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Las Primeras Naciones o pueblos originarios de Canad?

El Salto :: 28.02.19

Estamos heredando la toma de conciencia representada por Idle No More (no m?s inacci?n), un movimiento ind?gena que se extendi? desde Canad? a Estados Unidos en 2013, y estamos d?ndole a?n m?s impulso a este movimiento con la creaci?n de conexiones sobre el terreno entre cultura, territorio y soberan?a.

PUEBLOS ORIGINARIOS
La organizaci?n de los ind?genas urbanos en Canad?
En lo que llamamos Canad?, las organizaciones ind?genas urbanas est?n reimpulsando una lucha de d?cadas para redefinir la soberan?a ind?gena en las calles de la ciudad.

El Salto
2019-02-28 06:00:00

?Os he tra?do agua?, le dije al variopinto grupo de seis personas que portaba nuestra pancarta, que rezaba: ?Todos los pueblos unidos con los wet?suwet?en? por el carril por el que salen cargados los tr?ilers del puerto de Vancouver. Hab?amos estado cinco horas parados, cambiando de posici?n.

30 metros m?s all?, 200 personas formaban un cuadrado en la intersecci?n de las calles Hastings y Clark Drive, bloqueando tr?ilers, autobuses y conductores que se dirig?an a las torres de cristal del centro. En medio de la intersecci?n, los ancianos de los pueblos locales cantaban y tocaban tambores. Girando sobre sus pies, honraban a los cuatro puntos cardinales: el norte, el sur, el este y el oeste.

Volv? a la intersecci?n y me qued? con el hombre de la marcha de ayer. Se hab?a abierto paso entre la multitud, ofreciendo a la gente salvia para el sahumerio, una ceremonia de limpieza com?n. Tendi? las manos.

?Tengo que irme pronto. A ti todav?a no te he sahumado. Quiero darte esto?. Ten?a en las manos concha de abul?n, la medicina ardiente, y unas plumas. Luego me mir? fijamente a los ojos y dijo: ?Te veo. Te vemos?.

Las l?grimas me nublaron la vista. Llev? el cuenco de sahumerio a la mesa que hab?a en la carpa y quit? de en medio las bolsas de patatas fritas y los envases de pl?stico de las magdalenas. Hice el sahumerio. La medicina flotaba en el aire y Dennis, el hombre de Moricetown para el pueblo de los wet?suwet?en, se march? rumbo al este. Sostuve las plumas hasta que, exhausto y triunfal, nos marchamos de aquella intersecci?n cuando cay? el crep?sculo invernal al final de la tarde.
* * *
Ese d?a, el 9 de enero de 2019, los organizadores nativos urbanos lideraron un bloqueo de seis horas al puerto de Vancouver. Respondimos a los ataques de la Real Polic?a Montada de Canad?, el cuerpo policial paramilitar canadiense, contra los wet?suwet?en, que llevaban reocupando su territorio desde 2010.
El Tribunal Supremo de Columbia Brit?nica hab?a autorizado a la Polic?a Montada a despejar el camino por la fuerza para la fase de construcci?n del gasoducto por fractura hidr?ulica (fracking) de Coastal GasLink. Nuestro objetivo era el puerto porque es uno de los lugares de mayor valor econ?mico de Vancouver, a trav?s del cual pasa cada hora mercanc?a valorada en cientos de miles de d?lares. Nuestro objetivo era el puerto porque quer?amos mostrarle al Estado colonialista que los pueblos ind?genas no se iban a quedar sentados en silencio mientras atacaban a nuestros primos y compa?eros.

Desde el 10 de diciembre de 2018 hemos organizado cinco acciones solidarias en Vancouver. Hemos ocupado las oficinas corporativas de Coastal GasLink; hemos organizado tres sentadas simult?neas en las oficinas de los pol?ticos del Nuevo Partido Democr?tico
Desde el 10 de diciembre de 2018 hemos organizado cinco acciones solidarias en Vancouver. Hemos ocupado las oficinas corporativas de Coastal GasLink; hemos organizado tres sentadas simult?neas en las oficinas de los pol?ticos del Nuevo Partido Democr?tico (NDP por sus siglas en ingl?s), el partido ?progresista? de Columbia Brit?nica bajo cuyo mandato act?a la Polic?a Montada; hemos liderado una marcha por el centro de la ciudad que bloque? dos puentes; hemos movilizado a 1.500 personas en las calles de Vancouver para que escuchen discursos inspiradores; y, m?s recientemente, hemos bloqueado una l?nea ferroviaria que entra y sale del puerto.

