Seg?n el estudio, los terrenos distribuidos a campesinos e ind?genas en las tierras bajas son marginales o no son adecuados para la producci?n agropecuaria y tienen m?s bien vocaci?n forestal, mientras que los predios en manos de campesinos e ind?genas de altiplano y valles, sufren degradaci?n y est?n mayoritariamente parcelados como consecuencia del minifundio.
Los intereses de la burgues?a agraria y de los terratenientes que obtienen renta capitalista de la tierra nunca fueron amenazados por el gobierno del Movimiento Al Socialismo, sostiene el especialista.
?De manera paulatina, las demandas de los poderosos gremios agroindustriales fueron transform?ndose en una serie de normas legales que consolidaron el poder real que estas clases sociales ya ten?an al final del periodo neoliberal, pues concentran las mejores tierras para la producci?n agr?cola y ganadera y producen la mayor parte de la producci?n agropecuaria del pa?s?.
TIERRAS Y PRODUCCI?N AGR?COLA
A 13 A?OS DEL GOBIERNO DEL MAS
GRUPO SOBRE POL?TICA FISCAL Y DESARROLLO
Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario - CEDLA /
Enrique Ormachea Saavedra
Tierras y Producci?n Agr?cola: A 13 a?os del gobierno del MAS *
Serie GPFD / N? 28 / Enero de 2019 / La Paz, Bolivia. CEDLA (Ed.) 2019, 28 p.
I. t.
II. s.
DESCRIPTORES TEM?TICOS
DESCRIPTORES GEOGR?FICOS
? 2019 Enrique Ormachea Saavedra / CEDLA
Director Ejecutivo: Javier G?mez Aguilar
Producci?n editorial: Unidad de Comunicaci?n y Gesti?n de Informaci?n / CEDLA
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La Paz - Bolivia
Esta publicaci?n fue elaborada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario
(CEDLA) y cuenta con el valioso apoyo de la Embajada de Suecia, en el marco del proyecto ?CEDLA, Enhanced knowledge for action: MDPA and the sustainable Use of Natural resources?. Las opiniones y orientaci?n presentadas son de exclusiva responsabilidad del autor y no
necesariamente son compartidas por las instituciones y/o agencias que han apoyado este trabajo. Ninguna parte de esta publicaci?n, incluido el dise?o de tapa, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ning?n medio, sin permiso previo del editor.
1
Tierras y producci?n agr?cola: A 13 a?os del gobierno del MAS
Ante la afirmaci?n del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT) en sentido de que el pa?s se encamina hacia la ?conclusi?n del proceso de reforma agraria?1, interesa realizar un balance de los resultados de la autodenominada ?revoluci?n agraria? del Gobierno del MAS, centrando el an?lisis en dos ?mbitos estrechamente interrelacionados y sobre los cuales el oficialismo considera haber logrado importantes transformaciones: una nueva estructura agraria que se caracterizar?a por una mayor proporci?n de tierras productivas en manos de los campesinos e ind?genas, y un mayor aporte de ?stos a la producci?n agr?cola del pa?s2
.
LOS L?MITES DE LA ?REFORMA AGRARIA? DEL MAS
Como recordar? el lector, en noviembre de 2006 el Gobierno del MAS promulgaba una ley con
el pomposo t?tulo de ?Reconducci?n comunitaria de la reforma agraria?, la que, en realidad, se
limitaba a modificar aspectos puntuales de la Ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria (Ley
INRA) aprobada durante el Gobierno de S?nchez de Lozada en 1996. Entre discursos en sentido de
que esta norma se constitu?a en un ?instrumento de liberaci?n? del campesinado y de los pueblos
ind?genas, Evo Morales remarcaba que por fin se contaba ?con un instrumento legal para acabar
con los terratenientes del oriente boliviano?3
.
Casi de manera inmediata (julio de 2007), el CEDLA present? un an?lisis cr?tico tanto sobre la
orientaci?n de esta ?nueva? norma como sobre el contenido de otros documentos de pol?ticas
sectoriales presentados por el Gobierno en aquel entonces4
, remarcando fundamentalmente dos
aspectos que marcaban el gran l?mite que impedir?a una verdadera y sustancial reforma agraria
en el pa?s: por un lado, el respeto que profesa el MAS a la propiedad privada de los medios de
producci?n y, por otro, su equivocada caracterizaci?n de los tipos de latifundios existentes en el
pa?s.
En este sentido, se?al?bamos que el respeto que profesa el MAS a la propiedad privada de los medios
de producci?n lo llevar?a inevitablemente a proteger a las grandes propiedades agropecuarias que
1 Al respecto, v?ase Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (2016) Plan del sector agropecuario y rural con
desarrollo integral para vivir bien. La Paz: MDRyT.
2 Al respecto, v?ase Estado Plurinacional de Bolivia (s/f) ?Plan de Desarrollo Econ?mico y Social 2016-2020
en el Marco del Desarrollo Integral para Vivir Bien? (mimeo).
3 Al respecto, v?ase, Rebeli?n (30/11/2006) ?Evo: se termin? el latifundio en Bolivia?.
4 Los documentos relativos a las pol?ticas de tierras para la reconducci?n comunitaria de la reforma agraria
y al Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010.
Enrique Ormachea Saavedra*
* En este texto se hace uso libre de los trabajos anteriores del autor sobre el tema.
2
Bolet?n Informativo N? 28
cumplieran con la funci?n econ?mica social de la tierra. En efecto, cuando la nueva Constituci?n
Pol?tica del Estado fij? un l?mite de 5.000 hect?reas como tope m?ximo de la propiedad agraria a
partir de su aprobaci?n y legaliz? en los hechos ?arguyendo razones de inaplicabilidad retroactiva
de la ley? la propiedad de aquellas explotaciones agropecuarias que, cumpliendo la funci?n
econ?mica social, sobrepasaban dicho tope, cumpli? con su oferta ? remarcada insistentemente
desde enero de 2006, para tranquilidad de los grandes propietarios de tierra? de respetar el
latifundio productivo cualquiera fuese su extensi?n5
.
Pero, adem?s, llam?bamos la atenci?n en relaci?n al planteamiento gubernamental de que ser?a
posible eliminar la concentraci?n de tierras a partir de fijar un l?mite a la extensi?n de la propiedad
agraria (en este caso, 5.000 hect?reas) pues, como se sabe, el latifundio moderno ?al contrario
de lo que suced?a con el latifundio basado en el trabajo servil? no se basa en una gran extensi?n
de tierra con continuidad territorial, sino en la ?uni?n? de varios predios sin continuidad territorial
a trav?s de la administraci?n centralizada de los mismos. En este sentido, plante?bamos que el
inevitable proceso de acumulaci?n de tierras que se da en el capitalismo siempre encontrar?
propietarios privados o comunitarios dispuestos a vender o alquilar sus tierras y productores
dispuestos a alquilar o comprar tierras.
Como se sabe, adem?s de considerar como latifundio la propiedad que sobrepasa la superficie
m?xima que se?ala la Constituci?n Pol?tica del Estado (m?s de 5.000 hect?reas), el Gobierno del
MAS se propuso eliminar otros tres tipos de latifundios: (i) la tenencia improductiva de la tierra;
(ii) la tierra que no cumpla la funci?n econ?mica social; y (iii) la explotaci?n de la tierra que aplique
un sistema de servidumbre, semiesclavitud o esclavitud en la relaci?n laboral.
Al respecto, se?al?bamos que tanto el denominado ?latifundio improductivo? (es decir, la tenencia
improductiva de la tierra y el incumplimiento de la funci?n econ?mica social), as? como el latifundio
basado en relaciones de servidumbre, semiesclavitud o esclavitud, no eran formas de propiedad
y/o producci?n predominantes en la estructura agraria del pa?s a inicios del siglo XXI.
Remarc?bamos que varios estudios advert?an que el denominado ?latifundio improductivo? ?que
se conform? a ra?z de la distribuci?n discrecional de tierras durante los a?os setenta y principios
de los a?os ochenta? persisti? como forma de tenencia importante hasta mediados de los a?os
noventa pues, a partir del auge de la producci?n de soya, una buena parte de estas tierras fue
sufriendo parcelaciones como consecuencia de su venta o arrendamiento. En este sentido, como
consecuencia de una intensificaci?n del mercado de tierras sobre todo en Santa Cruz, hacia 2006
este tipo de latifundio ya no ten?a el peso que ostentaba antes.
Por otro lado, tambi?n advert?amos que, a ra?z de la revoluci?n agraria protagonizada por los
propios campesinos y la Ley de Reforma Agraria de 1953, el trabajo servil, la semiesclavitud o
esclavitud ya hab?an sido eliminados como formas predominantes de producci?n en el campo 60
a?os atr?s.
En este sentido, consider?bamos que, en realidad, el Gobierno del MAS se planteaba la eliminaci?n
de latifundios fantasmas, es decir de aquellos que por diversas razones pr?cticamente ya hab?an
desaparecido o disminuido en su importancia, por lo que la autocalificada ?revoluci?n agraria?
concluir?a sin afectar a los latifundistas de carne y hueso: los terratenientes que obtienen renta
5 Al respecto, v?ase Enrique Ormachea Saavedra (2007) ?Revoluci?n agraria o consolidaci?n de la v?a
terrateniente? El gobierno del MAS y las pol?ticas de tierras. La Paz: CEDLA.
3
Tierras y producci?n agr?cola: A 13 a?os del gobierno del MAS
capitalista de la tierra y los grandes agroempresarios capitalistas que, a inicios
del siglo XXI, son las dos clases sociales que monopolizan la mayor parte de las
tierras aptas para el desarrollo de la agricultura y la ganader?a en el pa?s.
La Fundaci?n Tierra, con base en datos del INRA, se?ala que a diciembre de 2016
se hab?an saneado y titulado 81,6 millones de hect?reas (77,0% del total de la
superficie objeto de saneamiento). De este total, 55,2 millones de hect?reas
hab?an sido tituladas a favor de personas individuales o entidades colectivas;
se hab?an identificado 26,3 millones de hect?reas de tierras fiscales; 15,8
millones de hect?reas estaban a?n en proceso de saneamiento; 3,1 millones
de hect?reas ten?an los tr?mites paralizados o estaban calidad de tierras en
conflicto. Quedaban por sanear solamente 5,7 millones de hect?reas para
concluir con este proceso6
.
Seg?n esta misma fuente, de las 55 millones de hect?reas tituladas o certificadas
a 2016, 21 millones de hect?reas correspond?an a 1,5 millones de campesinos
interculturales, 24 millones de hect?reas a 372 mil ind?genas y originarios, 9
millones de hect?reas a 9.700 empresarios y 26,3 millones de hect?reas son
tierras fiscales7
.
