Seg?n Pablo Sol?n, Evo Morales no tiene la excusa de la realidad de la gesti?n del poder, en un mundo globalizado que amordaza los ideales medioambientales. ?Los OGM son un claro ejemplo de ello ?explica. En 2010, el gobierno ten?a todas las posibilidades de tomar un rumbo agroecol?gico, pero decidi? no hacerlo.? Ahora bien, seg?n su opini?n, no prevalecieron solo las bajas razones electorales: ?El presidente boliviano quiere, ante todo, quedarse en el poder. La agroecolog?a es una agricultura de los peque?os de abajo. ?sta no genera enormes beneficios que se vierten luego en las arcas del Estado y no enriquece a los grandes agricultores, esos mismos de los que Evo Morales busca los votos y el apoyo.?
Con deforestaci?n, extractivismo y hostigamiento a las ONG
Sobre el medio ambiente, Evo hace lo contrario de lo que profesa
Publicado el: 25 enero, 2019
Bolpress
El primer presidente ind?gena de Bolivia, elegido en 2006 con un programa social, proind?gena y ecologista, es conocido en el extranjero por sus discursos en las Naciones Unidas que defienden la Pachamama, la Madre Tierra, o combaten al capitalismo depredador. Pero Bolivia vive una realidad diferente, entre la deforestaci?n, el extractivismo y el hostigamiento a las ONG ambientales.
Rebeli?n/
ʺAtaque grave a los ecosistemasʺ, ʺamenaza severa para la existencia humana y no humanaʺ, ʺcambios radicales en los modos de vida tradicionales de las familias ind?genasʺ. Los t?rminos son fuertes, las frases incisivas. Cuanto m?s avanza el lector en el ʺinforme de la comisi?n del Tribunal Internacional Por los Derechos de la Naturaleza sobre el caso Tipnisʺ, m?s se ve abrumado por la pol?tica ambiental del presidente boliviano Evo Morales.
Este texto (ver documento adjunto), redactado por tres miembros del tribunal, acaba de ser difundido p?blicamente y fue entregado al gobierno boliviano el mi?rcoles 16 de enero. El informe pide expresamente que la justicia tome sanciones contra las autoridades del pa?s a prop?sito del caso Tipnis (Territorio Ind?gena y Parque Nacional Isiboro-S?cure), por ʺviolaciones repetidas de los derechos de la Tierra Madreʺ. Este tribunal internacional fue creado en 2014 y se propone juzgar, gracias a especialistas del tema, las violaciones de los derechos ambientales en el mundo. Alberto Acosta, Shannon Biggs y Enrique Viale (respectivamente economista ecuatoriano, activista medioambiental estadounidense y abogado argentino), acompa?ados por Hana Begovic, de la Alianza para los derechos de la naturaleza, fueron a Bolivia en agosto de 2018 para verificar por sus propios ojos la situaci?n del Tipnis.
En noviembre de 2017, al mismo tiempo que la COP23 de Bonn, el Tribunal por la defensa de los derechos de la naturaleza fue informado sobre la situaci?n de esta reserva natural ind?gena, situada en el coraz?n de Bolivia. El parque beneficiaba hasta entonces de una protecci?n legal contra todo tipo de ʺalteraci?n humanaʺ, pero Evo Morales, en agosto de 2017, decidi? levantar esa protecci?n para poder construir una carretera que atravesar? la reserva de Norte a Sur. Sesenta kil?metros con una naturaleza excepcional y una biodiversidad incomparable.
Alberto Acosta, uno de los miembros del tribunal que visit? el Tipnis, explica: ʺEn la Amazonia, un kil?metro de carretera asfaltada da lugar a 3 o incluso 4 kil?mtros de caminos anexos. Se imaginan ustedes entonces el impacto de esos 60 kil?metros.ʺ Y para el economista, la idea de construir una carretera ʺrespetuosa del medio ambienteʺ, tal como lo dijo el gobierno boliviano, carece completamente de sentido: ʺEso significa querer hacernos creer que Dr?cula es vegetariano y que puede, de ahora en adelante, hacerse cargo del banco de sangreʺ.
