Por iniciativa del consejo municipal comunitario, el d?a 1 de marzo, al cumplirse 165 a?os del Plan de Ayutla dise?ado para derrocar a su alteza seren?sima, el dictador Antonio L?pez de Santa Ana, las autoridades ind?genas y afromexicanas recuperaron esta fecha hist?rica para recuperar la memoria de sus antepasados que lucharon contra las estructuras colonialistas, que sojuzgan al pueblo pobre de M?xico.
En este municipio donde las mujeres del pueblo de la lluvia a?n portan la vestimenta tradicional y se expresan en su lengua materna ante propios y extra?os, han logrado romper con el sistema de partidos que monopolizaban el poder pol?tico.
Abel Barrera Hern?ndez
6 marzo 2019
El gobierno comunitario de Ayutla
Desinform?monos
Por iniciativa del consejo municipal comunitario, el d?a 1 de marzo, al cumplirse 165 a?os del Plan de Ayutla dise?ado para derrocar a su alteza seren?sima, el dictador Antonio L?pez de Santa Ana, las autoridades ind?genas y afromexicanas recuperaron esta fecha hist?rica para recuperar la memoria de sus antepasados que lucharon contra las estructuras colonialistas, que sojuzgan al pueblo pobre de M?xico.
En este municipio donde las mujeres del pueblo de la lluvia a?n portan la vestimenta tradicional y se expresan en su lengua materna ante propios y extra?os, han logrado romper con el sistema de partidos que monopolizaban el poder pol?tico.
Ayutla es una cabecera enclavada en la Costa Chica, donde cohabitan Me?ph??, Na?savi, afromexicanas y mestizos. Forman parte de los municipios m?s pobres de M?xico y existen condiciones sumamente deplorables en la regi?n monta?esa. Prevalece el trato discriminatorio por parte de quienes se sienten superiores por el simple hecho de hablar ?el castilla?. Los ind?genas y afromexicanos, hombres y mujeres, se organizaron para impulsar una consulta cuyos resultados dictaminaron que las elecciones municipales tendr?an que ser por usos y costumbres. Fue una gran lecci?n que dieron a los dirigentes de los partidos pol?ticos y a los grupos caciquiles, que han lucrado con los cargos p?blicos. Por una parte, se trat? de un refer?ndum porque no solo reprobaron la forma de gobernar de los presidentes municipales, sino que lograron culminar una lucha hist?rica de los pueblos para hacer efectivo su derecho a la libre determinaci?n.
Las comunidades redescubrieron la importancia que tienen sus asambleas comunitarias, valoraron lo que significa la colectividad y la fuerza que representan para regir los destinos de su comunidad y del mismo municipio. Fue en esos espacios donde ganaron la batalla a los partidos pol?ticos, porque las 108 comunidades ind?genas y 32 colonias que conforman el municipio, pudieron expresarse libremente en las asambleas donde hist?ricamente el pueblo hace valer su derecho.
Para los miembros de los partidos pol?ticos el consejo municipal es un fracaso, porque de acuerdo con su concepci?n la forma de gobernar en colectivo s?lo genera desorden y una descoordinaci?n entre las diferentes instancias de la administraci?n municipal. Existe una visi?n etnoc?ntrica del poder, consideran que los ind?genas son incapaces para regir los destinos del municipio, por lo mismo se empe?an a desacreditar sus acciones y le apuestan al fracaso. Por otra parte, la gente de las comunidades que mayoritariamente participaron en esta nueva forma de elecci?n conf?a que el consejo municipal velar? por sus derechos y sobre todo manejar? de manera transparente el presupuesto p?blico. Consideran que est?n representados dentro del consejo y tiene la seguridad de que el nuevo plan de gobierno comunitario incorporar? sus demandas. En estas semanas se ha dado una acalorada discusi?n sobre la asignaci?n de los recursos que tendr?n que ser distribuidos entre todas las comunidades. Predomina la postura de que el presupuesto autorizado para este a?o se focalice en la construcci?n de obras entre todas las comunidades de Ayutla. Esto implica que la cabecera municipal no se le programe alguna obra para este a?o. El argumento se basa en la disparidad que existe entre los servicios con que cuenta la cabecera municipal, que a?n son insuficientes y de mala calidad, con la ausencia de obra p?blica en las comunidades, se busca reducir la brecha de la desigualdad y ser m?s equitativo e incluyente en el manejo de las finanzas.
Las reuniones del consejo municipal no s?lo son nutridas por la participaci?n de los representantes de las comunidades, tambi?n son acaloradas, pero muy productivas porque es un nuevo ejercicio de discusi?n abierta sobre temas transversales, que tratan de ser atendidos tomando en cuenta la participaci?n de quienes han sido nombrados para ejercer un gobierno desde la base comunitaria. Lo que m?s sobresaliente es la participaci?n de las mujeres, en este nuevo dise?o de gobierno comunitario, existe el inter?s genuino de cumplir con el mandato del pueblo, porque saben que ante todo es un servicio y no un cargo que les da privilegios. Fueron elegidos porque hay esp?ritu de sacrificio y m?stica. Las decisiones son colegiadas y las discusiones se realizan de manera p?blica, no hay acuerdos bajo la mesa ni tampoco se permite que se impongan intereses facciosos. Saben que est?n bien monitoreados por las mismas comunidades que son sus aliadas como sus adversarios pol?ticos quienes ejercen la cr?tica destructiva de manera sistem?tica.
