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El problema de ser jud?o y contrario a la ocupaci?n del territorio de Palestina por parte del estado de Israel

Marjorie Cohn :: 13.02.19

El 19 de julio de 2018, el Knesset israel? aprob? una ley que consagra ilegalmente un sistema de apartheid. La legislaci?n, que tiene la fuerza de una enmienda constitucional, dice: “El Estado de Israel es el hogar nacional del pueblo jud?o, en el que cumple con su derecho natural, cultural, religioso e hist?rico a la libre determinaci?n”. Contin?a, “El derecho a ejercer la autodeterminaci?n nacional en el Estado de Israel es exclusivo del pueblo jud?o”. No hay garant?a de autodeterminaci?n para los 1.8 millones de ?rabes que constituyen el 20 por ciento de la poblaci?n de Israel.

13-02-2019
El problema de ser “progresista excepto Palestina”

Marjorie Cohn
Consortiumnews

Traducci?n: Fernando Moyano

Como jud?a progresista, encuentro que muchos de mis familiares y amigos siguen siendo lo que llamamos “PEP”, progresista, excepto Palestina. En medio de las cada vez m?s graves injusticias creadas por el sistema israel? de apartheid y la ocupaci?n ilegal de las tierras palestinas por parte de Israel, ya es hora de que esto cambie.
Tengo la esperanza de que la “tormenta de fuego” provocada por la reciente columna de Michelle Alexander en el New York Times, “Time to Break the Silence on Palestine”, finalmente generar? el calor necesario para forzar a m?s personas y grupos de la izquierda a superar la hipocres?a fundamental de los “progresistas”, excepto el enfoque de Palestina.

Me inspir? profundamente la columna de Alexander y su decisi?n de hablar con sinceridad sobre la dificultad de superar el temor de una reacci?n violenta al tomar una posici?n p?blica contra la ocupaci?n israel? de Palestina.

Alexander hace una comparaci?n entre el riesgo asumido por los cr?ticos de Israel, y el riesgo que asumi? el Dr. Martin Luther King Jr. al criticar p?blicamente la guerra de Vietnam: “Aquellos que hablan p?blicamente en apoyo de la liberaci?n del pueblo palestino todav?a corren el riesgo de condena por contragolpe”.

Invocando la exhortaci?n del Dr. King de que “llega un momento en que el silencio es traici?n”, Alexander reflexiona sobre”las excusas y las racionalizaciones que me han mantenido en gran parte silenciosa sobre uno de los grandes desaf?os morales de nuestro tiempo: la crisis en Israel-Palestina”.

Las palabras de Alexander resonaron en m?, una jud?a que apoy? acr?ticamente a Israel durante muchos a?os hasta que vi los paralelismos entre la pol?tica estadounidense en Vietnam y la ocupaci?n de los territorios palestinos por parte de Israel. Mi activismo y mis escritos cr?ticos han seguido una trayectoria de Vietnam a Sud?frica, de Israel a Irak, a Afganist?n y otros pa?ses donde Estados Unidos contin?a con sus acciones militares imperiales.

Aunque muchos de mis art?culos son controvertidos, ya que critican las acciones del gobierno de los EEUU tanto bajo los reg?menes dem?cratas como republicanos, recibo el mayor rechazo en mis escritos sobre Israel-Palestina. Cuando analizo la ocupaci?n ilegal de Israel y los cr?menes contra los palestinos, a menudo me llaman un jud?o que se “odia a s? mismo”.

Mi propio camino

Nac? en 1948, el a?o en que Israel fue confeccionado cortando la tela palestina. Cuando se les encomend? encontrar un destino para los jud?os desplazados por el Holocausto, las Naciones Unidas eligieron Palestina. As? comenz? una ocupaci?n brutal e ilegal que contin?a hasta nuestros d?as.

En su libro, “Injusticia: La historia de la Quinta Fundaci?n de Tierra Santa”, el israel?-estadounidense Miko Peled describe la”campa?a de limpieza ?tnica de 1948 que se extend?a por Palestina como un incendio forestal, destruyendo todo lo que encontraba en un camino”. Los palestinos lo llaman la “Nakba”, palabra ?rabe para” cat?strofe “.

Mi familia no era religiosa pero est?bamos orgullosos de nuestra herencia jud?a. Mi padre luch? contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial y sus familiares murieron en el Holocausto. Mi abuela paterna fue una activista contra el zar durante los pogromos rusos. De camino a una prisi?n de Siberia, escap? y, a la edad de 18 a?os, abord? un barco con destino a los Estados Unidos.

