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Hoy las j?venes no quieren s?lo una mejora en la situaci?n de la mujer, quieren un cambio social

Silvia Federici  :: 31.03.19

Hay un posicionamiento institucional que usa el feminismo para integrar a la mujer en la organizaci?n del trabajo capitalista.

?Hoy las j?venes no quieren solo una mejora en la situaci?n de la mujer, quieren un cambio social?

Silvia Federici
El Salto
2019-03-31 06:01:00

Del feminismo aut?nomo de los a?os setenta a la ola feminista actual. De la caza de brujas a la cruzada antiderechos. Del salario por trabajo dom?stico al debate sobre la renta b?sica universal. De los planes de ajuste estructural a la mercantilizaci?n de los vientres. Federici es historia viva del feminismo, pero tambi?n milita en este presente acelerado.

A mediados de marzo Silvia Federici (Parma, 1942) pas? de nuevo por Madrid. En esta ocasi?n, la reconocida te?rica feminista visitaba el Estado con un prop?sito central, participar en el Primer Encuentro Feminista sobre la Caza de Brujas que se celebr? en Iru?ea entre el 22 y el 24 de marzo. Un proyecto de memoria hist?rica en el que la autora de Calib?n y la Bruja se embarc? hace un par de a?os de la mano de la Editorial Traficantes de Sue?os.

Acud? a la entrevista con Federici un poco preocupada, por un lado sab?a que ven?a de un largo vuelo transatl?ntico y estar?a cansada. Por otro me hab?an comentado que no le entusiasmaban las entrevistas ?ella misma me corroborar?a despu?s, que no le ve sentido a que le hagan un mont?n de entrevistas seguidas en las que, inevitablemente, algo acabar? por repetirse?. Sin embargo, afable y con m?s ganas de dialogar que de ser interrogada, Federici contest? generosamente toda una bater?a de preguntas variopintas.
Del feminismo aut?nomo de los a?os setenta a la ola feminista actual. De la caza de brujas a la cruzada antiderechos. Del salario por trabajo dom?stico al debate sobre la renta b?sica universal. De los planes de ajuste estructural a la mercantilizaci?n de los vientres. Federici es historia viva del feminismo, pero tambi?n milita en el presente acelerado, una mente en continua escucha y reflexi?n, capaz de conectar los momentos hist?ricos, revisitar las luchas y afrontar las contradicciones del movimiento feminista.
Recuerdo cuando viniste en septiembre de 2017, hab?a una larga cola para verte en el Matadero, fuimos cientos las que nos quedamos afuera. Hasta una joven rapera, Gata Cattana, tristemente desaparecida, te inclu?a en uno de sus temas. Entiendo que como feministas buscamos referentes que nos aporten paradigmas de reflexi?n, que nos empujen a la acci?n, ?que se siente desde ese lugar de referente?
Cuando llegu? al Matadero y vi tantas compa?eras fuera, y despu?s esta sala inmensa llena de mujeres, me dije, ?dios m?o! Es una responsabilidad grande, pero sobre todo tengo una gran confianza, s? que estas mujeres son muy cr?ticas. Me digo, voy a decir lo que pienso que es correcto y despu?s ellas evaluar?n, entonces no me siento tan oprimida, conf?o much?simo en la capacidad cr?tica de las compa?eras.
Soy consciente de su inter?s, pero tambi?n de que todo esto es porque hay un movimiento, aqu? en Espa?a como en Argentina, Uruguay o Chile, se siente, desde hace varios a?os, que hay una fuerte movilizaci?n feminista. Esto llega no solamente a mis charlas, creo que esta movilizaci?n tan entusiasta, tan abierta y tan interesada no es solamente receptiva conmigo, sucede con otras compa?eras tambi?n, entonces me parece una se?al muy muy positiva, me genera mucho entusiasmo a mi tambi?n porque me parece regresar a los primeros a?os setenta. Es algo que me hace sentir m?s joven, me da la sensaci?n de que algo est? cambiando. Sobretodo ver tantas mujeres j?venes, muy j?venes que se est?n sumando al movimiento.
?A parte de la masividad, en qu? sentido te recuerda este momento a los a?os setenta?
Yo siento que aqu? ?y como dec?a, tambi?n en Argentina?, hay este rechazo a posturas conciliadoras, hay un posicionamiento que se opone abiertamente a la violencia contra las mujeres, al uso que se hace del trabajo de la mujer, que rechaza la manipulaci?n institucional del feminismo. Es un movimiento que se rebela contra este uso institucional del feminismo domesticado que se ha hecho para integrar a la mujer en proyectos de desarrollo capitalista. Yo creo que hoy las j?venes lo perciben y lo rechazan, y quieren un cambio, no quieren una mejora solamente en la situaci?n de la mujer quieren un cambio social. Esta visi?n m?s grande, m?s amplia, es el com?n denominador entre los movimientos hoy y la primera fase del movimiento feminista, antes de que fuera institucionalizado.
Hoy las j?venes no quieren una mejora solamente en la situaci?n de la mujer, quieren un cambio social. Esta visi?n m?s amplia, es el com?n denominador entre los movimientos hoy y la primera fase del movimiento feminista, antes de que fuera institucionalizado

