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Defensa de las territorialidades

Ra?l Prada Alcoreza :: 01.04.19

Desde las oleadas de conquistas y colonizaciones se dio lugar como una guerra entre las territorialidades culturales, los espesores territoriales, y las cartograf?as coloniales. Los espesores territoriales corresponden a din?micas ecol?gicas y culturales, en tanto que las cartograf?as corresponden al control geogr?fico. En los Andes las territorialidades correspondientes a los ayllus no eran controlables por el poder colonial; por eso el Virrey Francisco Toledo tuvo que recurrir a un ordenamiento territorial para poder imponer una administraci?n que se basaba en la cartograf?a. Pero, a pesar de este ordenamiento territorial, los espesores territoriales de los ayllus no dejaron de experimentar sus propias din?micas, sus movimientos complementarios y c?clicos. Los territorios son vitales; en otras palabras, est?n vivos. La cartograf?a, que es un mapeo, no puede detener la vida de los territorios. Sin embargo, la cartograf?a es el instrumento del poder para controlar la geograf?a.

Publicado el: 31 marzo, 2019
Defensa de las territorialidades
Ra?l Prada Alcoreza

Desde las oleadas de conquistas y colonizaciones se dio lugar como una guerra entre las territorialidades culturales, los espesores territoriales, y las cartograf?as coloniales. Los espesores territoriales corresponden a din?micas ecol?gicas y culturales, en tanto que las cartograf?as corresponden al control geogr?fico. En los Andes las territorialidades correspondientes a los ayllus no eran controlables por el poder colonial; por eso el Virrey Francisco Toledo tuvo que recurrir a un ordenamiento territorial para poder imponer una administraci?n que se basaba en la cartograf?a. Pero, a pesar de este ordenamiento territorial, los espesores territoriales de los ayllus no dejaron de experimentar sus propias din?micas, sus movimientos complementarios y c?clicos. Los territorios son vitales; en otras palabras, est?n vivos. La cartograf?a, que es un mapeo, no puede detener la vida de los territorios. Sin embargo, la cartograf?a es el instrumento del poder para controlar la geograf?a.

La rep?blica hered? las cartograf?as coloniales, la Audiencia de Charcas es el mapa de la geograf?a del poder colonial que se transfiri? a la geograf?a pol?tica de la rep?blica. Las comunidades cartografiadas por el ordenamiento territorial de Toledo no son exactamente los ayllus, ni corresponden plenamente a sus territorialidades. Por eso, despu?s de un siglo y medio, el Virrey de la Palata tuvo que volver a ordenar el territorio, que se hab?a desordenado, precisamente por las propias din?micas de los ayllus. Durante la rep?blica hubo intentos de volver a ordenar el territorio por la v?a de la expropiaci?n de tierras comunitarias, como la Ley de Exvinculaci?n. As? mismo durante los periodos liberales se ampli? la frontera de las haciendas a costa de las tierras comunitarias. Cuando se efectu? la reforma agraria (1953) m?s de tres mil comunidades fueron absorbidas e incorporadas a la cartograf?a liberal, que redujo el territorio a la superficie de la tierra, adjudicada por el Estado en condici?n de propiedad familiar. Pero, a pesar de estos desplazamientos de la propiedad privada en detrimento de la propiedad comunitaria, las din?micas de las territorialidades culturales siguieron otorgando densidad vital a los territorios.

Durante el gobierno de Evo Morales Ayma estallaron conflictos entre la percepci?n cartogr?fica del poder y los espesores territoriales culturales ind?genas. A pesar de que la Constituci?n reconoce la condici?n de preexistencia a la colonia de las naciones y pueblos ind?genas, adem?s de constitucionalizar los territorios ind?genas y establecer los derechos colectivos, entre ellos al autogobierno, el ?gobierno progresista? se ha negado sistem?ticamente a acatar esta configuraci?n pol?tico-cultural constitucional. Ha buscado, como antes, desde la colonia, imponer el control cartogr?fico del poder sobre las territorialidades ind?genas. Hay una lista de conflictos entre los derechos de las naciones y pueblos ind?genas y el gobierno; nos remitimos a ensayos anteriores, para rememorar estos antecedentes. Nos situaremos, ahora, en el conflicto entre la Naci?n Qhara Qhara y el gobierno.