Seg?n este especialista, esa carretera tendr? forzosamente un impacto fuerte sobre el medio ambiente y si ha habido una reacci?n internacional sobre este asunto es porque esa carretera se ha transformado en el s?mbolo de las promesas olvidadas de un gobierno que se reivindicaba, cuando fue elegido en 2006, ind?gena y protector de la Madre Tierra?
Ese parque natural protegido va a ser literalmente cortado en dos, poniendo as? en peligro el ecosistema de 858 vertebrados diferentes, entre los cuales algunos que ya est?n en peligro de extinci?n, as? como el modo de vida de los Chima, de los Yucarar? y de los Moje?os, poblaciones ind?genas que hab?an sabido hasta ahora conservar su modo de vida tradicional.
Es un viejo proyecto de todos los gobiernos bolivianos desde 1990, provoc? muchas movilizaciones a escala nacional. Durante las nueve ?marchas ind?genas?, los ?anti-carretera? recorrieron miles de kil?metros hasta La Paz, antes de enfrentarse, en la mayor?a de los casos, a la represi?n policial que provoc? un total de 74 heridos en 2011.
Pablo Sol?n es un activista medioambiental que trabaj? ?estrechamente? con Evo Morales, en el marco de varios gobiernos, sobre temas medioambientales. Para ?l, que fue tambi?n embajador de Bolivia en la ONU, el Tipnis ?no es lo m?s grave?. Si ese parque se ha vuelto emblem?tico, ?es porque de pronto la contradicci?n entre el discurso y la realidad nos salta a la vista?; nos recuerda que en t?rminos de impacto medioambiental, ?lo que sucede en el coraz?n del Tipnis no es nada, comparado a lo que vivimos, cada a?o, cada d?a, en el pa?s.?
En Bolivia, cada a?o, son quemadas entre 200.000 y 250.000 hect?reas de selva ?equivalente a la isla de La Reuni?n. La agricultura sobre chamizado (selva quemada) es practicada intensamente en el pa?s. Esta deforestaci?n permite el desarrollo de mega proyectos, como las represas hidroel?ctricas del Bala o del Chepete que, una vez construidas, inundar?n espacios tan vastos como cinco veces la ciudad de La Paz y ocasionar?n el desplazamiento de m?s de 5.000 personas.
El objetivo de Evo Morales es el de transformar a Bolivia en ?el coraz?n energ?tico de Am?rica del Sur.? Mientras tanto, el hecho de cortar ?rboles permite desde ya, abrir un espacio para la ganader?a y para la soja transg?nica. Bolivia ya forma parte de los diez pa?ses del mundo cuyo porcentaje de deforestaci?n por cabeza es m?s elevado. En la regi?n de Santa Cruz (al Este del pa?s), la agroindustria prospera sin ser para nada molestada por el gobierno, el que le facilita incluso la implantaci?n. En 2011, por ejemplo, el Parlamento vot? la ley 144, un texto que ?regula? los OGM pero no los proh?be.
Hoy, seg?n las estimaciones de diferentes centros bolivianos de investigaci?n sobre la agricultura, el 100% de la soja cultivada en Bolivia ser?a OGM. Una soja resistente al glifosato, con el cual se trata cada a?o un mill?n de hect?reas. Para Pablo Sol?n, Evo Morales habr?a cedido ante los agricultores del Este del pa?s ?para comprar as? la paz social. Ahora, puede ir tranquilamente a los diferentes salones de la agricultura en Santa Cruz. Antes, antes no pod?a poner los pies en ellos.?.
Coca?na y acoso
Una parte de los productores de coca qued? tambi?n muy satisfecha con la pol?tica de Evo Morales y con sus nuevas orientaciones en materia de medio ambiente. El presidente boliviano, que era ?l mismo productor y dirigente sindical agr?cola, permite, poco a poco, la ampliaci?n de las superficies de producci?n de coca en regiones en las que la planta producida es sin embargo amarga, poco propicia a ser masticada. Son regiones m?s bien conocidas por estar en el centro del narcotr?fico ?en particular, la regi?n de Chapare, al l?mite del Tipnis.
En el parque ind?gena, una zona est? ?colonizada? por los productores de coca, llamados ?cocaleros.? En un principio, limitados a una zona reservada, mordisquean poco a poco el terreno del parque, lo que implica una importante deforestaci?n. Y en ese sentido, los expertos temen que la futura carretera permita a los productores de extenderse m?s a?n.