Estamos asistiendo tambi?n en estos tiempos a intensas discusiones en torno al feminismo interseccional, el feminismo liberal, la existencia de una cuarta ola. A mi me gustar?a que explicaras en qu? consiste el feminismo aut?nomo.
El feminismo aut?nomo es un feminismo que rechaza cualquier dependencia del estado y de los hombres. En los a?os 70, el concepto de autonom?a las feministas lo adoptaron en primer lugar para distinguirse de las feministas que continuaban trabajando en organizaciones dominadas por los hombres. Se trata de esto: Autonom?a frente a los hombres, autonom?a frente a las instituciones, frente a los partidos. Es un feminismo que defiende su propia agenda pol?tica.
En un contexto en el que hemos visto un ataque muy fuerte contra el Estado de Bienestar o contra los derechos de las mujeres, ?no resulta complicado defender la autonom?a y proteger derechos que cre?amos conquistados y parecen bajo amenaza?
Yo no creo que sea as?, creo que una vez te integran en los partidos te toca renunciar a cualquier capacidad de fijar tus objetivos. Tenemos una experiencia de muchos a?os, lo hemos visto, hay ya mujeres en todos los partidos que se definen como feministas. En Estados Unidos tenemos a Hillary Clinton y a muchas otras que se dicen feministas, pero hemos visto qu? feminismo es.
Es un feminismo que usa la dimensi?n pol?tica, pero eliminando todos los elementos que pueden ser subversivos, domesticando el feminismo. Hay un posicionamiento institucional que usa el feminismo para integrar a la mujer en la organizaci?n del trabajo capitalista. Y hemos visto qu? significa integraci?n, significa integraci?n en los trabajos menos seguros, peor pagados, muchas veces m?s peligrosos. Esto es lo que nos ofrecen los partidos, nos ofrecen dicha emancipaci?n a trav?s del trabajo asalariado que ya se ha demostrado completamente que es un proceso negativo porque ha ocultado esta gran explotaci?n que se ha armado, que se ha organizado en el nombre de la emancipaci?n femenina.
Confieso que ven?a con ansiedad a esta entrevista porque mis hijas han estado enfermas y llevo una semana sin dormir. Me da mucho pudor hacer un comentario as? en este contexto, me parece un exceso. Tambi?n me pregunto si en cierta medida nosotras mismas contribuimos a fijar una narrativa que oculta los cuidados.
Claro, exactamente. Y hemos visto que pr?cticamente desde los a?os 80 hasta hoy el estado en la Uni?n Europea o Estados Unidos, por no hablar de Am?rica Latina o ?frica, va cortando todos los servicios, o el apoyo econ?mico al trabajo de cuidados. Estamos sufriendo una crisis del proceso de reproducci?n de la vida cotidiana muy intensa, muy cr?tica, lo podemos ver con los ni?os, con los mayores, con quienes tienen enfermedades y no son autosuficientes. Es una crisis de ?poca: se est? bajando la esperanza de vida, me parece que esta es una se?al muy clara.
Estamos sufriendo una crisis del proceso de reproducci?n de la vida cotidiana muy intensa, muy cr?tica, lo podemos ver con los ni?os, con los mayores, con quienes tienen enfermedades y no son autosuficientes.
Has teorizado sobre el trabajo de cuidados que realizan las mujeres como el n?cleo de la reproducci?n de la mano de obra, el pilar sobre el que se sustenta el capitalismo. Sin embargo, ante el desempleo en crecimiento y las nuevas batallas como la de la gestaci?n subrogada, pareciera que m?s que reproducir mano de obra, se quiera que las mujeres reproduzcan vida como un producto m?s a comercializar.