La naci?n Qhara Qhara

La naci?n Qhara Qhara exige el complimiento de la Constituci?n, el respeto a sus territorios comunitarios; en cambio el gobierno, pretende otorgar propiedad individual, mediante el procedimiento de saneamiento de tierras, realizado por el INRA. El gobierno alega que hay un conjunto de familias que reclaman el saneamiento de tierras y obtener el t?tulo de propiedad. Olvidan, de entrada, los derechos colectivos, concretamente los derechos de las naciones y pueblos ind?genas, consagrados en la Constituci?n, espec?ficamente, el derecho de la naci?n Qhara Qhara a su territorio. De hecho, el gobierno comete delito constitucional al hacerlo, al olvidar este derecho colectivo. Sin embargo, en la historia larga de la guerra anti-colonial y en la lucha descolonizadora contra las formas de poder, dadas sus genealog?as, no les importa cumplir con los derechos colectivos. Lo que le importa al poder, que no ha dejado de ser colonial, es realizarse como tal en el espacio, es decir, en la geograf?a pol?tica, lo que busca es el control del espacio, afincarse en el espacio, mediante la consolidaci?n de las cartograf?as.

La marcha de la naci?n Qhara Qhara lleg? a la sede de gobierno, la ciudad de La Paz, y despu?s de reunirse con el gobierno, con el presidente, volvieron a Sucre, en comp?s de espera, una vez que el gobierno y la Asamblea Legislativa se comprometieron tratar la modificaci?n del art?culo 10 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, el art?culo 54 de la Ley Marco de Autonom?as, y la creaci?n de la Ley de Restituci?n Territorial. La Ley de Deslinde Jurisdiccional es una ley colonial, a decir de la defensora de los derechos de los pueblos ind?genas Raquel Yrigoyen, la Ley Marco de Autonom?as es una ley inconstitucional, porque contraviene la Constituci?n, tanto en lo que respecta al entramado de competencias privativas, exclusivas, concurrentes y compartidas, que tienen que ver con el r?gimen auton?mico; por otra parte, desconoce la condici?n territorial ind?gena, al reducirla a una unidad administrativa territorial. La cuesti?n, entonces, no es modificar dos art?culos de estas cuestionables leyes, sino cuestionar las leyes mismas, porque contravienen a la Constituci?n. Es m?s, elaborar colectivamente las mencionadas leyes, tal como establece la Constituci?n.

Las territorialidades son constitutivas, son espesores ecol?gicos, tambi?n culturales. Ahora bien, son constitutivas de la formaci?n social, en tanto que las formaciones sociales forman parte de los ecosistemas. Por eso hablamos de las formaciones sociales y territoriales; empero, ?qu? es lo que se separa imaginariamente de la naturaleza, ?la sociedad, es decir la sociedad institucionalizada? Concretamente, el Estado. Tal parece que as? sucede, el Estado, como s?ntesis pol?tica de la sociedad plural, se constituye como el proyecto mismo de la separaci?n entre sociedad y naturaleza, es decir, sobre la base y los procesos de una econom?a pol?tica social, sobre todo moderna. Se valoriza la sociedad abstracta, la sociedad humana, como finalidad, y se desvaloriza el substrato del que proviene la sociedad, la naturaleza. El Estado es el instrumento de esta separaci?n, por lo tanto, de esta econom?a pol?tica, en consecuencia, de esta fetichizaci?n. Por eso, podemos decir que el Estado se proyecta en el espacio de la geograf?a pol?tica, como un mapa abstracto. En s? mismo el Estado no reconoce las territorialidades; lo que hace es subsumirlas a la geograf?a pol?tica, hacer desaparecer sus espesores, para convertirlas en parte del plano de las cartograf?as administrativas. Sin embargo, las territorialidades no desaparecen, salvo en el imaginario institucional; en la realidad efectiva siguen siendo el substrato ecol?gico de la formaci?n social. La econom?a pol?tica social moderna requiere separar la sociedad humana de la naturaleza, pues la finalidad es producir la humanidad como fin de la evoluci?n, tambi?n como fin de la historia, siendo la historia ya la narrativa de esta evoluci?n.

En plena crisis ecol?gica, cuando la humanidad se encuentra amenazada, incluso su sobrevivencia est? en entredicho, hay una crisis de la propia econom?a pol?tica, pues su valorizaci?n abstracta est? directamente cuestionada. El desarrollo termin? evidenciando sus grandes costos, transferidos a la naturaleza, adem?s de cobrar costos sociales asombrosos. Las hendiduras de las huellas ecol?gicas abrazan el planeta amenazadoramente, anunciando la desaparici?n de la vida, cobrando a su paso la muerte de especies y seres org?nicos. Los ciclos vitales se encuentran alterados a tal punto que la crisis ecol?gica adquiere las formas de lo que se llama eufem?sticamente ?cambio clim?tico?. En estas condiciones apocal?pticas, las territorialidades reaparecen a la mirada humana como memoria cultural, tambi?n como resistencia ecol?gica. As? mismo como alternativa vital ante la civilizaci?n moderna, patentizada como civilizaci?n de la muerte. La defensa de las territorialidades es como defensa del hogar, del Oikos, de lo que queda como herencia vital a las generaciones presentes y porvenir.