Veneramos a Israel como la patria de los jud?os. En el Seder de la Pascua, levant?bamos nuestras copas e enton?bamos ??El pr?ximo a?o en Jerusal?n!? En la Escuela Dominical, reunimos monedas para plantar ?rboles en Tierra Santa. No fue hasta que me fui de casa que aprend? la verdad sobre Israel y me convert? en un cr?tico abierto de sus pol?ticas.

En 1967, durante mi primer a?o en Stanford, llegu? a oponerme a la guerra en Vietnam y me un? a The Resistance, un grupo de resistentes al reclutamiento y sus aliados. El a?o siguiente, me inscrib? en Students for a Democratic Society, donde aprend? que la guerra no fue un evento aislado, sino parte de una larga historia del imperialismo estadounidense. Pero a?n no sab?a que la guerra que lanz? Israel en 1967 “complet? su ocupaci?n de Palestina”, en palabras de Peled.

El movimiento contra la guerra de Vietnam en Stanford desafi? mis suposiciones de larga data sobre la pol?tica exterior de los Estados Unidos. Mi compromiso de poner fin a una guerra injusta contra un pueblo que lucha por la liberaci?n finalmente me abri? los ojos a la dif?cil situaci?n del pueblo palestino y al papel de Israel en la represi?n.

Despu?s de la universidad, fui a la escuela de leyes y me convert? en una abogada popular. Me un? al National Lawyers Guild, una organizaci?n pol?tico-legal progresista de la que luego me desempe?? como presidente. El lema gu?a de NLG es: “Los derechos humanos son m?s sagrados que los intereses de propiedad”. En el NLG, conoc? a muchas personas que criticaron las pol?ticas ilegales de Israel y la complicidad de EEUU en ellas.

En 1977, el NLG envi? una delegaci?n a Israel y Palestina. El informe que emitieron fue el primer an?lisis exhaustivo de las pr?cticas de Israel, publicado por una organizaci?n no gubernamental dedicada a la protecci?n de los derechos humanos. Se documentaron violaciones de los Convenios de Ginebra de 1949 por parte de Israel como ocupante beligerante de Cisjordania y Gaza.

Las acusaciones en el informe me perturbaron enormemente. Describieron el maltrato de Israel a los palestinos, incluidas las demoliciones de casas, la detenci?n administrativa y la tortura. El informe document? palizas, quemaduras con cigarrillos, permanecer de pie durante mucho tiempo expuesto al calor o fr?o, rociar con agua fr?a o caliente, cortar el cuerpo con cuchillas de afeitar, ser mordido por perros, privaci?n sensorial, sodomizar con botellas o palos, insertar cables en el pene, descargas el?ctricas en partes sensibles del cuerpo y suspensi?n del piso con las manos o los pies atados a un dispositivo de polea. Leer los estudios de caso me enferm? f?sicamente.

Apartheid, desde Sud?frica a Palestina.

Alexander, autor de “The New Jim Crow: Encarcelaci?n en masa en la era de la ceguera al color” escribi? que algunas de las pr?cticas de Israel son “una reminiscencia del apartheid en Sud?frica y la segregaci?n de Jim Crow en los Estados Unidos”.

Despu?s de que los palestinos lanzaron la segunda intifada, o levantamiento, los miembros del NLG fueron a la regi?n y publicaron un informe. en 2001. Se document? un sistema de apartheid en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, as? como el apoyo no cr?tico de Estados Unidos a Israel.

Ese informe describe los asentamientos ilegales y las carreteras de circunvalaci?n, el movimiento restringido de los palestinos, las pol?ticas discriminatorias sobre la tierra, el tratamiento diferencial de los jud?os y los palestinos no jud?os y la vigilancia israel? de la expresi?n pol?tica palestina. Tambi?n analiz? el uso indiscriminado y excesivo de la fuerza letal contra los palestinos, el uso indiscriminado y excesivo de la fuerza contra la propiedad palestina, el retraso y la prevenci?n del tratamiento m?dico y el castigo colectivo contra los palestinos.

El arzobispo de Sud?frica, Desmond Tutu, ganador del Premio Nobel de la Paz, se?al? las similitudes entre el apartheid en su pa?s y la opresi?n de los palestinos por parte de Israel. ?Mi voz siempre se alzar? en apoyo de los lazos entre cristianos y jud?os y en contra del antisemitismo que todas las personas sensibles temen y detestan. Pero esto no puede ser una excusa para no hacer nada y dejar de lado que los sucesivos gobiernos israel?es colonizan Cisjordania y promueven leyes racistas”, escribi? Tutu en un art?culo del Tampa Bay Times. Se?al? “el robo de tierras palestinas por parte de Israel” y “las colonias exclusivamente jud?as construidas en tierras palestinas en violaci?n del derecho internacional”.