S?. Es una visi?n neoliberal de la reproducci?n que pol?ticamente dice que toda reproducci?n debe pasar a trav?s del mercado. Intenta hacerse pasar por autonom?a, por capacidad de control sobre nuestro cuerpo, la capacidad de vender nuestro cuerpo, no solamente nuestro cuerpo, de vender nuestro hijo o hija. Soy totalmente contraria a la maternidad subrogada, es una venta de ni?as y de ni?os, se est? legitimando en base a esta presunta b?squeda de autonom?a. Pero no, ?qui?n defiende los derechos de estos ni?os? Dado que se habla de un contrato se trata de una venta.
Debemos movernos, ya ahora hay much?simos ni?os y ni?as que son completamente descartados, nadie los quiere, porque tienes malformaciones, no son del g?nero elegido… Entonces ni la mujer que los ha gestado, ni la pareja que los ha comisionado, nadie se ocupa. Algo que estamos descubriendo hoy en Estados Unidos es que se ha creado como un mercado subterr?neo a trav?s de internet, donde hay personas que han tenido un ni?o a trav?s de la maternidad subrogada, lo est?n vendiendo de nuevo. Se trata entonces de un mercado totalmente descontrolado. Si vamos a crear nueva vida debemos responsabilizarnos.
Hay una cosa que debemos rechazar. No s? si pasa aqu? pero lo he visto en Estados Unidos y tambi?n en Italia: se legitima la maternidad subrogada con la argumentaci?n que permite a los hombres homosexuales tener hijos. Entonces parece que ser padres es un derecho, cueste lo cueste. Esto me preocupa porque he visto que tambi?n algunas compa?eras empiezan a ser favorable en base a esa ?solidaridad? con los hombres gays. No compa?eras, no, no hay un derecho absoluto a la paternidad
Al final se trata de un paso m?s en el proceso de mercantilizaci?n de nuestra existencia.
S?, es una mercantilizaci?n de la vida, es una mercantilizaci?n de los ni?os, es una mercantilizaci?n ulterior de nuestros cuerpos. Luego hay otro factor que no se investiga bastante pero leyendo entrevistas con mujeres que han aceptado ser madres subrogadas lo que hay tambi?n es mucha decepci?n pues deben firmar un contrato muy restrictivo. Parece que muchas mujeres aceptan porque piensan que procreando un ni?o para esta familia que es una familia de mayor nivel socioecon?mico, van a quedar emparentadas. No piensan que despu?s nunca m?s ver?n al beb?, que no tendr?n relaci?n alguna con sus hijas o hijos. Se quedan muy decepcionadas: es algo que tambi?n habr?a que investigar, cu?les son sus motivos.
Otra cuesti?n es la del trauma f?sico y emocional para el beb?, hay una compa?era espa?ola, Patricia Merino, que ha escrito un libro muy bueno: Maternidad, Igualdad y fraternidad (Clave Intelectual, 2017). Leyendo su libro me he dado cuenta de algo que no sab?a, muchos de estos beb?s cuando les separan de su madre sufren un trauma muy grande, ella dice que ya con tres meses el beb? conoce la voz de su mam?, este beb? es carne de su carne. Hay un fetichismo del ADN, pero en realidad este beb? nace del cuerpo de esta mujer, es parte integrante de su cuerpo. Al nacer busca su pecho. Cuando los separan inmediatamente, parece que muchos lloran desesperados por semanas, algunos se enferman. De esto no se habla. Hay tantos elementos que cuando se ve a plena luz la maternidad subrogada se entiende que es una cosa muy perversa.
?Y en Estados Unidos est? normalizada?
No hay debate porque el debate ya fue en los a?os 80 y all? acab? todo. Tambi?n porque creo que muchas feminista en los a?os 80 estaban muy centrada en el trabajo extradom?stico. Entonces la mayor parte del movimiento feminista no ha luchado por la licencia de maternidad, no ha luchado contra la maternidad subrogada, no ha luchado porque el Estado d? recursos por el trabajo de cuidados, ha abandonado esta batalla y ahora podemos ver que el trabajo extra dom?stico no ha resuelto de ninguna forma ?al contrario, ha agudizado? la crisis de la reproducci?n.