Informaci?n de prensa generada por el propio INRA (publicada en su p?gina oficial el 6 de
septiembre de 2017) se?ala que pr?cticamente se habr?a concluido con el trabajo de mensura
en tierras rurales de los departamentos de Chuquisaca, Oruro, Tarija y Pando, y quedaba por
concluir el trabajo de mensura de aproximadamente 876.217 hect?reas en: Cochabamba (40.200
hect?reas), Potos? (178.131 hect?reas), Beni (13.184 hect?reas, Santa Cruz (35.790 hect?reas) y
La Paz (608.912 hect?reas). De estos datos podr?amos entender que el proceso de saneamiento
?al menos en ?reas rurales? estar?a pr?ximo a concluirse y que las zonas que a?n deben ser
saneadas se caracterizan por albergar fundamentalmente unidades agropecuarias campesinas.
Esta situaci?n, por tanto, no incidir?a significativamente en la configuraci?n final de la estructura
agraria que ya es posible observar con el nivel de saneamiento alcanzado a fines de 2016.
Si se compara la estructura agraria de diciembre de 2016 con la que exist?a hasta 1993, es posible
advertir un cambio significativo, pues entonces 39,2 millones de hect?reas correspond?an a grandes
y medianas empresas y 17,1 millones de hect?reas a propiedades campesinas (solar campesino,
peque?a propiedad y propiedad comunitaria), hecho que es resaltado por el Gobierno del MAS en
su af?n de demostrar que habr?a beneficiado a campesinos e ind?genas a costa de la eliminaci?n
de los latifundistas.
Ahora bien, ?c?mo ha sido posible conformar finalmente esta nueva estructura agraria sin haber
afectado a los grandes propietarios de tierras y qu? realidades oculta?
En primer lugar, se debe se?alar que, a partir de las demandas y movilizaciones de los pueblos
ind?genas de las tierras bajas por tierra y territorio, la estructura de la tenencia de la tierra en el pa?s
comenz? a observar cambios importantes. En este sentido, la nueva estructura agraria no comienza
en el Gobierno del MAS sino en los Gobiernos neoliberales pues, entre 1996 y 2005, sobre un total
6 Fundaci?n Tierra (2017), ?Bolivia?, en IPDRS, Informe 2016: acceso a la tierra y territorio en Sudam?rica.
La Paz: IPDRS.
7 Fundaci?n Tierra (2017), ob. cit.
El Gobierno del MAS se
planteaba la eliminaci?n de
latifundios fantasmas, es decir
de aquellos que por diversas
razones pr?cticamente
ya hab?an desaparecido o
disminuido en su importancia,
por lo que la autocalificada
?revoluci?n agraria? concluir?a
sin afectar a los latifundistas
de carne y hueso: los
terratenientes que obtienen
renta capitalista de la tierra y
los grandes agroempresarios
capitalistas.
4
Bolet?n Informativo N? 28
La superficie de medianas y
grandes propiedades que fue
revertida por incumplimiento
de la funci?n econ?mica social,
relaciones de servidumbre
y pr?cticas fraudulentas
como consecuencia de los
procesos de saneamiento
para titularizar TCO en 2010,
ascend?a a 855 mil hect?reas;
es decir, s?lo al 1,5% del total
de la tierra saneada en ese
entonces, que hab?a alcanzado
a 55 millones de hect?reas.
de 9,2 millones de hect?reas tituladas, 5,7 millones de hect?reas correspond?an
a tierras comunitarias de origen, 1,5 millones de hect?reas a propiedades
comunitarias, 700 mil hect?reas a peque?os propietarios y 1,2 millones de
hect?reas a medianas y grandes empresas. Es decir, pr?cticamente el 79% de la
titulaci?n en este per?odo benefici? a propiedades comunitarias y TCO8
.
Como debe recordarse, hacia 2010 los pueblos ind?genas de tierras bajas
demandaban territorios por un total de 22,3 millones de hect?reas, los
territorios demandados en los valles interandinos alcanzaban a 3,3 millones
de hect?reas y en el Altiplano, a 10,8 millones de hect?reas (36,4 millones de
hect?reas demandadas en total)9
, cifras significativamente superiores a las que
se han titulado efectivamente como TCO/TIOC entre 1996 y 2016.
En segundo lugar, la importante cantidad de tierras tituladas como TCO/
TIOC y en propiedad privada a campesinos no tiene su origen en procesos de
redistribuci?n de tierras provenientes de un proceso de afectaci?n de predios
de latifundistas, como anunciaba Evo Morales en 2006. No, los ?territorios?
ind?genas titulados en las tierras bajas provienen de tierras fiscales, y en el caso
de las tierras altas, en el simple cambio de estatus jur?dico de tierras comunitarias que siempre
pertenecieron o usufructuaron comunidades o ayllus a TCO/TIOC. Asimismo, las tierras tituladas
como propiedad privada de campesinos ?sobre todo en valles y Altiplano? son tambi?n en
su mayor?a tierras sobre las cuales ?stos siempre tuvieron dominio. Pero adem?s, en este caso,
legitimando t?tulos de propiedad de una gran cantidad de minifundios, que recrean las bases para
la pauperizaci?n de una parte importante de los campesinos del pa?s.
Como ya lo hab?amos demostrado a?os atr?s, la superficie de medianas y grandes propiedades
que fue revertida por incumplimiento de la funci?n econ?mica social, relaciones de servidumbre
y pr?cticas fraudulentas como consecuencia de los procesos de saneamiento para titularizar TCO
en 2010, ascend?a a 855 mil hect?reas; es decir, s?lo al 1,5% del total de la tierra saneada en ese
entonces, que hab?a alcanzado a 55 millones de hect?reas10. En este sentido, el hecho de que la
mayor parte de las tierras distribuidas provenga de las identificadas como tierras fiscales confirma
que el proceso de saneamiento no logr? encontrar los grandes latifundios improductivos que el
Gobierno imaginaba que predominaban en las tierras bajas del pa?s, y echa tambi?n por tierra la
idea de que otra parte significativa de los latifundios hubiera estado conformada por aquellos con
trabajo servil o esclavo.
Ahora bien, resulta importante se?alar que las TCO/TIOC de las tierras bajas del pa?s concentran
una parte significativa (alrededor del 44%) del total de las tierras de producci?n forestal
permanente del pa?s, y muchas de ellas comparten doble estatus de territorio ind?gena y reservas
o parques nacionales. En este sentido, en la medida en que la mayor parte estas tierras no son
aptas para la agricultura y la ganader?a, y en raz?n de que una porci?n importante de las mismas
son tierras marginales (fundamentalmente por su dif?cil acceso), esta distribuci?n de tierras no
incidir? significativamente en un incremento de los niveles de producci?n agr?cola o ganadera.
Salvo que la ampliaci?n de la frontera agr?cola con fines de exportaci?n o para la producci?n de
8 Al respecto, v?ase Enrique Ormachea (2012) Reconducci?n comunitaria de la reforma agraria y
producci?n agr?cola. La Paz: CEDLA.
9 Fundaci?n Tierra (2010) Territorios Ind?gena Originario Campesinos en Bolivia. Entre la Loma Santa y la
Pachamama. La Paz: Fundaci?n Tierra.
10 Al respecto v?ase Ormachea (2012), ob. cit.
5
Tierras y producci?n agr?cola: A 13 a?os del gobierno del MAS
biocombustibles que promueve el Gobierno se realice a costa de estos territorios. En este caso, lo
que se incrementar? ser? la producci?n de explotaciones agropecuarias de corte capitalista que
concentrar?n progresivamente estas tierras.
En un documento relativo a la tenencia y aprovechamiento de recursos naturales en TCO/TIOC de
tierras bajas11, advert?amos que estos ?territorios? hab?an sido definidos como tierras de propiedad
colectiva pero sin derecho absoluto sobre la totalidad de las tierras demandadas y, menos todav?a
con derecho pleno a la propiedad de los recursos naturales no renovables existentes en los
mismos. De esta manera, el Estado termina reconociendo los derechos legalmente adquiridos por
propietarios particulares (agr?colas, ganaderos, y forestales) cuyos predios se encuentren en estos
?territorios?, as? como tambi?n los derechos de explotaci?n de los recursos no renovables mineros
e hidrocarbur?feros por parte de ?terceros?.
En este sentido, la conformaci?n de estos ?territorios? ind?genas se da en un escenario de extrema
vulnerabilidad para su consolidaci?n, pues est? marcado por una mayor expansi?n de la econom?a
mercantil en el campo, as? como por la presencia de diferentes actividades econ?micas de corte
capitalista dentro de los mismos y en su entorno. As?, por ejemplo, las peque?as medianas y grandes
unidades productivas agr?colas, ganaderas o mixtas (agropecuarias) de propiedad de terceros
asentadas en las TCO/TIOC y la constante expansi?n de actividades agr?colas y ganaderas del
entorno hacia los territorios ind?genas est?n induciendo a un proceso paulatino de mercantilizaci?n
de las tierras en estos territorios, as? como a la articulaci?n de buena parte de las poblaciones
ind?genas como fuerza de trabajo asalariada para el desarrollo de aquellas.
Por otro lado, se?al?bamos que la mayor parte de las demandas de titulaci?n de TCO en las tierras
altas se concentraba en los departamentos de Oruro y Potos?, en zonas donde existe una clara
superposici?n con actividades mineras. En este sentido, advert?amos que no se trataba de demandas
orientadas a la producci?n agropecuaria bajo formas colectivas (pues, como se sabe, el usufructo
privado o parcelario de la tierra en estas comunidades est? absolutamente generalizado), sino que
estaban dirigidas a obtener rentas a partir de la explotaci?n de recursos minerales por terceros o a
la explotaci?n directa de los mismos a trav?s de la conformaci?n de cooperativas mineras. En este
sentido, remarc?bamos que este simple cambio de estatus jur?dico no tendr?a ning?n impacto en
el incremento de los niveles de producci?n agr?cola, ciertamente estancados, que caracterizan a
ambos departamentos.
Finalmente, advert?amos que ?al contrario de lo que se supone? el pa?s no se caracteriza por
tener ingentes cantidades de tierras aptas para la producci?n agropecuaria. Los suelos aptos para
la agricultura y la ganader?a se concentran fundamentalmente en el departamento de Santa Cruz, y
han sido mayoritariamente titulados en favor de medianas y grandes explotaciones agropecuarias.
Las regiones de los valles y el altiplano ?donde se concentra la mayor parte de las unidades
productivas agropecuarias campesinas? sufren importantes procesos de erosi?n y degradaci?n de
suelos, lo que tambi?n limita seriamente el desarrollo de la producci?n agr?cola en estas regiones,
donde se asientan la mayor parte de los campesinos del pa?s.
11 Paye Lizandra, Walter Arteaga, Nilton Ram?rez y Enrique Ormachea (2010) Compendio de espaciomapas
de TCO en tierras bajas: tenencia y aprovechamiento de recursos naturales en territorios ind?genas. La
Paz: CEDLA.
6
Bolet?n Informativo N? 28
LOS RESULTADOS DE LA ?REFORMA AGRARIA?
