“Hay que seguir atentos. Disfrutamos del momento pero no nos olvidamos de lo esencial. El sistema y sus tent?culos mafiosos tienen que irse, por eso las manifestaciones continuar?n”.
La salida de Buteflika deja el campo libre a dos actores, la instituci?n militar y la calle (…) Es una primera victoria [para el ej?rcito] pero no es definitiva porque la transici?n pol?tica es el desaf?o m?s importante.
Los militares tendr?n que observar y aprender de Nicaragua como torear una resistencia en las calles que no es manejada por partidos, a diferencia de Chile donde la partidocracia negoci? con los militares para alcanzar la farsa democr?tica neoliberal que ha aturdido a las izquierdas hasta hoy.
Argelia entra en la era post-Buteflika llena de incertidumbre
Argel (AFP)
Argelia entr? este mi?rcoles en una nueva era llena de incertidumbre tras m?s de un mes de protestas y la dimisi?n del presidente Abdelaziz Buteflika.
Un d?a despu?s del sismo pol?tico y tras algunas celebraciones nocturnas, Argel, la capital, estaba tranquila este mi?rcoles, aunque est? prevista una nueva manifestaci?n este viernes, como cada viernes desde el 22 de febrero.
Frente al in?dito movimiento popular, Buteflika, de 82 a?os, intent? mantenerse en el poder hasta el final pero termin? renunciando el martes por la noche, pocas horas despu?s de que el ej?rcito lo desafiara abiertamente.
El presidente, muy debilitado por un accidente cerebrovascular que sufri? en 2013 pese a lo cual en febrero todav?a aspiraba a un quinto mandato, present? su cara de dimisi?n al Consejo Constitucional, seg?n im?genes difundidas por la televisi?n nacional.
En las im?genes Buteflika, que parece cansado, entrega su carta dentro de un dosier con los s?mbolos de la presidencia a Tayeb Belaiz, presidente del Consejo Constitucional.
Esta decisi?n ‘est? destinada a contribuir al apaciguamiento de los corazones y de los esp?ritus de nuestros compatriotas, para permitirles proyectar juntos Argelia hacia un futuro mejor’, dijo el jefe del Estado en su carta, publicada por la agencia oficial APS.
La constituci?n establece que debe sustituirle como presidente Abdelkader Bensalah, de 77 a?os, el actual presidente del Consejo de la Naci?n (c?mara alta), por un periodo m?ximo de 90 d?as durante el cual habr? que organizar elecciones.
Buteflika ‘nunca habr?a imaginado salir de escena de una manera tan desoladora’, escribi? el peri?dico El Watan, seg?n el cual el ej?rcito ‘no ten?a otro remedio’ que dejarle de apoyar.
‘El Tsunami del movimiento popular restituye el poder del pueblo’, estima por su parte el diario El Khabar, y afirma que Argelia ‘pasa una larga p?gina de su historia contempor?nea’.
- Bocinas y celebraciones -
El martes por la noche se o?an en Argel las bocinas de los coches para celebrar la dimisi?n de Buteflika. Los manifestantes se reunieron en la Grande Poste, un edificio emblem?tico de la ciudad.
Durante m?s de un mes, millones de manifestantes de todo el pa?s pidieron pac?ficamente la dimisi?n Buteflika y, progresivamente, la de todo su entorno y de lo que denominan el ’sistema’ en el poder.
La mayor?a de argelinos con los que habl? la AFP repitieron su determinaci?n para continuar manifest?ndose a pesar de la dimisi?n.
‘Hay que seguir atentos. Disfrutamos del momento pero no nos olvidamos de lo esencial. El sistema y sus tent?culos mafiosos tienen que irse, por eso las manifestaciones continuar?n’, dijo Fadh?la Amara, de 69 a?os, acompa?ada de su nieto de diez a?os.
Otros rindieron homenaje a Buteflika pero lamentaron su intento de mantenerse en el poder a cualquier precio, que muchos atribuyen en realidad a su hermano y principal consejero, Said.
El lunes la presidencia hab?a asegurado en un comunicado que Buteflika dimitir?a antes del final de su mandato, el 28 de abril, tras haber tomado ‘medidas para asegurar la continuidad del funcionamiento de las instituciones’.
Pero el martes, tras una reuni?n de altos mandos del ej?rcito, el jefe del Estado Mayor, el general Ahmed Gaid Salah, dijo que ese comunicado no era iniciativa del jefe del Estado sino de ‘entidades no constitucionales y no habilitadas’, una alusi?n al entorno del presidente.
‘Esta aceleraci?n de los acontecimientos (…) muestra la ruptura de confianza entre el ej?rcito y el sector presidencial’, explica a la AFP Hasni Abidi, director del Centro de Estudios y de Investigaci?n del Mundo ?rabe y Mediterr?neo, en Ginebra.
‘La salida de Buteflika deja el campo libre a dos actores, la instituci?n militar y la calle (…) Es una primera victoria [para el ej?rcito] pero no es definitiva porque la transici?n pol?tica es el desaf?o m?s importante’, a?adi?.
Desde que empezaron las protestas, el presidente Buteflika, multiplic? infructuosamente las propuestas para mantenerse en el poder.
El martes, Francia, que fue potencia colonial en Argelia, dijo confiar ‘en la capacidad de todos los argelinos de seguir esta transici?n democr?tica con el mismo esp?ritu’.
Por su parte Rusia, un aliado cercano de Argelia, asegur? este mi?rcoles que espera que la transici?n no tendr? ‘ninguna repercusi?n’ en sus relaciones con el pa?s y advirti? contra cualquier intento de ‘injerencia’ externa.