Est?is trabajando en la recuperaci?n de la memoria hist?rica de las brujas. En Calib?n y la Bruja tambi?n subrayabas el tema de la reproducci?n y el control sobre el cuerpo de las mujeres como un campo de batalla. ?Se dir?a que hay un paralelismo con la actualidad ante los movimientos antiderechos que estamos viendo en todo el planeta?
Podemos hablar de esto durante un d?a entero. En Estados Unidos formo parte de un grupo de mujeres que estamos luchando contra la violencia hacia las mujeres en el contexto de la acumulaci?n capitalista. Perseguimos contextualizar la violencia, se?alar cu?les son sus ra?ces econ?micas, pol?ticas y sociales. Cuando decimos violencia decimos much?simas cosas, porque hay tantas formas diferentes de violencias. Hemos empezado centr?ndonos en dos cosas, una es la caza de brujas en el mundo. La otra es en la que estamos trabajando m?s, lo que llamamos la criminalizaci?n del embarazo, que est? pasando sobre todo con mujeres afrodescendientes, migrantes, latinas, etc.
Hay toda una orquestaci?n, las mismas sectas pentecostales que van a ?frica, que financian la caza de brujas all?, son las que demonizan a las mujeres que van a abortar, las que se manifiestan delante de las cl?nicas, las que han obligado a muchas a cerrar. En algunos casos, integrantes de estas sectas, han llegado hasta a asesinar a las doctoras y doctores que practicaban abortos.
?Criminalizaci?n del embarazo? ?no del aborto?
Hay un libro muy interesante que ha salido ahora en los Estados Unidos que se llama Birth Strike (PM Press, 2019) [Huelga de Nacimientos]. La autora, Jenny Brown, ha hecho un buen an?lisis. Argumenta que en realidad estas organizaciones de la derecha por el derecho a la vida son las que est?n luchando para decir que el feto es una persona, esto tiene unas consecuencias muy fuertes. Hoy en d?a en Estados Unidos est?n aprobando medidas que reducen a la mujer a vasija del feto. El feto gana derechos y las mujeres los pierden. Cada vez m?s se define a la mujer como un contenedor y toda su vida acaba siendo reglada por el bienestar del feto.
Hoy en d?a en Estados Unidos est?n aprobando medidas que reducen a la mujer a vasija del feto. El feto gana derechos y las mujeres los pierden.
Por ejemplo hay mujeres que tuvieron accidentes de coche y fueron arrestadas por poner el feto en riesgo. Otras que han buscado medicina ?no drogas? que pod?an tener alg?n efecto en el feto, tambi?n han tenido problemas. Cada vez en m?s estados es dif?cil demostrar que has tenido un aborto natural. Estamos regresando a una situaci?n como la de la caza de brujas. La bruja es la mujer que hostiga la vida, el proceso de la procreaci?n. Estos integrantes de las organizaciones de derecha que van frente a las cl?nicas mientras las mujeres abortan y les gritan ?asesinas!, son los herederos de los jueces que condenaban a las mujeres que hab?an usado anticonceptivos.
El libro Birth Strike es importante porque, por ejemplo, documenta como hoy contin?a esto. Muchas veces se habla de que el capitalismo ya no necesita fuerza de trabajo, no es verdad, pide trabajadores, lo que est? disminuyendo no es el trabajo, est? disminuyendo el salario, est?n cortando las remuneraciones. Brown advierte que, en gran medida, esta movilizaci?n de la derecha tiene que ver con que el capital est? preocupado porque las mujeres est?n reduciendo su productividad procreadora. Cada vez las mujeres tienen menos ni?os, debido al coste de tener un hijo ?en Estados Unidos se calcula que solo en el nacimiento supone un gasto de entre 3000 o 4000 d?lares?, a las dobles jornadas, al empobrecimiento, a la dependencia de los hombres.
Pero no es que las mujeres elijan no tener hijos, es que no pueden
No hemos tenido la capacidad de obligar al Estado a darnos la posibilidad de decidir verdaderamente si queremos tener ni?os o no. Para much?simas mujeres esta capacidad de decidir si quieren o no, no existe. Saben que si tienen hijos van a pagar un precio muy alto. Entonces la respuesta es como una huelga silenciosa. Hay una huelga general en muchos pa?ses que en respuesta a los recortes a las ayudas a la reproducci?n, responden reduciendo el n?mero de hijos, no es una huelga con pancartas, con marchas, pero es una huelga.
De ah? esta respuesta de la derecha, que se carga de tantos significados. Aqu? hay una continuidad: este capitalismo que desde sus inicios hasta hoy est? interesado en el cuerpo de la mujer, porque el cuerpo de la mujer produce todos los trabajadores. Mucha de la experimentaci?n que se hace con la justificaci?n de sanar la infertilidad, creo que es tambi?n experimentaci?n sobre c?mo crear ?teros artificiales. Hay todo un inter?s en crear vida fuera del cuerpo de las mujeres.
En Revoluci?n en Punto Cero (Traficantes, 2013) dedicas un art?culo al cuidado de las personas mayores. En una conversaci?n reciente con compa?eras mayores, ellas se preguntaban si el feminismo hab?a fallado a la hora de politizar la vejez y los cuidados de las personas de edad avanzada.
Hay mujeres hoy que tienen un trabajo extradom?stico, tienen ni?os que cuidar, y tienen parientes propios o del marido de los que encargarse. Qu? vida es esa, es la vida de much?simas mujeres que no tienen apoyo. Hay ni?os que crecen solos, y mayores que viven una vida de soledad. La integraci?n de la mujer en el mercado de trabajo no ha sido compensada con servicios sociales. El capitalismo se ocupa poco de los ni?os pero en ellos ve los futuros trabajadores. No se preocupa de los mayores, espera que mueran para no pagar ning?n subsidio o prestaci?n social.
El capitalismo se ocupa poco de los ni?os pero en ellos ve los futuros trabajadores. No se preocupa de los mayores, espera que mueran para no pagar ning?n subsidio.
En la cadena internacional de los cuidados, es justo el cuidado de mayores el que absorbe una mayor cantidad de trabajadoras migrantes con condiciones laborales p?simas.
En Italia, se puede decir que la mayor parte de las cuidadoras, sobretodo en la clase media, son mujeres migrantes. Y se est? comprobando otra tendencia que me parece muy peligrosa y alarmante, se trata de exportar a los mayores, de la misma forma que la gente se va a India para la gestaci?n subrogada, o muchos hombres europeos viajan a Tailandia para tener sexo con mujeres porque las pagan menos y pueden hacer muchas cosas m?s, tambi?n se manda a los mayores fuera para que reciban cuidados a un precio m?s accesible. Hay cl?nicas, sea en la Europa del Este, sea en India o Tailandia, donde miles de familias en Alemania ya mandan a sus mayores. Piensan, ?tiene Alzheimer, no comprende, y como no comprende lo mandamos fuera?.
No quiero juzgar moralmente porque me doy cuenta de que mucha gente puede estar en condiciones tales que no se pueden cargar m?s de trabajo. Pero me parece algo realmente preocupante, me pregunto qu? pasa con estos mayores cuando se encuentran en un lugar en el que no comprenden la lengua, donde no hay un control, donde no hay ning?n v?nculo con sus vidas. Es una gran crueldad.