Tariqu?a

La Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariqu?a se encuentra en la regi?n sureste del Departamento de Tarija, abarca las provincias O?Connor, Arce, Gran Chaco y Cercado. Lo que comprende los municipios de Padcaya, Entre R?os, Carapar? y Tarija. Se expande en la regi?n fisiogr?fica del subandino sur, caracterizada por abruptas serran?as paralelas y profundos valles, orientados al rumbo mayor de la Cordillera. La hidrograf?a est? definida por las cuencas de los r?os Salinas, Rarija y Chiquiac?. El ?rea corresponde mayormente a la subregi?n biogeogr?fica bosque h?medo monta?oso de Yungas o Bosque Tucumano-Boliviano. Tariqu?a expresa una destacada belleza paisaj?stica, otorgada por el relieve monta?oso y sus bosques conservados. En su configuraci?n territorial se encuentran ruinas de las misiones jesu?ticas y dominicas. La poblaci?n est? conformada por campesinos inmigrantes de otros valles y del Chaco.

La Reserva contiene potencialidad para desarrollar programas de manejo de vida silvestre con repercusi?n y aplicabilidad regional, es indudablemente una reserva natural de una valiosa diversidad de recursos gen?ticos. Las principales amenazas que enfrenta provienen del avance de la frontera agropecuaria y el desbosque en terrenos de pronunciada pendiente, tambi?n de la explotaci?n maderera y del impacto del ganado, vacunos, ovinos y caprinos. As? mismo, el establecimiento de programas de manejo tur?stico no regulados, constituir?a un riesgo para la estabilidad de los ecosistemas.

El clima de la regi?n var?a de templado a c?lido, seg?n la variaci?n altitudinal. El r?gimen de pluviosidad cambia de subh?medo a perh?medo en las zonas de mayor exposici?n a las lluvias orogr?ficas y neblinas, en un rango aproximado de 900 a 3.000 mm anuales. El rango latitudinal oscila entre 3.400 y 900 msnm.

Se tienen registradas 808 especies de flora y se estima la existencia de 1500 especies de plantas superiores. La Reserva es la ?nica ?rea Protegida del pa?s, que resguarda muestras bien conservadas del bosque del Yungas Tucumano-Boliviano. Existen zonas de bosques nublados de ceja de monte, adem?s de praderas neblinosas de altura, que corresponder?an a formaciones de afinidad par?mica. Tambi?n se presentan en las zonas menos h?medas transiciones al bosque seco de valles mesot?rmicos y bosque seco del Chaco serrano. La vegetaci?n presenta una estratificaci?n altitudinal, en la que se distinguen: Selva pedemontana, entre 400 y 900 msnm, con una precipitaci?n de 900 mm y una temperatura de 20?C, siendo ?ste el sector m?s seco. La selva montana entre 900 y 1500 msnm, cubre casi el 80% de la reserva, siendo el sector m?s h?medo con una precipitaci?n entre 1500 a 3000 msnm. El bosque montano, por encima de los 1500 msnm, en el que se encuentran bosques oligo-espec?ficos de pino de monte (Podocarpus parlatorei) y aliso (Alnus acuminata). En estos bosques se pueden encontrar unas 112 especies arb?reas, siendo las m?s comunes el cebil (Anadenanthera coumbrina), la tipa (Tipuana tipu), el barroso (Brepharocalyx salicifolius), el nogal (Junglans australis), el laurel (Cinnamomum porphyria), el cedro (Cedrela lilloi), los tajibos o lapachos (Tabebuia spp) y muchas especies de la familia de las mirt?ceas.

Se tienen registradas 406 especies de fauna en la Reserva. La fauna del ?rea se caracteriza por la presencia de especies que se encuentran amenazadas en Bolivia como el oso jukumari (Tremarctos ornatus), el puma (Felis concolor), la taruca o venado andino (Hippocamelus antisiensis), el yaguar (Panthera onca), el quirquincho (Dasypodidae), el taitet? (Tayassu tajacu), el mono silbador (Sapajus apella), aves como el papagayo militar (Ara militaris bolivianus), el tuc?n (Tuc?n toco), el loro (Amazona tucumana), la pava del monte (Penelope dabbenei), el tero-tero, el chaj? y varias especies de aves peque?as, que son raras o se encuentran amenazadas. Se estima la existencia de unas 400 especies de aves, de las cuales 241 especies est?n registradas 1.

