Son tres las convocatorias:
Trabajadores y movimientos aut?nomos.
Gobiernistas.
Partidos de oposici?n
Estaremos informado durante el d?a. Obviamente apoyamos a los movimientos aut?nomos, ni la parodia del socialismo-extractivista de Maduro ni el neoliberalismo de la derecha y los yanquis. Fuerza!
La Plataforma Contra el Arco Minero llama al acompa?amiento de la movilizaci?n ciudadana que ha sido convocada para el 23 de enero
Por: Aporrea.org | Martes, 22/01/2019 08:39 PM | Versi?n para imprimir
22/01.- La Plataforma Contra el Arco Minero como espacio ciudadano de encuentro y lucha contra el megaproyecto extractivista AMO manifest? su posici?n en torno a la convocatoria realizada para ?ste 23 de enero. Manifesto su voluntad de sumarse a la movilizaci?n con su programa de lucha y exigencias y sobre todo de acompa?amiento a los gremios y sindicatos que se han mantenido movilizados durante ?stos ?ltimos meses
La Plataforma Contra el Arco Minero llama al acompa?amiento de la movilizaci?n ciudadana que ha sido convocada para el 23 de enero
Como organizaci?n social y habiendo asumido ya desde hace a?os una postura de oposici?n al proyecto Arco Minero del Orinoco, impulsado por el Gobierno Nacional, estamos convencidos de que la situaci?n del pa?s amerita que las organizaciones ambientalistas y sociales, las comunidades ind?genas, as? como defensores de derechos humanos, partidos pol?ticos y sindicatos y clase trabajadora tomen postura y salgan decididamente a sumarse a la movilizaci?n que desde hace meses se viene gestando en las calles. El llamado es a unificar nuestras exigencias en un pedido com?n: renuncia del gobierno de Maduro y llamado a elecciones libres, democr?ticas y transparentes.
El camino al que queremos invitar no es un camino sencillo: la polarizaci?n y las lecturas unilaterales predominan en la discusi?n, as? como un clima emocional que desborda las expectativas de manera peligrosa. Desde la Plataforma Contra el Arco Minero llamamos a la reflexi?n a quienes desde la desesperaci?n avizoran salvaciones m?gicas e inmediatas. Aunque la situaci?n de crisis se acelera y las presiones abundan, nuestra agenda en este escenario y en los venideros es inamovible: derogaci?n del decreto 2.248, lucha contra el extractivismo y cuestionamiento del modelo rentista petrolero venezolano en el marco de una crisis civilizatoria global.
En Venezuela existe un gobierno ilegitimo que act?a al margen de la Constituci?n y que se mantiene en el poder mediante elecciones fraudulentas y controladas. Las acciones de este gobierno han demostrado ser contrarias a las necesidades e intereses del pueblo venezolano. Apostamos a que el gobierno de Maduro sea reemplazado a trav?s de una acci?n coherente y sostenida de movilizaci?n popular, en el marco de la Constituci?n y no a trav?s de mecanismos por fuera de ella como un golpe de Estado o una acci?n coordinada con agentes for?neos.
Somos conscientes de que no es el momento de abonar falsas expectativas en las ?lites partidistas tradicionales que han defraudado numerosas veces a quienes confiaron en su orientaci?n, que ante la criminal y desmedida represi?n del gobierno tuvieron una pol?tica superficial e irresponsable durante las movilizaciones de 2017. En ese mismo orden de ideas, queremos rechazar todo tipo de llamado y acci?n a la intervenci?n e injerencia, tanto la que se encuentra en marcha a trav?s de las empresas chinas, rusas, turcas, canadienses y estadounidenses de la mano del gobierno de Maduro como con la que se alienta desde sectores de la oposici?n extremista a trav?s del Grupo de Lima y del gobierno norteamericano.
Atendiendo a nuestro derecho y deber ciudadano hemos acordado en el seno de la Plataforma Contra el Arco Minero defender el car?cter legitimo de la Asamblea Nacional como instituci?n elegida por los venezolanos y venezolanas, nos oponemos rotundamente a cualquier intento de desconocimiento y disoluci?n de este poder y es en el marco de esa exigencia democr?tica que invitamos a continuar la lucha en este escenario. Desde que iniciamos nuestro accionar hemos estado en la calle y este 23 de enero no ser? diferente.
El 23 de enero nos movilizamos por:
- Renuncia inmediata de Maduro seg?n lo establecido en la Constituci?n en el art?culo 233
- Renovaci?n del Poder Electoral
- Elecciones libres, democr?ticas y transparentes para todos los poderes p?blicos
- Derogaci?n inmediata del Decreto 2.248
- Respeto y garant?a del articulo Nro. 91 de la Constituci?n de la Rep?blica
- Rechazo a toda pretensi?n for?nea promovida por Maduro y el Grupo de Lima.
?Que se respete la voluntad del pueblo! ?Por un nuevo poder electoral! ?No al Arco Minero del Orinoco!
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?Qu? pas? el 23 de enero y por qu? esta fecha tambi?n divide a gobierno y oposici?n en Venezuela?