Para m? ese fue un momento fundamental. Yo estaba trabajando en Calib?n y la Bruja y en varios movimientos sociales, y cuando fui en los a?os 80 ?pas? bastante tiempo en Nigeria? fue fundamental, fue el lugar donde pude ver la actuaci?n de la nueva forma de globalizaci?n, de esta nueva fase neoliberal del capitalismo. Ya en los a?os 70 hab?a una fase de preparaci?n. Empieza con la crisis, el proceso que yo llamo de la contrarrevoluci?n. Para mi la globalizaci?n es una contrarrevoluci?n. Una contrarrevoluci?n contra la lucha anticolonial, la de los trabajadores industriales, contra el ciclo de lucha de los a?os 60 y 70. El capitalismo ha necesitado cambiar todo para poder seguir explotando.
La segunda mitad de los a?os 70, del embargo al petr?leo, la subida de los precios, es un periodo de experimentaci?n. Es en los a?os 80 que se empieza a ver la nueva forma y esta comienza ?tiene su base material? con el ajuste estructural, con la recolonizaci?n del tercer mundo. Cuando ves todos los elementos que componen el programa de ajuste estructural ves que es un programa de recolonizaci?n.
Esto me ha dado una comprensi?n general de lo que pasaba. Derrotar las luchas del tercer mundo en ?frica y en Am?rica Latina, recolonizar, restaurar la relaci?n de dependencia, fue importante tambi?n para derrotar la lucha en Europa y los Estados Unidos.
Creo que esto nunca se ha comprendido. Si se pudiese comprender, hoy no podr?a existir este racismo entre los trabajadores europeos o estadounidenses hacia los inmigrantes. No se comprende que estos migrantes son el producto de la pol?tica de la Comunidad Europea, el producto del FMI, del Banco Mundial, de la privatizaci?n de las compa??as petroleras. A partir de la derrota del las luchas anticoloniales, el capitalismo pudo tambi?n desmantelar la Fiat, Detroit, se ha traslad? la gran industria m?s all? de la frontera. Desmantelar las luchas anticoloniales ha sido el primer paso para construir el desmantelamiento de la forma organizativa de la lucha. Para mi fue un momento fundamental que ha conformado en gran parte mi mirada pol?tica.