Estas acciones han sido actos de solidaridad fuertes y justos con el pueblo wet?suwet?en en el norte de Columbia Brit?nica. Como organizadores nativos urbanos, apoyamos a nuestros primos y compa?eros wet?suwet?en.

Una de las organizaciones m?s famosas fue el movimiento de ind?genas soberanistas Poder Rojo, que fue el movimiento m?s activo y visible entre la d?cada de los 60 y la de los 80
Este es un momento de organizaci?n intenso, pero dentro de nuestras propias comunidades hablamos con calma sobre la ausencia de una organizaci?n constante de los nativos urbanos al margen de los momentos cr?ticos de las acciones de solidaridad que a menudo realizamos en la ciudad a favor de los defensores de las tierras ind?genas en los frentes lejanos. En el Canad? colonial y de colonos, esos momentos cr?ticos se producen inevitablemente cada pocos a?os, pero nuestra organizaci?n no se prolonga m?s all? de esas reacciones a las violaciones de la soberan?a ind?gena sobre el territorio.

Muchos de nosotros nos preguntamos: ?d?nde est? nuestro movimiento?
Pueblos originarios Canad?
Protestas de los pueblos originarios del actual territorio de Canad?. Foto: Murray Bush ROAR MAGAZINE
LAS RA?CES DEL PODER ROJO
La historia de la organizaci?n de los nativos urbanos en Canad? y Estados Unidos es incre?ble. Una de las organizaciones m?s famosas fue el movimiento de ind?genas soberanistas Poder Rojo, que fue el movimiento m?s activo y visible entre la d?cada de los 60 y la de los 80. Se organizaron muchos grupos durante el Poder Rojo pero, quiz?s, la organizaci?n m?s conocida a nivel popular es el Movimiento Ind?gena Estadounidense.
En 1969, la reocupaci?n de la isla de Alcatraz, en la bah?a de San Francisco, durante 19 meses consigui? que los principales medios de comunicaci?n les dieran una gran cobertura medi?tica
El Poder Rojo se desencaden? cuando los derechos pesqueros de los ind?genas, garantizados por tratados, se vieron amenazados. Como respuesta, los activistas ind?genas del Estado de Washington organizaron ?pescadas?, arriesg?ndose a ser detenidos por pescar en sus propias aguas. M?s tarde, en 1969, la reocupaci?n de la isla de Alcatraz, en la bah?a de San Francisco, durante 19 meses consigui? que los principales medios de comunicaci?n les dieran una gran cobertura medi?tica, lo que impuls? el asunto de la soberan?a y los derechos de los nativos al debate p?blico. El Poder Rojo fue un movimiento panindigenista que se dedic? a la unidad de los diversos pueblos ind?genas frente a los estados colonialistas de Estados Unidos y Canad?.

Las historias de Poder Rojo se cuentan de muchas maneras. Muchos de los que vivieron en aquella ?poca hablan de la interiorizaci?n en el movimiento de los roles de g?nero colonizados y c?mo esto afect? al liderazgo de las mujeres y la gente de dos esp?ritus [personas con patrones de conducta femeninos y masculinos]. Y muchos contadores de historias est?n de acuerdo en que las pol?ticas del Poder Rojo pasaron de tener un sentido de unidad panind?gena con el objetivo de revitalizar determinadas pr?cticas culturales y espirituales a ser pol?ticas acerca de los pueblos particulares. En la pr?ctica, esto se tradujo a menudo en el abandono de la ciudad como lugar de organizaci?n y la vuelta a las reservas o comunidades rurales ind?genas.