DEL GOBIERNO DEL MAS
Si bien, como se ha visto, la estructura agraria como consecuencia del proceso de saneamiento
es ampliamente favorable a las comunidades campesinas e ind?genas, debido fundamentalmente
a la cantidad de tierras que han sido tituladas en forma colectiva en tierras bajas con base en
la distribuci?n de tierras fiscales, la estructura agraria vista desde el ?mbito de la propiedad o
usufructo privado de la tierra ?que est? generalizado en todas las comunidades del pa?s, incluso
en aquellas con t?tulos colectivos de propiedad? no ha sufrido modificaciones en los ?ltimos 30
a?os.
En efecto, comparando datos de los censos agropecuarios de 1984 y 2013, se puede evidenciar
que la gran mayor?a de las unidades productivas agropecuarias (UPA) del pa?s siguen accediendo
a una fracci?n minoritaria de las tierras declaradas en propiedad o usufructo, mientras una alta
concentraci?n de las mismas contin?a en poder de una fracci?n minoritaria de explotaciones
agropecuarias. En cifras, 33 mil UPA (de un total de 861 mil) concentran 27,4 millones de hect?reas
(de un total de 34,6 millones de hect?reas declaradas en propiedad o usufructo de todas las UPA
censadas), mientras 827 mil UPA solamente acceden a 7,1 millones de hect?reas.
La comparaci?n de ambos censos agropecuarios nos permite se?alar, adem?s, otros tres aspectos
de importancia. En primer lugar, la tendencia a una mayor parcelaci?n de la tierra entre las UPA
de menor extensi?n (0,01 a 4,99 hect?reas), pues en promedio su tama?o se reduce de 1,50/
hect?reas en 1984 a 1,45/hect?reas en 2013. Por ello, no es casual encontrar que pr?cticamente la
mitad de las UPA de este estrato tienen en propiedad o usufructo menos de una hect?rea.
El extremo minifundio afecta a 230 mil UPA (26,7% del total) que se sit?an en el rango de aquellas
con superficies menores a una hect?rea, y que tienen en promedio una superficie en propiedad y
usufructo de apenas 0,34 de hect?rea. Por otra parte, 276 mil UPA (32,6% del total) que se sit?an en
el rango entre 1,00 y 4,99 hect?reas tienen en promedio solamente 2,40 hect?reas en propiedad o
usufructo, extensiones muy limitadas para lograr incrementos sustanciales de la producci?n agr?cola
Cuadro 1
Bolivia: Unidades Productivas Agropecuarias por tama?o de las explotaciones, 1984 y 2013
Tama?o UPA
(ha)
Censo Agropecuario 1984 (1) Censo Agropecuario 2013 (2)
UPA % Superficie total
(ha) % Promedio
superficie UPA % Superficie total
(ha) % Promedio
superficie
0,01 - 4,99 214.437 68,2 323.374 1,4 1,50 507.243 58,9 738.654 2,1 1,45
5,00 - 19,99 57.828 18,4 516.285 2,3 8,92 211.076 24,5 2.025.566 5,8 9,59
20,00 - 99,99 30.125 9,6 1.213.018 5,3 40,26 109.291 12,7 4.419.503 12,7 40,43
100 y m?s 12.160 3,8 20.617.475 91,0 1.695,51 33.608 3,9 27.471.258 79,4 808,02
Totales 314.550 100 22.670.152 100 72,06 861.218 100 34.654.981 100 40,22
FUENTE. (1) Danilo Paz Ballivian (2004) Medio siglo de la reforma agraria boliviana?, en Revistas Bolivianas Temas Sociales n?m. 25, La Paz. Los datos del Censo Nacional
Agropecuario de 1984 no incluyen informaci?n del departamento de La Paz (excepto provincias Iturralde y Franz Tamayo), ni del Chapare tropical del departamento de
Cochabamba.
(2) Elaboraci?n del CEDLA con base en INE (2015) l Censo Agropecuario 2013, Bolivia.
7
Tierras y producci?n agr?cola: A 13 a?os del gobierno del MAS
o ganadera. Estas cifras revelan la existencia de una gran masa
de campesinos pobres, pues estamos, evidentemente, ante
unidades productivas agropecuarias que ya no se presentan
en el mercado como oferentes de bienes agr?colas, sino
fundamentalmente como oferentes de fuerza de trabajo12.
En segundo lugar, entre 1984 y 2013 se puede verificar
tambi?n incrementos en los promedios de la extensi?n de
tierras en propiedad o usufructo entre las UPA de los estratos
intermedios (5 a 19,9 hect?reas y de 20 a 99,9 hect?reas); estos
datos expresan el incremento de los campesinos mercantiles y
de los campesinos ricos.
En tercer lugar, es posible advertir una muy importante
reducci?n de la superficie promedio de las explotaciones
agropecuarias m?s grandes; es decir, de aquellas de 100
hect?reas y m?s, que en 1984 presentaban un promedio de
1.695,51 hect?reas/UPA y que en 2013 tienen un promedio
de 808,02 hect?reas/UPA. Esta tendencia no obedece ?como
ya hemos se?alado? a una intervenci?n estatal destinada a
afectar a los grandes propietarios. Se explica, m?s bien, por
la incorporaci?n de una cantidad importante de estas tierras
al mercado ?v?a venta o alquiler de las mismas?, pues entre 1984 y 2013 el n?mero de UPA
en este estrato se increment? de 12.160 a 33.608. Se trata, ni duda cabe, del incremento de
nuevas explotaciones agropecuarias de corte capitalista con tierras en propiedad o en alquiler.
Este dato, adem?s, advierte acerca del incremento de explotaciones agropecuarias capitalistas que
desarrollan una agricultura y una ganader?a m?s intensivas.
Esta estructura agraria de muy pocas explotaciones agr?colas que concentran la mayor parte de
las tierras en propiedad o usufructo y de una gran mayor?a de unidades productivas que accede
a muy pocas tierras se replica con muy ligeras variaciones en las tres regiones del pa?s (Altiplano,
valles y llanos). Estos datos contradicen los planteamientos mistificados en sentido de que en las
tierras altas, debido a la importante presencia del campesinado, no existir?an serias diferencias
en la tenencia de la tierra. Tambi?n en estas regiones existen campesinos ricos y empresarios
agropecuarios que concentran una buena parte de las tierras en propiedad o usufructo privado.
Ahora bien, al mirar la estructura agraria desde la perspectiva de las relaciones de producci?n,
se confirma el peso que en ella tienen las explotaciones agropecuarias capitalistas. En efecto,
354 mil unidades agropecuarias que contratan fuerza de trabajo asalariada para la producci?n
agropecuaria, que representan el 41,1% del total de UPA censadas, declaran tener en propiedad o
usufructo 29,6 millones de hect?reas (85,5%), mientras que 507 mil explotaciones agropecuarias
campesinas (aquellas que s?lo hacen uso de fuerza de trabajo no remunerada), y que representan
el 58,9% del total de UPA, solamente tienen en propiedad y usufructo 5 millones de hect?reas
(14,5% del total) (Cuadro 2).
12 Enrique Ormachea Saavedra (2018) Bolivia: nuevos datos acerca del desarrollo del capitalismo en la
agricultura. La Paz: CEDLA.
8
Bolet?n Informativo N? 28
Como se evidencia, estos datos confirman nuestro planteamiento en relaci?n al tipo de latifundio
que hoy predomina en Bolivia. Los grandes propietarios de tierras a inicios del siglo XXI no son,
como se?ala el Gobierno del MAS, terratenientes que viven del trabajo servil o propietarios de
?grandes latifundios improductivos? (predios que no cumplen con la funci?n econ?mica social
de la tierra), sino grandes unidades productivas agropecuarias capitalistas que explotan, por
consiguiente, trabajo asalariado o terratenientes que reciben renta capitalista de la tierra y que
siguen concentrando la mayor parte de las tierras aptas para el desarrollo de la agricultura y la
ganader?a.
Por otro lado, los datos censales confirman, asimismo, la importancia que va adquiriendo el
mercado como forma de acceso a la tierra, incluso entre los campesinos. En efecto, de un total
de 30,4 millones de hect?reas declaradas en propiedad por las UPA censadas, 18,7 millones de
hect?reas (61,7% del total) fueron obtenidas en el mercado ?17,2 millones (56,8%) a trav?s de
compra y 1,5 millones (4,9%) por la v?a de la adjudicaci?n?.
Entre las explotaciones agropecuarias de corte capitalista, estos porcentajes son mayores (65,5%). Y
si bien entre las UPA campesinas una buena parte de las tierras en propiedad fueron obtenidas por
herencia (48,0%), las formas mercantiles de acceso a las mismas no dejan de ser importantes (35,1%
por compra y 5,1% por adjudicaci?n). De esta manera, el acceso a la tierra por la v?a de la dotaci?n,
es decir por la distribuci?n estatal gratuita de tierras, no es significativa entre los campesinos. El
fin del proceso de reforma agraria que anuncia el MDRyT13, y la consecuente estructuraci?n del
catastro rural, acelerar? el mercado de tierras como forma de acceso a las mismas en los pr?ximos
a?os (Cuadro 3).
13 Al respecto, v?ase Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (2016) Plan del sector agropecuario y rural con
desarrollo integral para vivir bien 2016-2020. La Paz: MDRyT.
Cuadro 2
Bolivia: regiones y departamentos por tipo de UPA seg?n cantidad de UPA y superficie total en propiedad o usufructo 2013
Regiones/
departamentos
Total UPA con
personal remunerado
UPA con s?lo
personal no remunerado
UPA Superficie UPA Cantidad UPA Cantidad
Cantidad % Hect?reas % Cantidad % Hect?reas % Cantidad % Hect?reas %
Altiplano 427.224 100 5.482.094 100 135.999 31,8 3.556.863 64,9 291.225 68,2 1.925.231 35,1
La Paz 242.036 100 2.535.255 100 90.018 37,2 1.616.711 63,8 152.018 62,8 918.544 36,2
Oruro 61.764 100 2.029.245 100 18.519 30,0 1.391.687 68,6 43.245 70,0 637.558 31,4
Potos? 123.424 100 917.594 100 27.462 22,3 548.465 59,8 95.962 77,7 369.129 40,2
Valles 293.506 100 4.126.347 100 134.396 45,8 2.889.970 70,0 159.110 54,2 1.236.377 30,0
Chuquisaca 72.376 100 1.537.606 100 28.370 39,2 1.094.208 71,2 44.006 60,8 443.398 28,8
Cochabamba 180.056 100 1.238.664 100 84.984 47,2 749.550 60,5 95.072 52,8 489.114 39,5
Tarija 41.074 100 1.350.077 100 21.042 51,2 1.046.212 77,5 20.032 48,8 303.865 22,5
Llanos 140.878 100 25.046.541 100 83.954 59,6 23.174.585 92,5 56.924 40,4 1.871.956 7,5
Santa Cruz 113.639 100 14.046.720 100 67.694 59,6 12.958.231 92,3 45.945 40,4 1.088.489 7,7
Beni 20.053 100 9.055.192 100 12.088 60,3 8.577.851 94,7 7.965 39,7 477.341 5,3
Pando 7.186 100 1.944.629 100 4.172 58,1 1.638.503 84,3 3.014 41,9 306.126 15,7
Total 861.608 100 34.654.982 100 354.349 41,1 29.621.418 85,5 507.259 58,9 5.033.564 14,5
FUENTE. Elaboraci?n del CEDLA con base en datos de INE, 2015.
