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Palestina: Abbas no podr? ignorar las protestas sociales en Cisjordania

Sin Permiso :: 30.01.19

La huelga general por la ley de seguridad social se suma a la constante rivalidad entre Fatah y Hamas, el aumento de las incursiones del ej?rcito israel? en Ramallah y la aparente indiferencia del presidente palestino a todo ello.
?Ladrones, ladrones, una banda de ladrones?, fue la consigna favorita de los manifestantes el martes 15 de enero. Gritaban bajo de las oficinas del Instituto de Seguridad Social palestino en el centro de El Bireh, al norte de Ramallah, en Cisjordania. Expresaban su opini?n sobre todo el aparato pol?tico-burocr?tico que controla su vida, desde el humilde empleado al hombre en la c?spide: Mahmoud Abbas, aunque no lo mencionaran por su nombre.

Palestina: Abbas no podr? ignorar las protestas sociales en Cisjordania
Amira Hass 20/01/2019
Sin Permiso

La huelga general por la ley de seguridad social se suma a la constante rivalidad entre Fatah y Hamas, el aumento de las incursiones del ej?rcito israel? en Ramallah y la aparente indiferencia del presidente palestino a todo ello.

?Ladrones, ladrones, una banda de ladrones?, fue la consigna favorita de los manifestantes el martes 15 de enero. Gritaban bajo de las oficinas del Instituto de Seguridad Social palestino en el centro de El Bireh, al norte de Ramallah, en Cisjordania. Expresaban su opini?n sobre todo el aparato pol?tico-burocr?tico que controla su vida, desde el humilde empleado al hombre en la c?spide: Mahmoud Abbas, aunque no lo mencionaran por su nombre.

Eran totalmente indiferentes al hecho de que ese mismo d?a 15 de enero ten?a programado hablar en la Naciones Unidas como parte de lo que ?l y sus portavoces han descrito como otro logro palestino importante: la transferencia de la presidencia del Grupo de los 77 , una coalici?n de naciones en desarrollo, al Estado de Palestina, a pesar de su condici?n de observador en la ONU.

La huelga general, organizada por el sector privado en Cisjordania, que tuvo lugar en paralelo a la manifestaci?n interesa a la gente mucho m?s que otro gesto internacional de reconocimiento ceremonial a un estado que solo existe en el papel.

?Por qu? la manifestaci?n, m?s all? de la exigencia de revocar la ley de la seguridad social, significa que una nueva din?mica de uni?n comienza a tomar forma? ?O era s?lo una m?s de las poderosas fuerzas centr?fugas que desgarran el sistema pol?tico palestino, dividi?ndolo en corrientes cada vez m?s separadas?

La fuerza perturbadora m?s poderosa(dejando a un lado la dominaci?n de Israel , con sus prohibiciones y restricciones de movimientos) es la rivalidad entre Hamas y Fatah. Esta ha alcanzado nuevas alturas en las ?ltimas tres semanas con acusaciones mutuas de traici?n.

El 22 de diciembre, Abbas anunci? la disoluci?n del Consejo Legislativo Palestino y la celebraci?n de nuevas elecciones para renovarlo en seis meses. Volver? a ello m?s adelante.

A finales de diciembre y principios de enero, las fuerzas de seguridad de Hamas detuvieron a decenas de partidarios de Fatah en toda la Franja de Gaza, convoc?ndolos para ser interrogados y dispersando violentamente una manifestaci?n conmemorativa de la fundaci?n de Fatah. Hamas prohibi? cualquier acto o manifestaci?n sobre ella.

En respuesta, las Fuerzas de Seguridad Preventivas, dominadas por Fatah, detuvieron a decenas de activistas de Hamas en Cisjordania. Una serie de personas desconocidas irrumpieron en las oficinas de la emisora de radio de la Autoridad Palestina y destruyeron sus equipos. La AP retir? a sus agentes de la frontera de Rafah con Egipto, provocando su cierre.