Para los miembros del consejo municipal no pueden pasar desapercibidas las fechas hist?ricas, que le han dado un nombre y un lugar a los pueblos ind?genas de este municipio. Tienen claro que ha sido por la fuerza y la entrega total a las causas de la justicia, la que ha permitido que el municipio de Ayutla tenga un lugar en la historia nacional. No s?lo es el pasado glorioso, tambi?n el presente doloroso que ha llevado a muchos hombres y mujeres ind?genas ha emprender luchas muy dif?ciles que han puesto en riesgo su integridad f?sica y la vida misma. En esta regi?n se han suscitado hechos sumamente deleznables como la masacre de El Charco, en donde el ej?rcito asesin? en el 1998 a 11 ind?genas y a un estudiante cuando se encontraban descansando en la Escuela Primaria Caritino Maldonado. Se trat? de un hecho atroz donde las autoridades federales aplicaron una estrategia b?lica contra los pueblos ind?genas que se organizan de manera independiente para exigir sus derechos b?sicos. No s?lo se mata, sino que adem?s se protege a los militares que violentan los derechos humanos de la poblaci?n pobre. En este mismo contexto de guerra de baja intensidad fueron violadas y torturadas sexualmente Valentina Rosendo Cant? e In?s Fern?ndez Ortega en febrero y marzo de 2002. A pesar del escarnio que sufrieron y de todas las amenazas que enfrentaron lograron que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), sentenciara al Estado mexicano por no investigar ni castigar a los elementos castrenses. En lo que hoy se le conoce como la Plaza de la Paz, en el 2012 se realiz? el acto de reconocimiento de responsabilidad por parte del Estado mexicano, a trav?s del secretario de gobernaci?n, quien pidi? disculpas p?blicas a In?s Fern?ndez Ortega por haber mancillado su dignidad y violentado sus derechos como mujer. In?s pudo demostrar que habl? con la verdad y derrumb? la mentira del gobierno. Fue un hecho hist?rico que por primera vez las autoridades mexicanas organizaran un acto solemne, donde pidieran perd?n a una mujer del pueblo Me?ph??, que hasta la fecha sigue demandado a las autoridades que cumplan cabalmente con la sentencia de la Corte. En ese evento In?s alz? la voz para expectarle en la cara a las autoridades, que a pesar de esta disculpa p?blica, el gobierno no cambiar?a en su forma de tratar y de relacionarse con las mujeres ind?genas. Presagi? que continuar?a los tratos discriminatorios y las pol?ticas excluyentes de los tres niveles de gobierno. A pesar de que era un acto de suma trascendencia para In?s representaba una mera formalidad pol?tica que no iba acompa?ada de un verdadero compromiso por la justicia y por el respeto de los derechos de las mujeres.
En esta cabecera varios defensores comunitarios como Ra?l Lucas Luc?a y Manuel Ponce Rosas, que interpelaban al presidente por incumplir con sus compromisos de campa?a, fueron desaparecidos y asesinados en febrero de 2009, por personas vinculadas a la delincuencia organizada, que estaba bajo las ?rdenes de la autoridad en turno. La persecuci?n que se ha dado sistem?ticamente contra los ind?genas que se organizaban para defender sus derechos se condens? con el encarcelamiento de los cinco presos de conciencia de la Organizaci?n del Pueblo Ind?gena Me?ph?? (OPIM), siendo Ra?l Hern?ndez Abundio quien tuvo que permanecer tres a?os en la c?rcel sin que las autoridades pudieran probar su responsabilidad penal. Amnist?a Internacional (AI), tuvo que hacer una campa?a en varios pa?ses de Europa y realizar una visita a la c?rcel donde estaba recluido Ra?l para demostrar su inocencia y exigir su libertad. En esta misma c?rcel Arturo Campos Herrera, promotor de la polic?a comunitaria de la Casa de Justicia de El Para?so, pag? su osad?a de impulsar este sistema de seguridad y justicia de los pueblos ind?genas con cuatro a?os de c?rcel, demostrando tambi?n que su encarcelamiento fue por motivos pol?ticos y no por ser secuestrador.
Hoy luce radiante la honorable casa de los pueblos, que es el nuevo nombre de lo fue la presidencia municipal para los mestizos. Estos cambios de forma son de fondo porque en este lugar han llegado los hombres y mujeres que las asambleas de los pueblos decidieron que sean los responsables de ejercer un nuevo gobierno comunitario, es decir, un gobierno en manos de los pueblos Na?savi, Me?ph?? y Afromexicanos.