9
Tierras y producci?n agr?cola: A 13 a?os del gobierno del MAS
PRINCIPALES ORIENTACIONES DE LAS POL?TICAS DEL GOBIERNO
VINCULADAS A LA PRODUCCI?N AGR?COLA
Es importante recordar que el plan del entonces Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y
Medio Ambiente (MDRAyMA) de 2007, denominado ?Revoluci?n Rural, Agropecuaria y Forestal?,
consideraba que el modelo de desarrollo inspirado en las pol?ticas neoliberales estaba en crisis,
ya que hab?a ?agravado la incidencia de la pobreza y aumentado las desigualdades sociales en el
campo, pues la agricultura orientada a la exportaci?n hab?a concentrado la riqueza en peque?os
grupos de ?lites agrarias? y hab?a ?discriminado a las econom?as campesinas, comunitarias y
asociativas que dependen de la agricultura?, aumentando ?la dependencia alimentaria del pa?s?.
Ante este escenario, dicho plan planteaba superar ?el patr?n de desarrollo agrario de tipo exportador
que est? conduciendo a desigualdades sociales y a un desarrollo que erosiona la base de recursos
naturales?, proponiendo ?un nuevo patr?n de desarrollo productivo rural que sea ambientalmente
sustentable, que alcance la soberan?a alimentaria y que genere un mayor excedente, con base
en sistemas de producci?n agr?cola y forestal ?comunitarios, asociativos e individuales? m?s
eficientes en el uso de los recursos naturales y de las tecnolog?as disponibles para este cometido?.
Para ello, se consideraba que, por un lado, el Estado deb?a jugar un papel protag?nico ?a trav?s de
la planificaci?n del desarrollo y su intervenci?n en la producci?n primaria y en la transformaci?n
agroindustrial y forestal? y, por otro, deb?a fortalecerse ?la agricultura familiar campesina, ind?gena
y originaria con base comunitaria? con el objetivo de ?promover el incremento en cantidad y
calidad de la producci?n de alimentos, tanto para su propio consumo como para la generaci?n de
excedentes orientados al mercado interno?. De esta manera, se lograr?a ?equilibrar y armonizar
las condiciones para la coexistencia de las econom?as estatales, comunitarias, asociativas y
empresariales?.
Muy pronto, sin embargo, la crisis de los a?os 2008/2009 ?que marc? un escenario nacional
de escasez y alzas de precios de varios productos alimenticios? se encarg? de demostrar la
importancia del sector empresarial agr?cola y agroindustrial en la producci?n de alimentos primarios
y manufacturados. Este hecho, junto a una posterior ca?da de los precios de los hidrocarburos
en el mercado mundial ?que merm? los ingresos fiscales por concepto de exportaciones de
Cuadro 3
Bolivia: Acceso a tierras en propiedad seg?n tipos de UPA, 2013
Formas de acceso
Total UPA con trabajo
remunerado
UPA con s?lo trabajo no
remunerado
Hect?reas
%
Hect?reas
%
Hect?reas
%
Col. Col. Col.
Herencia 8.600.563 28,3 6.455.224 24,9 2.145.339 48,0
Compra 17.282.509 56,8 15.716.594 60,6 1.565.915 35,1
Dotaci?n 3.028.458 10,0 2.503.966 9,6 524.492 11,7
Adjudicaci?n 1.504.579 4,9 1.275.308 4,9 229.271 5,1
Total 30.416.109 100 25.951.092 100 4.465.017 100
FUENTE. Elaboraci?n del CEDLA con base en INE, 2015.
10
Bolet?n Informativo N? 28
gas? precipit? la alianza expl?cita entre el Gobierno de Evo Morales y los poderosos gremios
agroindustriales del oriente del pa?s.
Como se conoce, los acuerdos de la denominada ?Cumbre Agropecuaria? de 2015 ?logrados con
el benepl?cito de las organizaciones campesinas cooptadas por el MAS? fueron ampliamente
favorables al sector agroempresarial que, desde 2006, despleg? una agenda de demandas que fue
progresivamente adoptada como suya por el Gobierno de Evo Morales.
Una de las primeras demandas ?que data de 2007? fue la relativa a la necesidad de introducir la
producci?n de biocombustibles en el pa?s, planteamiento recientemente convertido en ley, como
veremos l?neas m?s abajo.
Posteriormente, la agenda empresarial demand?: (i) la legalizaci?n de desbosques ilegales
realizados por los productores agropecuarios desde 1996, con el argumento de que las tierras
desboscadas ilegalmente fueron utilizadas de forma sostenible en agricultura y/o ganader?a; (ii)
la ampliaci?n del plazo para la verificaci?n de la funci?n econ?mica social de la tierra, arguyendo
que su car?cter bianual dificultaba o restring?a el acceso de los productores al cr?dito agr?cola
basado en la propiedad de la tierra como garant?a; (iii) una ampliaci?n de permisos para el uso de
transg?nicos en varios cultivos, con el justificativo de la necesidad de incrementar rendimientos
en la producci?n agr?cola y, por tanto, lograr mayores vol?menes de alimentos para el mercado
interno y la exportaci?n; (iv) el levantamiento de restricciones temporales a las exportaciones de
productos agr?colas o agroindustriales, aduciendo que se trataba de medidas de desincentivo para
los productores agropecuarios14.
En enero de 2013, Evo Morales promulgaba la Ley N? 337, que legitima la conversi?n ilegal de
tierras con cobertura boscosa a uso agropecuario realizada entre 1996 y 2011, con el nombre
de Ley de Apoyo a la Producci?n de Alimentos y Restituci?n de Bosques. Esta ?legalizaci?n? de
tierras ilegalmente deforestadas ya tuvo tres pr?rrogas para la ampliaci?n del plazo de registro
de infractores (Ley N? 502, de febrero de 2014, Ley N? 739, de septiembre de 2015 y Ley N?
952, de mayo de 2017). La ?ltima ley ampli? el plazo de registro de infractores hasta el 31 de
diciembre de 2017. Seguramente muy pronto el Gobierno promulgar? una nueva ley de ampliaci?n
de plazo para el registro de infractores, pues tanto la ?ltima ?Cumbre Agropecuaria de Peque?os
Productores del Pacto de Unidad? que se realiz? en La Paz, as? como la C?mara Agropecuaria de
Peque?os Productores del Oriente (CAPPO), est?n solicitando dicha ampliaci?n15. Como se sabe,
generalmente los desbosques que realizan buena una parte de los peque?os propietarios en las
tierras bajas no son sino el primer paso para el alquiler o la venta de estas tierras ?desboscadas? a
medianos y grandes empresarios.
Asimismo, el Gobierno de Evo Morales promulg? la Ley N? 740, de 29 de septiembre de 2015,
que ampl?a el plazo de verificaci?n de la funci?n econ?mica social de la tierra de dos a cinco a?os
aplicable en procedimientos de reversi?n de la propiedad agraria.
Cumpliendo disciplinadamente con la agenda agroempresarial, en enero de 2017 el Gobierno y
los empresarios agroindustriales anunciaban la creaci?n de un fondo conformado por el 5% de
14 Enrique Ormachea S. y Nilton Ram?rez F. (2013) Pol?ticas agrarias del gobierno del MAS o la agenda del
?poder empresarial-hacendal. La Paz: CEDLA.
15 IBCE Noticias Nacionales 26/07/2018 ?MDRyT_UCAB: 1,5 millones de hect?reas fortalecen la producci?n
agropecuaria del pa?s?.
11
Tierras y producci?n agr?cola: A 13 a?os del gobierno del MAS
El sector empresarial
parece estar adoptando
?con el silencio c?mplice
del Gobierno? la misma
estrategia que utiliz?
en relaci?n a la soya
transg?nica; es decir, la
introducci?n y uso ilegal
de semillas transg?nicas en
vol?menes tales que, una
vez que abarquen una parte
considerable de la superficie
de un determinado cultivo,
se concluya reconociendo
oficialmente este hecho y
legalizando su uso.
los recursos del Fondo de Pensiones para otorgar un cr?dito de 150 millones
de d?lares al sector agropecuario ?con el prop?sito de fortalecer al sector
productivo del pa?s?16. Esta propuesta, en realidad, estaba orientada a salvar
?como oportunamente denunci? Colque17? ?a empresarios agropecuarios
endeudados con las casas comerciales y proveedores de insumos agr?colas por
m?s de 315 millones de d?lares?, como consecuencia ?tanto de la sequ?a que
afect? la cosecha de invierno del 2016 como del desplome global de los precios
de las materias primas agr?colas desde el 2013?. Si bien esta iniciativa ?que fue
ampliamente criticada? no ha logrado plasmarse a?n, es lo suficientemente
representativa de la orientaci?n de las pol?ticas gubernamentales.
En diciembre de 2017, el Gobierno y los empresarios daban cuenta de la firma
de un acuerdo para la ?libre exportaci?n? de varios productos, como soya, sorgo,
az?car, carne de res y alcohol de ca?a, entre otros, dando fin a la pol?tica ad
hoc de suspensi?n temporal de exportaciones agropecuarias y agroindustriales
vigente desde 200818.
En relaci?n a la demanda para la autorizaci?n de nuevos eventos de transg?nicos
para el cultivo de soya y la ampliaci?n del uso de semillas transg?nicas en otros
cultivos (ma?z, trigo, algod?n y otros), existe ya un acercamiento entre el Gobierno y los gremios
empresariales para discutir esta demanda. Paralelamente, el sector empresarial parece estar
adoptando ?con el silencio c?mplice del Gobierno? la misma estrategia que utiliz? en relaci?n
a la soya transg?nica; es decir, la introducci?n y uso ilegal de semillas transg?nicas en vol?menes
tales que, una vez que abarquen una parte considerable de la superficie de un determinado cultivo,
se concluya reconociendo oficialmente este hecho y legalizando su uso.
En abril de 2018, la prensa daba cuenta del decomiso, por parte de la Aduana Nacional en Tarija,
de ma?z transg?nico importado por EMAPA para su venta a los avicultores19 y, seg?n el secretario
ejecutivo de la Federaci?n de Campesinos de Santa Cruz, Adolfo Le?n, se importan ilegalmente
de Brasil y Argentina semillas transg?nicas, por lo que m?s del 50% de la producci?n de granos en
Santa Cruz (ma?z, soya y trigo) se la obtiene de las mismas20. Por su parte, el Centro de Investigaci?n
y Promoci?n del Campesinado (CIPCA) se?ala que habr?a aproximadamente 70 mil hect?reas de
ma?z transg?nico cultivado en el Chaco y la zona este del departamento de Santa Cruz, a partir de
semilla ingresada de contrabando desde la Argentina y que est? a la venta en distintos mercados
locales21. No se debe olvidar que cuando Evo Morales inici? su primer mandato, la soya transg?nica
abarcaba un 40% del total de la superficie cultivada de soya, porcentaje que al cabo de su tercer
mandato se ha incrementado a pr?cticamente el 100%.
