Si AMLO no est? titubeando en poner en marcha los megaproyectos de despojo en el sur de M?xico y, en cambio los disfraza con una pol?tica neo-indigenista que m?s bien busca desarticularlos y transformar el ejercicio colectivo sobre la propiedad de la tierra en ejercicio privado y lucrativo, entonces los zapatistas nos muestran claramente que no van a titubear en defender su territorio y su autonom?a. Con su celebraci?n del 25 aniversario del levantamiento, los zapatistas desenmascararon el proyecto de L?pez Obrador, exhibiendo la ambici?n capitalista que reposa detr?s de la narrativa bonachona y aparentemente progresista del presidente.
El EZLN exhibe a L?pez Obrador
Por: Carlos Hern?ndez L?pez |
Martes, 15/01/2019 07:43 PM
Aporrea
Marx dice que las revoluciones son las locomotoras de la historia. Pero tal vez las cosas sean diferentes. Quiz? las revoluciones sean la forma en que la humanidad, que viaja en ese tren, acciona el freno de emergencia.
Walter Benjamin
O, en el tren de los Lumiere, dicen: “pero qu? tontos, ?por qu? siguen en el and?n y no se suben al tren?”. O “he ah? una muestra m?s de que los ind?genas est?n como est?n porque no quieren progresar”. Alguno m?s aventura “?Viste qu? ropa tan rid?cula usaban en esa ?poca?”. Pero si alguien nos preguntara por qu? no subimos a ese tren, nosotros dir?amos “porque las estaciones que siguen son “decadencia”, “guerra”, “destrucci?n”, y el destino final es “cat?strofe”. La pregunta pertinente no es por qu? no nos subimos nosotros, sino por qu? no se bajan ustedes”.
Subcomandante Marcos
La econom?a mundial entra a pasos r?pidos a un escenario cada vez m?s tenso de conflictividad mundial entre los pa?ses m?s poderosos en la escala global. En este escenario, EUA reedita el legado de la Doctrina Monroe para decirle al mundo, y en especial a China, que Am?rica es para los Americanos, ?sea que Latinoam?rica es territorio de seguridad nacional para Estados Unidos, desde la Patagonia hasta el Rio Bravo. El nuevo giro conservador que actualmente vive la regi?n no se pude explicar sin esta consideraci?n.
Si Am?rica Latina es parte estrat?gica en el espectro econ?mico y de seguridad para Estados Unidos, M?xico y Centroam?rica son sus piedras angulares, especialmente la regi?n que va del istmo de Tehuantepec hasta el Tri?ngulo Norte de Centroam?rica, pasando por los estados del sureste mexicano y la pen?nsula de Yucat?n. En el reordenamiento econ?mico mundial que busca impulsar el gobierno estadounidense, esta regi?n es fundamental debido a la riqueza en recursos naturales, adem?s de que es el estrecho m?s delgado entre los oc?anos pac?fico y atl?ntico. Es por ello que esta regi?n de Am?rica Latina ha sido hist?ricamente codiciada por los grandes poderes del mundo, desde la firma del Tratado McLane-Ocampo en 1858, hasta el impulso del Plan Puebla Panam? durante en el gobierno de Fox y posteriormente, la aprobaci?n de la Ley de Zonas Econ?micas Especiales en el gobierno de Pe?a Nieto.
Hoy el deseo del gran capital por apropiarse de esta regi?n vuelve a ponerse sobre el centro de la agenda pol?tica, ahora bajo el mandato del nuevo gobierno mexicano encabezado por Andr?s Manuel L?pez Obrador (AMLO). Con un grado alto de legitimidad pol?tica, que no tuvieron Vicente Fox, Felipe Calder?n ni Pe?a Nieto, AMLO le habla al gran capital de M?xico y el mundo, as? como al gobierno de Trump, para para ofrecer el sur de M?xico al mercado mundial. Les garantiza, mediante grandes proyectos de infraestructura, que esa regi?n estrat?gica para el comercio internacional, ser? territorio de confiabilidad y rentabilidad para las inversiones privadas. En palabras del empresario y actual Jefe de la Oficina de la Pretendencia de la Republica, Alfonso Romo, est? regi?n del mundo ser? un “para?so de la inversi?n”.1
En el l?xico neo-desarrollista, AMLO afirma que su pol?tica econ?mica en el sur de M?xico buscar? crear una “cortina de desarrollo”. Sin embargo, lo que vale aclarar es que la doctrina cl?sica del desarrollismo en Am?rica Latina busc? estimular un proceso nacionalista de industrializaci?n y crecimiento econ?mico end?geno, mientras que AMLO busca fomentar las inversiones extranjeras en esta regi?n para convertirla en un enclave exportado que busca incentivar la apropiaci?n privada de los recursos naturales y promover la producci?n maquiladora para la exportaci?n, tanto en bienes agr?colas como en bienes manufacturados. Por tanto, lejos de buscar generar un escenario de soberan?a industrial y territorial, las proclamadas “cortinas del desarrollo” son palabras que se utilizan para esconder la mayor extranjerizaci?n del territorio nacional. No hay ning?n indicio que demuestre lo contrario, es decir, ninguna se?al que nos permita afirmar que el gobierno mexicano en turno busca promover la soberan?a econ?mica.