Hay muchos factores que explican este cambio, pero, desde mi punto de vista, fue el resultado complejo de los cambios internos en la conciencia dentro del movimiento Poder Rojo y de fuerzas externas, entre las que se encuentran el Programa de Contrainteligencia (COINTELPRO) del FBI, que ten?a como objetivo el Movimiento Ind?gena Estadounidense; los discursos de multiculturalidad claramente establecidos por la Ley de Multiculturalismo de Canad? de 1988; la respuesta de los Estados colonialistas a los movimientos m?s numerosos de la era de los derechos civiles, que distribuyeron dinero a la educaci?n y amenazaron la existencia de los movimientos sociales al ofrecerles rutas de entrada a la clase media; y, en los Estados Unidos, pol?ticas de discriminaci?n positiva.
Con este alejamiento de la identidad y de la unidad panind?gena, los pueblos ind?genas de Canad? y de Estados Unidos empezaron a volver a sus comunidades en los territorios tradicionales o a las reservas en Canad? y en Estados Unidos
Con este alejamiento de la identidad y de la unidad panind?gena, los pueblos ind?genas de Canad? y de Estados Unidos empezaron a volver a sus comunidades en los territorios tradicionales o a las reservas en Canad? y en Estados Unidos. Los pueblos ind?genas, adem?s, empezaron con fuerza a reaprender y revitalizar sus idiomas, pr?cticas culturales y espirituales y sus estructuras de gobierno hereditarias a las que, durante siglos, los gobiernos colonialistas hab?an atacado y criminalizado. Las reocupaciones ind?genas de los territorios tradicionales, como los wet?suwet?en en el norte de Columbia Brit?nica, son los frutos de la ?ltima ?poca del movimiento Poder Rojo.

Aun as?, algunos organizadores nativos urbanos sintieron la p?rdida de la pol?tica panindigenista: los pueblos ind?genas urbanos sin territorio natal al que volver no pueden conectar con el activismo basado en el territorio. Est? en cuesti?n lo que significa la soberan?a para los pueblos ind?genas de Canad? y Estados Unidos, y si podemos expandir nuestra idea de soberan?a de modo que establezcamos conexiones y alianzas entre las distintas experiencias y expresiones de indigenismo a principios del siglo XXI.

As? es como los nativos urbanos podemos hacer valer nuestra soberan?a como pueblo plenamente despojado de nuestros territorios tradicionales, por un lado, y que la ciudad sea un lugar leg?timo para las relaciones territoriales, por otro.
QUI?NES SON LOS NATIVOS URBANOS
En Canad?, m?s de la mitad de los ind?genas viven en centros urbanos, y m?s del 70% de los indios americanos y los nativos de Alaska viven en ciudades de los Estados Unidos. Muchos activistas del Poder Rojo en los Estados Unidos han sido alejados de las reservas y los han llevado a grandes ciudades bajo la Ley de Reubicaci?n Ind?gena de 1956. Hoy seguimos estando en las ciudades por muchas razones: porque sobrevivimos a la acogida de menores, a la violencia de g?nero, por adopci?n, porque buscamos empleo, por la herencia de las escuelas residenciales y el trauma intergeneracional, por las redes familiares rotas? Las razones son casi infinitas. En las ciudades, formamos comunidades fuertes de nativos urbanos. Creamos conexiones duraderas y afectuosas con muchos ind?genas de muchos pueblos de lo que se llama Canad?. Hacemos de la ciudad nuestro hogar.
Muchos ni siquiera sabemos cu?l es nuestra reserva. Las lagunas en nuestros recuerdos hist?ricos no son culpa nuestra a nivel individual: son los efectos del colonialismo
La realidad de la vida de los nativos urbanos a menudo choca con las expectativas que tienen los colonos de los ind?genas; aunque muchos de nosotros estamos arraigados a nuestras culturas, otros muchos, no. Aunque muchos de nosotros visitamos la reserva a menudo, otros muchos ni siquiera sabemos cu?l es nuestra reserva. Las lagunas en nuestros recuerdos hist?ricos no son culpa nuestra a nivel individual: son los efectos del colonialismo, que durante cientos de a?os ha intentado destrozar nuestros sistemas de parentesco, nuestras econom?as no capitalistas y nuestros conocimientos culturales.