En un reciente ?Primer encuentro de peque?os productores del agro por la soberan?a alimentaria,
rumbo al 2025?, convocado por el denominado Bloque Oriente ?organizaci?n cooptada por el
Gobierno del MAS y conformada por la Federaci?n Departamental de Mujeres Campesinas
Ind?genas Originarias de Santa Cruz ?Bartolina Sisa?, la Federaci?n Sindical ?nica de Trabajadores
16 Notiboliviarural.com (17/01/2017) ?Gobierno utilizar? el 5% de las pensiones de jubilaci?n para cr?ditos
agropecuarios?.
17 Gonzalo Colque (2017) ?Fondo de pensiones al rescate de agroempresarios endeudados?, Gustavo
Rodr?guez y Gonzalo Colque, Sistema de pensiones y cr?dito agropecuario ?por qu?? Cochabamba: CEDIB.
18 Am?rica Econom?a (19/12/2017).
19 El Pa?s (10/04/2018) ?Caso de ma?z transg?nico pone en apuros a EMAPA?.
20 ERBOL Digital (03/07/2018) ?Uso de semillas transg?nicas supera el 60% en Santa cruz, seg?n dirigente?.
21 ERBOL Digital (20/08/2018) ?Transg?nicos ponen en peligro el ma?z nativo?.
12
Bolet?n Informativo N? 28
?Apiguaiki Tumpa? de Santa Cruz, la Federaci?n Sindical de Comunidades Interculturales Productoras
Agropecuarias de Santa Cruz, la Coordinadora de Pueblos ?tnicos de Santa Cruz, el Movimiento Sin
Tierra de Santa Cruz y la C?mara Agropecuaria de Peque?os Productores del Oriente?, da un plazo
de 30 d?as para que el Comit? Nacional de Bioseguridad se pronuncie sobre este tema y se d? v?a
libre ?para impulsar el uso de semillas mejoradas gen?ticamente en soya, ma?z, algod?n, ca?a
de az?car y otros cultivos propios de nuestra regi?n para garantizar alimento para la poblaci?n
boliviana y poder exportar a otros pa?ses?22. Como es sabido, el Gobierno utilizar? esta exigencia
campesina para aprobar pr?ximamente esta demanda agroempresarial.
Ya hemos se?alado que, dando curso a uno de los primeros planteamientos que el sector
agroindustrial le hizo al Gobierno en 2007, al inicio de su primera gesti?n, en septiembre de 2018
?ste ha promulgado la Ley N? 1098, que tiene por objeto ?establecer el marco normativo que
permita la producci?n, almacenamiento, transporte, comercializaci?n y mezcla de Aditivos de
Origen Vegetal, con la finalidad de sustituir gradualmente la importaci?n de Insumos y Aditivos
y Diesel Oil, precautelando la seguridad alimentaria y energ?tica con soberan?a?. Se trata de la
producci?n de biocombustibles tanto para la producci?n de etanol a trav?s del cultivo de la ca?a,
como de biodiesel a trav?s de cultivos como la soya, ma?z amarillo duro, girasol y otros, en franca
contradicci?n con una posici?n gubernamental que, en 2008, se?alaba que hab?a definido una
pol?tica de Estado que prohib?a la producci?n de biocombustibles en el pa?s a objeto de evitar el
desplazamiento de cultivos destinados a la alimentaci?n23.
Pero tambi?n entre 2011 y 2013 el Gobierno del MAS aprob? una serie de leyes relacionadas
con la seguridad y soberan?a alimentaria, con ?nfasis en sucesivas disposiciones orientadas
a promover la peque?a producci?n campesina. Entre ellas: (i) la Ley N? 144 de la Revoluci?n
productiva comunitaria agropecuaria de 2011; (ii) la Ley N? 204 del Fondo de apoyo al complejo
productivo l?cteo de 2011; (iii) la Ley N? 338 de Organizaciones econ?micas campesinas, ind?gena
originaria (OECAS) y de Organizaciones Econ?micas Comunitarias (OECOM) para la integraci?n de
la agricultura familiar sustentable y la soberan?a alimentaria (2013); y (iv) la Ley N? 300 Marco de la
madre tierra y desarrollo integral para vivir bien de 2013.
Sin embargo, como se?ala Flores24, el Gobierno nunca logr? operativizar estas leyes en programas
y proyectos espec?ficos de apoyo a los peque?os productores campesinos. En su balance sobre los
programas y proyectos de apoyo al sector agropecuario desarrollados por el Gobierno del MAS,
afirma que el MDRyT: ?…no ha hecho el menor intento por integrar los esfuerzos de sus numerosos
proyectos y llevar todos los beneficios al mismo beneficiario. Algunos beneficiarios recibieron
semillas, otros, fertilizantes, algunos, capacitaci?n, ?stos, informaci?n, aquellos, infraestructura,
unos pocos, conexi?n al mercado. Ninguno recibi? todos los beneficios de manera organizada. La
raz?n de fondo fue, naturalmente, la segmentaci?n interna y la tendencia a ejecutar fondos por
proyectos sin hacer el menor intento por agruparlos en programas tem?ticos o territoriales?.
A ello se suma la ?falta de experiencia pr?ctica en la implementaci?n de programas mayores, la
ausencia de un enfoque dirigido a resultados, la total falta de tradici?n de cooperaci?n entre varios
niveles de gobernanza? (Flores, ob. cit.) incluidos, como se?ala el autor, aquellos pertenecientes al
propio partido de Gobierno.
22 ANF (03/09/2018) ?Bloque Oriente de plazo de 30 d?as al Comit? de Biotecnolog?a para atender pedidos
de OGM?
23 Ormachea y Ram?rez (2013), ob. cit.
24 Gonzalo Flores (2017) Amargas cosechas. Una d?cada de pol?ticas agrarias y forestales del MAS (versi?n
resumida). La Paz: Fundaci?n Pazos Kanki y CERES.
13
Tierras y producci?n agr?cola: A 13 a?os del gobierno del MAS
Asimismo, se?ala que entre 2006 y 2015 la suma de presupuestos de apoyo al
sector agropecuario ejecutados por el MDRyT, el Ministerio de Medio Ambiente
y Agua (MMAyA) y el Ministerio de Desarrollo Productivo y Econom?a Plural
(MDPyEP) fue de Bs. 24.656 millones de bolivianos (3.509 millones de d?lares),
cifra verdaderamente importante y sin antecedentes en el pa?s, remarcando
que el incremento del gasto en estos diez a?os se multiplic? por un poco m?s
de 8 veces (de Bs 664 millones en 2005 a Bs. 5.837 a 2015), el mismo que,
debido a la ejecuci?n de una serie de ?proyectos min?sculos y dispersos? en los
sectores agr?cola, ganadero, pesquero, acu?cola y forestal, no ha implicado un
mayor desarrollo sectorial pues no existen ?8 veces m?s alimentos, ni 8 veces
menos subalimentados, ni 8 veces m?s exportaciones, ni 8 veces m?s industrias
de transformaci?n?25.
Por otro lado, las leyes de apoyo a la peque?a producci?n campesina se?aladas
anteriormente privilegiaban dos variables que se consideraban importantes para
potenciarla. Por un lado, el cr?dito y, por otro, el mercado de compras estatales
como nicho de mercado para estos productores. Desde ya, el acceso al cr?dito
con garant?as reales, como las requeridas, beneficia fundamentalmente a los
sectores de los campesinos ricos o peque?os productores agr?colas capitalistas
capaces de brindarlas, margin?ndose a la gran mayor?a de los campesinos sobre
todo del occidente del pa?s. As?, por ejemplo, del total del cr?dito agropecuario
?que entre 2012 y 2018 alcanza la suma de 10.122 millones de d?lares? el
61,9% se concentra en Santa Cruz26.
Una evaluaci?n del Programa Nacional de Alimentaci?n Complementaria Escolar (PNACE) se?ala
que uno de los resultados que ?ste esperaba era el fortalecimiento y desarrollo de iniciativas
productivas locales a trav?s de compras priorizadas por los gobiernos municipales. Sin embargo,
se se?ala que no son las organizaciones econ?micas campesinas (OECAS), ni las organizaciones
campesinas comunitarias (OECOM), ni las micro y peque?as empresas, ni los peque?os productores
campesinos quienes acceden a este mercado, sino empresas (45,22% de los contratos) y empresas
unipersonales (50,55% de los contratos). Las organizaciones campesinas antes se?aladas s?lo
concentran el 3,15% de los contratos debido, entre otros, a: (i) infinidad de requisitos legales; (ii)
escasa capacidad de producci?n para ofertar productos locales en las cantidades requeridas con
entrega oportuna y calidad; (iii) limitado capital de operaciones27.
El Fondo de Desarrollo para los Pueblos Ind?gena Originarios y Comunidades Campesinas
(FONDIOC), creado para el financiamiento de proyectos de desarrollo productivo y social con
una parte de los recursos del Impuesto Directo de los Hidrocarburos, fue liquidado por serios
problemas de corrupci?n y de ineficiencia en la ejecuci?n de alrededor de 3.462 proyectos por
un valor aproximado, seg?n Morales (2015)28 de Bs 1.056 millones entre 2010 y 2014, hecho que
habla por s? solo de uno de los mayores fracasos del Gobierno en materia de apoyo a los pueblos
ind?genas y comunidades campesinas. Este autor calcula que este fondo tuvo ingresos aproximados
de Bs. 3.925 millones entre 2006 y 2014.
25 Gonzalo Flores (2017), ob. cit.
26 Enrique Ormachea Saavedra (2018) Pol?ticas agrarias, campesinos y obreros agr?colas. Balance y
perspectivas (texto pr?ximo a ser editado por UNITAS).
27 Ministerio de Educaci?n (2015) Programa nacional de Alimentaci?n Complementaria Escolar (PNACE
2015-2020) (Ministerio de Educaci?n: La Paz)
28 Manuel Morales ?lvarez (compilador) (2015) Fondo Ind?gena. La gran estafa. Denuncias y propuestas
desde los pueblos ind?genas (Bolivia: Viejo Topo Editores).
Una evaluaci?n del Programa
Nacional de Alimentaci?n
Complementaria Escolar
(PNACE) se?ala que uno
de los resultados que
?ste esperaba era el
fortalecimiento y desarrollo
de iniciativas productivas
locales a trav?s de compras
priorizadas por los gobiernos
municipales. Sin embargo,
se se?ala que no son las
organizaciones econ?micas
campesinas (OECAS), ni las
organizaciones campesinas
comunitarias (OECOM), ni las
micro y peque?as empresas,
ni los peque?os productores
campesinos quienes acceden
a este mercado.
