Ciudadanos la segunda posición, con 29 o 30 diputados, frente a los 36 que obtuvo en los últimos comicios.
Quien se llevaría el gran batacazo sería Junts per Catalunya. La plataforma que lidera Carles Puigdemont perdería 10 diputados (los que ganan ERC y la CUP) y pasaría a tercera fuerza con 24 escaños, muy lejos de los 34 actuales. Los socialistas se quedarían más o menos igual, ‘los comunes’ subirían a una horquilla de entre 12 y 13 (ahora tienen 8) y la CUP recuperaría lo que perdió en los últimos comicios y pasaría a 10 u 11 diputados. El PP seguiría con 2 o 3 representantes en la cámara (actualmente tiene 4).
Esquerra bate todos los récords en intención directa de voto: acapara el 22,3% de los encuestados, mientras que JxCAT alcanza el 10% y socialistas y comunes empatan con el 9,2%. Ciudadanos tiene el 8,4% en intención directa de voto y la CUP, el 8,2%, mientras que el PP se queda en el 1,5%. Esta tendencia apunta a un retroceso de ERC, JxCAT, Ciudadanos, PSC y PP (respecto al anterior barómetro, de finales de verano) mientras que aumenta la intención de voto a los comunes y los ‘cuperos’.
Las intenciones de voto coinciden con las encuestas internas que manejan casi todos los partidos, que dan un fuerte retroceso a la formación de Puigdemont. De ahí el nerviosismo del ‘expresident’ y su apuesta y presión a ERC para formar una candidatura unitaria en las próximas elecciones, poniendo como excusa que los partidos independentistas saldrían ganando si van juntos. De ese modo, Puigdemont camuflaría el batacazo que le auguran las encuestas, aunque desde círculos de JxCAT se subraya que las encuestas de las últimas autonómicas también vaticinaban un fuerte retroceso a los posconvergentes y, al final, acabaron segundos, desbancando a sus rivales de ERC. La intención de voto en unas elecciones generales sigue la misma línea: ERC gana y los ‘comunes’ (que ganaron las últimas convocatorias) quedarían segundos. Les seguirían PSC, PDeCAT, Ciudadanos y PP.
Queda claro también que la confianza en los políticos catalanes ha bajado en estos meses: en verano, el 44,2% los suspendía y el 54,3% los aprobaba. Actualmente, el 48,8% los suspende y el 48,7% los aprueba. Tanto es así que un 37% de la población les da un cero en valoración. Y la media de nota que sacan es de un 2,28 sobre 10. Todo un toque de atención.
Palo al Govern
Tampoco sale bien parado el Govern, que recibe un fuerte voto de castigo: el 51,9% cree que lo está haciendo mal (en verano tenía esa percepción sólo el 43,2% de los encuestados), mientras que sólo el 44% cree que lo hace bien (en verano era el 51,6%). Respecto al Gobierno español, la crítica se dispara: el 65,9% cree que lo hace mal (62,2% hace unos meses) y el 30,6% le da un aprobado (el 32,4% en la anterior oleada).
Esa desafección se trasluce en la valoración que se hace de los políticos: Oriol Junqueras es el mejor valorado, con un 5,97 de nota media (aún así, baja respecto al verano, cuando era calificado con un 6,16). Le sigue la fugada Marta Rovira (que sorpresivamente aparece en la encuesta de otoño inmediatamente después de que Puigdemont la tentara para su Consell de la República), con un 5,16, el ‘cupero’ Carles Riera, con un 5,01, y la exportavoz de los comunes Elisenda Alamany, con un 5,04%. Se ha de subrayar, no obstante, que el 68,1% de los encuestados no conocía a Alamany y el 60,2% no conocía a Riera.
Pero el gran palo es, de nuevo, para los postconvergentes: Puigdemont es aprobado por el 51% de los encuestados y lo suspende el 44%, pero la nota media que saca es de 4,59 (en la anterior encuesta aprobaba con un 5,01). Y el ‘president’ Quim Torra baja aún más esa nota hasta situarse en 4,34 (su nota media era de 4,89). En cambio, le supera la actual líder parlamentaria de los comunes, Jessica Albiach, con 4,44 y la ministra Meritxell Batet, con un 4,42. El socialista Miquel Iceta, con un 3,95, se coloca a continuación. Y le siguen Inés Arrimadas (2,19), Carina Mejías (líder de Ciudadanos en el Ayuntamiento, 1,83) y el popular Xavier García Albiol (1,47).
Quim Torra. (EFE)Quim Torra. (EFE)
Suben los que quieren la independencia
La encuesta de este otoño destaca que los partidarios de que Cataluña sea un Estado independiente son el 38,9% de los encuestados, mientras que el 24% apuesta por que Cataluña sea una comunidad autónoma de España y un 22,1% por convertirla en un Estado dentro de una España federal. A la pregunta directa de si quiere que Cataluña se convierta en un Estado independiente, el 47,2% vota que sí y el 43,2% vota que no. En el anterior barómetro, los partidarios del sí era el 46,7% y los del no llegaban al 44,9%. Pero hay una verdad incontrovertible: el 64% considera que Cataluña tiene un nivel insuficiente de autonomía, frente al 20,8% que considera que tiene suficiente.
En cuanto al sentido de pertenencia, el 33,1% de los encuestados se siente tan español como catalán, mientras que el 28,2% se siente sólo catalán, el 21,6% más catalán que español y el 4,9% más español que catalán.
Los principales problemas
La encuesta de este otoño refleja, asimismo, que la insatisfacción con la política se ha convertido en el principal problema que perciben los catalanes, cuando el verano pasado eran las relaciones entre Cataluña y España. En la actualidad, el 40,5% cree que esa insatisfacción es el principal escollo, mientras que las relaciones Cataluña-España son percibidas como el segundo, con el 36,7% (en verano, los porcentajes eran del 34,6 y del 39,3 respectivamente). Aún así, un 28,3% considera que las relaciones Cataluña-España son el principal problema, frente al 27,1% que considera que es la insatisfacción. El paro y la precariedad laboral es percibido como el tercer gran problema, con el 22,9% (en verano, este porcentaje era del 25,9) y le sigue el funcionamiento de la economía (12,7% frente al 13,2% de verano).
Tampoco la percepción del momento económico es positiva. El 49,2% cree que la situación económica de Cataluña es igual que hace un año, pero el 31,5% cree que es peor, mientras que solo el 16,1% cree que ha mejorado. De cara al futuro, el 35,5% cree que seguirá igual, el 24,6% cree que mejorará y el 23% cree que empeorará. La percepción de la situación política es aún más desastrosa: el 41,9% cree que es igual, el 46,6% cree que ha empeorado y el 9,3% cree que ha mejorado.