El 9 de enero, los miembros de Hamas del Consejo Legislativo en Gaza votaron una declaraci?n incapacitando a Abbas pol?ticamente para mantenerse como presidente. Los medios de comunicaci?n, leales a Abbas, no informaron de ello, pero el abismo entre el enclave de Gaza y los enclaves de la AP en Cisjordania contin?a ampli?ndose.

Ese d?a si se supo que los miembros electos de Hamas en Cisjordania no est?n recibiendo sus pensiones como antiguos miembros del Consejo Legislativo disuelto, a diferencia de los miembros de todos los otros partidos. Pero todo ello no les importaba a los manifestantes el martes 15 de enero. Han tomado sus distancias de los partidos pol?ticos, prueba de la disipaci?n de la cultura activista-ideol?gica que tanto caracteriz? en el pasado a la pol?tica palestina.

Adem?s de gritar consignas, algunos manifestantes hicieron sonar sus vuvuzelas, los cuernos de pl?stico tan populares en los partidos de f?tbol en Sud?frica. Una fila de polic?as y fuerzas nacionales de seguridad palestinas, respaldados por una valla m?vil, bloque? las calles al tr?fico e impidi? que los manifestantes se acercaran al Instituto de Seguridad Social. No utilizaron la violencia.

?Es probable que tengan miembros de sus familias que tambi?n se oponen a esta ley?, dijo uno de los manifestantes, que se?al? a un polic?a armado con sus compa?eros, fumando un cigarrillo.

Desde que los maestros de las escuelas p?blicas palestinas se organizaron hace tres a?os, en busca de mejores condiciones de trabajo, no ha habido ning?n movimiento social con participaci?n popular en toda Cisjordania. La ley de seguridad social fue firmada por Abbas como un decreto presidencial en 2016. Desde entonces se ha cambiado y mejorado, tras las cr?ticas por parte de grupos de la sociedad civil y los peque?os grupos de izquierda.

Pero ha habido una progresiva marginaci?n de los grupos que exigen m?s cambios en esta ley que apoyaban en general como parte de un sistema m?s amplio de justicia social y responsabilidad mutua. Pero ahora hay un gran movimiento popular que pide de manera generalizada la anulaci?n de la ley.

El hecho es que la campa?a de los profesores, que recibi? un amplio apoyo popular, fue ahogada por el aparato de seguridad de la AP y se disolvi? bajo amenazas y falsas promesas. Puede que como consecuencia de que los maestros eligiesen un comit? de representaci?n independiente y desafiasen el sistema que obliga a que personas cercanas a la AP y Fatah sean nombrados representantes sindicales.

Parece que los funcionarios de la AP est?n escuchando los argumentos en contra de la ley de seguridad social. Pueden tener miedo de las asociaciones y del efecto bola de nieve de la consigna utilizada por los manifestantes: ?el pueblo quiere la ley anulada?, que se hace eco de las consignas utilizadas en Egipto y T?nez durante la primavera ?rabe. Adem?s, su evaluaci?n puede ser que el movimiento actual es suficientemente amorfo como para poder desafiar su monopolio de la representaci?n pol?tica.

El martes 15 de enero, cuando la ley entr? en vigor, el supervisor del Instituto de Seguridad Social anunci? m?s cambios que mejorar?an los derechos de los trabajadores y aumentar?an su representaci?n. Declar? que no se anular?a la ley, pero admiti? que hubo errores en la manera como los responsables de la ley comunicaron su importancia.

Todas las explicaciones tropezaron con la desconfianza p?blica e interpretaciones opuestas. De hecho, grupos de la sociedad civil y de izquierda que negocian la reforma de la ley, tampoco lograron transmitir su importancia.