EL DEBATE SOBRE LA RENTA B?SICA

Hablando de cuidados, un elemento crucial de tu trayectoria es la campa?a por el salario dom?stico en los setenta. Esta propuesta fue enfrentada por una parte del feminismo, que apuntaba a que remunerar los cuidados har?a que se afianzase la especializaci?n de las mujeres en el trabajo dom?stico. ?Un renta b?sica no permitir?a el acceso a recursos sin necesidad de una especializaci?n en el trabajo de cuidados?
Cuando se habla la renta b?sica es muy importante decir de qu? vamos a hablar. No puedo decir que soy contraria a la renta b?sica, no se puede ser contraria a la renta b?sica porque no soy contraria a ning?n proyecto pol?tico que implique la redistribuci?n de la riqueza social a favor de quienes no tienen. Primero hay que aclarar esto.
Tengo preocupaciones porque renta b?sica se puede interpretar de much?simas maneras. Si piensas que el primero que ha propuesto la renta b?sica fue Milton Friedman… la Renta B?sica se puede interpretar de una forma completamente neoliberal. Friedman propon?a la Renta B?sica para librar al Estado de cualquier responsabilidad frente a la reproducci?n social. Mandamos a los pobres un cheque mensual y al final podemos recortar de todas partes.
Tambi?n hay una versi?n de la renta b?sica que dice, si la damos como un derecho de ciudadan?a que significa que los migrantes, las mujeres que no tienen ciudadan?a, quedan fuera. Me parece que tambi?n este es un modelo a rechazar. Para mi el debate es sobre renta b?sica frente al trabajo. Lo que me preocupa es que la renta b?sica olvida completamente el trabajo que las mujeres ya est?n haciendo.