14
Bolet?n Informativo N? 28
A nuestro entender, los campesinos pobres en realidad se ?benefician? de dos pol?ticas o programas
orientados a aliviar su situaci?n, pero no a transformarla. Por un lado, el acceso a diferentes
programas sociales de ?alivio a la pobreza? (Renta Dignidad, Bono Juancito Pinto y otros) y el
Seguro Agrario para municipios con mayores niveles de pobreza, que compensa en algo p?rdidas
de producci?n debidos a distintos fen?menos naturales; sin embargo, su cobertura ?en t?rminos
de beneficiarios y de superficies aseguradas? era, por lo menos hasta 2013, todav?a bastante
limitada29.
RESULTADOS DE LA ?REVOLUCI?N AGROPECUARIA?
EN EL ?MBITO DE LA PRODUCCI?N AGR?COLA
Insuficiente crecimiento de producci?n agr?cola
En los ?ltimos 10 a?os (periodo que comprende la presencia del MAS en el Gobierno), los
incrementos en la producci?n agr?cola han sido modestos, pues de 12,1 millones de toneladas
m?tricas ™ en la gesti?n agr?cola 2005/2006 se pasa a 16,3 millones de TM en 2015/2016. Este
comportamiento implica un incremento de escasas 450 mil toneladas m?tricas promedio por a?o,
el mismo que, adem?s, obedece a una expansi?n de la superficie cultivada y no a incrementos en
los rendimientos agr?colas.
Tres cultivos explican el 72% del total del incremento neto de la producci?n agr?cola entre
2005/2006 y 2015/2016: (i) la soya (35,4%), que en parte es destinada al mercado interno para la
fabricaci?n de aceites vegetales y comida balanceada, pero que mayoritariamente se exporta como
torta, aceite (crudo y refinado) y harina; (ii) la ca?a de az?car (25,0%), que en parte es destinada
a la producci?n de az?car y en parte ?que va en aumento? a la producci?n de alcohol; y (iii) el
sorgo en grano (11,6%), articulado fundamentalmente al mercado interno como insumo para la
industria av?cola.
Sin embargo, cultivos tan importantes para la dieta de los hogares como el trigo entre los cereales,
la papa entre los tub?rculos, el ma?z choclo, la cebolla, la arveja y el tomate entre las hortalizas,
y varias frutas como el banano, el pl?tano, la mandarina, el durazno y la pi?a, presentan en estos
29 Ormachea S. y Ram?rez (2013) ob. cit.
Cuadro 4
Bolivia: Cultivos seg?n producci?n agr?cola (en TM) 2005/2006-2015/2016
Descripci?n 2005-2006 2015-2016(p)
Total 12.141.881 16.324.980
Cereales 1.991.322 2.642.809
Estimulantes 29.907 27.570
Frutales 856.836 1.329.089
Hortalizas 256.117 304.435
Oleaginosas e industriales 7.554.699 10.281.065
Tub?rculos y ra?ces 1.142.474 1.273.709
Forrajes 310.526 466.303
NOTA: Incluye campa?a de invierno de a?o anterior
FUENTE: Elaboraci?n propia con base en datos del INE
15
Tierras y producci?n agr?cola: A 13 a?os del gobierno del MAS
diez a?os bajos incrementos en sus vol?menes de producci?n, lo que, en varios casos, obliga a su
importaci?n.
Por otro lado, entre 2005/2006 y 2015/2016 hubo un decremento neto de 361 mil toneladas
m?tricas, de las cuales 124 mil corresponden al arroz con c?scara (34,6% del total) y 82 mil a yuca
(22,9%), productos tambi?n importantes para la alimentaci?n de la poblaci?n y que explican un
poco m?s de la mitad de este comportamiento negativo.
Cuadro 5
Bolivia: Incrementos y decrementos en la producci?n agr?cola (en toneladas m?tricas)
2005/2006 - 2015/2016
Incrementos 2005-2006/2015-2016 Decrementos 2005-2006/2015-2016
Cultivos TM % Cultivos TM %
Total 4.504.253 100 Total 361.450 100
Soya 1.595.911 35,4 Arroz 124.992 34,6
Ca?a de az?car 1.124.729 25,0 Yuca 82.833 22,9
Sorgo en grano 524.257 11,6 Cebada berza 65.276 18,1
Alfalfa 221.053 4,9 Caf? 47.541 13,2
Papa 214.068 4,8 Haba 17.056 4,7
Trigo 207.797 4,6 S?samo 9.907 2,7
Banano 149.063 3,3 Cebada en grano 5.669 1,6
Mandarina 122.298 2,7 Ajo 4.222 1,2
Pl?tano 110.024 2,4 Uva 3.954 1,1
Frijol 44.315 1,0 - - -
Quinua 37.809 0,8 - - -
Pi?a 35.862 0,8 - - -
Naranja 34.476 0,8 - - -
Durazno 24.484 0,5 - - -
Cebolla 18.005 0,4 - - -
Ma?z en grano 12.285 0,3 - - -
Girasol 10.440 0,2 - - -
Man? 7.742 0,2 - - -
Tomate 4.517 0,1 - - -
Cacao 2.350 0,1 - - -
Ma?z choclo 2.115 0,05 - - -
Arveja 653 0,01 - - -
FUENTE. Elaboraci?n propia con base en datos del INE.
16
Bolet?n Informativo N? 28
A 13 a?os del Gobierno del MAS, el pa?s contin?a dependiendo
de la importaci?n de trigo en grano y de harina de trigo para
la elaboraci?n de un producto tan b?sico de la canasta familiar
como el pan, y se ha incrementado la importaci?n de otros,
como papa, hortalizas y frutas30. El incremento de este tipo
de importaciones confirma los bajos niveles de la producci?n
agr?cola en rubros esenciales para la seguridad alimentaria del
pa?s y su incapacidad para abastecer una expansi?n relativa del
mercado interno, que se ha profundizado en Bolivia debido
a los acelerados procesos de urbanizaci?n, as? como a los
procesos de especializaci?n de la producci?n agr?cola, que va
convirtiendo a la propia poblaci?n del campo en demandante
de diversos productos alimenticios.
Por otro lado, el incremento de las importaciones de una serie
de productos procesados31 pone tambi?n de manifiesto la
debilidad que caracteriza a la agroindustria alimenticia del pa?s.
Por todas estas razones, es posible poner en tela de juicio la
adscripci?n real, efectiva, del Gobierno del MAS al concepto de
?seguridad alimentaria con soberan?a?, pues resulta evidente
tanto la insuficiente producci?n agr?cola como el incremento
de las importaciones agr?colas y agroindustriales.
Mayor concentraci?n de la producci?n agr?cola en Santa Cruz
Los datos confirman la mayor importancia que ha adquirido el departamento de Santa Cruz en
la oferta de productos agr?colas, tanto para la agroindustria como para el consumo directo de la
poblaci?n. En efecto, este departamento concentra el 74,2% del total de la producci?n agr?cola
lograda en la gesti?n 2015/2016 (12,1 millones de TM). Produce: (i) el 93,8% del total de los
cultivos de ?oleaginosas e industriales? (fundamentalmente ca?a de az?car, soya y girasol); (ii) el
76,6% del total de cereales (principalmente sorgo en grano, ma?z en grano y trigo); (iii) el 35,5% de
las hortalizas (principalmente frijol, tomate y cebolla); (iv) el 14,2% de los frutales (principalmente
mandarina, pl?tano y naranja; y (v) el 11,3% de tub?rculos y ra?ces (principalmente yuca y papa).
Los departamentos que le siguen a Santa Cruz, aunque con niveles de producci?n muy inferiores,
son Cochabamba (1,2 millones de TM) y La Paz (1,0 millones de TM), y que concentran el 7,9% y el
6,7%, respectivamente, del total (Cuadro 6).
Mayoritaria producci?n agr?cola capitalista y
minoritaria producci?n agr?cola campesina
Si bien el campesinado o la denominada agricultura familiar sigue teniendo un peso cuantitativo
a?n significativo en el conjunto de las explotaciones agropecuarias del pa?s, su relevancia en
relaci?n a la producci?n agr?cola ha ido mermando con el transcurso del tiempo. Los datos del
30 Al respecto, v?ase Julio Prudencio B?rht (2015) ?El sistema agroalimentario en Bolivia y su impacto en la
alimentaci?n y nutrici?n (An?lisis de situaci?n 2005-2015)? (mimeo).
31 Al respecto, v?ase Prudencio B?rht (2015) ob. cit.
17
Tierras y producci?n agr?cola: A 13 a?os del gobierno del MAS
Censo Nacional Agropecuario 2013 son contundentes al respecto, pues las UPA de corte capitalista
produjeron el 90% del total de la producci?n agr?cola del pa?s en la gesti?n 2012/2013 (14 millones
de TM), mientras que las explotaciones agropecuarias familiares produjeron s?lo el 10% restante
(1,5 millones de TM).
La producci?n de las UPA de corte capitalista o empresariales es predominante en cada gran grupo
de cultivos, y en proporciones verdaderamente significativas. Salvo al interior del rubro Tub?rculos
Cuadro 6
Principales aportes de los departamentos a la producci?n agr?cola por cultivos (en TM) 2015/2016
Cultivos
Producci?n
Principales cultivos espec?ficos
TM %
Total 16.326.058 100
Santa Cruz 12.116.760 74,2 Oleaginosas, industriales, cereales
Cochabamba 1.283.362 7,9 Frutales, tub?rculos, hortalizas
La Paz 1.094.379 6,7 Tub?rculos, frutales, hortalizas
Resto 1.831.557 11,2 -
Cereales 2.638.872 100
Santa Cruz 2.022.827 76,7 Sorgo en grano, ma?z en grano, arroz
Tarija 125.945 4,8 Ma?z en grano, sorgo en grano
Chuquisaca 118.431 4,5 Ma?z en grano, trigo
Resto 371.669 14,1 -
Estimulantes 27.570 100
La Paz 25.661 93,1 Caf?, cacao
Resto 1.909 6,9 -
Frutales 1.328.937 100
Cochabamba 703.446 52,9 Pl?tano, banano, pi?a
La Paz 283.319 21,3 Pl?tano, naranja, banano
Santa Cruz 189.055 14,2 Mandarina, pl?tano, naranja
Resto 153.117 11,5 -
Hortalizas 304.436 100
Santa Cruz 107.809 35,4 Frijol, tomate, cebolla
Cochabamba 78.689 25,8 Cebolla, tomate, haba
La Paz 30.953 10,2 Haba, ma?z o choclo, tomate
Resto 86.985 28,6 -
Oleaginosas e industriales 10.286.230 100
Santa Cruz 9.650.784 93,8 Ca?a, soya, girasol
Resto 635.446 6,2 -
Tub?rculos y ra?ces 1.273.710 100
La Paz 353.236 27,7 Papa, yuca
Cochabamba 343.298 27,0 Papa, yuca
Santa Cruz 143.987 11,3 Yuca, papa
Resto 433.189 34,0 -
Forrajes 466.303 100
La Paz 261.849 56,2 Alfalfa, cebada berza
Oruro 121.798 26,1 Alfalfa, cebada berza
Resto 82.656 17,7 -
FUENTE. Elaboraci?n propia con base en datos del INE.