En su lugar, se limitaron a observar c?mo en los ?ltimos seis meses, se forjaba una alianza entre los empleadores y los trabajadores asalariados que se oponen a la ley.
La objeci?n de los empleadores a reservar dinero para las pensiones de vejez o la licencia de maternidad est? clara, pero ?por qu? los empleados se oponen a que se garanticen sus beneficios en el futuro?

?Su seguro no es seguro,? pone una pancarta en la manifestaci?n. Otras consignas recuerdan que en las ?ltimas semanas el ej?rcito israel? ha entrado en Ramala todos los d?as, a plena luz del d?a, atacando tiendas y oficinas, confiscando las grabaciones de las c?maras de vigilancia o exigiendo los c?digos de acceso a Internet de las c?maras.

La gente se pregunta si hay alg?n mensaje oculto en estas redadas en los barrios identificados con la AP. No existe garant?a de seguridad social porque nada est? garantizado bajo el dominio israel?, pero tambi?n porque no se conf?a en las instituciones de la AP o en la integridad de sus altos funcionarios y empleados, que debe gestionar los fondos recaudados por Ley a la gente.

Una de estas instituciones es el Tribunal Constitucional, que recomend? la disoluci?n del Consejo Legislativo. El TC se estableci? en 2003 con el mandato de interpretar las cl?usulas poco claras de la constituci?n y la resoluci?n de conflictos entre el ejecutivo y el legislativo.

La ley fue cambiada r?pidamente en 2006 despu?s de que Hamas ganase las elecciones generales, y la nueva versi?n anula la capacidad del Consejo Legislativo para designar a sus jueces y la autoridad del TC para supervisar las acciones del presidente. Hasta 2016, no se designaron jueces para el Tribunal Constitucional, y despu?s, de pronto, se designaron nueve.

Una de las primeras decisiones del TC fue permitir que el presidente Abbas expulsase a miembros del parlamento, que fue lo que hizo con Mohammed Dahlan y sus partidarios en Fatah. Pero las muchas cr?ticas a la ilegalidad de estas decisiones y la falta de independencia del TC quedaron sin respuesta.

El Tribunal Constitucional ha recomendado ahora la disoluci?n del Consejo Legislativo. De hecho, el Consejo apenas ha estado activo desde que se estableci? en 2006. Los arrestos del ej?rcito israel? de miembros de Hamas y la negativa de Fatah a admitir su derrota electoral paralizaron el Consejo.

Despu?s de la guerra civil de 2007 y el establecimiento del r?gimen dual, con Hamas en Gaza y la AP en Ramala, el Consejo nunca se reuni? en Cisjordania, aunque sus miembros trataron de influir en las decisiones del gobierno y el debate pol?tico.

Los decretos presidenciales reemplazaron a las leyes. En Gaza, la facci?n de Hamas se re?ne con regularidad y aprueba las leyes que se aplican s?lo a Gaza. El periodo legal del Consejo expir? en 2010, el mismo a?o que el de Abbas en la presidencia.

Sin embargo, la existencia continuada del Consejo Legislativo siempre parec?a una v?a para la reanudaci?n de la actividad de las instituciones conjuntas en Cisjordania y Gaza, condici?n imprescindible para poner fin al enfrentamiento interno. Al anunciar la convocatoria en seis meses de las elecciones al Consejo Legislativo, Abbas no incluyo las elecciones presidenciales.

De todos modos, nadie cree que se celebrar?n las elecciones en seis meses, y si tienen lugar, s?lo tendr?n lugar en el enclave de Cisjordania, pero no en Jerusal?n o Gaza, lo que agravar? la brecha.

Abbas ha dejado claro que ya no le importa guardar la apariencia de una separaci?n de poderes y que la confrontaci?n interna impl?cita no es una tragedia. Con sus aduladores en Fatah, est? dispuesto a jugar su papel en la separaci?n de la Franja de Gaza de Cisjordania.

Amira Hass Corresponsal del diario israel? Haaretz en los Territorios Ocupados palestinos.


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