La izquierda ha ca?do a su nivel m?s bajo en la historia de Israel, en una sociedad cada vez m?s conservadora donde el t?rmino izquierdista se ha convertido en peyorativo y rayano en el insulto. Con apenas un 8% de los votos, el Partido Laborista y la lista pacifista de Meretz suman 11 diputados en una Kneset (Asamblea legislativa) de 120 esca?os. Fuera de sus reductos en el liberal ?rea metropolitana de Tel Aviv y la progresista Haifa, el voto de izquierdas parece haber pasado a la historia en el Estado jud?o, sin un mensaje definido sobre el conflicto palestino y succionados sus votantes por fuerzas de centro emergentes.
La vieja izquierda israel? naufraga en las urnas
Falto de liderazgo, sin un mensaje definido a los votantes y arrollado por el centro, el laborismo pierde tres cuartas partes de sus esca?os
El Pa?s
Jerusal?n 11 ABR 2019 - 22:11 CEST
La izquierda ha ca?do a su nivel m?s bajo en la historia de Israel, en una sociedad cada vez m?s conservadora donde el t?rmino izquierdista se ha convertido en peyorativo y rayano en el insulto. Con apenas un 8% de los votos, el Partido Laborista y la lista pacifista de Meretz suman 11 diputados en una Kneset (Asamblea legislativa) de 120 esca?os. Fuera de sus reductos en el liberal ?rea metropolitana de Tel Aviv y la progresista Haifa, el voto de izquierdas parece haber pasado a la historia en el Estado jud?o, sin un mensaje definido sobre el conflicto palestino y succionados sus votantes por fuerzas de centro emergentes.
Despu?s de haber resurgido en los comicios de 2015 con 24 diputados y cerca del 19% de los votos ?en coalici?n con la veterana l?der centrista Tzipi Livni?, el laborismo se ha desplomado en las legislativas del martes, con solo seis esca?os en su haber y en torno al 5% de los sufragios.
El hist?rico Avod?, heredero de fuerzas de la izquierda que gobernaron ininterrumpidamente en Israel durante tres d?cadas tras la creaci?n del Estado en 1948, ha alcanzado su punto m?s bajo de representaci?n parlamentaria. La izquierda triunf? en las urnas en 1992 gracias al empuje de Isaac Rabin al frente del laborismo (44 esca?os y el 34% de los votos) y de Meretz (12 actas, con un 10%). Pero la base electoral de la coalici?n que negoci? los Acuerdos de Oslo con los palestinos ya es historia. La emergencia de la alianza de centro Azul y Blanco, capitaneada por el exgeneral Benny Gantz y el antiguo presentador de televisi?n Yair Lapid, ha acabado de fagocitar a una izquierda sin se?as de identidad.
El liderazgo de Avi Gabbay, a quien los analistas responsabilizan de declive del laborismo, ya est? siendo cuestionado, aunque el responsable del partido se resisti? en la noche electoral a presentar la dimisi?n. Exconsejero delegado de Bezeq, la mayor compa??a de telecomunicaciones israel?, y exministro de Medio Ambiente entre 2015 y 2016 en el Gabinete de Benjam?n Netanyahu, el sefard? Gabbay destron? en 2017 al anterior jefe de filas del partido, Isaac Herzog, debilitado por su tibia estrategia de oposici?n al Likud. La deriva que ha pilotado hacia el centro ha naufragado.
El relevo al frente de la principal fuerza de la izquierda sionista se avecina. Dos j?venes promesas que encabezaron en febrero las votaciones en las primarias del partido para configurar las listas son los aspirantes mejor situados. La diputada Stav Shaffir, de 33 a?os, y el parlamentario Itzik Shmuli, de 39, lideraron las protestas sociales de los indignados de 2011 en Tel Aviv, en paralelo al movimiento 15-M en Espa?a. Ahora deber?n apartar a la vieja guardia del laborismo.
Vieja guardia sindical y de los kibutz
La federaci?n sindical Histadrut, todopoderosa central fundada en 1920 en la Palestina bajo mandato brit?nico, y los dirigentes del anta?o floreciente movimiento de los kibutz (granjas colectivas) han manejado durante d?cadas los hilos internos del partido.
El movimiento pacifista Meretz ha reconocido que lanz? poco antes del cierre de las urnas una campa?a de mensajes de texto a los m?viles de sus simpatizantes para salvar su presencia en el Parlamento, reducida a cinco esca?os y ligeramente por encima del umbral del 3,25% de los sufragios que permite acceder a la Kneset. Como explicaba al diario Haaretz Tamar Zandberg, presidenta del partido progresista: ?Sobrevivimos a un tsunami de fuga de votantes gracias al apoyo de electores ?rabes, que han supuesto el 25% de nuestro recuento?.