18
Bolet?n Informativo N? 28
y ra?ces ?donde las UPA que contratan asalariados concentran el 56,8% de la producci?n
y los campesinos el 43,2%?, en todos los dem?s grandes grupos de cultivos, las UPA de corte
capitalista concentran porcentajes verdaderamente importantes de la producci?n: Cereales 82,2%,
Estimulantes, especias y arom?ticas, 77,9%; Frutas y nueces, 70,9%, Hortalizas y legumbres, 81,0%,
Oleaginosas e industriales, 95,6%, Forrajes y fibras 83,0%. La producci?n agr?cola familiar al interior
de cada uno de estos grandes rubros ya no es significativa.
Asimismo, la informaci?n del Censo Agropecuario 2013 permite corroborar que entre los 50
cultivos m?s importantes del pa?s, la producci?n campesina o familiar es predominante tan s?lo en
tres: cebada (65,8%), oca (62,5%) y haba (52,6%)32.
Pero, adem?s, es importante se?alar que, en la medida en que la producci?n agr?cola capitalista es
la predominante, son en realidad los obreros agr?colas asalariados ?los verdaderos productores
directos? quienes hoy producen la mayor parte de la producci?n agr?cola del pa?s, bajo condiciones
de sobrexplotaci?n, pues est?n al margen de la Ley General del Trabajo, norma que ampara los
derechos laborales de los trabajadores asalariados del pa?s.
El Censo Nacional Agropecuario 2013 recab? informaci?n sobre la demanda total de trabajadores
asalariados y no asalariados que utilizaron las unidades productivas agropecuarias durante todo
el a?o agr?cola (julio 2012 a junio 2013), reportando una demanda total de fuerza de trabajo de
4.689.264 personas, y revelando que el trabajo asalariado en el sector agropecuario tiene ya mayor
peso (54,1%) que el trabajo no asalariado (45,9%).
Esta informaci?n demuestra tambi?n que las relaciones capitalistas de producci?n se han
consolidado en el oriente ?pues pr?cticamente tres cuartas partes de la fuerza de trabajo utilizada
32 Ormachea Saavedra (2018), ob. cit.
Cuadro 7.
Bolivia: Cultivos por tipo de UPA seg?n producci?n agr?cola (en toneladas m?tricas), 2012/2013
Cultivos
Total UPA con trabajo remunerado UPA con s?lo trabajo no
remunerado
Producci?n Producci?n Producci?n
Tonelada
m?trica
% Tonelada
m?trica
% Tonelada
m?trica
%
Fila Col. Fila Col. Fila Col.
Cereales 2.095.492 100 13,4 1.731.461 82,6 12,3 364.031 17,4 23,2
Estimulantes,
especias y arom?ticos
38.280 100 0,2 29.824 77,9 0,2 8.456 22,1 0,5
Frutas y nueces 747.422 100 4,8 529.998 70,9 3,8 217.424 29,1 13,9
Hortalizas y legumbres
secas
388.939 100 2,5 315.046 81,0 2,2 73.893 19,0 4,7
Oleaginosas e
industriales
11.039.539 100 70,6 10.552.216 95,6 75,0 487.323 4,4 31,1
Tub?rculos y ra?ces 728.744 100 4,7 413.597 56,8 2,9 315.147 43,2 20,1
Forrajes, fibras
y otros
600.050 100 3,8 497.946 83,0 3,5 102.104 17,0 6,5
Total 15.638.466 100 100 14.070.088 90 100 1.568.378 10 100
FUENTE. Elaboraci?n del CEDLA con base en datos de INE, 2015.
19
Tierras y producci?n agr?cola: A 13 a?os del gobierno del MAS
en la producci?n agropecuaria es asalariada? y confirma que ?stas se han expandido en los
departamentos del occidente ?pues los porcentajes de trabajadores asalariados demandados en
la producci?n agropecuaria en varios o de ellos van cobrando importancia?: Chuquisaca, 41,15%,
La Paz, 53,10%, Tarija, 57,6% y Cochabamba, 60,0%.
Mayor producci?n de carne en las tierras bajas y
en explotaciones agropecuarias capitalistas
Tal como acontece en el caso de la producci?n agr?cola, la producci?n de ganado bovino (de carne y
leche), de ganado porcino y de producci?n av?cola ?que ocupan un lugar importante en el consumo
alimentario de la poblaci?n? se ha ido concentrando paulatinamente en la regi?n de los llanos.
Del total del hato ganadero bovino de carne (7 millones de cabezas), 5,5 millones se concentran en la
regi?n de los llanos, es decir, el 79,1% del total del hato ganadero bovino del pa?s. El departamento
del Beni, que hasta hace algunos a?os concentraba la mayor parte de este tipo de ganado, ha
cedido su lugar al departamento de Santa Cruz, que ahora concentra el 41,7% del mismo, mientras
que el Beni concentra el 35,6%33.
La concentraci?n del hato ganadero de leche en la regi?n de los llanos es tambi?n relevante,
pues de un hato de 1,1 millones de cabezas, el 69,0% se concentra en esa regi?n, donde resalta
el departamento de Santa Cruz, con el 58,5%. Asimismo, este departamento produce el 58,6%
del total de la producci?n de leche/d?a que se oferta en el pa?s, que alcanza a 2,2 millones de litro
leche/d?a34.
33 Enrique Ormachea Saavedra (2010) Soberan?a y seguridad alimentaria en Bolivia: pol?ticas y estado de
situaci?n. La Paz: CEDLA.
34 Instituto Nacional de Estad?sticas ? INE (2016) Censo Agropecuario 2013. La Paz: INE.
Cuadro 8
Bolivia: regiones y departamentos seg?n demanda de fuerza de trabajo asalariada y no asalariada en la producci?n
agropecuaria, 2012/2013
Regiones/departamentos
Demanda total
fuerza de trabajo
para la producci?n
agropecuaria
%
Demanda fuerza
de trabajo
asalariada
%
Demanda fuerza
de trabajo no
asalariada
%
Altiplano 1.753.867 100 744.473 42,5 1.009.394 57,5
La Paz 1.088.633 100 577.999 53,1 510.634 46,9
Oruro 148.474 100 39.181 26,4 109.293 73,6
Potos? 516.760 100 127.293 24,6 389.467 75,4
Valles 1.876.863 100 1.013.240 54,0 863.623 46,0
Chuquisaca 568.801 100 233.923 41,1 334.878 58,9
Cochabamba 1.067.580 100 640.863 60,0 426.717 40,0
Tarija 240.482 100 138.454 57,6 102.028 42,4
Llanos 1.058.531 100 777.415 73,4 281.116 26,6
Santa Cruz 969.742 100 721.604 74,4 248.138 25,6
Beni 75.538 100 47.197 62,5 28.341 37,5
Pando 13.251 100 8.614 65,0 4.637 35,0
Total 4.689.261 100 2.535.128 54,1 2.154.133 45,9
FUENTE. Elaboraci?n del CEDLA con base en INE, 2015.
20
Bolet?n Informativo N? 28
En menor grado, pero sin dejar de ser importante, Santa Cruz concentra
el 35,4% del total de la ganader?a porcina del pa?s, mientras que los
departamentos de los valles (Chuquisaca, Cochabamba y Tarija) concentran
en conjunto un 39,2%35.
Hacia 2007 la producci?n av?cola del pa?s se concentraba en los
departamentos de Cochabamba y Santa Cruz, con el 53,8% y el 40% de la
producci?n, respectivamente36. Hacia 2013, el departamento de Santa Cruz
ya hab?a superado al departamento de Cochabamba, con el 58,7% de las
aves de granja del pa?s, frente al 36,6% en el departamento valluno37.
Por otro lado, los datos del Censo Nacional Agropecuario de 2013 tambi?n
confirman que las tres actividades productivas que responden a una
mayor demanda poblacional de carne, es decir, la ganader?a bovina, la
porcina y la producci?n de aves de granja, est?n mayoritariamente a cargo
de explotaciones de corte capitalista, pues concentran el 83,7% del hato
ganadero bovino, el 62,5% del hato porcino y el 87,7% de la existencia de
pollos de granja.
Por el contrario, las carnes que van perdiendo peso en el consumo de la poblaci?n se concentran
m?s bien entre las UPA campesinas de las tierras altas: el 63,5% del ganado ovino, el 67,1% del
ganado caprino, el 60,9% de llamas y el 57,2% de alpacas (Cuadro 9).
35 Ormachea Saavedra (2010) ob. cit.
36 Ormachea Saavedra (2010) ob. cit.
37 Ormachea Saavedra (2010) ob. cit.
Los datos del Censo Nacional
Agropecuario de 2013
tambi?n confirman que las
tres actividades productivas
que responden a una mayor
demanda poblacional de
carne: la ganader?a bovina,
la porcina y las de aves de
granja, est?n mayoritariamente
a cargo de explotaciones
de corte capitalista, pues
concentran el 83,7% del hato
ganadero bovino, el 62,5% del
hato porcino y el 87,7% de la
existencia de pollos de granja.
21
Tierras y producci?n agr?cola: A 13 a?os del gobierno del MAS
Cuadro 9. Bolivia: tipos de UPA seg?n especies de ganado mayor y menor, aves, conejos y cuyes 2013
Tipos de
UPA
Bovino Ovino Caprino Porcino Llamas
UPA Cabezas UPA Cabezas UPA Cabezas UPA Cabezas UPA Cabezas
Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad %
UPA con
s?lo trabajo
remunerado 53.336 16,6 5.187.299 62,7 28.053 10,9 696.306 11,2 6.382 8,8 160.800 8,7 34.857 8,2 454.843 32,4 7.127 10,2 334.575
16,5
UPA con
trabajo
remunerado
y no
remunerado
87.851 27,4 1.736.741 21,0 59.533 23,0 1.579.794 25,3 15.564 21,4 449.718 24,2 276.050 65,0 422.343 30,1 13.465 19,3 460.240
22,6
Subtotal 141.187 44,1 6.924.040 83,7 87.586 33,9 2.276.100 36,5 21.946 30,2 610.518 32,9 310.907 73,3 877.186 62,5 20.592 29,6 794.815 39,1
UPA con
s?lo
trabajo no
remunerado
179.299 55,9 1.349.530 16,3 170.898 66,1 3.959.381 63,5 50.692 69,8 1.244.972 67,1 113.489 26,7 525.868 37,5 49.065 70,4 1.238.791
60,9
Total 320.486 100 8.273.570 100 258.484 100 6.235.481 100 72.638 100 1.855.490 100 24.396 100 1.403.054 100 69.657 100 2.033.606 100
Tipos de
UPA
Alpacas Aves de granja Aves de corral Conejos Cuyes
UPA Cabezas UPA Cabezas UPA cabezas UPA Cabezas UPA Cabezas
Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad % Cantidad %
UPA con
s?lo trabajo
remunerado
1700 17,6 95.871 22,0 1.807 28,6 23.288.004 64,4 63.923 17,0 1.448.243 25,1 2.054 16,7 21.235 19,0 8.225 18,7 142.977
22,2
UPA con
trabajo
remunerado
y no
remunerado
1.850 19,2 90.433 20,8 2.313 36,7 8.415.944 23,3 104.380 27,7 1.822.368 31,5 3.697 30,1 35.632 32,0 13.242 30,1 227.094
35,3
Subtotal 3.550 36,8 186.304 42,8 4.120 65,3 31.703.948 87,7 168.303 44,6 3.270.611 56,6 5.751 46,9 56.867 51,0 21.467 48,8 370.071 57,6
UPA
s?lo con
trabajo no
remunerado
6.095 63,2 248.498 57,2 2.189 34,7 4.439.633 12,3 208.806 55,4 2.507.829 43,4 6.519 53,1 54.652 49,0 22.553 51,2 272.702
42,4
Total 9.645 100 434.802 100 6.309 100 36.143.581 100 377.109 100 5.778.440 100 12.270 100 111.519 100 44.020 100 642.773 100
FUENTE. Elaboraci?n del CEDLA con base en datos de INE, 2015.