Los movimientos ind?genas actuales hacen ?nfasis en volver a la tierra, llevando a muchos ind?genas soberanistas a reocupar territorios, participar en ceremonias y reaprender los idiomas y pr?cticas culturales. Reocupar los territorios es, quiz?s, la expresi?n m?s destacada de la soberan?a ind?gena, porque Canad? y Estados Unidos est?n activamente involucrados en una guerra sin fin por el territorio. El rechazo a ser confinados en reservas y el rechazo a que nos despojen de nuestros territorios hacen valer nuestra soberan?a en formas que contravienen las leyes y la legitimaci?n de los colonos. Estas trayectorias son sumamente inspiradoras y tienen un gran potencial para la nacionalidad ind?gena.

Pero esta ?poca de soberan?a ind?gena, que se expresa de un modo muy radical a trav?s de la reocupaci?n de territorios, hace que la participaci?n sea complicada para los nativos urbanos. Muchos de nosotros vivimos en la pobreza y nos enfrentamos a problemas de supervivencia en nuestras vidas cotidianas. Muchos de nosotros hemos huido de las comunidades debido a la violencia. Otros han cortado relaciones con las comunidades debido a los diversos efectos del colonialismo. Muchos de nosotros no podemos ?volver a casa?.
NATIVOS URBANOS EN SOLIDARIDAD CON WET?SUWET?EN
Entre esas dos tendencias, he luchado en silencio para crear un espacio para los nativos urbanos en el que establecer conexiones con nuestros primos y compa?eros de wet?suwet?en, o de otro sitio. En Vancouver, he organizado acciones con un grupo de coalici?n formado para un fin espec?fico que incluye a colonos y a ind?genas. Procedemos de diferentes organizaciones, posturas pol?ticas y contextos. El mayor punto de unidad que compartimos es el principio pol?tico de la soberan?a ind?gena y una creencia, por diferente que pueda ser dadas nuestras posiciones sociales e hist?ricas: la responsabilidad de responder a este momento de ataque colonialista a la soberan?a ind?gena en las calles.

Nuestro trabajo responde a dos desaf?os: uno es crear un lugar en los movimientos de soberan?a ind?gena para garantizar que las pol?ticas de defensa del territorio tambi?n ven la ciudad como territorio; el segundo es encontrar un lugar para las luchas ind?genas dentro de los movimientos de base urbanos basados en la lucha de clases, los cuales tienden a evitar las verdaderas fuerzas reales del colonialismo que tambi?n estructuran la ciudad.
En los ?ltimos dos meses, he notado un cambio. Nosotros, los nativos urbanos, estamos en las calles bloqueando puertos, l?neas de ferrocarril, hablando con libertad de nuestro derecho al territorio, a la soberan?a, a la nacionalidad
Adem?s de mi compromiso con la organizaci?n de solidaridad wet?suwet?en, he sido miembro durante los ?ltimos cuatro a?os de una organizaci?n anticapitalista y anticolonialista, Alliance Against Displacement (alianza contra el desplazamiento). El trabajo organizativo de nuestra comunidad ha tendido a centrarse en las luchas por los salarios bajos, las ciudades de personas sin techo en tiendas de campa?a y las luchas por los alquileres. M?s recientemente, hemos empezado una campa?a liderada por mujeres trans llamada Bread, Roses and Hormones (pan, rosas y hormonas) y una campa?a contra la polic?a en el barrio perif?rico de Surrey, llamada Anti-Police Surrey (Surrey antipolicial).

Desde los primeros a?os de participaci?n con Alliance Against Displacement, los ind?genas urbanos del grupo hemos querido empezar una campa?a de ind?genas urbanos. Hemos deseado hacerlo, lo hemos anhelado, hemos invertido muchas horas en las que nos hemos dedicado a teorizar c?mo deber?a ser una campa?a de ind?genas urbanos en la segunda d?cada del siglo XXI. Nos hemos reunido con ind?genas sin techo en las ciudades de tiendas de campa?as. Hemos organizado c?rculos de debate para personas que se autodefinen como ind?genas en Vancouver. Ha sido dif?cil encontrar la chispa que podr?a sustentar un movimiento, y eso es lo que, al fin y al cabo, esper?bamos construir con una campa?a.