Tutu cit? un informe de 2010 de Human Rights Watch que ?describe el sistema de leyes, normas y servicios de dos niveles que Israel opera para las dos poblaciones en ?reas de Cisjordania bajo su control exclusivo, que brindan servicios, desarrollo y beneficios preferenciales. para los colonos jud?os mientras imponen duras condiciones a los palestinos”. Tutu escribi?: “Esto, seg?n mi libro, es apartheid. Es insostenible”.

El 19 de julio de 2018, el Knesset israel? aprob? una ley que consagra ilegalmente un sistema de apartheid. La legislaci?n, que tiene la fuerza de una enmienda constitucional, dice: “El Estado de Israel es el hogar nacional del pueblo jud?o, en el que cumple con su derecho natural, cultural, religioso e hist?rico a la libre determinaci?n”. Contin?a, “El derecho a ejercer la autodeterminaci?n nacional en el Estado de Israel es exclusivo del pueblo jud?o”. No hay garant?a de autodeterminaci?n para los 1.8 millones de ?rabes que constituyen el 20 por ciento de la poblaci?n de Israel.

Tutu hizo un llamado a ?personas y organizaciones de conciencia para que se deshagan de. . . Caterpillar, Motorola Solutions y Hewlett Packard, que se benefician de la ocupaci?n y subyugaci?n de los palestinos”. Abogaba por la participaci?n en el movimiento no violento de Boicot, Desinversi?n y Sanciones (BDS), que Alexander tambi?n menciona en su columna.

Cuando los representantes de la sociedad civil palestina lanzaron BDS en 2005, hicieron un llamado a “organizaciones de la sociedad civil internacional y personas de conciencia de todo el mundo para imponer amplios boicots e implementar iniciativas de desinversi?n contra Israel similares a las que se aplicaron a Sud?frica en la era del apartheid … incluyendo embargos y sanciones contra Israel”.

Israel contin?a atacando Gaza, descrita como la ?prisi?n al aire libre? m?s grande del mundo, ya que Israel mantiene un bloqueo estricto, restringiendo todo ingreso y egreso. Los titulares en los principales medios de comunicaci?n retratan falsamente una equivalencia de potencia de fuego entre israel?es y palestinos en Gaza. Pero el uso de la fuerza por parte de Israel excede en gran medida al de los palestinos, y la guerra asim?trica contin?a aumentando.

En 2014, Israel mont? una ofensiva llamada “Operaci?n Protectora”, que bombarde? sin descanso contra Gaza durante casi dos meses y mat? a 2.251 palestinos, la mayor?a de ellos civiles. El n?mero de palestinos heridos fue de 11,231, incluyendo 3,540 mujeres y 3,436 ni?os. Del lado israel?, seis civiles y 67 soldados murieron y 1.600 resultaron heridos. Decenas de miles de palestinos perdieron sus hogares y la infraestructura sufri? graves da?os. Israel atac? numerosas escuelas, lugares de refugio sancionados por la ONU, hospitales, ambulancias y mezquitas.

Cuando la Operaci?n se estaba terminando, el NLG y otras organizaciones legales enviaron una carta al fiscal general de la Corte Penal Internacional, inst?ndola a investigar cr?menes de guerra, genocidio y cr?menes de lesa humanidad en Gaza cometidos por Israel y ayudados e instigados por los l?deres de Estados Unidos. La carta estaba basada en un art?culo que escrib? documentando esos cr?menes.

Criticar a Israel no es ser antisemita

Me he vuelto muy cr?tica con Israel. Como miembro activo del Subcomit? de Palestina del NLG, escribo art?culos frecuentes y hago comentarios de los medios de comunicaci?n sobre las violaciones de Israel al derecho internacional. Tambi?n soy miembro de Jewish Voice for Peace y trabajo en apoyo de BDS.

A?os despu?s de leer por primera vez el informe de la delegaci?n de NLG de 1977, visit? la isla de Ellis, donde mis abuelos llegaron a los Estados Unidos. Ahora es un museo. Mientras recorr?a la ruta por la que viajaban, me sent? muy emocionada por lo que soportaron. Pero mis sentimientos profundos sobre el sufrimiento de mis ancestros durante el Holocausto no son inconsistentes con mis cr?ticas a Israel por someter a los palestinos a un tipo diferente de opresi?n.