?ngel Berm?dez (@angelbermudez)
BBC Mundo
El Douglas C-54 “Skymaster” levant? vuelo en torno a las 3 de la ma?ana del aeropuerto de la Carlota, ubicado en el coraz?n de Caracas. A bordo viajaban el general Marcos P?rez Jim?nez, su familia y sus m?s cercanos colaboradores.
La aeronave tom? rumbo hacia Rep?blica Dominicana. Pero este no era un viaje cualquiera. Era 23 de enero de 1958. Un d?a que quedar?a registrado en la memoria de Venezuela.
P?rez Jim?nez, quien hab?a regido los destinos de Venezuela desde 1948, dejaba finalmente el poder y con ello terminaba su gobierno militar y se abr?an las puertas para la m?s larga etapa democr?tica que ha tenido ese pa?s.
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El gobernante no marchaba voluntariamente sino, m?s bien, forzado por las circunstancias.
Hab?a intentado infructuosamente mantenerse al mando pero una serie de crisis en su gobierno y en el seno de las Fuerzas Armadas confluyeron con la movilizaci?n en su contra de los partidos pol?ticos y de la sociedad civil.
Elecciones fraudulentas
P?rez Jim?nez hab?a llegado al poder en noviembre de 1948 como parte de una junta militar que derroc? al presidente civil R?mulo Gallegos.
En 1953, se convertir?a en el hombre fuerte del pa?s tras ser electo por una cuestionada Asamblea Constituyente. Su per?odo estaba previsto que concluyera en 1958 pero, a finales de 1957, en lugar de una elecci?n presidencial convoc? un plebiscito sobre su continuidad y result? reelecto en un proceso no reconocido por sus opositores.
Tras la ca?da de P?rez Jim?nez, una multitud acudi? a la sede de la polic?a pol?tica para liberar a los presos en sus calabozos.
“Para noviembre de 1957, la dictadura parec?a consolidada sin remedio. Incapaz de ganar las elecciones, hab?a desconocido los resultados cinco a?os antes y ahora apelaba a un subterfugio legal para evitarlas, sustituy?ndolas con un plebiscito ama?ado”, se?al? el historiador venezolano Tom?s Straka, en un discurso pronunciado ante la Asamblea Nacional el 24 de enero de 2017.
Sin embargo, de ese controvertido plebiscito surgir?an gran parte de las fracturas que llevar?an al final del r?gimen militar.
“Desde entonces, el gobierno, cuya legitimidad ya era cuestionada, se vio en mayores aprietos”, explic? S?crates Ram?rez, profesor de Historia y Lenguajes Pol?ticos Contempor?neos de la caraque?a Universidad Sim?n Bol?var a BBC Mundo.
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El 17 de diciembre de ese a?o, la Junta Patri?tica, un ?rgano clandestino integrado por representantes de varios partidos de la oposici?n y que articulaba la resistencia al r?gimen, acusa a P?rez Jim?nez de usurpaci?n y unos d?as m?s tarde, hace un llamamiento a las Fuerzas Armadas para que cumplan su deber y velen por el acatamiento de la Constituci?n.
Su solicitud no cae en o?dos sordos. El 1 de enero de 1958 se produce un alzamiento militar en contra de P?rez Jim?nez que fracasa pero que deja en evidencia que el gobernante no cuenta con el apoyo monol?tico de los militares.
La situaci?n de inestabilidad pol?tica y las propias fracturas dentro del gobierno, pues no todos sus miembros estaban de acuerdo con la forma como P?rez Jim?nez se reeligi?, derivan en dos reorganizaciones del Ejecutivo, ocurridas entre el 10 y el 13 de enero.
Al saberse que P?rez Jim?nez hab?a abandonado el pa?s, miles de personas salieron a las calles a celebrar.
Adem?s, el descontento dentro de las Fuerzas Armadas tambi?n obliga a salir del gobierno y del pa?s al ministro del Interior, Laureano Vallenilla Lanz, y al jefe de la polic?a pol?tica, Pedro Estrada.
En ese contexto, comienzan a circular manifiestos en contra del r?gimen procedentes de distintas organizaciones de la sociedad civil: movimientos estudiantiles, sindicatos as? como muchas organizaciones gremiales y empresariales manifiestan su descontento, mientras los partidos clandestinos agitan las calles.
Entonces, la Junta Patri?tica convoc? para el 21 de enero una huelga general. Ese d?a, la jornada comenz? con un paro de la prensa y evolucion? en una protesta generalizada en numerosas ciudades del pa?s.
Las multitudinarias manifestaciones derivaron en disturbios. Miles de personas salieron a las calles a protestar y el ministerio de Defensa emiti? un comunicado advirtiendo que las tropas abrir?an fuego en contra de cualquiera que atentara contra otras personas o bienes.
El gobierno decret? un toque de queda pero no logr? aplacar al pa?s.