En los ?ltimos dos meses de organizar acciones de solidaridad y asistencia en Vancouver, he notado un cambio. Nosotros, los nativos urbanos, estamos en las calles bloqueando puertos, l?neas de ferrocarril, hablando con libertad de nuestro derecho al territorio, a la soberan?a, a la nacionalidad. Tocamos los tambores y cantamos sin arrepentimiento, liderando marchas de miles de personas, algunos de nosotros vestidos con nuestras insignias tradicionales felizmente junto a algunos de nosotros vestidos con vaqueros y sudaderas de Wu-Tang. Nos reunimos espont?neamente en las calles, establecemos conexiones y compartimos ideas pol?ticas. Estamos conectando con ancianos pol?ticos, como Ray Bobb, que estuvo involucrado con la Alianza Nativa para el Poder Rojo en los a?os 60 y 70 en Vancouver. Estamos conociendo j?venes, como St?:l? woman Sii-am, que habl? bajo el azote del viento y el diluvio justo despu?s de que cerr?ramos una ruta de transporte principal en el centro de Vancouver una noche.

Aunque la violencia contra el pueblo y el territorio wet?suwet?en no es m?s que otro triste ejemplo de colonialismo en Canad?, veo un gran potencial en este momento. Los nativos urbanos est?n siendo catalizados a trav?s de la reivindicaci?n de soberan?a wet?suwet?en. Estamos reavivando nuestras voces, escuchando nuevas voces, desarrollando unas pol?ticas m?s expl?citas de soberan?a que nos llevan a las calles.
EL FUTURO DE LA ORGANIZACI?N DE LOS IND?GENAS NATIVOS
El conflicto wet?suwet?en con el poder colonial nos ha movilizado a muchos de nosotros, los ind?genas, tanto los wet?suwet?en como otros, rurales o urbanos. Los nativos urbanos se est?n poniendo en pie ahora, liderando acciones de solidaridad en todo Canad?, alcanzando cada vez m?s el lugar que nos corresponde en las luchas por la soberan?a ind?gena.

Nuestros objetivos son los lugares de comercio e intercambio econ?mico, como puertos y ferrocarriles, porque sabemos que el colonialismo y el capitalismo son fuerzas entrelazadas a las que se debe combatir simult?neamente. Estamos tomando las calles junto a organizadores anticapitalistas que est?n profundamente comprometidos con la lucha anticolonialista y que reconocen la necesidad de movimientos duales contra el capitalismo y el colonialismo en el llamado Canad?.

Estamos desafiando las pol?ticas ?aliadas? que han asolado el trabajo solidario por la defensa de los territorios ind?genas durante, al menos, 15 a?os ya, pol?ticas que se centran en los activistas blancos y sus relaciones con los defensores del territorio ind?gena aunque, al mismo tiempo, ven a los nativos urbanos como ?menos indios? que nuestros primos y compa?eros rurales.

Estamos construyendo a partir de las fortalezas de la era del Poder Rojo de los a?os setenta y ochenta y superando sus debilidades.
Estamos sintetizando los variados y diversos esfuerzos de soberan?a ind?gena en un movimiento que tenga la cantidad de gente, las alianzas estrat?gicas y la visi?n pol?tica necesaria para luchar contra el colonialismo canadiense
Estamos heredando la toma de conciencia representada por Idle No More (no m?s inacci?n), un movimiento ind?gena que se extendi? desde Canad? a Estados Unidos en 2013, y estamos d?ndole a?n m?s impulso a este movimiento con la creaci?n de conexiones sobre el terreno entre cultura, territorio y soberan?a.

Estamos creando nuevas pol?ticas que honran las particularidades de las relaciones territoriales de los pueblos individuales, sus culturas y conocimientos a la vez que acogemos tambi?n a los nativos urbanos como personas con representaci?n pol?tica.

Estamos sintetizando los variados y diversos esfuerzos de soberan?a ind?gena en un movimiento que tenga la cantidad de gente, las alianzas estrat?gicas y la visi?n pol?tica necesaria para luchar contra el colonialismo canadiense.

Actuamos en solidaridad con las l?neas del frente wet?suwet?en y, adem?s, decimos: las l?neas del frente est?n por todas partes.

ART?CULO ORIGINAL
“Colonial frontlines in the city: urban Indigenous organizing” fue publicado en Roar Magazine. La auotora, Natalie Knight, es yurok del norte de California y dine (navajo) de Nuevo M?xico. Vive en los territorios no cedidos de los salish de la costa, tambi?n conocidos como Vancouver (Columbia Brit?nica, Canad?).


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