A medida que surgen historias sobre el asesinato por parte de Israel de manifestantes desarmados en la frontera de Gaza durante la Gran Marcha del Retorno, cada vez es m?s dif?cil ignorar los hechos. Sin embargo, incluso aquellos que ven la verdad sobre la opresi?n de los palestinos por parte de Israel, se preocupan por las represalias por hablar.

Alexander describe el silencio de muchos activistas y grupos de derechos civiles, “no porque carezcan de preocupaci?n o simpat?a por el pueblo palestino, sino porque temen perder fondos de fundaciones por falsos cargos de antisemitismo”. Ella mencion? el caso de Bah?a Amawi, ciudadana estadounidense de ascendencia palestina, que perdi? su trabajo en la escuela primaria de Texas el a?o pasado despu?s de negarse a prometer por escrito que no participar?a en el movimiento BDS. En Twitter, el periodista Glenn Greenwald se?al? el grave peligro que las leyes contra el BDS representan para la libertad de expresi?n

“La proliferaci?n de estas leyes, donde a los ciudadanos estadounidenses se les proh?be el trabajo o los contratos a menos que prometan no boicotear a Israel, es la mayor amenaza de la libertad de expresi?n en los Estados Unidos. Se le permite boicotear otros estados, y a EEUU, ?Pero no este pa?s extranjero!”

Existe una falsa equivalencia entre criticar a Israel y ser antisemita. Cualquier cr?tica a la pol?tica israel? est? etiquetada como antisemitismo, a pesar de que muchos jud?os, incluidos los miembros de Jewish Voice for Peace, Jewish Center for Nonviolence and IfNotNow, se oponen a la ocupaci?n.

El movimiento BDS no es antiisrael?, ya que apunta a las pol?ticas, no al pueblo, de Israel. Y las acciones contra las pol?ticas de Israel, incluido el BDS, no equivalen al antisemitismo. Rafeef Ziadah, portavoz del Comit? Nacional Palestino de Boicot, Desinversi?n y Sanciones, dice : “Desde el principio, el movimiento BDS se ha opuesto sistem?tica y categ?ricamente a todas las formas de racismo, incluido el antisemitismo y la islamofobia”.

El activista de derechos humanos palestino Omar Barghouti escribi? en The New York Times en 2014: “Argumentar que boicotear a Israel es intr?nsecamente antisemita no solo es falso, sino que tambi?n supone que Israel y ‘los jud?os’ son lo mismo. Esto es tan absurdo e intolerante como afirmar que un boicot de un estado autodefinido como isl?mico, Arabia Saudita, por ejemplo, debido a su horrible historial de derechos humanos, ser?a necesariamente islamof?bico”.

Aunque muchos persisten en equiparar la condena de Israel con el antisemitismo, grupos como Jewish Voice for Peacecontin?an ganando terreno. Los jud?os est?n cada vez m?s dispuestos a examinar los hechos sobre el terreno en Israel y en los territorios palestinos ocupados.

Y aunque el Congreso, dominado por el poderoso lobby israel?, contin?a dando m?s dinero a Israel que cualquier otro pa?s, dos nuevos miembros del Congreso, los Representantes Ilhan Omar (D-Minnesota) y Rashida Tlaib (D-Michigan), apoyan el BDS.

Alexander es optimista: “Parece haber una mayor comprensi?n de que las cr?ticas a las pol?ticas y pr?cticas del gobierno israel? no son, en s? mismas, antisemitas”.

Nosotros, en la comunidad jud?a, tenemos la responsabilidad especial de luchar contra el sistema israel? de apartheid y su ocupaci?n ilegal de las tierras palestinas. El movimiento BDS es un arma efectiva en esta lucha. Insto a mis compa?eros jud?os a unirse al BDS y me opongo a las pol?ticas ilegales e inhumanas de Israel en todo lo que puedan.

Marjorie Cohn es profesora em?rita de la Escuela de Leyes Thomas Jefferson, ex presidenta del National Lawyers Guild, secretaria general adjunta de la Asociaci?n Internacional de Abogados Dem?cratas y miembro de Jewish Voice for Peace. Su libro m?s reciente, “Drones y asesinato selectivo: asuntos legales, morales y geopol?ticos” , contiene un cap?tulo que analiza el caso de asesinato selectivo de Israel.

Fuente: https://consortiumnews.com/2019/02/06/the-progressive-except-palestine-problem/


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