Alertados por las poblaciones ind?genas del parque sobre la situaci?n del ?Pol?gono 7?, los miembros de la comisi?n del Tribunal para los derechos de la Naturaleza intentaron, en el transcurso de su visita de agosto de 2017, ingresar en la zona en la que est?n implantados los cocaleros. Pero, sin embargo, el acceso les fue denegado antes de haber sido detenidos durante varias horas, sin intervenci?n policial alguna, por unos cincuenta productores de coca.
Para Alberto Acosta, el territorio es una ?zona sin derecho alguno?: ?Son los productores de coca quienes dictan la ley. Por ejemplo, para atravesar un puente, los camiones militares se ven obligados a pedir a los cocaleros un permiso especial.? Despu?s de este incidente, el Ministro del Interior, Carlos Romero, calific? a la comisi?n de ?no oficial? y su informe fue calificado de ?documento sin valor.?
Si bien es cierto que este Tribunal por los derechos de la Naturaleza es una iniciativa de los ciudadanos y que no goza de un reconocimiento internacional, ?ste se basa ?legalmente? en la declaraci?n de Tiquipaya, un pueblo boliviano que se encuentra en el centro del pa?s, donde en 2014 fue organizada la conferencia mundial de los pueblos sobre el cambio clim?tico y la defensa de la vida, convocada por? el propio Evo Morales.
Como miles de bolivianos, especialistas y activistas internacionales, Shannon Biggs y Alberto Acosta estaban presentes y recuerdan a?n el entusiasmo de entonces ante la idea de reunir una serie de ?proposiciones destinadas a la comunidad internacional con el objetivo de preservar la vida y de luchar contra el cambio clim?tico.? El discurso de Evo Morales fue impresionante, se dirigi? ?a los pueblos del mundo?, llamando a ?decidir sobre el futuro de la Madre Tierra?, el que concluy? gritando, ext?tico: ?El planeta o la muerte.?
Javier G?mez, director de un centro investigaci?n boliviano sobre el medio ambiente (el CEDLA), reconoce que en el momento de la llegada de Evo Morales al gobierno, se sinti? ?muy entusiasmado.? Tuvo, incluso, ?la oportunidad de formar parte del gobierno?, pero prefiri? ?mantenerse independiente?, comenta ahora. Enseguida, las relaciones se degradaron. La ONG empez? a criticar la pol?tica medioambiental ?atribuci?n de tierras- y tambi?n, la situaci?n en el Tipnis.
LA ONG se convirti? de esta manera en blanco de las cr?ticas p?blicas por parte de los miembros del gobierno, los que la acusaron de estar financiada por entidades extranjeras y de sembrar la discordia entre los movimientos sociales y la ONG. Los controles fiscales se multiplicaron, la presi?n administrativa aument?, los contratos de alquiler de los locales no les fueron renovados. La misma situaci?n le toc? vivir a la CEDIB, otro centro de investigaciones particularmente cr?tico, o a la Fundaci?n Tierra.
Seg?n Pablo Sol?n, Evo Morales no tiene la excusa de la realidad de la gesti?n del poder, en un mundo globalizado que amordaza los ideales medioambientales. ?Los OGM son un claro ejemplo de ello ?explica. En 2010, el gobierno ten?a todas las posibilidades de tomar un rumbo agroecol?gico, pero decidi? no hacerlo.? Ahora bien, seg?n su opini?n, no prevalecieron solo las bajas razones electorales: ?El presidente boliviano quiere, ante todo, quedarse en el poder. La agroecolog?a es una agricultura de los peque?os de abajo. ?sta no genera enormes beneficios que se vierten luego en las arcas del Estado y no enriquece a los grandes agricultores, esos mismos de los que Evo Morales busca los votos y el apoyo.?
Hoy, Evo Morales sigue su camino, el del desarrollo a toda costa, pero condena al pa?s a una l?gica de extracci?n de materias primas y a una huella ecol?gica desastrosa. Para Pablo Sol?n y otros activistas medioambientales, el gobierno prev? incluso, pr?ximamente, la puesta en pr?ctica de la fractura hidr?ulica.
VER M?S: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=251709
Fuente: http://www.mediapart.fr/journal/international/170119/sur-l-environnement-evo-morales-fait-le-contraire-de-ce-qu-il-professe