El ?gobierno progresista? ha decidido arrasar con ?rea Protegida de Tariqu?a y convertirla en concesi?n hidrocarbur?fera; todo a nombre del desarrollo nacional. Para tal efecto, como es de costumbre, hace caso omiso de la Constituci?n y desecha los derechos colectivos y territoriales consagrados en la Carta Magna. Tramposamente alude a una ?consulta? efectuada, que obviamente no cumple con lo que exige la Constituci?n: Consulta con Consentimiento, Previa Libre e informada. En respuesta el pueblo de Tarija se ha movilizado en defensa de Tariqu?a; se ha lanzado a un paro departamental.

A prop?sito del paro, Beatriz Layme escribe:

El paro c?vico en defensa de la reserva natural de Tariqu?a fue contundente. Tarija amaneci? ayer con sus principales v?as cerradas con la tricolor boliviana y con carteles con leyendas como ?Hoy y siempre, Tariqu?a se respeta?.
?Fue un ?xito?, afirm? el presidente del Comit? C?vico de Tarija, Juan Carlos Ramos, al hacer un balance de la jornada. Asimismo, el dirigente anunci? que los tarije?os se mantendr?n en ?vigilia permanente? y que una comisi?n se trasladar? hasta Chiquiac? para reforzar el bloqueo, que desde hace cinco d?as impide el ingreso de las petroleras a la zona.
Es la primera vez que una regi?n paraliza sus actividades en defensa de una reserva natural. En una anterior oportunidad fueron los ind?genas del TIPNIS quienes asumieron medidas de presi?n en contra de las pol?ticas que impulsa el Gobierno para explotar en ?reas protegidas.
?Nosotros vamos a estar de lado de nuestros hermanos chiquiaque?os, es el compromiso de todo el pueblo tarije?o, porque todos nosotros vivimos del aire que sale de la reserva?, manifest? el c?vico, quien insisti? en que la medida de presi?n ?fue un ?xito? en Tarija y en otros municipios. Cit? como ejemplo el caso de Entre R?os.
Diferentes sectores, como el transporte, las universidades, instituciones bancarias, el magisterio urbano y poblaci?n en general instalaron diferentes puntos de bloqueo que paralizaron la ciudad de Tarija.
La Polic?a, desde tempranas horas, report? bloqueos en Entre R?os, San Lorenzo y en la ciudad de Tarija.
Las calles fueron cerradas con carteles en los que se le?a: ?Los maestros unidos en defensa de Tariqu?a?, ?Respeto a la reserva natural de Tariqu?a?, ?Hoy se vende memorias especialmente para aquellos que tanto hablan de defender la Madre Tierra?, ?Cuidar la naturaleza es cuidar a nosotros?, entre otras leyendas, seg?n se observ? en fotograf?as.
La diputada Lorena Gareca explic? que el paro c?vico fue contundente para demostrar el Gobierno que ?Tarija asumi? conciencia y convicci?n en la defensa de la reserva de Tariqu?a y que el ?nico color que tiene es el medioambiente?.
Mientras que en Chiquiac?, los comunarios, que instalaron un punto de bloqueo en rechazo al proyecto de exploraci?n petrolera, expresaron su agradecimiento por el respaldo tarije?o.
?Luchamos en defensa de Tariqu?a, que tiene una linda riqueza natural. Aqu? sembramos ma?z, criamos cerdos y gallinas?, expres? una comunaria, quien denunci? que el Gobierno no cumpli? con la consulta previa.
PETROBRAS y YPFB Chaco pretenden ingresar a la reserva para iniciar operaciones de exploraci?n y explotaci?n. Afirman que tienen el permiso de los comunarios, pues se cumpli? con la consulta previa 2.

Rafael Puente, en un art?culo titulado El ejemplo de Tariqu?a, dice:

Tarija como departamento, pero de manera muy especial la zona de Tariqu?a, nos est?n dando un ejemplo que nos hac?a mucha falta. Porque la l?gica predominante en nuestro pa?s y, por supuesto, cada vez m?s reforzada por nuestro actual Gobierno, es la de que la Madre Tierra tiene nom?s que sacrificarse para el supuesto ?desarrollo? de las regiones que poseen recursos que se pueden explotar y exportar.