Tan importante es el sur de M?xico para el gran capital, que AMLO no ha titubeado ni un segundo en poner en marcha los proyectos de infraestructura para esta regi?n del pa?s -y de paso incluir a Centroam?rica. Mediante una irrisoria consulta y ceremonia ind?gena, que no puede ser interpretada m?s que como una provocaci?n a los pueblos de la regi?n, AMLO anunci? la inauguraci?n del Tren Maya que va a recorrer Chiapas, Tabasco y toda la pen?nsula de Yucat?n. A pesar de denuncias de despojo y potencial ecocidio que va a generar esta obra, el gobierno no ha dado ni una peque?a se?al de di?logo con los pueblos de esa regi?n. Es decir que, desde la ?ptica oficial, el Tren Maya no se negocia. La raz?n por la cual AMLO est? inamovible en la terquedad es porque el Tren Maya es s?lo la punta del iceberg de una gran transformaci?n territorial que busca impulsar el capital en ese territorio. El Tren Maya no s?lo es un tren, sino que es fundamentalmente la se?al m?s ?ptima que el gobierno puede darle al gran capital para invitarlos a invertir, se en miner?a, hidrocarburos, maquiladoras, agroindustria o turismo. Es la locomotora que busca abrir la brecha para transformar el territorio del sur del pa?s a imagen y semejanza de lo que el capital requiere. No es gratuito que el Tren Maya sea tan vanagloriado por el grupo de empresarios multimillonarios que recientemente form? la Asociaci?n de Empresarios por la Cuarta Transformaci?n.
Lo mismo sucede con el proyecto de infraestructura que el gobierno buscar? impulsar en el istmo de Tehuantepec. Con una inversi?n inicial de 8 mil millones de pesos en la modernizaci?n de los de v?as f?rreas, carreteras y aeropuertos entre Salina Cruz y Coatzacoalcos. El objetivo anunciado de mediano plazo es declarar al Istmo una Zona Libre y bajar el IVA y el ISR a la mitad; es decir, convertir el Corredor Trans?stmico del Istmo de Tehuantepec en territorio rentable para el capital trasnacional, tanto para la apropiaci?n de recursos naturales, como para el comercio interoce?nico y la producci?n maquiladora para la exportaci?n. As? lo anunci? el secretario Javier Jim?nez Espri? que cuando dijo que est?n en cartera varios proyectos para el istmo de Tehuantepec, entre los cuales se encuentra “la producci?n de az?car para el EUA y Europa, polietileno para exportaci?n y cabotaje, minerales para cementeras del Istmo, sal de Chile, trigo de Canad?, m?rmol mexicano a Sudam?rica, ma?z de Sinaloa y Sonora, y convenios con la Secretar?a de Turismo para desarrollar turismo n?utico en las lagunas de Oaxaca e inicio de programas de acuacultura”
Una imagen de esta transformaci?n la proporcionar?a el plant?o de un mill?n de hect?reas de ?rboles maderables y frutales en la Selva Lacandona, proyecto que se viene anunciando desde el gobierno de Vicente Fox y que obedece fundamentalmente a los intereses de las empresas de bioingenier?a por la apropiaci?n este territorio, rico no s?lo en biodiversidad, sino tambi?n en recursos energ?ticos e h?dricos. No es casualidad que el 4 de agosto de 2018, Obrador hay visitado en Tapachula los laboratorios de producci?n de plantas tropicales de Agromod, empresa que “formar? parte del programa de siembra de un mill?n de hect?reas”. Propiedad de Alfonso Romo, Agromond es el laboratorio de producci?n de plantas tropicales m?s grande de Latinoam?rica y “una de sus misiones es abastecer los 365 d?as del a?o con fruta de la m?s alta calidad e inocuidad a toda la cadena de abastecimiento en Norteam?rica”. En otras palabras, se buscar? convertir a la Selva Lacandona en una regi?n agroexportadora, proveedora de bienes agr?colas para las cadenas mundiales de producci?n y distribuci?n controlada por las grandes firmas comercializadoras. En este modelo de organizaci?n productiva que L?pez Obrador denomina “cortina del desarrollo”, las empresas de bioingenier?a crean la semilla y los fertilizantes, mientras que los comuneros, ejidatarios y migrantes se convierten en la mano de obra superexplotada de la agroindustria.