La protesta civil pronto fue acompa?ada por un decisivo alzamiento militar el 22 de enero, con la sublevaci?n de las bases navales de La Guaira y Puerto Cabello, gran parte de los cuarteles del interior del pa?s e incluso un grupo de oficiales al mando de la Escuela Militar de Caracas. Un factor decisivo para que el gobernante decidiera abandona el poder.
“Aunque la organizaci?n partidista y la protesta popular fueron decisivas, su papel real fue el de apurar el quiebre de la lealtad de la Fuerza Armada hacia el dictador. S?lo cuando para ?l eso qued? revelado, huy?”, apunta Ram?rez, quien asegura que lo ocurrido “puso de manifiesto una m?xima del cambio pol?tico: que la organizaci?n de los oprimidos debe estar dirigida a quebrar la lealtad de quienes sustentan el poder de los opresores”.
Pero la intensa jornada dejaba no pocas secuelas.
“El fuego indiscriminado ha matado y herido a numerosas personas”, escribi? en su rese?a de los sucesos el diario The New York Times, que entonces estim? el n?mero de muertes ocurridas durante esos dos d?as en m?s de un centenar.
Una fecha fundacional
A P?rez Jim?nez, lo sustituy? en el poder una Junta de Gobierno provisional que integr? en su seno a militares y civiles, liber? a los presos pol?ticos, permiti? el regreso de los exiliados y convoc? elecciones democr?ticas.
Con R?mulo Betancourt como presidente, Venezuela estren? su sistema de democracia representativa.
“El 23 de enero de 1958 ha quedado grabado en nuestra memoria pol?tica como el momento fundacional de la democracia venezolana”, se?ala Ram?rez.
El experto indic? que la fecha tambi?n tiene gran importancia debido a que sobre los sucesos de aquella fecha “se ha construido el relato heroico de un pueblo capaz de derrocar a un mal gobierno, y eso ha quedado estampado como un s?mbolo en la subjetividad venezolana”.
En su discurso ante la Asamblea Nacional (Parlamento), Straka se refiri? al 23 de enero como “un triunfo colectivo”, lo que desde su punto de vista constituye una lecci?n fundamental para los venezolanos.
“Ah? estaban casi todos. Los comunistas, que tanta sangre derramaron en la Resistencia; la Iglesia y los sindicatos; los empresarios y los intelectuales; los socialcristianos y los militares”, apunt?.
Celebraci?n dividida
Pero no todos los venezolanos coinciden en ver el 23 de enero de 1958 con la misma ?ptica.
Hugo Ch?vez aseguraba que luego del 23 de enero de 1958 se hab?a instaurado otra dictadura en Venezuela.
Historiadores como Straka apuntan que “el esp?ritu del 23 de enero fue la cuna del esp?ritu de Punto Fijo”, el acuerdo de gobernabilidad suscrito en 1958 entre los partidos pol?ticos venezolanos AD, Copei y URD, que fue la base para la existencia de un sistema de democracia representativa que se mantuvo en pie hasta 1998.
Sin embargo, hay visiones muy cr?ticas con lo que vino despu?s de la ca?da de P?rez Jim?nez.
Pese a haber sido una pieza fundamental en el combate al r?gimen de P?rez Jim?nez, el Partido Comunista de Venezuela fue excluido del Pacto de Punto Fijo, al que desde entonces tacharon como un acuerdo de ?lites contrario a los intereses del pueblo.
Esa ret?rica se mantuvo durante d?cadas y fue heredada por el movimiento pol?tico liderado por el fallecido presidente Hugo Ch?vez, quien lleg? a afirmar que el Pacto de Punto Fijo fue “la ?ltima dictadura” que hubo en Venezuela y quien durante sus primeros a?os de gobierno se mostr? reacio a celebrar el 23 de enero.
En la acera contraria, la actual oposici?n venezolana no solamente ha seguido conmemorando el 23 de enero como una fecha patria sino que lo ha incorporado como parte de su discurso pol?tico en su enfrentamiento contra el chavismo, en el gobierno desde 1998.
El opositor Juan Guaid? convoc? a manifestar este 23 de enero en contra del gobierno de Nicol?s Maduro.
En los ?ltimos a?os, chavismo y oposici?n han reivindicado la fecha desde perspectivas diversas, algo que se repite este mi?rcoles cuando cada grupo saldr? a celebrar una misma fiesta pero con discursos completamente antag?nicos.
As?, el presidente de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, anunci? este martes que se manifestar?n para “defender la Revoluci?n Bolivariana y al presidente de la Rep?blica, Nicol?s Maduro”.
Mientras tanto, desde la opositora Asamblea Nacional, su presidente Juan Guaid?, ha convocado a la movilizaci?n como un paso para “retomar el orden constitucional” que, en su opini?n, ha sido quebrantado con la juramentaci?n de Maduro para un segundo mandato, para el que result? electo en mayo de 2018 en unos comicios considerados como fraudulentos por sus adversarios as? como por numerosos gobiernos de Am?rica Latina.
61 a?os m?s tarde, la celebraci?n del 23 de enero de 1958 no parece dejar indiferentes a los venezolanos, aunque se movilicen por calles divididas.