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Bolet?n Informativo N? 28
BALANCE GENERAL
Los resultados del proceso de saneamiento de la tierra permiten se?alar que la estructura
agraria del pa?s ha sufrido, evidentemente, modificaciones importantes en favor de campesinos
e ind?genas, sin haber afectado los intereses de los grandes propietarios de tierras (empresarios
agropecuarios y terratenientes que obtienen renta capitalista de la tierra). Esto ha sido posible
gracias a la identificaci?n tanto de importantes superficies de tierras fiscales en las tierras bajas
del pa?s que fueron en distribuidas fundamentalmente a pueblos ind?genas, como al proceso de
consolidaci?n de los derechos de propiedad que los ind?genas y campesinos obtuvieron como
consecuencia de la Reforma Agraria de 1953.
Sin embargo, si bien los campesinos, y sobre todo los ind?genas, han sido beneficiados con t?tulos
de propiedad colectivos con superficies importantes, la tenencia de la tierra con fines productivos
dentro de las comunidades es de propiedad o usufructo individual de la tierra. En este sentido, y
como se?ala la Fundaci?n Tierra, esta nueva estructura agraria resultado del proceso saneamiento
oculta el hecho de que los campesinos han terminado ?consolidado 14 hect?reas en promedio por
familia, los ind?genas y originarios 56 ha por familia unidad familiar y los empresarios 930 hect?reas
en promedio por unidad productiva?38.
Los datos del Censo Agropecuario 2013 confirman estas desigualdades, pues se?alan que mientras
las unidades productivas agropecuarias de corte capitalista tienen en promedio 83,6 hect?reas en
propiedad y usufructo, las unidades productivas campesinas tienen apenas 9,9 hect?reas39.
Pero estas cifras ?que solamente demuestran desigualdades en el acceso a la tierra? ocultan
un tema muy importante relacionado con la calidad de las tierras tituladas. Las medianas y
grandes empresas han consolidado sus posesiones en las tierras m?s aptas para el desarrollo
de la agricultura y la ganader?a, ubicadas mayoritariamente en las tierras bajas. Por el contrario,
las tierras distribuidas a campesinos e ind?genas en las tierras bajas o son marginales o no son
aptas para la producci?n agropecuaria, pues tienen m?s bien vocaci?n forestal. Y las tierras que
han consolidado los campesinos e ind?genas en las tierras altas sufren generalizados procesos de
degradaci?n y est?n mayoritariamente parceladas como consecuencia del minifundio que impera
en ellas.
El Gobierno del MAS no solo no elimin? el latifundio, sino que tampoco alter? el proceso de extrema
parcelaci?n de la propiedad campesina en valles y Altiplano, inviabilizando el desarrollo de la
producci?n agropecuaria en estas regiones. Defensor a ultranza de la peque?a propiedad o parcela
campesina (a la que equivocada y demag?gicamente considera parte integrante de la ?econom?a
comunitaria?), nunca se plante? reorganizar la producci?n campesina a trav?s de nuevas relaciones
de propiedad y de producci?n (cooperativas, empresas comunales, etc.), de modo que durante su
gesti?n se profundizaron los procesos de pauperizaci?n de vastos sectores campesinos.
Y tampoco puso en pie ?como se?alaba al inicio de su gesti?n gubernamental, en aras de
construir la ?econom?a plural?? empresas estatales de producci?n agropecuaria en rubros donde,
por ejemplo, la producci?n es cr?nicamente deficitaria, como es el caso del trigo. Salvo alguna
declaraci?n de Evo Morales en sentido de utilizar tierras fiscales para la creaci?n de empresas
estatales de producci?n agr?cola durante la coyuntura adversa que vivi? en 2008, el Gobierno del
38 Al respecto, v?ase Fundaci?n Tierra (2017) ob. cit.
39 Al respecto, v?ase Ormachea Saavedra (2018) ob. cit.
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Tierras y producci?n agr?cola: A 13 a?os del gobierno del MAS
Los intereses de la
burgues?a agraria y de los
terratenientes que obtienen
renta capitalista de la tierra
nunca fueron amenazados
por el Gobierno del MAS.
De manera paulatina, las
demandas de los poderosos
gremios agroindustriales
fueron transform?ndose en
una serie de normas legales
que consolidaron el poder
real que estas clases sociales
ya ten?an al final del periodo
neoliberal.
MAS siempre se ocup? de se?alar que el Estado nunca ingresar?a como productor
en el sector agropecuario, pues su funci?n era, m?s bien, crear las condiciones
para que los productores privados potenciaran la producci?n agr?cola del pa?s.
Como se ha podido constatar, los intereses de la burgues?a agraria y de
los terratenientes que obtienen renta capitalista de la tierra nunca fueron
amenazados por el Gobierno del MAS. De manera paulatina, las demandas de
los poderosos gremios agroindustriales fueron transform?ndose en una serie
de normas legales que consolidaron el poder real que estas clases sociales ya
ten?an al final del periodo neoliberal, pues concentran las mejores tierras para
la producci?n agr?cola y ganadera y producen la mayor parte de la producci?n
agropecuaria del pa?s.
La consolidaci?n de este escenario ha sido tambi?n posible gracias a la complicidad
de todas las direcciones de las organizaciones campesinas e ind?genas cooptadas
por el Gobierno del MAS que, utilizando el discurso de la construcci?n de una
econom?a agraria ?plural? basada en los principios de la ?complementariedad,
reciprocidad, solidaridad, redistribuci?n e igualdad?, entre distintas formas de
producci?n o de propiedad, terminaron apoyando ?la mayor?a de veces con su silencio? las
pol?ticas agrarias gubernamentales orientadas a fortalecer a los grandes productores agropecuarios.
Y si bien es evidente que la mayor parte de las organizaciones campesinas nacionales,
departamentales, regionales y locales han sido cooptadas y controladas por el MAS, no es menos
cierto que hoy estas organizaciones son controladas por los campesinos ricos que tienen intereses
comunes con los sectores agroempresariales. No debe llamar la atenci?n, como lo se?al?bamos
hace ya varios a?os, que las demandas de los grandes empresarios agr?colas (como la producci?n
de biocombustibles y el uso de semillas transg?nicas) est?n hoy abanderadas por las denominadas
?organizaciones sociales campesinas?, controladas por estos peque?os productores agr?colas
capitalistas.
Como se sabe, una gran masa de campesinos mercantiles y de peque?os productores agr?colas
capitalistas o campesinos ricos que participan en las cadenas agroindustriales, sobre todo en Santa
Cruz, paralelamente a estar afiliados a los distintos gremios que componen la C?mara Agropecuaria
del Oriente (CAO,) forman tambi?n parte de los sindicatos campesinos donde ejercen una influencia
muy importante.
El propio MAS, como ya lo hemos se?alado en otros textos, es justamente la expresi?n pol?tica de
los intereses de los campesinos m?s mercantilizados, pero sobre todo de los campesinos ricos, es
decir de aquellos que ?como buena parte de los cocaleros fundadores del ?instrumento pol?tico??
producen con el concurso de peones asalariados. Por ello, la alianza expl?cita entre el Gobierno del
MAS y los agroindustriales se ha desarrollado de manera tan natural y sin oposici?n alguna de los
sindicatos campesinos.
Los grandes perdedores son, ni duda cabe, la gran masa de campesinos pobres que, en el ?mbito de
las organizaciones campesinas controladas por los campesinos ricos, no encuentran canales para
manifestar sus demandas y necesidades. Como se sabe, una parte importante de estos campesinos
pobres son trabajadores asalariados de temporada en los predios de las empresas agropecuarias
y en las explotaciones agropecuarias de los campesinos ricos, que venden su fuerza de trabajo al
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Bolet?n Informativo N? 28
margen de las leyes laborales en vigencia, ante la ausencia de organizaciones sindicales de obreros
agr?colas que los aglutinen y defiendan.
Desde hace un poco m?s de 40 a?os, los trabajadores asalariados del campo reclaman su
incorporaci?n a los beneficios de la Ley General del Trabajo, demanda que durante los Gobiernos
neoliberales fue sistem?ticamente ignorada por Gobiernos interesados en favorecer a los sectores
agroexportadores. Ya van 13 a?os desde que Evo Morales asumi? el gobierno, ignorando tambi?n
esta demanda, como le corresponde al partido de los campesinos ricos.
Por todo lo se?alado en este documento, no es evidente, como sostienen algunos investigadores que
creyeron en la revoluci?n agraria del MAS, que Evo Morales se ali? con la ?burgues?a terrateniente
de la media luna? reci?n en 2009. Desde el inicio de su Gobierno, Evo Morales siempre represent?
sus intereses e intent? aliarse con ella. Hizo uno de sus primeros gui?os a esta fracci?n de la clase
dominante durante su primera gira por Europa y Asia en su condici?n de Presidente electo ?es decir,
inclusive antes de asumir el gobierno formalmente en enero de 2006? al informar, a su retorno,
que una de las gestiones realizadas en dicha gira fue abrir el mercado chino para incrementar la
producci?n de soya, cultivo con fuerte predominio de grandes empresas capitalistas.
En s?ntesis, de manera contraria a los prop?sitos que se?alaba en 2007, el Gobierno del MAS ha
profundizado las desigualdades sociales en el campo, ha ahondado las diferencias regionales en
el ?mbito de la producci?n agropecuaria, ha agravado la dependencia alimentaria del pa?s, no ha
logrado incrementar el aporte de los campesinos e ind?genas a la producci?n agropecuaria nacional,
y promueve la colonizaci?n de los pueblos ind?genas de las tierras bajas a trav?s de la expansi?n
de la frontera agr?cola y de la explotaci?n de recursos naturales no renovables en sus territorios.