?En qu? sentido olvidar?a el trabajo dom?stico?
Quiero explicar aqu? mi preocupaci?n porque creo que es muy importante: tenemos ya una historia, un ejemplo. En Estados Unidos, hay que ver c?mo el estado ha sido capaz de dividir a los trabajadores con respecto a las ayudas. Las madres solteras desempleadas cobraban una ayuda del estado, esto les permit?a criar a sus hijos sin inmediatamente ponerse a buscar un trabajo. Estas mujeres fueron acusadas de ser par?sitos, vivir a costa de los trabajadores. Nosotras, en la campa?a por el salario dom?stico, siempre hemos apoyado a estas mujeres que recib?an ayudas sociales. Se dec?a: every mother is a worker.
Lo que me preocupa de muchas versiones de la renta b?sica, es que dice que es independiente del trabajo. Pero para mi, pol?ticamente, no lo es. A nivel de organizaci?n, ?c?mo podr?a organizarse de manera que no permita al estado manipularnos, dividirnos: estos son los que reciben ayudas mientras t? trabajas todo el d?a. Por otro lado, si la renta b?sica es una cuesti?n de reproducci?n y trabajo, nos ha costado muchos a?os establecer que la reproducci?n social en realidad es trabajo y los beneficiarios finales son los empleadores. Me preocupa que esto se vuelva a invisibilizar con una renta b?sica.
Hace muchos a?os que cuando vengo sobre todo a Europa escucho hablar de la Renta B?sica. Pero d?nde est? la gran organizaci?n que vendr? a reclamarla, porque yo no la veo
Tambi?n me intriga mucho: hace muchos a?os que cuando vengo sobretodo a Europa escucho hablar de la Renta B?sica. Pero d?nde est? la gran organizaci?n que vendr? a reclamarla, porque yo no la veo, oigo sobre el programa, pero no veo un proceso organizativo. Hoy en Italia el gobierno Salvini ha implementado la renta b?sica. Mi sobrina, que tiene un trabajo precario y mal pagado, est? investigando si puede acceder, es realmente dif?cil. Entonces ?de qu? hablamos?
Me disculpo por no haber especificado que hablaba de la Renta B?sica Universal e Incondicional. Justamente, uno de los argumentos para defenderla, es que con una renta de estas caracter?sticas no pasar?a lo que le est? pasando a tu sobrina. No hay que cumplir un mont?n de condiciones como se exigen en Italia. Adem?s es universal, por lo que no puede entenderse como un subsidio para quienes no trabajan creando esa divisi?n que mencionabas antes, pues las personas que trabajan tambi?n lo reciben.
Mientras no corte los servicios sociales… Porque si hay una renta b?sica que se persiga al coste de perder la sanidad, todas las formas de apoyo, entonces qu? renta b?sica necesitas, una muy muy alta…
S?, se trata solo de una herramienta que formar?a parte de un marco de pol?ticas sociales mucho m?s amplio. Por s? sola, como medida, no alcanza, claro.
Entonces, en principio es una gran idea, pero organizativamente ?se puede hoy? ?T? la ves hoy? Como t? la entiendes se da tambi?n a gente que tiene un trabajo asalariado. ?Piensas que hoy es posible?, ?hay organizativamente la posibilidad de llevar adelante un proyecto as??.
Hay te?ricos, economistas, proyecciones que demuestran c?mo financiarlo, pero s?, creo que falta un sujeto pol?tico que la exija, que est? en condiciones de ganar esa batalla. Para conseguir algo as? necesitas poder. Ahora no somos ni tan siquiera capaces de conservar lo que tenemos, estamos siempre enfrentando continuos nuevos recortes. En los Estados Unidos casi cada d?a est?n recortando un programa esencial, ecol?gico, econ?mico. Y desafortunadamente no hay la fuerza social y pol?tica, por eso que esa renta b?sica como me la explicas est? muy bien, pero organizativamente no veo c?mo hoy se pueda reclamar.
Podemos decir que queremos la revoluci?n, y es que queremos la revoluci?n. Por ejemplo, podemos pedir tambi?n el alquiler gratis. Esa era una de nuestras demandas: para la mujer que hace trabajo reproductivo la casa es su f?brica. Entonces, porque deber?a pagar una renta por su f?brica. Nunca se ha tenido la fuerza pol?tica organizativa de imponer esta demanda. Entonces, me gustar?a ver c?mo se est? organizando la lucha por una renta b?sica, porque yo no veo la organizaci?n que est? promoviendo esto.
Puede ser que se est? abordando m?s desde lo discursivo, por parte de personas especializadas, en encuentros y conferencias. Yo creo que supondr?a una redistribuci?n tan radical de la riqueza, un tal cambio de paradigma, que es imposible imponerla ?convenciendo? si no se tiene el poder para forzarla. Y ahora mismo no hay un sujeto pol?tico que est? dando esa lucha.
A mi me parece que el paso hacia adelante se va haciendo con programas que directamente van a eliminar la jerarqu?a. las divisiones Este tipo de programa ya presume una unificaci?n que no existe, el problema es c?mo vamos a crear un sujeto unificado, un inter?s com?n, porque hoy no lo hay.


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