Y eso vale principalmente ?aunque no ?nicamente? para los recursos petrol?feros. Queremos capital disponible, aunque sea a costa de sacrificar a la naturaleza. Y precisamente Tarija es el mayor exponente de c?mo despu?s la mayor parte de esos recursos se malgastan, y, encima de quedarnos sin naturaleza, nos quedamos sin desarrollo?
Sin embargo, ahora, para defender la reserva natural de Tariqu?a, la poblaci?n se ha movilizado en el marco de un paro c?vico ?convocado por el Comit? C?vico Departamental? que por lo visto fue contundente. Cierto que el presidente departamental del MAS afirma que el paro s?lo se llev? a cabo en la capital y que fue un fracaso en el resto del departamento, concluyendo de ah? que el Comit? C?vico ?ya no existe? por su comportamiento inorg?nico.
Sin embargo, el comandante de la Polic?a ?que por su cargo est? m?s al tanto del problema que el presidente del MAS? inform? de consistentes bloqueos de caminos en San Lorenzo, Entre R?os y en otros lugares del departamento. Adem?s, est? el dato de que precisamente en Chiquiac? hace cinco d?as que el bloqueo se mantiene con fuerza.
Ya es hora de que alguna regi?n del pa?s nos diga a todos los bolivianos que le dan m?s valor a la conservaci?n de su medioambiente ?a los tristemente famosos derechos de la Madre Tierra? que a la extracci?n de recursos naturales exportables y que en teor?a podr?an capitalizar el desarrollo de toda la regi?n. Y as? andamos, sacrificando territorios enteros ??y el lago Poop?! ? para satisfacer la voracidad de las empresas mineras (incluyendo a las mal llamadas cooperativas), talando m?s y m?s bosques para cultivar soya transg?nica, planificando megarrepresas hidroel?ctricas, trazando una carretera por el TIPNIS, utilizando glifosato y otros productos t?xicos. Todo en aras del ?desarrollo? y, por tanto, a costa de renunciar al Vivir Bien.
Tal es la posici?n que podemos aprender de Tarija, donde adem?s se han movilizado sectores que podr?amos suponer que se sienten ajenos al problema, como es el caso del transporte, de las universidades, ?de las instituciones bancarias! o el magisterio urbano. Los maestros y maestras est?n repartiendo ?memorias? en las que se explica a aquellos que tanto hablan de ?defender la Madre Tierra?, que para defenderla hay que seguir protegiendo los parques nacionales y que cuidar la naturaleza es cuidarnos a nosotros?
El mencionado presidente del MAS afirma que hubo una consulta previa que s? autorizaba la entrada de empresas petroleras a Tariqu?a. Pero los comunarios de Tariqu?a niegan la existencia ??o el valor? ? de esa consulta (que de todas maneras ser?a discutible, ya que no se puede consultar sobre principios constitucionales).
Qu? bien que esta lecci?n esperanzadora nos venga de la chura Tarija, de ese departamento de cultura pac?fica y convivencial, al que en el himno Salve oh patria s?lo se le valora ?su tipo andaluz?? Pero est? claro que sus valores son muchos m?s. Gracias, hermanos chiquiaque?os y tarije?os en general, a ver si los otros ocho departamentos tambi?n nos reconocemos como hijos de esa Madre Tierra y asumimos la responsabilidad de defender lo que queda de esa madre, hasta ahora cada vez m?s contaminada y m?s destruida.
Y puestos a desear, desearemos tambi?n que nuestro Presidente y su gobierno recuerden que entre las grandes novedades de la nueva Constituci?n est?n la defensa de los derechos de la Madre Tierra y la sustituci?n del horizonte del Desarrollo por el horizonte del Vivir Bien. ?Ukhamau! 3