Estos proyectos se sostienen bajo el paraguas de un discurso de desarrollo profundamente racista que no s?lo homologa a la inversi?n privada con bienestar, sino que equipara la propiedad ejidal y comunal de la tierra con improductividad, pobreza y anormalidad. Con un lenguaje empresarial, el presidente y los miembros de su gabinete insisten que los proyectos del sexenio tienen el fin ?ltimo de sacar del atraso al sur de M?xico, como si el norte fuera una regi?n ejemplarmente desarrollada, como si la precariedad extendida de la poblaci?n trabajadora en la industria maquiladora de la frontera con EUA significara un caso paradigm?tico de bienestar y crecimiento.
Esta narrativa neo-indigenista que concibe a los pueblos originarios como pre-modernos, pobres y atrasados es el escudo ideol?gico prioritario con el que el AMLO buscar? poner por delante los proyectos de despojo y explotaci?n que ha anunciado en el sur del pa?s. Este indigenismo obradorista no es el de vieja usanza priista que buscaba solapar un proyecto de industrializaci?n nacional-desarrollista, sino que es una pol?tica que busca tender el camino para un proceso de apertura comercial neoliberal que ponga a M?xico a la venta en el mercado mundial. En otras palabras, lo que est? en juego es la ofensiva del capital por erradicar la propiedad colectiva de la tierra y convertir al sur del pa?s en una zona franca controlada por el capital trasnacional.
Por lo anterior, no debe sorprendernos que en la tarde el 31 de diciembre, el Ejercito Zapatista de Liberaci?n Nacional realiz? la celebraci?n del 25 aniversario de su alzamiento con un contundente despliegue de fuerza militar de alrededor de 4 mil milicianos de la 21 divisi?n de infanter?a zapatista en el caracol Madre de nuestros caracoles de la Realidad, Chiapas. El mensaje pronunciado por el Subcomandante Moises fue contundente:
Vamos a enfrentar, no vamos a permitir que pase aqu? ?se su proyecto de destrucci?n (?) Vamos a defender lo que hemos construido y que lo estamos demostr?ndole al pueblo de M?xico y del mundo que somos nosotros los que estamos construyendo, mujeres y hombres, no vamos a permitir a que vengan a destruirnos. .
En este discurso pronunciado para el pueblo zapatista, el subcomandante Moises fue claro en afirmar que los proyectos econ?micos de L?pez Obrador tienen la intenci?n de destruir a los pueblos originarios, y en especial al proceso de autonom?as que los pueblos zapatistas han construido desde hace un cuarto de siglo. El despliegue del Ej?rcito Zapatista de Liberaci?n Nacional no es un capricho, es una respuesta radical contra todo un proyecto de desarrollo capitalista que busca convertir las tierras de los pueblos originarios del sur sureste de M?xico en regi?n estrat?gica de acumulaci?n privada de capital a nivel mundial.
Si AMLO no est? titubeando en poner en marcha los megaproyectos de despojo en el sur de M?xico y, en cambio los disfraza con una pol?tica neo-indigenista que m?s bien busca desarticularlos y transformar el ejercicio colectivo sobre la propiedad de la tierra en ejercicio privado y lucrativo, entonces los zapatistas nos muestran claramente que no van a titubear en defender su territorio y su autonom?a. Con su celebraci?n del 25 aniversario del levantamiento, los zapatistas desenmascararon el proyecto de L?pez Obrador, exhibiendo la ambici?n capitalista que reposa detr?s de la narrativa bonachona y aparentemente progresista del presidente.
Art?culo publicado originalmente en Viento Sur.
1 Vale recordar que Alfonso Romo fue uno de los empresarios que m?s apoyaron la puesta en marcha del PPP durante el gobierno de Vicente Fox.