Reflexiones en torno a Tariqu?a

Hay que situarse en una perspectiva hist?rica y mundial, combin?ndola con las perspectivas locales, que son las que le dan contenido y materialidad. Lo primero que hay que anotar es que lo que est? en cuesti?n son los logros de la civilizaci?n moderna, caracterizada por el economicismo como la civilizaci?n del desarrollo. Como dijimos antes, el desarrollo tiene un costo muy grande en lo que respecta a las din?micas vitales, que son din?micas ecl?gicas. La que ha pagado los costos del desarrollo, transferidos a la naturaleza, es la vida, los ciclos vitales del planeta, los ecosistemas, es decir, el substrato vital de las sociedades org?nicas, no solo de las sociedades humanas. Haciendo un balance, este costo no se justifica porque se ha producido muerte, correlato emp?rico de la ilusi?n del desarrollo. Lo segundo que hay que anotar es que las versiones, aparentemente opuestas, sobre todo ideol?gicas y pol?ticas, no son antag?nicas, incluso no son contradictorias, sino resultan, mas bien, complementarias. El liberalismo ha perseguido el desarrollo mediante el libre albedr?o de la mano invisible del mercado. El socialismo ha perseguido el desarrollo mediante la intervenci?n del Estado y la socializaci?n de los medios de producci?n. Ambas versiones tienen como utop?a la modernidad, la vertiginosa e insaciable modernidad. El resultado hist?rico de las dos versiones es complementario y a la vez parad?jico; el liberalismo logr? el desarrollo mediante la econom?a de la abundancia, vale decir de la sobreproducci?n; el socialismo logr? el desarrollo mediante la econom?a de la escasez, vale decir de la subproducci?n. Parad?jicamente abundancia y escasez se complementan en la econom?a-mundo capitalista. Ambas versiones pol?ticas e ideol?gicas diferentes se desenvolvieron en el mismo sistema-mundo capitalista; es m?s el socialismo no fue otra cosa que un capitalismo de cuartel 4.

En consecuencia, ambas versiones ideol?gicas y pol?ticas transfirieron los costos a la naturaleza; compartieron el mismo prejuicio religioso monote?sta de la dominaci?n del hombre sobre la naturaleza. Este com?n principio evidencia que forman parte del mismo paradigma civilizatorio, que cosifica a la naturaleza, convirti?ndola en recurso natural subsumible a procesos de acumulaci?n, que unos denominan de capital y otros denominan socialista. La valorizaci?n abstracta fue el postulado de ambas versiones; por lo tanto, ambas versiones hist?rico-pol?ticas forman parte de la marcha desbordante de la econom?a pol?tica generalizada.

La tercera anotaci?n tiene que ver con las versiones ideolog?as y pol?ticas posteriores; por ejemplo, el neoliberalismo y el neopopulismo. A diferencia de las versiones anteriores, que hacen como su referente inaugural, incluso matriz hist?rico-pol?tica, se trata de formaciones discursivas menos elaboradas, incluso m?s restringidas en sus pretensiones. Se puede decir, haciendo par?frasis, que se trata de comedias respecto a las tragedias iniciales. De todas maneras, con estas versiones ocurre algo parecido; a pesar de presentarse como proyectos antag?nicos, se trata de tendencias hist?rico-pol?ticas complementarias. Por otra parte, ambas versiones siguen el paradigma de desarrollo, aunque lo hacen con discursos distintos y hasta guiones diferentes. El neoliberalismo propone la competencia como mecanismo din?mico de la econom?a, en tanto que el neopopulismo se propone mediante la redistribuci?n como aproximaciones tibias a la igualaci?n social. Sin embargo, ambas versiones contempor?neas ideol?gicas y pol?ticas siguen obsesionadas con la finalidad del desarrollo. Lo que habr?an cambiado son las condiciones hist?ricas-econ?micas del sistema-mundo capitalista y, por ende, las condiciones singulares de las econom?as nacionales. Bajo la dominancia del capitalismo financiero y especulativo ya no se apunta a la industrializaci?n, propiamente dicha, sino a la tasa de retorno r?pida, por lo tanto, a la especulaci?n financiera. Esto se ajusta plenamente al rubro de inversi?n en expansi?n, por excelencia, en esta etapa del ciclo del capitalismo vigente: la inversi?n en el extractivismo. Incluso los avances tecnol?gicos son destinados a mejorar la explotaci?n extractivista, cada vez m?s demoledora, intensiva y expansiva.

La cuarta anotaci?n corresponde a la intervenci?n del ?gobierno progresista? en el ?rea Protegida de Tariqu?a. Desde la perspectiva de la historia reciente, se puede decir que el ?gobierno progresista? continua el sendero abierto por los gobiernos anteriores en lo que respecta al modelo colonial extractivista del capitalismo dependiente.

David Maygua escribe:

No ser? la primera vez que la transnacional brasile?a Petrobras y la subsidiaria YPFB Chaco ingresen a la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariqu?a (Rnfft) para realizar trabajos de exploraci?n en las ?reas petroleras de San Telmo Norte y Astillero.
En 1968, seg?n datos del proyecto de ?Gesti?n de Pasivos Ambientales en ?reas Protegidas y su Influencia en el Recurso H?drico?, y del Sernap, Yacimientos Petrol?feros Fiscales Bolivianos (YPFB) perfor? el pozo Cambar? y actualmente tiene una filtraci?n de petr?leo que emana con destino al r?o.
Siete a?os despu?s perforaron el pozo Churumas X1 y en 1991 el pozo Domo que se encuentra a unos 5 kil?metros del campamento ecotur?stico El Caj?n, en la margen del r?o Grande de Tarija.
La actividad exploratoria no se detuvo en la Reserva de Tariqu?a y en 1992 YPFB realiz? la perforaci?n del pozo Churumas X2.
Estos pozos petroleros abandonados figuran como pasivos ambientales en el informe del Servicio Nacional de ?reas Protegidas (Sernap) debido a que contaminan algunos cursos de agua en el ?rea protegida que contienen varias fuentes del l?quido vital y es generadora de 3.000 mil?metros (mm) de lluvias al a?o.
La intervenci?n petrolera se realiz? antes de que el gobierno de V?ctor Paz Estenssoro en 1988 emitiera el Decreto Supremo 22277 que establece la creaci?n de la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariqu?a (Rnfft).
El exge?logo de campo de YPFB, Gustavo Navarro, admiti? que la petrolera estatal ingres? al ?rea protegida para perforar pozos en Churumas y que por problemas t?cnicos se tuvieron que abandonarlos.
Seg?n Navarro, se perfor? el pozo Churumas X2 hasta la formaci?n geol?gica Los Monos y no se lleg? a Huamampampa, pero es una reserva con un potencial de gas natural que puede ser explotado en caso de que el pozo Bermejo X44 tenga problemas de abastecimiento.
?Antes la gente no hac?a problemas, YPFB ingresaba y sal?a como en su casa, no ten?an inquietud ni ped?an nada y segu?an viviendo en la miseria. Ahora ponen a la naturaleza para exigir compensaciones econ?micas por el impacto ambiental?, dijo el ext?cnico de la petrolera estatal.
Para el asesor ambiental del Ministerio de Hidrocarburos, Jorge R?os, antes no hab?a Ley del Medio Ambiente y las empresas petroleras hac?an lo que quer?an sin control alguno, pero ahora el escenario ha cambiado totalmente porque se tienen una cantidad de normas ambientales que garantizan la protecci?n del medio ambiente.
El pozo Cambar?, que es el m?s antiguo dentro de la Reserva de Tariqu?a y contamina una afluente que lleva el mismo nombre, est? a 55 kil?metros de la carretera entre Tarija y Bermejo ingresando por la comunidad El Salado.
Los pozos Churumas X1 y X2 est?n situados aproximadamente a unos 30 kil?metros del camino Bermejo ? San Antonio, en el l?mite fronterizo con la Argentina.
M?s all? del accionar de los comunarios de Chiquiac?, que se oponen a la exploraci?n, y el apoyo de la instituci?n c?vica y plataformas ambientalistas, el ?rea protegida ya fue intervenida por la petrolera estatal a finales del 60, a mediados de la d?cada del 70 y principios del 90 5.

Ante la movilizaci?n social en defensa de Tariqu?a y el pedido de acci?n de cumplimiento de los comunarios, la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia (TDJ) de Tarija rechaz? ayer la acci?n de cumplimiento presentada por los comunarios del ?rea de influencia de la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariqu?a.
Con este recurso jur?dico, los pobladores del ?rea protegida buscaban que se realice la consulta previa para autorizar o no el ingreso de las petroleras a la zona.
El vocal del TDJ, Ernesto Mour, se?al? que la decisi?n se la asumi? debido a que los denunciantes equivocaron los t?rminos ?informar? con ?pedir? una consulta previa, por lo tanto, la competencia del TDJ no fue abierta.
La asamble?sta Mar?a Lourdes Vaca, una de las que acompa?? la presentaci?n del recurso, dijo al diario El Pa?s de Tarija que los comunarios tienen tres d?as para impugnar la resoluci?n mediante la correcci?n de las observaciones del tribunal.
?Mediante una notificaci?n hicieron conocer el rechazo ?in limine?. Eso refleja una incapacidad de resolver un tema muy claro y con fundamentos jur?dicos para actuar en consecuencia?, expres? Vaca.
Un rechazo ?in limine? significa que la decisi?n se sustent? en aspectos de forma y no de fondo, por lo que se realizar? una verificaci?n para enmendar las observaciones y volver a presentar la acci?n de cumplimiento, explic? Vaca.
As? tambi?n, dijo que ?cuando uno sabe que est? actuando dentro del marco de la legalidad y del derecho, no hay que perder la esperanza y la fe. Tenemos todos los fundamentos y pruebas para demostrar la violaci?n que hubo?.

Falta la conminatoria
Por su parte, el asamble?sta Mauricio Lea Plaza, quien tambi?n asesora en este recurso jur?dico a los comunarios, dijo al diario cruce?o El Deber que la demanda fue rechazada debido a que todav?a no se agotaron las instancias de conminatoria ante las autoridades recurridas y lo que corresponde es subsanar para volver a presentarlo.
?Ellos dicen que faltar?a la conminatoria o exigencia espec?fica al ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto S?nchez, y de la autoridad de Medio Ambiente, para que se pronuncien. Se har? el requerimiento para lograr ese pronunciamiento y as? cumplir lo que plantea la Sala Constitucional del Tribunal?, indic? Lea Plaza.
A las autoridades gubernamentales se les dar? un plazo de 10 a 15 d?as para que se pronuncien al respecto.
?En m?rito a los fundamentos expuestos, las normas citadas y los razonamientos jurisprudenciales vinculantes en estricta observancia del art?culo 203 de la CPE (Constituci?n Pol?tica del Estado), la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija declara la improcedencia ?in limine? de la presente Acci?n de Cumplimiento?, dice textualmente el fallo del tribunal tarije?o que lleva la firma de los vocales Ernesto Mur y Heidy Calder?n.

Reclaman una consulta previa
La Acci?n de Cumplimiento fue presentada por un grupo de comunarios el pasado mi?rcoles, cuando se llevaba adelante el paro c?vico movilizado de 24 horas decretado en defensa del ?rea protegida.
La Acci?n de Cumplimiento ?tiene el objetivo de conminar a las autoridades a que cumplan la Constituci?n Pol?tica del Estado. Se debe ejecutar una consulta previa antes y no siete meses despu?s. Se debe respetar la normativa vigente?, declar? en ese entonces Mar?a Lourdes Vaca, asamble?sta de Tarija 6.

Como se puede observar, el ?gobierno progresista? persiste en el mismo modelo econ?mico, que ya siguieron los anteriores gobiernos, sean los inmediatamente antecesores, los neoliberales, sean los nacionalistas, los liberales y conservadores, ni hablar de las dictaduras militares, que se comportaron mec?nicamente con relaci?n a lo que ten?an a mano. Lo que cambia es el discurso, quiz?s tambi?n el guion, pero, lo que persiste es la misma trama, tambi?n, por lo tanto, el mismo entramado de la dependencia.

Sergio Almaraz Paz escribi? sobre los cementerios mineros que nos dej? la explotaci?n minera; esa es la ?riqueza? que qued? para el pa?s, esa es la huella de muerte que dej? esta obsesi?n del progreso, perseguida mediante el procedimiento de la explotaci?n extractivista. Ahora, tambi?n podemos hablar de los cementerios hidrocarbur?feros, que nos deja la explotaci?n extractivista del petr?leo y el gas. El ?gobierno progresista? ha expandido intensivamente el modelo colonial extractivista del capitalismo dependiente; parad?jicamente, ahora somos m?s dependientes, bajo la expresi?n de un discurso pol?tico que pretende, precisamente, la independencia nacional. La iron?a de esta pol?tica y de esta ideolog?a populista es que se usan los s?mbolos culturales ind?genas, la referencia a la Pachamama, la demagogia nacionalista, para precisamente, por el contrario, llevar a cabo, de manera desmesurada, el saqueo de los recursos naturales y la explotaci?n y marginaci?n de su poblaci?n y los pueblos.

[1] Reserva nacional de flora y fauna de Tariqu?a. https://es.wikipedia.org/wiki/Reserva_nacional_de_flora_y_fauna_de_Tariqu%C3%ADa.

[2] Ver de Beatriz Layme Paro contundente en Tarija por la reserva de Tariqu?a. P?gina Siete; La Paz.

https://www.paginasiete.bo/nacional/2019/3/28/paro-contundente-en-tarija-por-la-reserva-de-tariquia-213391.html

[3] https://www.paginasiete.bo/opinion/rafael-puente/2019/3/29/el-ejemplo-de-tariquia-213432.html.

[4] Leer de Robert Kurz El colapso de la modernizaci?n. Editorial Marat.

[5] Ver de David Maygua YPFB perfor? pozos en Tariqu?a y los abandon? como pasivos.

https://www.eldeber.com.bo/economia/YPFB-perforo-pozos-en-Tariquia-y-los-abandono-como-pasivos-20190330-0046.html

[6] Leer de la redacci?n central del peri?dico Los Tiempos Tribunal rechaza por ?errores de forma? el recurso por Tariqu?a.

http://www.lostiempos.com/actualidad/economia/20190330/tribunal-rechaza-errores-forma-recurso-tariquia.


https://clajadep.lahaine.org